Tu mamá es el gobierno, Tu papá es el poder ejecutivo federal, Tu hermano menor es el país, La sirvienta es el estado y Tú eres el pueblo.
Para los próximos meses, hago el propósito de pensar y escribir solo sobre eventos positivos, de esos que ayudan a transitar con alegría el maravilloso espacio de la vida. Prometo que me olvidaré de las malas noticias. No escribiré, por ejemplo, del sufrimiento de los buscadores de sus seres desaparecidos, menos aún, de la casi centena de asesinatos que a diario bañan con sangre nuestra patria. En todas las guerras que en este momento agravian a los pueblos de la Tierra, no se cometen el número de homicidios que diariamente producen los "abrazos" de nuestro amado presidente. Tampoco escribiré sobre la impunidad -esa lacra peor que el coronavirus, que nos lacera desde hace muchos años y que inmuniza a los delincuentes frente a las leyes, que es fertilizante para la corrupción y la criminalidad-. Hago, además, el compromiso de ni siquiera pensar, menos escribir, sobre las mañaneras, ese modelo de comunicación inventado por Goebbels para idiotizar a la población alemana: ¡menos mal que nosotros somos mexicanos!
Hago también formal promesa de no tratar temas como los de quienes, impulsados por la necesidad o por "gratitud" con el gobierno, venden su voto en las elecciones. Claro que no escribiré una sola palabra sobre la educación ni la salud. ¿A quién en su sano juicio le podrán interesar estos engorrosos e irrelevantes asuntos? Dejemos que un pequeño grupo de políticos de la 4T, empresarios progresistas, comunicadores “en-sobretados” y delincuentes coludidos con el gobierno decidan por nosotros.
Eugenio Ruiz Orozco
El 2018 fue la elección del hartazgo y la esperanza, que no murió al último, sino muy temprano en el sexenio.
La elección de 2024 nos la van a vender una vez más como la del todo o nada, la del paso al abismo o la salvación; continuidad o regresión. Aunque todo es un poco cierto, dependiendo del lado de la historia desde el que se mira, la verdad es que lo que está en juego en esta elección es menos el proyecto político y más las intuiciones del Estado. Lo que nos jugamos en el 2024 es el modelo democrático tal y como lo entendemos hoy; qué trasformaciones necesitan y cuáles son los pilares fundamentales que hay que conservar.
Tal como se está perfilando la elección presidencial tendremos 2 polos y un 3er. candidato testimonial. Quien está hoy decidido a favor de Claudia o a favor de Xóchitl ve la elección como un referendo del obradorismo: ¿quieres que siga o no el proyecto de gobierno del actual presidente? Y si bien esa continuidad o no será el punto central del debate, lo importante no es el nombre sino cómo las instituciones. No es quién se sentará en la silla presidencial, sino en qué condiciones y con qué legitimidad democrática lo hará. Lo que nos jugamos en 2024 son las instituciones y la forma en que entendemos la democracia. Si el resultado es transparente y aceptado por las candidatas y los partidos; si el Congreso se integra de manera plural y las resoluciones de las instituciones y poderes son transparentes y apegadas a la ley, la próxima presidenta, la que sea, estará obligada a sentarse a negociar con todos, con los que piensan como ella y con quienes no piensan como ella; tendrá que respetar la división de poder y proponer, desde el Congreso y construyendo mayorías, las transformaciones que crea convenientes. Se aprobarán sólo las que tengan consenso.
Diego Petersen Farah
"El provenir va a ser de nosotros" -dice el presidente-. ¿De quién más si no? Y aunque posiblemente él se refiera a refrendar su 4T en las próximas elecciones y no a su obligación de garantizar el bienestar de los mexicanos, debemos tener claro que en nosotros está el decidir qué queremos para el porvenir. Este 2024 tendremos el proceso electoral en el que más mexicanos podrán participar y en el que se evaluará si el camino de los últimos cinco años merece la pena un segundo capítulo o no. Tenemos que reactivar nuestro aparato crítico y abrir bien los ojos, hacer memoria, ¿por qué no? "Acuérdate de Acapulco". Todos tenemos algo que recordar.
En mi experiencia, cuando a alguien le preguntan qué quiere para su futuro, pocas veces responde sin pensarlo siquiera; sin embargo, la mayoría tenemos claro lo que no queremos en nuestro porvenir. Yo no quiero vivir con violencia ni impunidad, pero aprendimos a adaptarnos: sobrevivimos el sexenio más violento, con más desaparecidos y hemos normalizado lo inaceptable vistiéndolo con una política de abrazos. Es por ello que el trabajo inicia en cada uno de nosotros, desde nuestro espacio personal, desde nuestro núcleo familiar, desde nuestro centro de trabajo.
Gabriela Aguilar
No pudo ser más claro y contundente el mensaje que envió el cardenal José Francisco Robles Ortega después de la misa de Año Nuevo, cuando hizo referencia al futuro de México: "Es una oportunidad para que todos los mexicanos seamos verdaderamente responsables y corresponsables del rumbo que queremos para nuestro país". Que sea nuestro voto el 2 de junio próximo quien decida qué tipo de gobierno queremos, no que sea la clase política de la mano del abstencionismo la que determine quién estará sentado en la oficina presidencial de Palacio Nacional en el siguiente sexenio. "Ya no se vale que solamente dejemos a los gobernantes electos o dejemos a los políticos en sus manos el destino que le quieren dar a nuestra sociedad".
Y el llamado es oportuno por los ejemplos recientes -en las elecciones del 2018 y 2021-, que nos demuestran que no todos los ciudadanos han sido "responsables" y por lo tanto hemos sido "corresponsables" de los resultados finales de los procesos electorales. En la elección del 2018 -donde ganó López Obrador con 30 millones de votos- solamente votaron 55 millones -cifras redondeadas- de personas de una lista nominal -donde están los que tienen cubiertos los requisitos para emitir su voto- de 89 millones de mexicanos, lo que significa que a 34 millones "les pasó de noche" la elección y que pasaron a formar parte del enorme universo de abstencionistas.
Hasta el 14 de diciembre -último reporte del Instituto Nacional Electoral (INE)- en el Padrón Electoral había 99.5 millones de potenciales electores, de los cuales 97.6 millones -en la lista nominal- podrían votar hoy mismo. Si a ese núcleo le quitamos los 30 millones que tiene "asegurado" -como mínimo [según el webmaster estas son cuentas felices de los caquistas, como se demostró en 2021]- el partido oficialista, quedan 67.6 millones de electores, que como dice el arzobispo de Guadalajara, son el complemento del universo de votantes que deben ser "responsables y corresponsables del rumbo que queremos para nuestro país".
Y también el cardenal fue muy enfático en que no sólo se trata de cumplir con la responsabilidad cívica de votar, sino de informarnos por quiénes votamos. "No es a dar el voto porque hay que dar el voto. Antes hay que hacer un esfuerzo de conocer, de conocer las plataformas, de conocer al candidato, la candidata, su trayectoria, sus propuestas, si corresponden a las necesidades que tenemos nosotros como ciudadanos, si corresponden a un verdadero proyecto integral de desarrollo para todos".
Y en el mensaje del cardenal Robles Ortega dijo algo que debe ser una obligación -sobre todo para quienes forman parte de esos millones de fieles seguidores del lopezobradorismo-, de hacer conciencia al "revisar, evaluar si de veras nuestros gobernantes están o no cumpliendo su deber".
Son solamente 5 meses los que quedan para la elección presidencial. Los planteamientos de Claudia Sheinbaum ya los conocemos de antemano, darle continuidad a la 4a. Transformación. Mientras que de Xóchitl Gálvez, un cambio radical del rumbo que lleva México, "mano firme" contra la delincuencia y certeza jurídica. Aquí es donde el votante tiene que "revisar y evaluar" -como dijo el cardenal- si los ofrecimientos de campaña le dan forma "a un verdadero proyecto integral de desarrollo para todos".
Daniel Rodríguez
Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la Presidencia, el jueves pasado aseguró que la gran mayoría de los migrantes que intentan cruzar la frontera estadounidense "no son nacionales, sino que vienen de otros países", y que "tenemos que seguir insistiendo con Estados Unidos que la solución de fondo de migración es la cooperación para el desarrollo, es invertir en lugares en donde se está expulsando a personas por necesidad". Lo 1o. es falso y lo 2o., está pidiendo ayuda -estirando la mano- al vecino en lugar de proponer soluciones gubernamentales propias para evitar que nuestros connacionales busquen un mejor futuro allende las fronteras. Además, no es ni su iniciativa, sólo parafraseó a López Obrador al señalar que "la única manera de resolver el problema de la migración es invertir y que se generen las condiciones de vida dignas en los lugares donde las personas están migrando, lo que ha dicho el presidente de la república".
En lo que se refiere a las nacionalidades de los migrantes detenidos -contactados- como lo llama la Patrulla Fronteriza, en un reporte elaborado por los departamentos de Seguridad Nacional y de Estado, México, India y China -en ese orden- son el origen de donde provienen los flujos de migrantes más importantes. Y se destaca en el informe que entre el 2006 y 2021 el incremento mayor de migrantes fue de México, período en el que aumentó en un 107% las cifras -de 213,324 a 424,791- de detenidos. Estas últimas cifras coinciden con un estudio de la Organización de los Derechos Humanos en las Américas.
Por otra parte, la Patrulla Fronteriza dice -en otro reporte- que hasta la década pasada el 85% de los migrantes detectados eran ciudadanos mexicanos. Esta situación ha ido cambiando en los últimos años -pero sin dejar de ser mayoría-, pero fue hasta el pasado 22 de octubre -hace 2 meses y medio- cuando las autoridades migratorias informaron que por primera vez las estadísticas revelaban que eran de origen venezolano lo que más trataban de cruzar y solicitar asilo, pero que había sido una situación solamente temporal. Hoy, de acuerdo con las estadísticas, son los mexicanos los que encabezan los contactos o detenciones en la frontera. La gran diferencia es que los migrantes de otras nacionalidades acuden hasta las autoridades para solicitar asilo, en cambio, los mexicanos buscan otro tipo de procedimientos o protocolos ilícitos para intentar llegar a Estados Unidos.
Así que Claudia -al igual que el inquilino de Palacio- parece que tiene "otros datos". Y eso de "crear condiciones dignas" para evitar la emigración de mexicanos, es responsabilidad del gobierno, no esperar que el vecino "porque tiene más" venga a resolver lo que son nuestras obligaciones.
Daniel Rodríguez
De acuerdo con Nora Ampudia, profesora investigadora en materia económica de la Universidad Panamericana (UP), la tasa de incidencia delictiva de la entidad pone en riesgo la confianza empresarial respecto de iniciativas de inversión, considerando que Jalisco es 2o. lugar a nivel nacional en cuanto a incidencia delictiva.
Dijo, es necesario que se establezcan estrategias reales que den resultados, más allá de las cifras que se reportan como oficiales, puesto que sólo 13% de los delitos se denuncian, y de ellos, sólo en el 10% se inicia alguna carpeta de investigación.
Otro de los factores de riesgo para que Jalisco crezca económicamente es la demanda de agua, considerando que en la entidad prevalecerá la sequía, de la mano con el hecho de que las principales presas que abastecen de agua a Jalisco se hallaban por debajo de 50% de su capacidad al cierre de año y que "Jalisco no cuenta con un sistema para reponer el agua que utiliza".
Esto, dijo, pone en riesgo a las producciones agrícolas, ocasionando alza de precios en los productos de la canasta básica, lo cual no sólo afecta a los jaliscienses, sino que impacta a nivel país dado que Jalisco aporta 12.8% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en los sectores agricultura, cría y explotación de animales, silvicultura, caza y pesca.
"Se espera que la puesta en marcha del acueducto que correrá desde la presa El Zapotillo permita que no haya desabasto de agua en el área metropolitana de Guadalajara", destacó la académica como un factor positivo.
Añadió, Jalisco presenta 2 principales limitantes en cuanto a su crecimiento económico: salarios base de cotización por debajo del promedio nacional, encontrándose en el 10o. lugar a nivel país, y que predominan ingresos salariales bajos, donde el 62.5% de las personas ocupadas en la entidad ganan hasta 2 salarios mínimos como máximo.
Ante ello, dijo, no sólo se trata de generar más empleos, sino de que se busquen las estrategias necesarias para que estos sean bien pagados y que las familias puedan cubrir sus necesidades básicas. Al no tener suficientes recursos, se limita la capacidad de adquisiciones.
(V.pág.5 del periódico El Informador del 11 de enero de 2024).
Los reportes comienzan a ser cada vez más frecuentes: funcionarios municipales y aspirantes a cargos de representación en lo local son víctimas de atentados que ponen en riesgo sus vidas; y en no pocas ocasiones se ha logrado el cometido de los criminales: asesinarlos y enraizar aún más el clima de miedo y terror en todo el país.
En las elecciones de 2024 habrá en juego decenas de miles de cargos municipales: regidores, síndicos y presidentes de los ayuntamientos; pero a ello se suma la disputa por diputaciones locales que son clave para la gobernabilidad en los estados y que establecen equilibrios y contrapesos frente a los feudos en que se han convertido los poderes estatales y de las principales zonas metropolitanas del país.
A pesar de que no existe un recuento oficial de cuántas personas asociadas a partidos políticos, a cargos de elección popular o sus familias han sufrido atentados en los últimos años, una búsqueda rápida en internet da cuenta de la oscura realidad que enfrenta el sistema institucional mexicano.
En efecto, se lee nota de La Jornada, del 11 de octubre de 2023: "Matan a ex alcalde de Gutiérrez Zamora, Veracruz". En nota del 8 de agosto de 2023, de la Agencia Reforma, se lee: "Asesinan a regidor de Acatlán de Osorio junto a sus hijos en Atexcal, Puebla". El 12 de octubre de 2023, en El País, se consigna: "Asesinan a balazos a Alejandro Lanuza, regidor del municipio de Salvatierra, Guanajuato", localidad donde recientemente fueron masacrados 11 jóvenes en una posada navideña. En nota de Grupo Imagen, se reporta el 5 de enero de 2024: "Asesinan a regidor panista de Cuautla, Morelos".
El 21 de diciembre de 2023, en nota de La Silla Rota se informa: "Asesinan a Ricardo Taja, ex candidato a alcalde de Acapulco"; antes, el 18 de octubre de 2023, El Financiero informó: "Asesinan a balazos al ex alcalde de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco". Y más recientemente, en Excélsior, en nota del 6 de enero de 2024, se reporta el asesinato de 2 precandidatos a las alcaldías de Suchiate, en Chiapas, y de Armería, en Colima.
Son demasiados casos como para tratarse de un fenómeno aislado; y lo peor es que estos actos condenables preludian un escenario electoral plagado de violencia. Frente a ello es importante destacar que, en los mejores de los casos, se detiene a los presuntos asesinos; pero no existe un informe o un diagnóstico que dé cuenta de cuál es el móvil de estos atentados y quiénes son los autores intelectuales de esos crímenes.
Según el conteo del proyecto "Votar entre Balas" que desarrolla la organización Data Cívica, entre 2018 y el inicio de 2024 se han perpetrado 1,546 ataques de violencia criminal contra candidatos o personas relacionadas con sus candidaturas. Los estados con más ataques son Guerrero, Veracruz, Guanajuato y Oaxaca; mientras que a nivel municipal Tijuana, Celaya, Chilpancingo y Coyuca encabezan la lista de atentados.
Lo que debe quedar claro ante estos eventos es que mayoritariamente se trata de maquinaciones orquestadas por el crimen organizado, ante la realidad de un país donde impera la impunidad, y donde no se ha realizado un trabajo permanente ni homogéneo de fortalecimiento de las fiscalías estatales; además de la cuestionable estrategia de seguridad pública que han tenido las últimas 3 administraciones.
Este duro escenario implica reconocer que es sólo mediante la construcción de renovadas instituciones civiles de seguridad pública y de procuración de justicia, sobre todo en lo local, como podrá revertirse esta situación que es cada vez más crítica.
Para la democracia y para el Estado Social de Derecho que debemos exigir para nuestro país, el veto que está imponiendo la delincuencia organizada, no respecto de partidos o candidaturas, sino de la propia democracia, es uno de los mayores desafíos que enfrentamos, pues el hecho de que los cárteles asuman que pueden poner o quitar autoridades, o amenazarlas o incluso, aniquilarlas, es una señal de alarma que debe tomarse con la seriedad requerida.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
Si nos hacemos de oídos sordos o fingimos demencia, el 2024 será un año más en el que cada uno por su cuenta veremos la manera de salir adelante en medio de innumerables problemas no resueltos, de indicadores volátiles y bombas de tiempo que políticos mentirosos, manipuladores, incapaces y sin escrúpulos esconden debajo del tapete para no perder popularidad ni perder elecciones.
Pero si abrimos los ojos y vemos objetivamente la realidad, las mentiras y cinismo con el que la actual administración niega una inocultable corrupción y endeudamiento; si vemos la inviabilidad de las soluciones que el gobierno de la 4T ha planteado para resolver problemas en muchos casos creados por ellos mismos, y cuando las probabilidades de que este mismo gobierno, corrupto, incapaz y antidemocrático continúe por 6 años más son bastante altas, la respuesta a la pregunta inicial de ¿cómo veo el año 2024? encierra palabras como: complicado, difícil, incierto, crítico, peligroso, vaya pues, de la... "fregada".
No nos damos cuenta, pero en mi opinión, de la decisión que cada uno de nosotros tome el domingo 2 de junio del 2024, 1o. de salir o no a votar, y 2o. de por quién hacerlo, dependerá el futuro de la siguiente generación. Un día, un voto, para decidir una década. Un día, un voto para salir a flote o hundirnos.
Una decisión individual, que sumada a la de todos cambia el rumbo o nos jala al vacío.
Algunos dirán que estoy exagerando y que la debacle que se pronosticaba con el triunfo de López Obrador no ha ocurrido. Mi respuesta a ello es que efectivamente no ha ocurrido, pero no porque sus políticas públicas, proyectos y decisiones hayan sido en general las correctas, sino porque un país del tamaño y fortaleza de México no se destruye por completo en 6 años, pero no tengo duda de que el rumbo es equivocado y vamos enfilados al desastre.
Para mí el sexenio de la 4T convirtió al país en ese juego llamado Jenga que consiste en ir poco a poco quitando piezas a una torre de bloques de madera, haciéndola progresivamente más inestable.
Si bien el Jenga México aún no se cae, la estructura ha comenzado a tambalearse debido a los repetidos intentos de remoción de piezas clave que sostienen la torre, como son la Suprema Corte de Justicia, el INE y el INAI, entre otras. Quien se atreva a sacar del juego democrático alguna de estas piezas será el responsable, ahora sí, del derrumbe total.
Lo que necesitamos hacer en el 2024 para que el Jenga México no se caiga, no es quitarles peso y presupuesto a los Poderes de la Unión y a las instituciones democráticas que sostienen al país, como la 4T propone, sino al contrario, impedir que sigan empujando piezas hacia afuera, meter de regreso las que retiraron, sustituyéndolas por nuevas y de mejor calidad, y reforzar su cimentación.
Sólo así podremos tener una estructura democrática moderna que nos soporte a todos y sea capaz de resistir movimientos telúricos (políticos-antidemocráticos) que hacen que retiemble en su centro el país.
Y eso, estimados mexicanos, se puede lograr en un día con un voto.
Ricardo Elías, arquitecto y empresario
Imagínate las elecciones: compra de votos, robo de urnas, trampa en los conteos y si no gana la candidata del presidente, ¿lo reconocerá? ¡Imposible! Y ya sabes lo que sigue: la violencia.
En un presidente que quiere cambiar la Constitución y, empeñado en hacerse de la Corte y los órganos electorales, seguramente no caben la prudencia ni el buen juicio. Ya viste, hizo ministra de la Suprema Corte a una persona fiel a él, pero incompetente, sin carrera judicial ni autoridad profesional.
Si los ciudadanos no nos ponemos las pilas, el futuro de México puede ser trágico. Entre la presión de Centroamérica y los intereses del gobierno norteamericano, por una parte, y en manos de la delincuencia por la otra, ¿pa' dónde te haces?
Pero ya aumentaron los salarios.
¿Y la escalada de precios? Tú que vas al mercado te das cuenta de que lo que ayer costaba 5 pesos, hoy vale 7. Está demostrado hasta la saciedad, la carrera entre salarios y precios nunca será ganada por los primeros si no viene acompañada del control de precios.
Eugenio Ruiz Orozco
Será la jornada electoral más grande de la historia, que puede cambiar completamente el espectro político, ofreciendo que siga el curso que ahora se lleva o bien que se dé un giro de 180 grados.
En un país con tantos problemas sociales -sobre todo de violencia- y con tanta división y rencor que se ha generado desde el oficialismo -Palacio Nacional-, se necesita de votantes conscientes y bien enterados por quien van a ofrecer su respaldo a través del sufragio.
Daniel Rodríguez
En México esas mujeres [buscadoras] y sus familias son quienes a diario buscan a sus desaparecidos, y hacen tareas que corresponderían a las autoridades. Ya fueron a hospitales, a la Cruz Roja o Verde, a cárceles y centros de rehabilitación, al Semefo... esperando hallar vivos a hijos, hijas, esposas, padres, hermanas... Pero ahí no estaban. Y nadie sabe dónde están. Entonces, salen con picos y palas a buscar sus cuerpos entre la tierra, la maleza y la basura.
Hay colectivos con personas con más de una década buscando; tienen experiencia de campo, han aprendido a diferenciar restos humanos y de animales, a identificar partes del cuerpo y seguir pistas. Tan solo en las últimas semanas, las Madres Buscadoras de Sonora localizaron más de 20 fosas clandestinas, en una de ellas había 9 cuerpos. Después llegan las autoridades a exhumarlos.
Pero encontrar a sus seres queridos les está costando literalmente la vida. Además de la burocracia, apatía y desinterés de las propias autoridades, ahora son perseguidas, intimidadas y desaparecidas por el crimen organizado.
A las autoridades de los 3 niveles de gobierno les piden protección y acompañamiento en sus búsquedas, celeridad en las investigaciones y la identificación de los cuerpos. Ellas reciben reportes y llamadas anónimas para dar con las fosas. Se ponen en riesgo. Incluso, ya han pedido tregua a los grupos delictivos para que las dejen seguir buscando.
Son mujeres que tienen una causa: encontrar a sus desaparecidos. Despiertan, comen, trabajan y viven pensando en ellos, luchando contra la indiferencia. ¿Cómo ayudar? Hablando de ellas, compartiendo las fichas de búsqueda, apoyando con herramientas para remover la tierra, cooperando con alimentos o dinero, haciendo visible que en México siguen desapareciendo personas.
Es una agresión no sólo a las familias, sino a los mexicanos.
Vania de Dios
¿Será otro de los planes del gobierno federal apostar por si no logran el triunfo el anular las elecciones por la violencia en los comicios?
Estamos viendo la inseguridad vergonzosa del país, aunque el gobierno actual diga lo contrario y vemos el riesgo que corren las personas que están participando en la actividad electoral y política, pero no solo ellos sino también todos los ciudadanos que ejerceremos nuestro derecho de votar el día de la elección, ya que la delincuencia organizada no solo amenaza a candidatos sino a ciudadanos al momento de estar emitiendo su voto.
Necesitamos que nuestras autoridades se pongan las pilas y nos den a conocer las estrategias que tomarán durante el proceso electoral, pero nos encontramos con unas instituciones de seguridad que se han debilitado durante este sexenio, lo cual es un alto riesgo para los actores políticos en su integridad, estamos iniciando el proceso electoral y ya en las precampañas sumamos asesinatos y secuestros sobre todo en los estados de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Veracruz, Morelos, Guanajuato y Estado de México, lo que ha quedado en completa impunidad, ya que ni siquiera se investigan esos delitos, pues al decir que éstos provienen de la delincuencia organizada el Estado termina por quitarse la responsabilidad.
Por todo lo anterior se prevé complicado el clima electoral de este año pues podría presentarse la violencia electoral en todo el país y creo que es responsabilidad de todos, el que tratemos de lograr unas elecciones dentro de las instituciones y limpias, por lo que debe de haber una gran coordinación entre la Federación con el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la policía estatal y un gran respeto al INE.
El crimen organizado se ha apoderado de gran parte del territorio nacional y tratará de lograr una mayor penetración este año electoral, pero en Palacio Nacional solo vemos que le quitan importancia y hasta risa les da; nos han dicho mucho que estas elecciones serán las más grandes de nuestra historia, razón de más para cuidarlas, evitar la intervención de la delincuencia y garantizar la seguridad de las elecciones.
La estrategia fallida que ha tenido el gobierno de López con su ridícula tesis de enfrentar los problemas con abrazos no balazos, en este sexenio se han sumado más muertos que en los 2 sexenios anteriores, pero López se sigue riendo y echándole la culpa a todos, no reconoce nunca sus errores ya que cree que levantándose temprano a revisar los números que le presentan ya está resuelto el problema, pero vemos ciudades con toque de queda, en donde se escuchan tiroteos a diario, y que sus habitantes están aprendiendo a convivir con delincuentes, y el cinismo de la Secretaría de Seguridad que nos dice que todo está mejorando y que la preocupación de los mexicanos no es la seguridad y en Palacio López cree que todo es maravilloso.
A la candidata de Morena Claudia Sheinbaum vemos que en toda su precampaña va diciendo y repitiendo lo mismo de López, que todo está muy bien y que debemos seguir así para continuar con la transformación. ¿De verdad queremos que todo siga igual y mantenernos en esta corrupción, ignorancia e inseguridad en la que estamos?, lo vemos en Guerrero tomado por la delincuencia, no importando que tenga a la Guardia Nacional y al Ejército metido en el estado, pero no viendo la seguridad de sus habitantes, sino repartiendo despensas, recogiendo basura y limpiando calles, haciendo todo menos lo que deben de hacer, después del Otis volvieron a aparecer los delincuentes a retomar sus posiciones apoderándose del estado, cobrando derecho de piso por todo y disputándose el botín político que representan las próximas elecciones, pero qué podemos esperar de ese pobre estado en donde tienen como gobernadora a Evelyn Salgado cuyo único mérito fue el ser hija de Salgado Macedonio.
Actualmente no vemos condiciones para celebrar unas elecciones pacíficas y apegadas a las leyes electorales, vemos que varios partidos no registrarán candidatos en los municipios en donde no haya condiciones de seguridad para ellos y los comicios.
José Manuel Gómez Vázquez Aldana
Ahora mismo, la amenaza mayor se cierne sobre las pensiones que el gobierno pretende controlar, y la ciudadanía debe defender con uñas y dientes, porque es el dinero de su trabajo, y las peores manos en que podrían estar serían las del gobierno, sea del partido o alianza que sea.
Pero lo mismo aciertos que errores o potenciales amenazas, todo palidece frente a los 3 grandes fracasos de la actual administración que nadie debe ignorar bajo ninguna condición: abatimiento de la corrupción, educación e inseguridad.
La corrupción de los 3 poderes y en los 3 niveles de gobierno se mantiene hoy tan rozagante y fuerte como hace 6 años. La educación sigue estancada entre el burocratismo y los sindicatos, y sus frutos se siguen haciendo esperar o ya ni se esperan. Y la inseguridad se presenta hoy como un poder por encima de cualquier otro.
México ha atravesado por diversas crisis desde su independencia; dejando en el olvido las guerras y asonadas que vivió el país intermitentemente hasta 1935, vinieron luego las crisis económicas periódicas recrudecidas a partir del gobierno de Luis Echeverría, la sociedad contemporánea las vivió y las ha seguido viviendo aunque en decrecimiento, solo que en una crisis económica la gente reacciona, se esfuerza, se aprieta el cinturón, cuida sus gastos, hace sacrificios y sale adelante, lo hemos hecho muchas veces, pero frente a la delincuencia organizada ¿quién puede sobrevivir?
La situación que vivimos nos está llevando a una nueva esclavitud, a una inaudita explotación por parte de los delincuentes, salvaje, opresora y bestial, que o hace cerrar granjas, campos y comercios de toda índole, o doblega a la gente que debe servir a un nuevo patrón que la saquea o la asesina, sin que haya poder capaz de protegerla, a no ser los mismos hampones, pero a un precio demasiado alto.
El empoderamiento exponencial de la delincuencia ha puesto en grave riesgo la supervivencia de México como país y como sociedad, y si los gobiernos federal y estatales han fracasado por completo frente a este reto, han faltado a lo que era su mayor y principal responsabilidad, no pueden tener futuro ni como gobierno ni como partidos, toda vez que han puesto en peligro inminente la existencia misma del país, y si las candidatas y candidatos no son capaces de reconocer la responsabilidad de sus partidos y políticos, que viene de muy atrás ¿cómo pretender obtener el voto?
Armando González Escoto
Declarar un triunfo electoral como inevitable revela una perspectiva antidemocrática, anticipando una decisión que corresponde a un colectivo de individuos cuyas voluntades deben ser escuchadas.
La verdadera amenaza radica en renunciar al ejercicio del derecho y entregarse a la resignación, permitiendo que el destino actúe sin oponer resistencia. Ser pasivo ante un destino supuestamente negativo es una afrenta a la dignidad individual. A los ciudadanos se les presenta un dilema entre el ejercicio democrático y la apatía resignada, un peligro evidente en la toma de decisiones como el Brexit, donde la apatía dejó a otros la decisión.
Apelar a lo inevitable es ceder la capacidad de decidir, desviando la mirada y actuando como si las cosas no pudieran ser de otra manera. Nada es más antidemocrático que sembrar mentiras para fomentar la resignación. En un mundo donde la verdad y la participación ciudadana son esenciales, es fundamental resistir la trampa de lo inevitable y abrazar la responsabilidad de dar forma a nuestro propio destino.
Luis Ernesto Salomón, doctor en Derecho
En este país de casi 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio no hay elementos suficientes para resguardar la integridad de los mexicanos, tampoco hay hilo que alcance para zurcir este tejido social desgarrado, porque este pozo sigue abierto.
No tengo idea cuánto tiempo le tomará a Texcaltitlán recuperarse, aunque los habitantes de Texcapilla siguen sufriendo las consecuencias de sus actos, un día decidieron enfrentar el miedo a los grupos delictivos que las autoridades no pudieron detener; ellos lo lograron, al menos por ahora, pero no es posible que cada comunidad tenga sus propios grupos para combatir al crimen, eso hará que regresen las guerras civiles y el país se convierta en tierra de nadie.
Para otros, el miedo significa otra cosa. Significa perder a un ser querido, o dedicar la vida entera para encontrarlo, como le sucedió a Lorenza Cano, una de las madres buscadoras del colectivo "Salamanca unidos buscando desaparecidos". Lore, como le llamaban sus compañeras, fue raptada de su domicilio por un comando el pasado 15 de enero. En el allanamiento a su casa fueron asesinados su hijo y su esposo. Así, en unos instantes, Lorenza vio rota su vida ya de por sí fracturada, pues su historia en el colectivo data de 2018, cuando se unió junto a su hija Laura, para tratar de encontrar a su hermano José Francisco.
Nada costaba haber acabado con la familia entera en ese instante, pero no, la intención no era acabar con una familia, era generar miedo. En la comunidad, en el colectivo, en el estado, en el país. El negocio del miedo parece ser una variante rentable de los grupos delictivos. Así como en Guadalajara tenemos un monumento en el cruce de Chapultepec y Niños Héroes que cambió su identidad para visibilizar el problema de los desaparecidos, en Salamanca, Guanajuato, frente a la presidencia municipal, permanecen 2 árboles frondosos en los que, como si fueran frutos, cuelgan las fotografías plastificadas de personas desaparecidas y víctimas de homicidio doloso en espera de justicia. 4 de los miembros de la familia de Lorenza se encuentran en ellos y ahora Laura espera encontrar no sólo a su tío sino también a su madre.
¿Algún día dejaremos de ser el país de los desaparecidos, de las fosas clandestinas y de la crisis forense? Ojalá. Seguimos hablando de que cada sexenio es peor que el otro, de que llevamos más de 100,000 desaparecidos en el país y cada día se suma alguno más. Números y números que dicen que vamos de mal en peor y ninguna idea radical para detenerlos. Por sexenios se ha vivido el mismo infierno. Los personajes han cambiado a lo largo de esta historia, los grupos criminales han evolucionado, pero el miedo sigue siendo el mismo, ¿cuánto más durará esta cuarentena?
Gabriela Aguilar
El secuestro de 4 integrantes de la familia Le Barón en Chihuahua -que ya fueron liberados- levantó ámpula en el ánimo de la gobernadora María Eugenia Campos Galván, quien el martes explotó en contra del gobierno federal, al decir que "deje de ser omiso, si no es que decir pend..." y asumir su responsabilidad sobre la inseguridad, porque "son situaciones del fuero federal donde otra vez tenemos la omisión, la indolencia completa".
La respuesta desde Palacio Nacional se dio el miércoles, donde López Obrador dijo: "Nada, nada, nada, cuando hay groserías no. Ese es lenguaje de otros, pero tampoco me quiero meter en asuntos... No hay necesidad". Agregó que la mañanera "tiene su prestigio" (?) y que todo tiene un fondo político.
Quien sí salió a dar la cara por el oficialismo, fue el senador Ricardo Monreal -quien es además coordinador de enlace territorial de la campaña de Claudia Sheinbaum- que destacó los avances en el gobierno obradorista en la reducción de las tasas de criminalidad, "de acuerdo con el INEGI", según dijo.
Durante una participación en una cadena radial -Fórmula- Monreal dijo que lo declarado por la gobernadora de Chihuahua es producto "del proceso electoral, y en la medida que avance el tema de la inseguridad será puesto en la discusión pública. Pero se hará de la peor manera, no con ánimo democrático, de rendición de cuentas, sino con el ánimo criminógeno del ajuste de cuentas. Es decir, cuando al gobierno de incapacidad simulación o hasta de complicidad, según sea el tamaño del prejuicio".
Fue más allá el senador Monreal, quien estableció que la inseguridad provoca que "el país viva una insurgencia sin precedente de las mafias criminales contra el gobierno constitucional. Política de Estado, no grilla electoral, es lo que la ciudadanía reclama". Hizo referencia también que estamos a punto de terminar un ciclo de 3 sexenios con 3 partidos diferentes -Calderón (PAN), Peña Nieto (PRI) y López Obrador (Morena), "sin que el flagelo de la violencia y la inseguridad haya sido dominado significativamente".
En el asunto anterior Monreal tiene razón, ya que no es una percepción individual, son las estadísticas como lo muestran los informes internacionales de Global Index que nos hablan de que México -desde el 2008 y hasta el año pasado- ha tenido mayoría entre las 10 ciudades más violentas del mundo. Solamente en el censo publicado el pasado 6 de enero, Tijuana -con 138 homicidios por cada 100,000 habitantes- y Acapulco -con 111- ocupan los lugares 1 y 2 de la clasificación. Sin embargo, donde ni López Obrador con su inacción de los "abrazos, no balazos", ni Monreal con su florido lenguaje tienen argumentos suficientes para justificar que son temas de campañas políticas o "grilla electoral", son los homicidios dolosos, que hasta ayer jueves sumaban 177,654 en lo que va del sexenio actual -95 diarios, uno cada 15 minutos-, que comparados con los 156,066 de la administración anterior, ya es todo un récord. Como dice la gobernadora de Chihuahua, ¿hacen caso "omiso" o se hacen "pend..."?
Daniel Rodríguez
Las 2 candidatas a la Presidencia, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez tienen totalmente opuesta su visión del país, pues mientras Claudia ve que todo es extraordinario ya que ha cambiado en lo económico, en lo político, somos más fraternales, felices y con mayor bienestar, Xóchitl ve un país en el que se están perdiendo los valores a la vida al ver que nunca había existido tal inseguridad y más víctimas de asesinatos y secuestros que en cualquier sexenio, el valor de la verdad, por el discurso del gobierno que tiene sus datos y no quiere ver lo que ve la ciudadanía y el valor de la libertad por la militarización del país y la concentración del poder, sin embargo aunque la ciudadanía este más de acuerdo con la visión de Xóchitl que con el triunfalismo de Claudia, ésta lleva la delantera en las encuestas, sin explicarnos por qué quieren la continuidad, si los ciudadanos tenemos una visión más realista de lo que está pasando en el país el cual requiere por supuesto un cambio en busca de los valores perdidos.
Desde la mañanera López insiste en realizar más cambios a la Constitución y desaparecer a los organismos que le estorban, aunque sabemos que sus propuestas no pasarán por no tener los votos que se requieren, se está otra vez apoderando del discurso para influir en lo electoral en favor de su candidata.
Lo que se requiere es hacer conciencia en la ciudadanía de la realidad de México y que hagan un análisis del país que en verdad queremos para que con su voto en la próxima elección salgamos a votar con convicción auténtica de lo que queremos y que sea una elección ejemplar y en paz y por supuesto razonada.
José Manuel Gómez Vázquez Aldana, arquitecto y empresario
Destrucción de la institucionalidad que en medio del desperdicio sí pudimos construir; devastación de la república en medio de una bonanza empleada para el reparto de dinero en efectivo, para cimentar clientelas, no ciudadanos, y proyectos para satisfacción personal del mandatario. Así los jinetes del apocalipsis nacional galopan a placer en el hipódromo que regentea la corrupción: desigualdad, injusticia, pobreza, autoritarismo, imperio del crimen, impunidad, indolencia ante los temas medioambientales.
En nuestro país, ¿compartimos la sensación de injusticia? No. De ahí que a unos asombre que el presidente y su partido gocen de un aprecio tan alto, y que a otros les sorprenda que los opositores de López Obrador no vean las bondades de su régimen. Unos ven la pérdida de control de grandes territorios a favor de grupos criminales, otros minimizan la alarma; unos observan la inmutabilidad de la estructura económica, social y política que explica la pobreza y la desigualdad, otros juran que al fin la Revolución les hace justicia. Unos juzgan, en palabras del politólogo Alberto Vergara, peruano, en su libro Repúblicas defraudadas (2023), "Que los hábitos entre clientela y caudillo son difíciles de eliminar", otros se sienten habitantes de una república democrática plena. En fin, unos afirman que la circunstancia actual es grave, los otros ríen... ojalá que para encontrar una noción compartida de república, de democracia, de libertad, de igualdad y justicia, no tengamos que esperar a que nos aborde una crisis económica mayúscula, porque la política, y de su mano la social, se intensifica.
Augusto Chacón
Hasta De la Madrid, el crimen estaba subordinado al Estado. Pagaba por protección. Salinas los hizo socios. López Obrador, socios mayoritarios.
La ineptitud causa estragos en la población. La más patente es la carencia de medicinas, pero se extiende a una educación que imparte ignorancia, a la falta de obra, excepción hecha de los proyectos faraónicos. Si un estado no cuida, no cura y no educa, ¿para qué sirve?
El cerco de la corrupción alrededor de la familia presidencial se estrecha. Lo visto con los hijos -tráfico de influencias para ganar miles de millones de pesos- es el inicio del final del obradorato.
Vendrá más, mucho más: inocultable la podredumbre por su cinismo y su descuido.
A esta descomposición -que intuye, pero también a la que teme- el presidente reacciona con un golpe doble.
Echará su resto para imponer a su sucesora. Al mismo tiempo envía el mensaje de lo que vendrá.
Imponer a Sheinbaum no es una apuesta: es una obligación.
Las pruebas de la corrupción de la corte son abrumadoras y obran en 3 expedientes: uno en poder de la sucesora designada, otro en manos del fiscal general y el último en el exterior desde donde se abreva a un medio de comunicación.
Perder en junio no es opción para el mandatario actual.
Extender su poder de manera transexenal, es demasiado riesgoso. Aquí nadie llega para quedarse. Un coletazo de Sheinbaum sería brutal.
Pero desde Palacio vendrá la advertencia el 5 de febrero: las reformas tocarán la flexibilización de las consultas y la revocación presidencial.
El presidente confía también en sus camisas pardas: los servidores de la nación.
Tiene una base popular y, quizá, grupos de violencia. El mensaje es: si rompes, tengo con qué responder y, quizá, quitarte.
Así, lo más sensato para él, es tratar de evitar el desplome que se avizora en la gobernabilidad, ganar la elección y pactar su retiro dorado.
Dijo que no será Cárdenas, en el sentido de no heredar su poder a alguien moderado.
Ya optó por Sheinbaum: su Mújica.
Pero sí será Cárdenas tratando de que su sucesor no le cobre las cuentas ni le aplique la ley.
Ese debería ser su plan. Pero primero debe ganar la elección.
Hacerlo implica convencer, amedrentar o comprar a una sociedad que está harta, temerosa, de luto, enferma.
Fernando Vázquez Rigada
En su 3er. día de actividades en Estados Unidos, Xóchitl Gálvez Ruiz pidió que se deje de promover la división, la polarización, el odio, el coraje y el rencor entre mexicanos.
En un encuentro con líderes de la comunidad mexicana en Yonkers, una de las organizaciones de paisanos más grandes en EU, convocó a los asistentes a no pelearse por los errores que cometen los políticos, pues esto no abona al desarrollo del país.
"Mientras haya un país dividido, mientras haya un país donde entre nosotros como familias o entre ustedes se peleen por los políticos, no vamos a salir adelante. Mi recomendación es: no se peleen por la política. Tengan una postura, tengan un pensamiento, pero más bien, a los políticos hay que exigirles", dijo a los paisanos.
Consideró que a los políticos mexicanos se les debe exigir que se pongan a trabajar, que resuelvan el problema de la inseguridad y que le den más oportunidades a los jóvenes para que en territorio nacional encuentren trabajos bien pagados.
Por otra parte, en un mensaje desde el Central Park, en Nueva York, la ingeniera convocó a la unidad entre compatriotas. "Estoy convencida que si trabajamos juntos por un solo objetivo, México será mejor ¡Basta de odio!", expresó.
Agregó que, en reuniones con inversionistas, le han expresado que quieren seguir invirtiendo en México para que el nearshoring sea una realidad en nuestro país, pero lo único que piden es que se respete el Estado de Derecho, que exista seguridad y energías limpias.
En tanto, estudiantes mexicanos y jóvenes que trabajan en Nueva York le han comentado sus ganas de regresar a México para aplicar sus conocimientos, pero requieren de apoyos para emprendedores y que existan becas suficientes para promover la investigación.
(V.periódico El Economista en línea del 3 de febrero de 2024).
En el mundo contemporáneo pertenecen a la clase alta quienes viven de trabajos profesionalizados o de distribución de mercancías, con o sin títulos, y forman parte de la clase inferior quienes viven de su fuerza física empleada en todo tipo de trabajos que la exigen.
En Estados Unidos la mayor parte de su población autóctona vive de trabajos profesionalizados, mientras que la mayor parte de su población inmigrante vive de su trabajo físico, lo cual muestra que en la medida que aquella sociedad ha ido prosperando, la mano de obra ha escaseado dentro de sus propias filas, haciéndose necesario contratarla entre quienes llegan de fuera. Esta prosperidad es de cuño predominantemente capitalista.
En Europa occidental ha ocurrido el mismo fenómeno, pero no como consecuencia de un capitalismo puro, sino comprometido con el socialismo, fenómeno explicable por la vecindad que por más de 70 años tuvo con la Unión Soviética, situación que obligó a los países libres a generar sistemas mixtos que garantizaran un "estado de bienestar" sin concesiones con la ideología marxista, objetivo que han alcanzado desde hace décadas.
¿Y México? En nuestro país el trabajo físico lo sigue haciendo un porcentaje mayoritario de la propia población mexicana, mientras que las labores profesionalizadas las desarrolla un porcentaje menor de lento crecimiento, hasta la fecha. Los compromisos sociales de nuestro sistema han producido leyes e instituciones asistenciales cuya mala fama no logra superarse, las casas del INFONAVIT valen poco y se deprecian mucho, mientras que atenderse en el Seguro Social sigue siendo una opción desesperada.
Es verdad que el gobierno del presidente Andrés Manuel ha trabajado consistentemente en elevar los ingresos de la clase trabajadora, en brindar una pensión universal a los adultos mayores, y en otorgar apoyos diversos a jóvenes que estudian o padecen alguna incapacidad, pero de momento esta política no ha modificado sustancialmente la proporción entre pobres y ricos, aunque sí ha evitado una radicalización mayor de quienes carecen de recursos.
El verdadero progreso de la sociedad, sostenido y trascendente, radica hoy día en una productividad de alto nivel, no basta con sembrar materias primas, se exige su transformación e industrialización para que la ganancia se eleve; es importante alentar a las pequeñas y medianas empresas, pero todo el conjunto de la vida productiva de un país requiere de condiciones esenciales para sobrevivir, requiere de certeza en diversos campos, uno de ellos, el de la seguridad. También durante el actual sexenio son miles de empresas agrícolas y comerciales las que han debido cerrar a causa de la inseguridad, las huelgas en el transporte de personas ocurridas en Guerrero por esa misma causa, no abonan al progreso, de ahí la gran paradoja de la 4T, que pretendiendo ser un gobierno para el pueblo y para los pobres, los esté hundiendo aún más en la medida que también son ellos y sobre todo ellos quienes más padecen a causa de la inseguridad que priva en toda la nación.
Armando González Escoto
Triste futuro nos espera cuando un personaje mesiánico quiere cambiar el curso de la historia; y pretende hacerlo modificando el contenido de los libros de texto gratuitos y promoviendo un fraude electoral que tiene años preparando a través de los "siervos de la nación". Si Morelos viviera...
Lo aceptemos o no, esa es nuestra realidad. Algunos piensan, ilusamente, que no les va a pasar nada. No sólo eso, aplauden con frenesí las "mañaneras" en las que el prócer, usando los recursos públicos, denuesta a quien no se suma al coro. Así sucedió en la Alemania de Hitler y todos sabemos qué pasó: una guerra mundial que dejó 40 millones de civiles y 20 millones de soldados muertos. Y por favor, que no nos salgan con el sambenito de que estamos promoviendo el desorden social, cuando es ese precisamente parte del problema: (sic) "La ley... ¿qué es la ley?".
La sabiduría popular no se equivoca: "Tanto peca el que mata la vaca como el que le detiene la pata". No sostengamos la pata de la libertad mientras otro la mata. Los pecados más graves son por omisión.
Eugenio Ruiz Orozco
Hoy, mientras en el Teatro de la República de Querétaro los poderes constituidos -diputados, senadores, ministros de la Corte, miembros del gabinete del poder ejecutivo y gobernadores- estarán conmemorando el aniversario 107 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, el documento base de nuestra república donde se plasman los acuerdos que nos permiten funcionar como una democracia, en otro lado, allá en su Palacio, el presidente López Obrador estará presentando sus propuestas de reforma constitucional, dando a conocer la república que él imagina, desea y cree que es mejor para el pueblo, el pueblo que también él imagina, desea y cree interpretar mejor que nadie.
La imagen habla por sí sola. Mientras la república constituida va por un camino, el presidente va por otro. Mientras los Poderes de la Unión, así en plural, se reúnen para ratificar el pacto, para reconocernos como uno en la pluralidad, el presidente es él y su pueblo al que dice amar, pero, sobre todo, representar.
Más allá de lecturas electorales, que sin duda las tiene, pues estas propuestas de reforma serán lo que le permitirá al presidente meterse de lleno en la campaña en contra de la letra y del espíritu de la ley que él mismo propuso tras su derrota en 2006, el acto en sí mismo es la puesta en escena de la autocracia. El presidente que nunca miente está cumpliendo a pie juntillas aquella sentencia del 2006: "Al diablo con sus instituciones".
El mensaje está claro: en la otra república, en la república de López Obrador, el poder es uno solo y se basta a sí mismo.
Diego Petersen Farah
Sabemos que es tiempo de sanar heridas y apaciguar los ánimos, de mirar el futuro con entusiasmo y generosidad, con decisión y firmeza para construir un México mejor. Es tiempo de atrevernos a lo extraordinario y hacerlo orden de todos los días, de civilizar el futuro e impedir su clausura. La división debe cesar. México debe ser uno, plural y solidario. Estamos conscientes de lo que hace falta: seguridad, paz y certidumbre, inversión, empleo formal y digno, salario remunerador, desarrollo, salud, nutrición, educación, servicios, bienes y apoyos en seguridad social, justicia, transparencia, rendición de cuentas, verdadero combate a la corrupción y a la impunidad. Por sobre todo, compromiso con la verdad, la democracia y las condiciones de vida digna.
Ing.Cuauhtémoc Cárdenas
Debemos lograr en la próxima elección, que puede ser la más importante de nuestra historia y la última en democracia, llevar a la máxima investidura de nuestra nación que es la Presidencia, a una persona capacitada, inteligente, que entienda nuestra idiosincrasia y los cambios del mundo moderno, que esté dispuesta a sanar las heridas abiertas y vuelva a unir a los mexicanos para sentirnos orgullosos de ser mexicanos y de nuestro hermoso país.
La candidata Xóchitl Gálvez nos está demostrando que podemos tener esperanzas, en su discurso en Washington, que no tiene desperdicio, con valentía denunció lo que ha sido el gobierno de la 4T, encabezado por López, autócrata y remedo de dictador.
Por otro lado, tenemos a Claudia Sheinbaum, que promete la continuidad de la 4T, ¿de verdad queremos eso?, aparte de que es una mujer sin carisma, hemos visto que es una marioneta de López, y quedará exhibida ahora que empiece la campaña y los debates. Con la 4T estamos viendo la destrucción de la democracia que tanto nos costó construir.
Xóchitl en Washington fue a exponer con valentía la realidad y la verdadera cara actual de México, demostrando que es una persona que conoce nuestro país, que tiene lo necesario para ser presidenta, que pretende tratar de arreglar todo lo mal que se ha hecho en este sexenio y que es una persona que quiere hacer un gobierno de coalición, rodeándose de los mexicanos más capaces, que la apoyen en su desempeño, una persona inteligente que acepta rodearse de personas con la capacidad suficiente y amor a nuestro país, que le ayuden con su cometido.
En su visita a los Estados Unidos y España, nos está demostrando que dará la cara al mundo, no como López que se refugia en su palacio, demostrando su desconocimiento del mundo actual. Entre lo que Xóchitl expuso en sus visitas, está la realidad del gobierno de López, queriendo destruir los organismos autónomos y a quien no esté con él, como es el poder judicial, que quiere hacerlo a su modo, pretendiendo que los ministros sean electos por el pueblo en las urnas, entre los que él proponga; lo que vemos que quiere en realidad es aprovecharse para consolidar su poder; dijo que las únicas agendas de López con Estados Unidos son 2, la migración, que el gobierno ve sólo como un instrumento de chantaje para Estados Unidos, y el tráfico de fentanilo, que ve como problema de ese país por sus adicciones, y con esto lavándose las manos, pero tenemos muchos más temas a tratar y resolver de una manera positiva, los problemas que tenemos compartidos, no sólo limitarlos a estos 2, debemos tener la voluntad de construir una verdadera agenda bilateral sin dobles discursos.
Xóchitl señaló la inseguridad que existe en México, denunciando que el crimen organizado es el 5o. empleador de nuestro país, y que un tercio del territorio ya está bajo su control, esto se debe a la fallida estrategia del "abrazos no balazos" que ha dejado crecer a la delincuencia.
Vemos la impunidad que existe, siendo el sexenio con más homicidios y desapariciones que hemos tenido, según la prensa con más de 30,000 muertes el año pasado, expresando Estados Unidos que Guerrero es tan peligroso como Afganistán y Siria, no debemos acostumbrarnos a vivir así; queremos un país en el que podamos salir y saber que regresaremos a nuestro hogar, salir a nuestras carreteras y que estas sean seguras, decirle a nuestros hijos y nietos que vivimos en un país precioso que debemos conocer y visitar, sin el riesgo de caer en manos de delincuentes, necesitamos una política efectiva contra la inseguridad.
En las próximas elecciones debemos votar con la razón y también asegurar las cámaras, pues vemos que en estas no legislan los representantes de Morena, ya el único que legisla es el presidente, por lo que debemos ver por el futuro de nuestro México.
José Manuel Gómez Vázquez Aldana, arquitecto y empresario
La inconformidad es manifiesta. Nuevamente miles de personas, en diferentes ciudades del país, salieron de manera pacífica a expresar con mucho entusiasmo ese sentimiento de insatisfacción, de rechazo y de oposición por la manera de cómo se "llevan las riendas" de México.
Fueron concentraciones de conciencia cívica y de iniciativa propia, sin partidos de por medio, simple y sencillamente de expresiones motivadas por la percepción de que el rumbo que lleva el país no es el que todos pensamos que nos merecemos.
Fue el corazón de la sociedad mexicana quien ayer latió fuerte y expresó con esa reacción que de seguir por donde vamos estamos expuestos a un infarto de nación. Fue un expontaneo sentimiento civil, y es precisamente esa misma sociedad la que debe actuar para corregir la dirección. Ayer, desde el púlpito de la pequeña iglesia de San Pablo de Tarso en Tlajomulco, se escuchó la voz del padre Gerardo Flores Proa, quien sin hacer referencia a la concentraciones dominicales en el país, pidió que cada uno de los mexicanos "seamos responsables de las decisiones que tomemos" por el bien del país.
Y si, en el voto de casi 100 millones de ciudadanos que tienen el derecho a ejercer su responsabilidad en las urnas, está el futuro político de México. Si realmente todos los podemos ser parte del ejercicio de la jornada electoral cumplimos con el compromiso ciudadano, seguramente otro será el destino del país. Pero si lo visto ayer en las calles de muchas ciudades no se traduce en votos el 2 de junio, no nos arrepintamos de las consecuencias que se puedan tener en el futuro mediato.
Lorenzo Cordova, quien fue el único orador en la concentración frente a Palacio Nacional, fue muy claro en el sentido de responsabilidad ciudadana: "Por eso no debemos de quedarnos cruzados de manos... asumamos que el futuro de nuestra democracia está en nuestra manos". Y confirmó quiénes son los protagonistas en las urnas y de quien es la responsabilidad, "Somos los que premiamos y castigamos en las urnas a los gobiernos. Hoy contamos con instituciones que nos protegen contra los abusos de poder y de las mayorías autoritarias". Es por ello que es urgente que lo visto ayer en las calles de México se traduzca en votos.
Daniel Rodríguez
El presidente de la república ha propuesto un proyecto político claro cuyo fin es la destrucción del régimen democrático mexicano. Ante ello, el domingo pasado cientos de miles de ciudadanos se reunieron en las plazas públicas del país para demostrar su músculo político y oponerse a las reformas lopezobradoristas. Si creemos que las marchas feministas y otras manifestaciones sociales le han causado inestabilidad política al país, estas serán una nada de concretarse las reformas políticas propuestas.
En 1968 se publicó un libro considerado a estas alturas un clásico: "El Orden Político en las Sociedades en Cambio", del fallecido politólogo de la Universidad de Harvard, Samuel P. Huntington. El libro fue una refutación a la teoría de la modernización, la cual establecía que, conforme las sociedades se modernizan económica y socialmente, las instituciones políticas también lo hacen, adoptando finalmente la democracia-liberal. Huntington lo rechaza, argumentando que la modernización económico/social y el desarrollo político, aunque relacionados, no son lo mismo. Las sociedades en proceso de desarrollo económico/social tienden a la inestabilidad política, nos dice, ya que las instituciones no se desarrollan a la misma velocidad. En muchas ocasiones, inclusive, hay decadencia política.
Lo anterior sucedió en una medida importante en el México de la segunda mitad del siglo XX. Conforme el país se modernizó económica y socialmente, se exigió mayor apertura política: las manifestaciones sindicales de los 50s, el movimiento estudiantil de los 60s, la guerra sucia de los 70s y la rebelión empresarial de los 80s apuntan en ese sentido. El régimen autoritario priista tenía 2 opciones: cerrarse y reprimir, o abrirse y modernizarse políticamente. Sucedió lo 2o. con reformas que permitieron la existencia del Instituto Federal Electoral (IFE), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por solo mencionar algunos ejemplos. He ahí la teoría de la modernización: se modernizó México económica y socialmente, y se modernizaron las instituciones políticas. Sin embargo, entra en escena la teoría de Huntington.
¿El país realmente alcanzo a desarrollar las instituciones políticas para satisfacer las aspiraciones de su población? Mucho indica que no.
Lorenzo Córdova, en su discurso pronunciado en el Zócalo, lo resumió así: existen muchos lastres en materia de inseguridad, corrupción, pobreza y desigualdad, aunque también hemos construido las instituciones políticas que permiten que haya democracia en el país. Y, ¿qué pasa cuando no hay instituciones que combatan de manera efectiva los primeros problemas, que son considerables? Se vota por un populista. Hay inestabilidad política. Y, tal vez, decadencia política.
Las instituciones políticas no se modernizaron para darle cauce al movimiento feminista y, entonces, tomaron las calles. ¿Qué pasaría si las reformas de regresión política de López Obrador se llegan a concretar? La marcha del domingo pasado será solo el aperitivo de la inestabilidad política, económica y social por venir. No hay pausa: o hay modernización político-institucional, o hay decadencia política.
Fernando Núñez de la Garza Evia
El fenómeno de la desaparición de personas es una práctica añeja que en México se originó como un repertorio de violencia del Estado hacia las personas consideradas enemigas o disidentes del régimen político. Esta práctica represiva fue adoptada, lamentablemente, como uno de los principales repertorios de violencia cometida ahora tanto por particulares (crimen organizado) como por fuerzas del propio Estado (desapariciones forzadas).
Esta práctica ha venido aumentando sustancialmente en la pasada década, hasta constituir una crisis por desaparición de personas y uno de los principales fenómenos que explican la crisis de derechos humanos que se tiene en el país y en Jalisco. Hasta la fecha tampoco existe una explicación clara, creíble y sobre todo útil para que se pueda combatir eficazmente el crimen por desapariciones a pesar que desde la ley general y la estatal se obliga a tener un área especializada en análisis de contexto que explique el fenómeno de las desapariciones.
Rubén Martín
Para el presidente López Obrador, a pesar de las víctimas y los atentados en contra de varios aspirantes a puestos de elección popular, no hay nada que temer, todo está normal, según dijo el martes en su mañanera: "No hay ningún problema", pronosticando que en las campanas "puede que se caliente más porque ya va a entrar la primavera, pero en estos 3 meses de campaña no va a pasar nada". Y ayer miércoles aseguró que ya está "en diálogo con candidatos a gobernadores, diputados federales, senadores, para brindarles seguridad en las elecciones", que son menos de mil, pero no mencionó nada de los otros más de 19,000 candidatos que buscan una posición y que son susceptibles de amenazas y atentados.
Claudia Sheinbaum, la candidata oficialista a la Presidencia, quien esta semana se abrió a los medios, asistiendo a varias entrevistas, reconoció la inseguridad por la atraviesa México y los riesgos que corren los candidatos, pero no profundizó en el tema, declarando solamente que "la mayoría del país votará en libertad", pero sin aventurarse a tocar el tema de los candidatos que son objeto de presiones por parte del crimen organizado que quiere ser parte de la elección con sus propias decisiones.
El mismo martes varios legisladores de la oposición en el congreso se pronunciaron por frenar la ola de violencia y porque el gobierno federal ponga mayor atención en la seguridad de los aspirantes, ya que nuestro país es el más peligroso para hacer campaña. Pero todo quedó en la manifestación pública de la inquietud.
El que sí sorprendió por su declaración fue el líder del partido Morena, Mario Delgado, quien ante los asesinatos del lunes en Michoacán, indicó que "somos un partido político y no nos corresponde -la seguridad de candidatos-. Mentiría si dijera que si; la seguridad la está garantizado el Gobierno de la República, de que tendremos un proceso electoral en paz".
Sin embargo, el Gobierno de la República no está garantizando esa seguridad, desde el momento en que "el problema de raíz" -como argumenta López Obrador- no se ataca, "cruzándose de brazos" y dejando que los grupos delincuenciales actúen con toda libertad, se apoderen de territorios y "quitando de enfrente" a candidatos "no a modo" para continuar operando.
Daniel Rodríguez
Jaime Mercado
(v.Vanguardia de Saltillo en línea del 5 de marzo de 2024).
Este martes 5 de marzo, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, informó durante la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, que 23 candidatos, incluyendo a los 3 aspirantes a la Presidencia, han pedido protección al Gobierno de México ante el riesgo de la violencia.
"Actualmente, tenemos 23 solicitudes de protección, 3 de quienes compiten a la Presidencia de la República por las coaliciones Sigamos Haciendo Historia (Claudia Sheinbaum), Fuerza y Corazón (Xóchitl Gálvez), y Movimiento Ciudadano (Jorge Álvarez Máynez), que ya cuentan con protección", confirmó Rodríguez.
Rumbo a las elecciones del 2 de junio de 2024, los datos exhibidos por la secretaria mostraron que 19 de las peticiones han sido de la oposición y sólo 4 han sido de partidos aliados del gobierno.
Además de los presidenciales, han pedido protección 3 candidatos a gobiernos estatales, 7 aspirantes al Senado y 10 que buscan ser diputados.
La funcionaria sostuvo que el gobierno "tiene el compromiso de que el proceso electoral de este 2024 se lleve a cabo de manera pacífica".
"Ésta es nuestra responsabilidad. Por ello, presentamos un plan para que todos los candidatos y candidatas que lo soliciten cuenten con protección y seguridad y tengan la certeza de que podrán efectuar sus campañas con el acompañamiento del gobierno y de que habrá personal que los proteja", expresó.
Aunque las campañas oficiales comenzaron el viernes pasado, la consultora Data Int documentó el lunes el asesinato de 20 personas que aspiraban a un cargo de elección popular en lo que va del año electoral, en el que en total han matado a 76 personas "potencialmente vinculadas al proceso".
Con ello, va un 20% más de asesinatos que en los comicios de 2021, según este conteo.
Para tener protección, los candidatos deben solicitarlo al Instituto Nacional Electoral (INE), que turna la petición a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el Ejército y la Guardia Nacional, según detalló Rodríguez.
Si el nivel de riesgo es alto, el candidato recibe una escolta de 10 elementos con 4 vehículos, si es medio son 8 efectivos en 3 vehículos, y si es bajo son 2 agentes y un auto, precisó la funcionaria.
"El Gobierno de México está pendiente de las solicitudes para que sean inmediatamente atendidas y todo el proceso se lleve a cabo de manera pacífica", insistió.
El último asesinato político fue el del fin de semana de Alfredo González Díaz, aspirante del Partido del Trabajo (PT) a ser alcalde de Atoyac de Álvarez, municipio de Guerrero.
Rodríguez argumentó que "los gobiernos estatales y municipales tienen como responsabilidad la seguridad de quienes aspiran a puestos de elección popular de carácter local".
(V.periódico El Informador en línea del 5 de marzo de 2024).
"México vive una etapa de horror, cientos de miles de asesinatos. Nunca habíamos tenido una época tan violenta desde la Revolución Mexicana, y además una escala de impunidad. Lo que vivimos es inadmisible". Esta fue una de las frases con las cuales el candidato a la Presidencia de la República por Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, inició su intervención.
Señaló que los gobiernos en el poder han tratado de normalizar que las víctimas de homicidio "se matan entre ellas por estar relacionadas con el crimen organizado", sin embargo, ejemplificó que esto no ocurre así recordando la muerte de los 2 sacerdotes jesuitas en la Sierra de Chihuahua, en junio de 2022.
(V.pág.6 del periódico El Informador del 5 de marzo de 2024).
Hay expertos en asuntos religiosos que consideran que el voto católico en México no define una elección, por la dispersión de sus afinidades políticas y actitudes superficiales o coyunturales, además de que la predominante Iglesia Católica -8 de cada 10 mexicanos, según el Inegi, son católicos- no opera de manera corporativa induciendo el voto. Hay experiencias en México, sin embargo, que en momentos determinados, por razones claras y de fondo, apuntan en otro sentido.
La de mayor rispidez y enfrentamiento que se ha tenido en la interminable transición democrática mexicana sucedió en Chihuahua en 1985, cuando el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, ejecutó lo que llamó "fraude patriótico" para arrebatar la gubernatura ganada en las urnas al panista Francisco Barrio, que provocó una rebelión en la Iglesia Católica que produjo homilías denunciándolo y un conflicto diplomático con El Vaticano, que tuvo que intervenir para aplacar la insurgencia religiosa y que las iglesias no fueran cerradas indefinidamente, como se había hecho para apagar el foco de conflicto e imponer al priista Fernando Baeza como gobernador.
Chihuahua fue la 1a. vez donde claramente los católicos se volcaron por el PAN, aunque en elecciones posteriores fueron alternando sus votaciones con el PRI. Las posturas liberales y a favor de la despenalización del aborto no generaron gran entusiasmo por el PRD, pese a sus políticas sociales, aunque la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la dirigencia del partido fue cambiando las cosas. Como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, López Obrador trabajó a favor del cardenal Norberto Rivera para sepultar en el congreso local una ley para despenalizar el aborto, que había sido iniciativa de ese partido y que solo pudo ser aprobada hasta que Marcelo Ebrard entró al relevo.
López Obrador ha sido el 1er. presidente que antepone en ocasiones sus creencias a políticas públicas, que invoca constantemente a Dios, y con un discurso profundamente religioso ve el mundo en el choque entre buenos y malos, fieles e infieles, o lleva su narrativa a la lucha de clases entre ricos y pobres, los privilegiados y los marginados. Su comportamiento no es evangelizador, como a veces quisiera proyectarse, ni de pastor. Se asemeja más a los ayatolas iraníes, donde la teología fundamentalista guía la política.
Su actitud llevó a que al surgir Morena en 2015, hubiera un mensaje político ambivalente y vago en temas como el aborto y los derechos de homosexuales, observó Alejandro Díaz Domínguez, politólogo y profesor del Tecnológico de Monterrey, en un análisis publicado por el CIDE de en 2020. Esa estrategia, deliberada o inconscientemente, agregó, parece haber tenido éxito atrayendo a numerosos votantes religiosos a favor de López Obrador en las elecciones presidenciales de 2018. Tomando como base una encuesta postelectoral de la Confederación de Escuelas Particulares, Díaz Domínguez encontró que el apoyo de los católicos que asistieron ese año a misa subió en 52 puntos.
El análisis no se mete -porque no era el tema que exploraba- al por qué se dio ese apoyo tan significativo entre quienes iban a misa regularmente, aunque podría argumentarse que tenía relación con el tipo de homilías o mensajes que estaban escuchando y que se alineaban con "las continuas referencias religiosas de López Obrador", como apuntó Díaz Domínguez, que "enfatizan su interpretación del amor cristiano, que equipara a la justicia". El discurso del presidente no ha cambiado, pero se ha agotado y entrado en tensiones y contradicciones.
Varios jerarcas de la Iglesia Católica han dicho en tono de queja cómo López Obrador no quiso reunirse con ellos, hasta recientemente, y cómo privilegiaba el apoyo a un sector de evangélicos por sobre los católicos. Otro mensaje que vieron negativo fue cuando nombró a su cercano César Yáñez al frente de la relación con las iglesias en la Secretaría de Gobernación, que en su 1er. encuentro con ellas reunió a todas a la vez y ante la extrañeza de los católicos por ello, les dijo que por qué tendría que reunirse con ellos aparte "si son nuestros enemigos".
López Obrador así los ha tratado. Su conflicto con los jesuitas por la violencia en Chihuahua y el Caso Ayotzinapa es la mejor prueba de ello, donde la falta de resultados, e incluso de interés, tuvieron consecuencias. Desde el 1er. tercio de su sexenio, una comisión de obispos viaja regularmente a El Vaticano a informar sobre el estado de la inseguridad en México, que ha sido la motivación de algunos mensajes del papa Francisco. La entrega de las comunidades más vulnerables al crimen organizado por el abandono de una política de seguridad, ha modificado el apoyo que en algún momento tuvo López Obrador de los padres y jerarcas católicos.
Sus inclinaciones fuertemente populistas provocaron que desde hace varios meses se formara un grupo de trabajo en una de las principales diócesis del país, desde donde sale semanalmente un documento a los 92,000 padres con las líneas generales que incluyan en sus homilías, pero no como una instrucción local, sino como una política marcada desde El Vaticano. Los intentos de López Obrador por invitar a Francisco a México se han topado con un muro.
En las últimas semanas la Iglesia Católica se volvió más vocal, y se expresó en las lecturas en misa enfocadas al proceso electoral en curso, que escaló este fin de semana con un comunicado donde la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló su deseo de que las elecciones tengan una nutrida participación ciudadana para evitar "cualquier retroceso democrático".
En un contexto donde la política de López Obrador ha llevado a la pérdida de la salud democrática nacional por sus tendencias autoritarias, las palabras de la jerarquía eclesiástica pueden interpretarse como un posicionamiento contra los objetivos políticos del presidente. Por ese mismo entorno, la frase donde afirma que "la democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable", también permite ver que la Iglesia Católica no está en paz con López Obrador, ni con su legado prometido. Ahora, que este rechazo se traduzca en votos, está por verse.
Raymundo Riva Palacio
Luego de 2 siglos de sufragios en México llegó el año en el que las mujeres van a gobernarlo y todo tendrá otra perspectiva. Sin embargo, -admitámoslo- el desempeño en la silla presidencial no será fácil.
En la elección más interesante de la historia en este país, ya sea que la banda presidencial se quede en el partido oficial o en la oposición, la mujer a cargo recibirá al México más lastimado y fragmentado que se haya registrado nunca.
El presidente López Obrador entregará una nación en la que se cometieron cerca de 3,000 homicidios de mujeres cada año durante su gestión, pero que sólo una cuarta parte se tipificó como feminicidio; en el que el problema de los desaparecidos va en aumento: se registraron más de 40,000 hasta el año pasado, y ya no hablemos de la guerra contra el crimen organizado que esta administración enfrenta con abrazos mientras militariza la seguridad en cada rincón del país. ¿Quién querría el privilegio de dirigir un país en pedazos?
¿Será que la visión femenina podría hacer la diferencia? ¿La futura presidenta será capaz de ser una equilibrista como lo hacen todas las mujeres jefas de familia en este país para llevarnos al siguiente nivel? ¿Será que la brecha de género podrá acortarse en el siguiente sexenio? De más está decir que no es suficiente la popularidad de Xóchitl Gálvez o el soporte del partido oficial que tiene Claudia Sheinbaum para resolver la problemática de este país en el que cada vez está mejor organizada la sociedad y tiene la capacidad de cuestionar cada decisión federal.
Ser la primera Presidenta de México será un privilegio y un estigma también. Llevar las riendas de un país con una historia machista le hará saber al mundo que el cambio es posible. Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Haití, Chile, Argentina, Brasil, Bolivia y Ecuador en Latinoamérica han probado que una mujer puede con el peso de una nación que ha superado una historia de dictaduras y golpes de estado. ¿Quién diría que en México llegaría una mujer a la Presidencia antes que en Estados Unidos?
Espero que quien porte la banda presidencial no tenga que esforzarse el doble para que le reconozcan sólo la mitad. Recordemos que tenemos un presidente convencido de estar por encima de la ley; que puede -sin culpa alguna- exponer y vulnerar a cuanto ciudadano se le antoje. Violencia en estado puro, en vivo y en total impunidad. Eso tiene que cambiar.
Estamos a unos días de celebrar otro 8M y las calles volverán a teñirse de morado y volverán a escucharse los himnos y las demandas de miles de mujeres contra el abuso machista, pero esta vez será el último año -espero- en el que las reciban con indiferencia y muros de metal. Confío en que una mujer líder pueda recibir a esos contingentes con mesas de diálogo y acuerdos, que pueda reescribir la historia conocida, que pueda -poco a poco- cambiar las etiquetas de "se busca" por las de "encontrado", que le dé otra dimensión a una madre buscadora, a una mujer desaparecida y a todo aquél que busca justicia.
¿Será posible que una mujer pueda transformar al país? Yo creo que sí, pero no podemos exigir que en un sexenio haga todo lo que los hombres no han podido hacer en las últimas décadas. No es justo recibir un país en el que sólo alcance para pagar las deudas del antecesor, pero es lo que toca cada cambio de gobierno.
Debemos ser realistas y dar un paso a la vez. Confío en que como principio la Presidenta pueda zurcir el tejido social desgarrado en el que vivimos y tenga la oportunidad de construir el futuro que nos merecemos.
Gabriela Aguilar
Hoy estamos ante una elección con 2 candidatas fuertes a obtener la Presidencia de nuestro país, debemos escoger después de analizar y reflexionar nuestro voto por la que consideremos lo mejor para el futuro de México. Por un lado, tendremos a Xóchitl Gálvez que representa un cambio del régimen actual, que sería una mejora para México, tener un gobierno de coalición, con un gran plan de gobierno elaborado por personajes conocedores de la problemática de nuestro país y que formarán parte de su gabinete, en donde se pretende la reconstrucción del país, se recupere la seguridad, se respete la ley, se desmilitarice el país y es la que nos conviene a los mexicanos.
Por otro lado está Claudia Sheinbaum que seguiría con el legado de López y su autoritarismo, que nos deja gran inseguridad aunque ella no lo acepte, diciendo que el país está muy bien, pero vemos el sexenio más violento, una candidata influenciada por López quien la designó, siempre estará a su sombra, responsable de la caída del metro de la Ciudad de México por falta de mantenimiento cuando fue Jefa de Gobierno, dejando 26 muertos, de premio le dieron la candidatura a la Presidencia, aparte es gran admiradora del asesino comunista Che Guevara.
Por otro lado, debemos fijarnos en el candidato, no dejarnos llevar sólo por el partido, no votar como anteriormente se hacía, se escogía un partido y por eso se votaba por todos sus candidatos sin saber siquiera quiénes eran.
José Manuel Gómez Vázquez Aldana
Luce catastrofista. Pero, en todo caso, qué es lo que ya valió. Que los problemas que enfrentamos parecen tener raíces cada vez más profundas y troncos y ramas y frondas con una densidad casi impenetrable, mientras el mundo de los políticos, de los que aún ejercen el poder y los que están en vías hacerlo, cada vez es más pequeño; para efectos del estado de derecho y de la justicia: pequeñamente eficaz, yerba transitoria que, no obstante, medra con el erario y con el poder que le dejan. Problemas la inseguridad y el crimen organizado, que se representan en pérdida de control constitucional en territorios cada vez más amplios. Árbol de problemas medioambientales, de desigualdad, de exclusiones. Problema la salud, problema la vivienda, problema la migración, problema el agua. Problema la corrupción. En 2 palabras: problema político.
Esta descripción-percepción, que no es única, ¿ayuda a imaginar el talante con el que amanecerán los votantes el 2 de junio? Sí, por una razón: la multitud de asuntos por resolver mueven el talante de la gente todos los días, por qué no habría de ser así el 1er. domingo de junio. La cosa es que el mal ánimo de las personas hacia las condiciones en las que evalúan sus vidas no suele encontrar paliativo en eso que resulta de las elecciones, para decirlo en breve: malos gobiernos. Y lo cotidiano en todas sus vertientes correrá como haya de correr a despecho de la "fiesta cívica". Si lo nuevo se impone, será sólo máscara; debajo de ella, lo desfigurado de siempre. Si el cambio triunfa, tendrá, eso dictan las experiencias recientes, un impulso de reversa. Y si la continuidad resulta triunfadora, será sólo durante el periodo en que se acomodan en la silla, al cabo no obtendremos sino versiones degradadas de lo mismo. Porque, sí, todo puede ser peor. La apuesta a mejorar, en los albores de las campañas, no ha aparecido en el paisaje; hablamos de las propuestas, no de las personas que anhelan conseguir más votos que las demás.
Aunque no todo es lo ya visto. En Jalisco asoma un fenómeno directamente relacionado con aquel ensayo de Cosío Villegas: el estilo personal de gobernar, en su versión: estilo personal de afirmar aquí estuve yo, no se les olvide, y cuidadito con meterse con la obra que con generosidad lego al bicentenario pueblo del estado. Pero no hay que alarmarse, simplemente estamos ante la práctica de una tradición añeja: frente a la aporreada piñata llenita de premios dulces, el ambicioso, la ambiciosa en turno, con los ojos vendados, tiembla, aprieta los dientes y tira palazos sin concierto al escuchar el coro: un, dos, tres y tu tiempo se acabó, y nunca faltan quienes se siguen al cuatro, cinco y seis, hasta que una mamá osada, en aras de la justicia, entra a detener al codicioso, exponiéndose a recibir un palazo... (Por favor, abstenerse de continuar con la analogía y salir con que no pocos, apenas al terminar su turno, cuando se quitan la venda, ven lo lejos que estuvieron de atinar al objetivo).
En suma, hay 2 opciones para quien desde el poder público contempla el espectáculo electoral: voluntariamente comenzar a bajarse del pedestal, con discreción y la mayor dignidad posible, sabiendo que lo que consideró su obra irá desgajándose de a poco, o de a mucho, según, o quedarse en el arriba que sólo existe para ella o él y esperar a que la realidad remueva los cimientos del pedestal y ambos caigan estrepitosamente.
Augusto Chacón
Veo un presidente cada vez más irritable, seguramente la proximidad de las elecciones y su virtual alejamiento del poder lo enerva y el mote de "narco presidente" lo tiene desquiciado. Además, el ataque sistemático contra las instituciones públicas, en especial al poder judicial, me parece de la mayor gravedad. En el tema de las organizaciones criminales, es claro que cada vez toman mayor fuerza y presencia; su intromisión en el proceso electoral daña profundamente la civilidad. La violencia sigue incontenible, el asesinato de 3 mujeres a hachazos me tiene fuera de sí. El deterioro del respeto al ejército me preocupa mucho...
Eugenio Ruiz Orozco
La polarización puede conducir a una especie de "ceguera partidista", donde la afinidad ideológica eclipsa la capacidad de reconocer los méritos o fallas de manera objetiva. Habrá quiénes sigan defendiendo que el Tren Maya fue un acierto, y quiénes por otro lado, no reconozcan que López Obrador ha mejorado la situación de pobreza de muchos.
En medio de la polarización, aquellos votantes que no se casan con los extremos cobran un papel esencial. Este grupo, ni estrictamente a un lado ni al otro, se guía más por lo que viven día a día que por las ideologías fijas. Por ejemplo, si una familia enfrenta dificultades para acceder a medicamentos esenciales, resultando en tragedia, seguramente votará en contra del gobierno actual. En contraste, aquellos, sin problemas de salud, que han encontrado empleo o han visto mejoras en sus ingresos bajo el mismo gobierno estarán inclinados a apoyar su continuidad, atribuyendo directamente su bienestar personal a las acciones políticas implementadas. La balanza se inclina según vean su propia vida mejorar o empeorar, con un ojo en sus experiencias y otro en el panorama general.
La decisión de voto de este grupo de ciudadanos está más abierta a ser influenciada por la evaluación de las políticas, los resultados y las propuestas específicas de los candidatos. La tendencia a creer que las situaciones mejorarán (en este caso, la esperanza de que el gobierno actual resolverá problemas pendientes, como la escasez de medicinas en el futuro) también puede influir en la decisión de voto. Esto puede verse alimentado por promesas electorales, campañas de imagen y, la percepción de estabilidad o mejora económica personal.
Por lo tanto, en un escenario electoral marcado por la polarización, son estos votantes los que potencialmente pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro.
Jacques Rogozinski
Podría decirse, sin exagerar, que en México se viven severas crisis simultáneas cuya magnitud y gravedad constituyen una realidad inédita en la que hay serias amenazas al Estado y a la viabilidad de nuestra democracia; todo lo cual exige a la ciudadanía a levantar la voz y a señalar en toda su magnitud, los peligros que estamos enfrentando.
En medio del que es quizá el proceso electoral de mayor polarización en la historia reciente de México, estamos además ante una estructura de gobierno sumamente frágil. Y esto deriva de una paradoja: con el presidente más poderoso de los últimos 40 años, las y los gobernadores han perdido por un lado, eficacia de gobierno y capacidad de toma de algunas decisiones; pero por el otro, han caído en prácticas de mucha opacidad y nula rendición de cuentas, al amparo del poder presidencial, sobre todo ante la idea que ha expresado el titular del ejecutivo federal en varias alocuciones públicas que las y los gobernadores de su partido "no son buenos, sino buenísimos" en su desempeño.
Por otro lado, hay amenazas que agudizan los problemas estructurales que implican las administraciones públicas en todos los niveles. Por un lado, el país está literalmente ardiendo por las altas temperaturas que hay en todo el territorio nacional, así como por la prolongada sequía que está provocando enormes pérdidas económicas, sobre todo en los estados del centro y del norte del país. De esto son víctimas las y los pequeños productores, para quienes los apoyos no sólo se han reducido, sino que además la política pública carece de un diseño integral.
En ese marco, el país se enfila hacia una crisis pocas veces vista con anterioridad: una crisis generalizada de abasto de agua en las grandes metrópolis, la cual podría verse acompañada de manera simultánea de una crisis de precios y de escasez de alimentos, lo cual obligaría a mayores niveles de importación de estos, generando que franjas de la población que ahora está en pobreza moderada, pueda caer una vez más en la pobreza extrema.
La polarización no sólo es política; sino que es reflejo también de una inmensa polarización social, lo cual se expresa en el inaudito incremento de la riqueza de los milmillonarios, lo cual lleva a cuestionar que, de facto, esta administración haya separado al poder económico del político, pues si bien ha habido algunas medidas novedosas, en realidad la estructura fiscal, que es la que permiten los niveles que tienen los mares de desigualdad que nos dividen como sociedad, se ha mantenido intacta.
Asimismo, es importante reconocer que las estructuras de gestión y mediación del ejecutivo están enfrentando eventos y presiones que las están erosionando. El ejemplo más reciente es el derribo de las puertas del Palacio Nacional, evento en el que se expresa que esas estructuras están siendo desbordadas; pero, además, hay nuevas amenazas vinculadas a eventos tan oscuros como la muerte violenta de otro estudiante de Ayotzinapa ante lo cual se impuso la opacidad y la falta de información oportuna.
Las organizaciones sociales no encuentran diálogo ni posibilidades de interlocución con las autoridades municipales y estatales; y esto está generando tensiones adicionales, todas ellas innecesarias, pues lo que debería operar en la democracia es el diálogo continuo y eficaz.
Vivimos una tensión entre los Poderes de la Unión, que ante la ciudadanía se agudiza por medio de las escenas de una autoridad que está presente en el territorio, pero que se repliegue y su principal decisión es no actuar ante flagrantes eventos de violación al Estado de Derecho y la seguridad e integridad de comunidades y ciudades enteras.
A todo lo anterior hay que sumar la migración y los desplazamientos forzados, y el exorbitante incremento del número de delitos contra las familias, la sociedad y los delitos que atentan contra la libertad y la seguridad sexual de las personas.
Todo ello, visto en su conjunto, no deja lugar a dudas de que estamos en un país convulso al que urge pacificar y reconciliar.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
El lunes, al firmar un diagnóstico sobre la inseguridad, Claudia Sheinbaum dijo que no compartía el tono pesimista del mismo. Horas después, Xóchitl Gálvez y otros opositores contestaron reclamándole desconexión con la realidad mexicana, ¿quién tiene la razón?
Al rubricar con reservas explícitas el texto propuesto a los candidatos presidenciales por el Episcopado y la Compañía de Jesús sobre la violencia en México, la morenista dijo: "No comparto la evaluación pesimista del momento actual que se presenta en el capítulo 'Tema 1. Tejido social: Descripción del problema'. Por ejemplo, inicia con 'Nuestra casa común y nuestro tejido social están en un proceso de degradación acelerada', o, 'En las últimas décadas hemos ido perdiendo el sentido de pertenencia a una colectividad', o 'La escucha, el diálogo, la participación, la confianza entre personas en los ámbitos más cercanos y con mayor razón respecto de las instituciones están rotas'.
"Tampoco coincido con la visión de 'prevalecen el miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre'. No coincido con 'la descripción del problema' en el Tema de Seguridad en sus primeros 3 párrafos, donde por ejemplo se afirma que 'aunada a estas grandes redes de criminalidad, ha aumentado en México la delincuencia común, alimentada por la marginación y la búsqueda de reconocimiento y justicia social. Frente a esto, las estrategias de seguridad a nivel nacional, estatal y local no solo han sido insuficientes, en ocasiones, han generado nuevas violencias'".
La pregunta es si a la hora de ir a las urnas, la población preferirá el diagnóstico no pesimista de Claudia o la postura "alarmista" (comillas mías) de Xóchitl.
¿Quién está haciendo una mejor lectura del momento actual, de las emociones de la sociedad mexicana con respecto a la violencia? ¿Sheinbaum, que defiende estadísticas gubernamentales y las del INEGI sobre la mejora de la percepción en seguridad, o Gálvez que contra esas estadísticas hace campaña como si la emoción preponderante fuera de miedo e impotencia?
Si México quiere oír que vamos bien o que urge se atienda la pesadumbre, lo veremos el 2 de junio.
Salvador Camarena
La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, informó que a nivel federal, 73 candidatos han solicitado protección para el periodo de campañas.
(V.pág.6 del periódico El Informador del 15 de marzo de 2024).
Actualmente vemos que estamos en muchas partes del país en manos de la delincuencia, perdimos la libertad en muchos aspectos, como es el cobro de piso en todos los rubros, el agrícola, el comercial, la movilidad; queremos volver a vivir en nuestro hermoso país con libertad y confianza para sentirnos seguros en él, debemos exigir lo que verdaderamente merecemos y darles esperanza a nuestros hijos de que estamos haciendo lo que se requiere para dejarles un país en el que puedan sentirse seguros y con libertades.
José Manuel Gómez Vázquez Aldana, arquitecto y empresario
El T-MEC prohíbe a los países firmantes tener acuerdos comerciales amplios con países que no funcionen como economías de mercado. Esa restricción tenía dedicatoria para China.
Luis Miguel González
Cómo interpretar la lógica del presidente López Obrador con base en la siguiente cronología:
El 30 de enero pasado, en su conferencia mañanera reconoció que no pudo pacificar al país, al decir que "ya no me va alcanzar el tiempo, porque me faltan 8 meses", pero a pesar de eso, el 14 de febrero se contradijo al pronosticar que "no vemos nosotros que se desate la violencia política electoral", sino que por el contrario, "a que disminuyan los delitos, sobre todo los homicidios… y seguimos trabajando, no hay ningún problema".
El 4 de marzo, hablando del proceso electoral, desde la mañanera AMLO sostuvo que "los mexicanos estamos contentos, la felicidad en México... porque a veces, como en esta temporada -electoral- hay mucho enojo y se piensa que la gente está de mal humor. No, no, no, eso es arriba -los conservadores-, el PUEBLO ESTÁ FELIZ, FELIZ".
El 2 de abril -exactamente a 2 meses de la elección-, la consultora Integralia, en un informe denominado "Violencia Política", donde se dice que este proceso electoral "YA ES EL MÁS VIOLENTO DE LA HISTORIA", con más de 300 incidentes, asociados a 399 víctimas, es decir, un promedio de 1.8 por día. Por su parte, un reporte de Laboratorio Electoral -que se publicó esta semana- dice que son 33 las personas, 20 de ellas candidatos a un cargo de elección popular y 13 relacionados con los comicios, los que han sido asesinados en lo que va de este año.
Todavía está muy fresco en la memoria cómo el 22 de abril de 2019, AMLO, tras revisar cómo la violencia empezaba con su gobierno, prometió que en 6 meses se verían los resultados. Se van a cumplir 6 años y los más de 183,000 homicidios violentos son todo un récord -hasta el momento, ya más de 50,000 víctimas que en la administración de Peña Nieto-.
Ayer, en la verborrea matutina, López Obrador, al hablar sobre la violencia, hizo referencia a Guanajuato -el más violento del país, seguido por Estado de México, Baja California, Chihuahua y Michoacán-, del que dijo "está fuera de control", además de arremeter en contra de los medios de comunicación, por no informar con objetividad. "Es mucha la hipocresía y también los intereses porque los medios convencionales, famosos, están metidos en los negocios, su función no es informar con objetividad, con profesionalismo, su función es lucro". No, señor presidente, se entiende su intención con este mensaje. Sólo quiere distraer para ocultar su incapacidad para "meter en cintura" a los grupos delincuenciales, quién sabe por qué razones. México "está fuera de control" por su políticas fallidas. Por su ilógica manera de gobernar. Las estadísticas hablan por sí solas, no hay que interpretarlas científicamente. Usted es el 1er. responsable de poner orden, y si hay desorden y nuestro país se inunda de sangre es porque desde Palacio se omiten las acciones o se protegen los intereses. ¿O ambas?
Daniel Rodríguez
No soy pesimista, soy realista, y como tal, me preocupa mucho el futuro de México. Me preocupan los vientos populistas y totalitarios que soplan alrededor de Morena y su 4T. Todo a su alrededor huele mal. Huele a corrupción, huele a dictadura, delincuencia y crimen organizado.
La manera como hoy se está ejerciendo y utilizando el poder político afectará para mal, la vida de las próximas décadas y generaciones.
No exagero. Los dirigentes de Morena, el Presidente y sus allegados, ya probaron que pueden violar la ley y las reglas democráticas en total impunidad. Tienen comprado al Ejército con obras, contratos y presupuestos ilimitados; permiten operar a la delincuencia, asignan contratos a "los cuates" sin licitaciones de por medio, ocultan información bajo el argumento de "seguridad nacional" y millones de ciudadanos "maiceados" con programas sociales inauditables que pagamos todos, los apoyan.
Y como las fiscalías y los organismos autónomos están cooptados, nadie dice ni puede hacer nada. Ya entraron y se quieren quedar para siempre.
Ponen como candidatos para gobernar el país a patanes y patanas con historias de vida cuestionables, en muchos casos ligadas a actividades ilegales y hasta criminales, y que a todas luces son la cara visible de grupos de poder corruptos hasta los huesos.
Muchos dirán que no hay a quién irle, que no podemos regresar a los partidos políticos del pasado o la tontería que muchos cuatroteístas utilizan para justificar la corrupción de los suyos: "los de antes robaban más".
Y aun si así fuera, si de lo que se trata es de una competencia para ver quién roba más, lo que toca en todo caso es elegir el mal menor. Y en ese sentido, creo que el mal mayor, el peligro para México, es Morena.
Y no porque sea igual o peor de corrupto que los demás partidos, sino porque se trata de una ideología cuasi religiosa, de un movimiento político totalitario, antidemocrático y manipulador, que intenta modificar la Constitución para controlarlo todo, que no acepta ni reconoce la valía e importancia de la separación de poderes y de los organismos autónomos a menos que se alineen a su favor.
Nada hay más antidemocrático que la expresión del caudillo AMLO: "No me vengan con que la ley es la ley".
Lo que México necesita urgentemente es sacar de la política a las mafias que controlan todo y sustituirlas por políticos serios, profesionales, capaces, educados, con escrúpulos, intelectual y materialmente honestos. Y la manera de lograrlo es en las urnas.
No darles ni un voto a candidatos con pasados cuestionables, que lo más probable es que sean testaferros de la delincuencia y el crimen organizado infiltrados en las entrañas del gobierno. No darles ni un voto a partidos que abiertamente desprecian la ley y atentan contra los valores y principios democráticos y dividen a la sociedad.
Comencé diciendo que me preocupa mucho el futuro de México. Me preocupa porque veo que los candidatos de Morena, y en especial su candidata a la Presidencia, Claudia Sheinbaum, quien con el discurso de "anticorrupción y primero los pobres" de la 4T -objetivos que todo mexicano bien nacido sin duda apoya-, está logrando apoyos en organismos empresariales, sectores de la sociedad e individuos con gran poder de influencia.
Cuando se reúnen con ella, la mayoría sale convencido y diciendo que es mucho más moderada que su caudillo AMLO. Que no es tan radical, que es una persona más neoliberal, educada y moderna de lo que se piensa, pero que por "obvias razones" de conveniencia electoral no se puede distanciar de AMLO, ni criticar públicamente sus ataques a las clases medias y empresariales o sus políticas regresivas y antidemocráticas.
No se dan cuenta (o convenientemente se tapan un ojo) de que una candidata populista, en campaña, siempre dirá al público que tiene enfrente lo que éste quiere oír, tal y como en su momento lo hizo AMLO para ganar votos y adeptos (y que a la postre resultó ser un engaño), tal y como lo hace ella ahora, y sucederá si llega a ganar.
En mi opinión, si Claudia Sheinbaum gana las elecciones, México continuará siendo el mismo infierno con diferente diablo.
Ricardo Elías, arquitecto y empresario
Las noticias siguen siendo las mismas: crímenes atroces como el de Taxco, Guerrero, en el que una pequeña de 8 años, Camila, fue estrangulada y su cuerpecito, tirado en las afueras de la otrora famosa ciudad por su platería. Sus habitantes (que viven desde hace tiempo en medio de la violencia), hartos de la impunidad y el mal gobierno -¿cuál? -, decidieron hacer justicia con sus propias manos y lincharon a la secuestradora. Días después, en Tijuana, Baja California, un par de rateros estuvieron a punto de tener el mismo fin, agredidos por personas comunes y corrientes. ¡Cuidado! La Ley del Talión puede recobrar vigencia en una sociedad que ha dejado de creer en la justicia, ante la incompetencia de quienes deben imponer la ley y el orden.
En el inter, las carreteras, por su valor estratégico y bajo el control de la delincuencia, son escenario del robo cotidiano de mercancía y vehículos, entre otras razones, por la desaparición de la Policía Federal de Caminos en el actual régimen. En Campeche, los miembros de las corporaciones policíacas se declaran en huelga ante el descuido en el que los tiene su prepotente gobernadora. En el Mar de Cortés, 7 cadetes de la Guardia Civil murieron ahogados por el abuso de autoridad de un mando militar. Zacatecas, desgobernado por la familia del nuevo cacique, Ricardo Monreal, aparece, un día sí y otro también, en la nota roja. De la onda de violencia en la que vivimos no se salva ningún estado de la república. El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, describe nuestra realidad: "los jefes de plaza han substituido las facultades constitucionales de las autoridades formales; cobran impuestos (derecho de piso), administran justicia y se encargan de la seguridad pública".
En este escenario se iniciaron las campañas políticas que han cobrado la vida de más de 30 candidatos, la última, Bertha Gisela Gaytán, en Celaya, asesinada con alevosía a plena luz del día. Esa es nuestra realidad. Mientras los que tienen "otros datos" se dan vuelo abusando de los recursos públicos para mantener una política de "abrazos y no balazos", a todas luces fracasada, nosotros estamos en la indefensión total. El caso de Guerrero es ilustrativo de lo que está sucediendo. Un pelafustán, que eso es el senador Félix Salgado Macedonio, coludido con el presidente, hizo gobernadora a su hija, persona notoriamente incompetente que solo cumple las órdenes de papi. ¿De qué tamaño serán sus inconfesables componendas, que han perdido el pudor?. Se prepara el fraude electoral.
¿Cuándo lograremos que quienes llegan al poder por el voto popular entiendan que no se les entrega en propiedad? Qué sano sería que volvieran los juicios de residencia para que los funcionarios públicos rindieran cuentas al final de su mandato y, en el caso de desviaciones, fueran sancionados con la cárcel, el decomiso de bienes y la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Eugenio Ruiz Orozco
Es casi imposible que alguien niegue que México vive una grave crisis de derechos humanos derivada de una situación de violencia organizada, estructural, que aqueja a la mayoría de la población y que por sus dimensiones se puede afirmar que el país atraviesa una guerra informal. Una de las aristas más dramáticas y críticas de esta guerra informal es la crisis por desaparición de personas y, asociada a esta, la crisis forense que tiene saturados a los semefos de la república. La crisis por desaparición de personas es, hoy por hoy, uno de los principales problemas sociales y políticos de la nación.
Por eso extraña e indigna que los candidatos a la Presidencia de la República no lo contemplen como un asunto prioritario y más extraño e indignante es que no hayan tenido la iniciativa para reunirse con los colectivos y organizaciones de familiares que buscan a sus desaparecidos.
Los familiares de desaparecidos exigen el encuentro con los candidatos presidenciales en un contexto que consideran que el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador ocurren retrocesos significativos en la política contra las desapariciones en el país. Para Yolanda Morán, el desempeño de López Obrador en materia de búsqueda de personas desaparecidas es "decepcionante". "El señor es una decepción, dice que tiene palabra y que vale su palabra, pero la realidad es todo lo contrario. No nos recibió". Dijo que sólo se reunió con los familiares de los desaparecidos sólo al principio del sexenio y luego los derivó con Alejandro Encinas, quien fue subsecretario de Gobernación hasta septiembre de 2023.
De hecho, el encuentro entre López Obrador y los familiares que tienen desaparecidos ocurrió antes de asumir el cargo, siendo presidente electo en un encuentro celebrado el 14 de septiembre de 2018. En ese encuentro dijo que: "este diálogo no termina ahora, es un diálogo permanente". Lo que no ocurrió, jamás se volvió a reunir con ellos. Desde las familias que tienen a un hijo ausente, no quieren que la historia se repita. Por eso no quieren candidatos indiferentes que no consideran a las desapariciones una prioridad en su agenda electoral y programa de gobierno.
Rubén Martín
Rodeados por halcones, vigilados con drones del narco y asustados por policías que no cuidan, sino que amedrentan, acosan y amenazan.
Así es como los colectivos de buscadores de personas realizan su labor en Jalisco, una entidad que desde hace años sufre una seria crisis de desapariciones que no logra tocar ni el corazón de las autoridades ni mucho menos el de los grupos armados que han elevado esa horrible realidad a los cielos.
Si hay una agenda enteramente noble que ha surgido como consecuencia de la violencia que azota al país, esa debe ser la de los colectivos de familiares que han perdido a un ser querido y que, en busca de paz, escarban en zonas despobladas hasta encontrar los restos de esa persona que alguna vez abrazaron y miraron a los ojos.
Porque no importa a lo que se dediquen, quienes hoy no están tuvieron una vida, una historia y son un recuerdo que importa e impacta. Y el que hoy se encuentren en una bolsa o repartidos en piezas, en espera de ser localizados, es el más grave horror que ha vivido nuestro país en su historia reciente.
Ante eso, cobra todavía más notoriedad la alerta que hace el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco al presidente Andrés Manuel López Obrador. Al estar en labor de campo, han advertido acoso, intimidación y amenazas de la Policía de Tlaquepaque y de la Guardia Nacional. Afirman que en la mayoría de sus búsquedas son presionados y amenazados no sólo por el crimen organizado, sino por las autoridades.
Sienten que, de plano, "los van a matar".
En la búsqueda del 10 de abril en el Cerro del Cuatro, en la cual localizaron 9 cuerpos, los buscadores advirtieron que había drones sobrevolando la zona, así como gente armada a lo lejos y a plena vista de las autoridades. Estas, según se advierte en el comunicado que dirigieron a la plana mayor en México, no hicieron nada para contener a los halcones.
De poco sirven las medidas cautelares que emitió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, un órgano cuya titular, además, ha mostrado entera sumisión ante el poder ejecutivo federal. Tampoco el mecanismo de protección a personas defensoras en derechos humanos y el botón de pánico al cual nadie respondió ante esa situación de crisis.
Si ante esta seria crisis de inseguridad, el colofón del comunicado de los buscadores advierte que quizás sea el último porque probablemente no habrá manos que escriban otro (lo cual sí dice), la batalla que en teoría se inició contra la delincuencia en México, y que de paso es la razón de ser de un Estado como institución, se ha inclinado hacia el lado incorrecto.
La crisis de desaparecidos es resultado de una suma de omisiones. Por supuesto que está la violencia relacionada con el narcotráfico, sí, pero lo más fácil es decir que "se matan entre ellos" o que "en algo andaban" e ignorar las causas de raíz.
La fórmula del horror incluye corrupción, falta de recursos y capacidades para abordar el problema de manera efectiva y, por supuesto, la indolencia de las autoridades que, refundadas o cuatrotransformadas, continúan viviendo en la burbuja de una realidad que sólo advierten ellos y quienes gozan del privilegio del poder.
Isaack de Loza
En las presentes elecciones, el país se encontrará muy dividida ante la polarización que azuza el presidente y la alta desigualdad social. A estas alturas podemos ver ya algunas de esas divisiones que, aunque no absolutas, tienen tendencias claras: jóvenes y adultos mayores, hombres y mujeres, zonas urbanas y zonas rurales. Sin embargo, hay una división que resulta especialmente tajante: beneficiarios y no beneficiarios de programas sociales.
Los programas sociales están rindiendo frutos electorales. El 52% del electorado mexicano dice recibir apoyos sociales o tener un familiar que los recibe; el restante 48% no recibe ayuda ni tiene un familiar receptor.
Lo peculiar es que en el 1er. grupo (beneficiarios), el presidente López Obrador tiene una aprobación del 69%; en el 2o. (no beneficiarios), su aprobación es de 38% (Alejandro Moreno, "Electorado dividido: programas sociales", 2024). Sin embargo, los programas sociales no solo reflejan su uso clientelar: también muestran idiosincrasias, maneras de ver el mundo, proyectos de país distintos.
"Ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad. Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política", dijo el presidente. La implicación es clara: mientras haya pobreza y beneficiarios de programas sociales, habrá votos para Morena. Ahora bien, a lo anterior hay que añadir un profundo desdén del presidente por las clases medias mexicanas ("aspiracionistas sin escrúpulos morales", les espetó), un desdeño a la iniciativa privada, un desprecio al crecimiento económico, un menosprecio a la ciencia y la tecnología, y una indiferencia por el Estado.
Solo hay que unir los puntitos: la idiosincrasia del presidente, el proyecto lopezobradorista, no aspira a un país desarrollado de clases medias. Por ello no resulta raro que las personas no beneficiarias de programas sociales se sientan más identificadas con la candidata Xóchitl Gálvez. Una mujer de origen pobre convertida en empresaria exitosa gracias a la educación pública, Xóchitl es la historia a la que las clases medias, precisamente, aspiran. Conscientes de la importancia de las empresas para generar riqueza, sabedoras de lo que es pagar impuestos, protagonistas del esfuerzo que implica construir un patrimonio personal. Han estado detrás de las agendas para impulsar la transparencia y la rendición de cuentas, y son las que fundamentalmente han salido a las calles para defender las instituciones democráticas.
"No es cierto. Es falso: de que si no se trabaja no se puede tener un buen nivel de vida. Eso es el discurso del pasado", dijo la candidata Sheinbaum. Los programas sociales no deben ser un fin, sino un medio para salir de la pobreza. Deben servir para construir clases medias que cohesionen al país y fortalezcan el régimen que tanto desprecia el presidente: una democracia-liberal. Precisamente, lo que está en juego en estas elecciones de junio próximo.
Fernando Núñez de la Garza Evia
La autonomía universitaria es una conquista que hay que defender continuamente frente a tentaciones políticas, restricciones presupuestales y de los cuestionamientos que hay al conocimiento científico y la utilidad social de las ciencias, de las humanidades y las artes.
Leonardo Lomelí, rector de la UNAM
Durante años los empresarios alimentaron la idea de que había que eliminar los plurinominales. Hicieron una gran campaña contra la figura de representación proporcional, encabezada por el entonces conductor favorito de los organismos empresariales, Pedro Ferriz de Con. Todos los días juntaban firmas y había un empresario que opinaba en contra de la existencia de los diputados plurinominales con el argumento de que salían muy caros. Hoy que el presidente López Obrador propone eliminarlos ponen el grito en el cielo. Era una mala idea antes y es una mala idea ahora: los diputados plurinominales expresan la diversidad del país y lo que cuesten es mucho menos caro que la univocidad.
Durante muchos años, particularmente después del sexenio de Salinas, los empresarios argumentaban en contra de la creación de partidos políticos. Con 2 basta, decían, como en Estados Unidos. Ellos se sentían a gusto e igualmente representados por el PRI y por el PAN. Hoy que el presidente López Obrador habla de 2 bandos, liberales y conservadores, los empresarios llaman a eso polarización. Tienen razón. Un país diverso y plural no puede tener sólo 2 partidos ni 2 visiones. Eso era tan cierto antes como lo es ahora.
En no pocas ocasiones las cámaras empresariales se posicionaron en contra de los amparos que detenían las obras. Los intereses de unos cuantos no pueden estar por encima del todo el país, argumentaban y se quejaban de las suspensiones que los jueces y magistrados daban a comunidades afectadas por grandes obras de infraestructura hidráulica o carretera. Hoy tienen claro que cuando el gobierno pasa por encima de los derechos de las personas y comunidades necesitamos un Poder Judicial que le exija a los gobernantes en turno que cumplan la ley, y que ante todo se respeten los derechos sociales.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. La Comisión Nacional de Derechos Humanos fue objeto de todo tipo de denostaciones por parte de los organismos empresariales. Lo menos que dijeron es que defendía delincuentes, cuando no que representaba agendas ideológicas de grupos internacionales. Hoy la CNDH es un desastre, el gobierno de Morena la destruyó y no hay una voz que haga frente a los abusos del poder.
Lo que da certeza a un país a largo plazo son sus instituciones democráticas. Hay que defenderlas no cuando nos conviene sino incluso cuando su existencia parece estorbarnos.
Diego Petersen Farah
La gracejada de la camiseta con una leyenda sobre hablar mal de López Obrador y su relación con la "verdadera" hombría, plasmada sobre una calavera, hubiera sido eso, una bufonada digna de las redes de no haber sido elevada por el oficialismo a nuevo pretexto para educar a los opositores (sic).
La Iglesia Católica reaccionó este miércoles con este mensaje dentro de la presentación de un documento para la paz: "No podemos ignorar la preocupante realidad que enfrenta nuestra sociedad con la implementación de una cultura de muerte y violencia a través de la narco cultura que se difunde en las redes sociales, imágenes violentas, cultos distorsionados como el de la santa muerte y amedrentamientos digitales".
Y en el mismo sentido, entre pastores evangélicos de Michoacán circuló otro mensaje, uno que, entre otras cosas, expone: "Amados (...) la dirigencia de Morena hace una amenaza velada para evitar que se hable mal del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que no sólo atenta contra la libertad de expresión, sino que sienta un precedente nunca visto antes. En realidad, no se trata de la persona sino de sus acciones de gobierno y políticas públicas que han sido desastrosas especialmente en seguridad, salud, educación, justicia, migración, agricultura, atención al gravísimo problema del agua, entre otros muchos temas desatendidos y no se diga en los temas de vida, familia y libertades".
"Viene el proceso electoral más grande, complejo y violento de la historia. Han sido asesinados 30 candidatos y precandidatos en más de 50 actos de violencia en todo el país y este tipo de amenazas no ayuda en nada al clima de violencia que vivimos. Hacemos votos a Dios por la paz y sanidad espiritual de nuestro amado México".
Quien piense que los evangélicos y los católicos van por pista diferente en sus reservas sobre la agenda progresista que afortunadamente los mexicanos han ido conquistando, está pensando mal.
Y he aquí otro tema que los podría conjuntar, así no sea evidente esa alianza.
Los sacerdotes y pastores de todo el país constituyen un sistema nervioso de 2 vías: reciben mensajes, emiten mensajes. Y, para bien o para mal, tiran línea.
Salvador Camarena
Hace 5 años creímos que para él lo pretérito maligno terminaba en el juarismo, ahora, merced a que experimentamos su forma personal de gobernar, entendemos que ni siquiera el legado de Juárez se salva, sus contradicciones con el ideario de Don Benito son intensas y ni eso quedará, lo imperativo es recomenzar desde los escombros que su gestión, con sus aliados, legales e ilegales, está dejando. Tal como el Chapulín Colorado, súper héroe fallido, que, sin conocimiento ni capacidades, exclamaba: síganme los buenos, quién sabe a dónde, y al presidente multitudes lo siguen y hacen un festín, así sea de manera inconsciente, sobre las ruinas del Estado de Derecho, de las instituciones, del capital social, por encima de las cenizas de las nociones de verdad y honestidad, con todo y que nada de lo anterior era de por sí ejemplo de solidez, y no obstante existían.
Ahí está, polarizados: unos ven signos nefandos en el decir, el hacer y el legislar de López Obrador y algunos, algunas, sustentan sus observaciones según la tradición del pensar estructurado alrededor de ideas, datos, convicción, reflexión y voluntad de diálogo. En la vertiente opuesta nada los distrae del soliloquio y ven en los argumentos de los opositores al régimen al demonio que su líder les anuncia cotidianamente: el pasado, detestable por ser el pasado y que se reconoce por ser cualquier cosa que enuncien sus rivales y, por consiguiente, está cargado de lo que es menester destruir, porque lo dice un presidente en vías de volverse atemporal: ya ni siquiera necesita presagiar un futuro, basta que insinué lo bueno que quién sabe por qué o de qué modo sucederá; como el sistema de salud de calidad danesa que brotará por ahí de septiembre, o como el aviso del funcionario de la Fiscalía General de la República: México es "campeón" en la producción de fentanilo, hasta que el presidente afirma que no porque no, y a corregir la declaración, sin atender la realidad refulgente: que en el país se produce mucha de esta droga.
Lo público se distorsiona; bueno, seamos puntuales: de esta forma lo público es distorsionado por el Presidente que tiene el poder del Estado para hacerse omnipresente en el imaginario, aunque no en la resolución de los problemas, y desde ahí, de lo por él imaginado, dividir para vencer. Es una fatalidad de amplio espectro.
Mientras, en lo profundo de Palacio Nacional, uno se frota las manos y saborea el poder para sus fines personales, merced a montar una pelea que, como se dice en el box, parece de antemano arreglada. Pero cuidado, tampoco esta especulación escapa a su polarización, eso es lo quiere hacer creer, que no tiene caso dar la pelea. Cosa de dejarlo en su monólogo y tratar de dialogar con los de allá, para los que a nuestra vez somos los de allá, porque el vacío de en medio, el del presidente, nos está matando, literalmente.
Augusto Chacón
Estamos acostumbrándonos a vivir en medio de la violencia. La educación básica y la salud están en niveles deplorables. Pagar piso, se ha vuelto normal. El costo de la vida sube y sube. Transitar por las carreteras del país es un riesgo mayor. Detienen a los obispos y ya pararon hasta a la candidata oficial. No hay límites.
Desde que se gobierna desde las mañaneras, vivimos en un ambiente de confrontación que divide a las familias y a los amigos; solo existe la palabra del presidente que insulta, descalifica, ofende e increpa a todos los que no piensan como él. Hoy, los trabajadores y los empresarios son enemigos, los padres de familia se han convertido en jueces y censores de los maestros, aunque no sepan nada de pedagogía. Hoy se sataniza la riqueza y se exalta la pobreza como si esta fuese una virtud.
Lo grave del asunto es que, de persistir este encono, será imposible vivir en armonía y, sin armonía, nada prospera.
Eugenio Ruiz Orozco
Una y otra vez el presidente López Obrador nos ha dicho que "vamos bien", "requetebién" o incluso "muy requetebién". Entró al gobierno en 2018 insistiendo que "Nos dejaron un país destruido", pero desde 2019 ya decía que México había cambiado milagrosamente: "Vamos bien en la economía y son varios los indicadores que tenemos para probarlo", declaró el 13 de noviembre de 2019, cuando llevaba menos de un año en la Presidencia.
Andrés Manuel no inventó la táctica política de exagerar los problemas desde la oposición y negarlos en el poder. Ha sido una constante desde tiempos inmemoriales, pero ahora la rescatan los gobernantes populistas. Donald Trump denunció con furia en su discurso inaugural de enero de 2017 la "carnicería" que le habían heredado los demócratas, solo para declarar unos meses después que "América" era ya "grande otra vez". La consabida frase de AMLO "No somos iguales" la desmiente la historia.
La verdad, sin embargo, es que, "de un tiempo acá, no todo va muy bien". Es cierto que la economía mexicana creció 3.2% en 2023, pero hoy tenemos una desaceleración, a pesar del desaforado gasto electorero del gobierno. El FMI está pronosticando que el crecimiento será de 2.4% en 2024, con lo que México solo registraría un crecimiento anual promedio de 1% en todo el sexenio y de 0.1% en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita. Sería el peor desempeño desde Miguel de la Madrid.
Lo que más preocupa es que el presidente le estará dejando a su sucesora una situación muy comprometida. López Obrador recibió el gobierno con un déficit del sector público de solo 2.2% del PIB en 2018. Para 2024 Hacienda ha proyectado 5.4%. Si bien AMLO prometió no endeudar al sector público, la deuda neta pasó de 10.8 billones de pesos en 2018 a 14.8 billones en diciembre de 2023. Para febrero de 2024 el saldo ya alcanzaba 15.5 billones (SHCP).
La Secretaría de Hacienda está planeando bajar el déficit de 5.4 a 2.6% entre 2024 y 2025. Quizá sea inevitable ante el despilfarro de 2024, pero un recorte tan abrupto tendrá un impacto fuerte en el crecimiento. El FMI calcula, por lo tanto, que en el 1er. año del nuevo gobierno la expansión mexicana será de solo 1.5%.
Y ya no quedan colchones. El gobierno de López Obrador quemó los fondos de estabilización y los fideicomisos creados por los gobiernos liberales para financiar gasto corriente. Ahora está incluso tomando ahorros privados de cuentas de Afores no reclamadas. La promesa de no subir impuestos, mientras tanto, ha caído por tierra; AMLO ha subido la retención sobre el ahorro y los aranceles a muchos productos asiáticos. No es suficiente, empero, para enfrentar el creciente gasto. Lo peor es que el presidente ha cargado ya a su sucesora con muchas otras costosas promesas para el futuro.
Es inevitable no recordar el caso de Lula da Silva. En su 1er. cuatrienio de gobierno en Brasil, de 2003 a 2006, aplicó políticas pragmáticas que le dieron la popularidad para ser reelecto en 2006. No obstante, en su 2o. periodo, de 2006 a 2010, gastó en exceso. Si bien se retiró en 2010 con un 80% de aprobación, la subsecuente crisis económica fue debilitando a su sucesora, Dilma Rousseff, quien en 2015 registró un rechazo de 70% y fue destituida (injustamente, a mi parecer) por el Senado en 2016.
Lula solía decir al final de su 2o. mandato que en la economía todo iba muito bem. No entendió que los desequilibrios le cobrarían factura a su sucesora. Alguien debería recordarle esta historia al presidente López Obrador.
Este 24 de abril un comunicado de la CFE se vanaglorió: "El rescate de la CFE es un hecho: obtiene cifras positivas en utilidad neta de más de 96,000 millones de pesos" en 2023. Dos días después se publicaron los resultados oficiales del 1er. trimestre de 2024, con una caída de 94.1% en sus utilidades.
Sergio SarmientoEn nuestro estado [Jalisco], con la elección por la gubernatura y en una contienda especialmente competida, un fantasma empieza a rondar la campaña: el del reclamo de fraude electoral.
¿Es posible llegar a una situación tan comprometida que involucra además el prestigio y la credibilidad de la autoridad electoral cuando desde la Presidencia se ha insistido en erosionar la legitimidad de los organizadores de las elecciones? Lamentablemente sí.
Jorge Octavio Navarro
En un país donde hay más de 120,000 personas desaparecidas, la mitad de ellas en este sexenio; donde los desaparecidos han perdido su nombre para convertirse en un número; donde el esfuerzo de los gobiernos federal y estatales es por reducir las cifras, no por encontrar a las personas, la desaparición por unas horas del obispo emérito Salvador Rangel Mendoza prendió las alarmas del gobierno federal. No, a este gobierno no le importaron súbitamente los desaparecidos, le importó que la víctima es un obispo emérito de la Iglesia Católica y un personaje conocido y reconocido por el empeño que puesto en pacificar la región donde hace trabajo pastoral que lo llevó incluso a mediar entre grupos criminales.
Su aparición en un hospital fue un descanso. Está golpeado, pero vivo. ¿Fue víctima de delincuencia común o fue un mensaje de algún grupo criminal? Cualquiera que sea la opción es una pésima noticia.
Si tiene que ver con el trabajo de pacificación que estaba haciendo en la zona el obispo Rangel, estamos ante un manotazo del crimen organizado que decidió mandar el mensaje claro de quién manda en la zona, quién decide qué se negocia y cómo. Hay que tener claro que detrás de todo grupo del crimen organizado hay una agencia o estructura del Estado y que en este caso sería quien "autorizó" un mensaje de este tamaño.
Si se trata de delincuencia común, es decir, de un secuestro exprés hecho al azar, es una pésima noticia para todos. Significa nada más y nada menos que en este país hemos perdido la libertad de tránsito, todos podemos ser secuestrados, asaltados y golpeados a capricho de los delincuentes de una región sin que haya reacción alguna del Estado. ¿De verdad las autoridades no saben quién fue? ¿El Estado mexicano no puede frente a una banda de asaltantes?
El gobierno de López Obrador se molestó mucho cuando el arzobispo de Guadalajara, el cardenal Francisco Robles Ortega, denunció que había sido retenido por grupos de delincuencia organizada en las carreteras de Jalisco. La declaración de Ortega, que se dio justo en el contexto del asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier y Joaquín, en la sierra Tarahumara, tensionó las relaciones con el gobierno obradorista y es de alguna manera el origen del documento de diagnóstico que tanto molestó a Claudia Sheinbaum hace un par de meses cuando arrancaban las campañas. Fue también una llamada de atención sobre lo que luego vendría para la zona norte de Jalisco y los límites con Zacatecas.
La inseguridad va a marcar el último mes de la contienda presidencial. No sólo porque es el tema central del 3er. debate, sino porque es el lado más débil del gobierno de López Obrador. Lo que diga la Iglesia Católica no va a cambiar de manera importante la intención del voto, no se van a meter a la elección, pero el recargón se hará sentir.
Diego Petersen Farah
Las últimas semanas se han vivido jornadas altamente violentas en todo el país, en lo que a los homicidios dolosos se refiere. En ese contexto, los atentados y agresiones contra candidatas y candidatos continúan, o bien en contra de personas que forman parte de sus equipos; mientras que las otras formas de violencias: sexual, familiar, contra la sociedad, se expanden y esparcen por todo el territorio nacional.
A ello se agregan nuevas coordenadas regionales de violencia, como ocurre en Chiapas, donde la disputa por el control territorial se hace cada vez más violenta y donde ha ocurrido uno de los eventos anecdóticos más preocupantes de la campaña, cuando la candidata presidencial de Morena fue detenida por un retén establecido por personas que aparentemente forman parte de uno de los principales grupos delincuenciales del país que opera en el sureste mexicano.
El conteo oficial preliminar de víctimas de homicidio llegó ya a más de 186,000, lo que permite anticipar que en lo que resta de la presente administración se llegará a las 200,000 víctimas, considerando las decenas de miles de personas que se encuentran no localizadas y desaparecidas, además de aquellas que han tenido muertes violentas cuya intención no ha sido aún determinada.
Pero ese no es el único grave problema que enfrentamos: estamos en la 2a. ola de calor que azota al país en este año; y con ello la tremenda sequía se prolonga. En efecto, el monitor de la sequía de la Comisión Nacional del Agua muestra que desde el último cuatrimestre del año pasado y hasta ahora, estamos en uno de los "picos" más calurosos registrados en los últimos 25 años.
En efecto, al 30 de abril de este año, se tenía reporte de que el 88.5% del territorio nacional registraba algún grado de sequía, habiendo 12 entidades de la república donde alguna fracción de sus territorios presentan niveles de sequía excepcional. Sólo el 17.8% del territorio nacional no enfrentaba, en la fecha señalada, ningún grado de sequía, pero de continuar la ausencia de lluvias, eso podría empeorar.
De acuerdo con la propia Conagua, en el monitoreo diario del nivel de almacenamiento de las presas del país muestra que en 12 entidades el nivel de almacenamiento de agua en las presas que están en sus territorios ha llegado a niveles críticos, pues se ubican por debajo del 25% de su capacidad; mientras que en Hidalgo, Michoacán, Guanajuato, Sinaloa y Durango los niveles se encuentran ya significativamente por debajo del 50% de sus capacidades.
En medio de todo ello, el presidente de la república ha decidido tensar aún más la discusión pública y ha arremetido una vez más en contra de sus críticos y opositores, mientras que el tono del 2o. debate presidencial fue un escenario en que el tono de descalificaciones y agresiones entre las candidatas punteras subió notablemente de tono, mientras que las acusaciones de corrupción, prácticas indebidas y posibles nexos con grupos criminales crecen en las disputas estatales, pero sobre todo en las municipales.
Las autoridades electorales son criticadas todos los días por los partidos políticos, pero principalmente por el partido en el poder y por el propio presidente de la república, mientras que el Poder Judicial ha sido objeto de la campaña de descalificación más intensa y agresiva de que se tenga memoria en los últimos 25 años en el país.
Lo anterior es igualmente preocupante y delicado, porque es un hecho que cientos, quizá miles de casos de los cargos que están en disputa en el país, terminarán en tribunales, en el que se prevé que será el proceso con mayor número de casos judicializados en la historia electoral del país.
Los problemas que persisten en el país son muchos; y lejos de que el proceso electoral anticipe la creación de condiciones de una nueva lógica de diálogo público, lo que parece venir es una probable agudización de la imposibilidad de crear acuerdos democráticos perdurables en aras de construir un nuevo sendero para el desarrollo integral de nuestro país.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
El 10 de mayo solía ser un día de fiesta de las familias en torno a la madre dadora de vida. Ya no lo es más en México. Al menos no para todas las madres. La grave crisis por desaparición de personas que existe en México ha convertido lo que era una fecha de alegría y festejo familiar en un día de dolor y lucha. Desde hace 13 años, miles de madres han convertido el día de las madres en una jornada de lucha que llaman Marcha por la Dignidad.
Es el caso de la señora Yolanda Morán, a quien un comando armado le desapareció a su hijo Dan Jeremeel Fernández el 19 de diciembre de 2008 en Torreón, Coahuila. Dan Jeremeel dejó a 4 hijos menores de edad. Ahora el más pequeño ya tiene mayoría de edad y fue obligado, debido a esa desaparición forzada, a crecer sin su padre a su lado. Los 4 hijos de Dan Jeremeel Fernández quedaron al cuidado de su madre pero también de su abuela Yolanda Morán y el resto de la familia.
Debido a la desaparición de su hijo, la señora Yolanda Morán se convirtió en madre buscadora y una tenaz activista. Fundó Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (Fundem) y forma parte del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM).
Pero el dolor de las madres por las ausencias de sus hijos ocurre por todo el país.
Aquí en Guadalajara para María de Jesús Solís Aguilar, el 10 de mayo ya no es un día de fiesta. A María Solís le desaparecieron a su hijo Jaime Adrián Ramírez el 18 de septiembre de 2020. Desde entonces lo busca con ahínco, pero ya no celebra el 10 de mayo. "Llevo 4 años marchando, con este año en vez de levantarme a prepararme una comida para festejar el día de las mamás, me levanto directo a una marcha porque yo quiero encontrar a mi hijo porque sin él, mi familia no está completa".
Así como Yolanda Morán y como María Solís, miles de madres de todo el país salieron a manifestarse en decenas de ciudades de México para exigir que les devuelvan a sus hijos. Con lemas como: "¡Dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están!", "¡Tú qué harías si fuera tu hijo!", "¡Hijo escucha, tu madre está en la lucha!", "Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta", miles de madres acompañadas por colectivos de familias organizadas, salieron a manifestarse en este día tan especial y probablemente más doloroso que otros días, si cabe.
En este año centrado en la disputa electoral, más de 90 colectivos de familiares integrados en el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) dieron a conocer este 10 de mayo una carta abierta dirigida a los partidos políticos para exigirles que su lucha no sea convertida en un botín político por parte de los candidatos, especialmente los que buscan llegar a la presidencia de la república.
El MNDM exigió a los partidos: "Por ello, en 1er. lugar les exigimos que la causa de la búsqueda de nuestros seres queridos no sea utilizada en el contexto de estrategias comunicacionales de denostación y ataques durante sus campañas electorales. Nuestro dolor no es un espectáculo, es el motor que nos permite continuar nuestra lucha por la verdad y la justicia y el regreso de quienes amamos".
Rubén Martín
La ola de calor continúa y se siguen batiendo récords de temperaturas máximas en distintas zonas del país. En San Luis Potosí y Tamaulipas se han registrado 50 o más grados centígrados, mientras que joyas ecológicas como los lagos de Pátzcuaro, Cuitzeo y Zirahuén, en Michoacán, agonizan junto con otras presas y embalses en todo el país que están al borde del límite de posibilidades de recuperación en el corto plazo, con todo lo que eso implica para los ecosistemas de que son no solo parte, sino su base misma.
Por otro lado, la efeméride del 10 de mayo, fecha en que se celebra en México el Día de las Madres, se ha ennegrecido desde hace ya varios lustros, debido a la inmensa cantidad de personas fallecidas, víctimas de las balas homicidas, pero también por la cifra, en la nueva metodología del gobierno federal, de más de 50,000 personas desaparecidas y no localizadas; y una suma relativamente similar de personas que se encuentran en las instalaciones de los Semefos, lo cual es a la vez síntoma y signo de la más profunda crisis forense que ha vivido México.
Por otro lado, entre las promesas incumplidas de esta administración, una de las más notorias y graves es la de la construcción de un nuevo sistema nacional de salud, gratuito y de calidad. A la fecha, el desabasto de medicamentos continúa, el diferimiento de consultas, estudios clínicos y cirugías en todo el sector salud continúa, sin que haya en el horizonte signos claros de que en el corto o mediano plazo tendremos un sistema que funcione razonablemente bien y que permita transitar hacia una nueva era en los servicios de atención médica en México.
A pesar de la retórica oficial, la economía no crecerá más allá de 1.5 puntos porcentuales anuales a lo largo de la administración, y la creación de empleos dignos y bien remunerados será otro de los pendientes que habrá de heredar quien resulte elegida como nueva presidenta de la república, cuestión asociada a la urgencia de construir un nuevo sistema de seguridad social desvinculado de la situación laboral de las personas.
Los datos sobre criminalidad y violencia muestran un peligroso repunte desde noviembre del año pasado, cuando se detuvo la tendencia decreciente en el número de homicidios intencionales; y si la tendencia de los 4 primeros meses del 2024 se mantiene a lo largo del año, lo que se tendrá es un año más violento que el previo, dejando comprometidos recursos y capacidades institucionales para atender la urgencia que representa la mortandad provocada por la cada vez más amenazante presencia del crimen organizado.
Preocupa desde esa perspectiva que haya nuevas regiones donde la delincuencia organizada está tomando control de cada vez más pueblos y territorios, pues se trata de espacios donde los conflictos son ancestrales y se entrecruzan con disputas territoriales, religiosas y culturales, que podrían generar una nueva oleada no sólo de violencia, sino incluso una dinámica no conocida de formas de violencia que podría llevarnos a nuevas crisis de largo plazo.
Todo esto es importante porque, más allá de la visión que puedan tener las candidatas punteras a la Presidencia de la República -pero también esto aplica para los gobiernos estatales, los que están en marcha y los que habrán de ser elegidos-, la realidad les impondrá severas restricciones para el ejercicio del gobierno. De esta forma, quien llegue habrá de enfrentar la anemia fiscal que prevalece en el Estado mexicano; los costos del pago de la deuda, que son crecientes; así como restricciones ecológicas y ambientales que imponen la urgencia de invertir prioritariamente donde no necesariamente quizá, tenían pensado al inicio del gobierno.
Obviar la realidad y su complejidad es una de las apuestas más peligrosas que puede hacer quien gobierna.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
Esta analogía de las infecciones del cuerpo con los problemas económicos, sociales o políticos, es perfecta. En ese sentido diría que México está enfermo. Tiene una infección avanzada que pone en vilo su salud y vida democrática.
Y para curarnos de este mal, tenemos ya programada para el próximo 2 de junio una cirugía mayor en la que millones de médicos intentaremos extirpar de nuestras entrañas los gérmenes del populismo que amenazan con propagarse a órganos vitales de manera irreversible.
A la 4T hay que verla como una enfermedad infecciosa que se transmite por medio de insectos y parásitos que se han enquistado ya en los cuerpos del Poder Ejecutivo y Legislativo, y amenazan con invadir el Judicial, chupando por un lado, y derramando por otro, la sangre de todos.
Son varias las cirugías programadas para el 2 de junio, e incluyen una craneotomía y una operación a corazón abierto, las cuales deberán realizarse con todo el conocimiento y ecuanimidad posibles, y sin que nos tiemble el pulso a la hora de empuñar el bisturí con el que deberemos hacer varias incisiones en forma de cruz en el lugar preciso.
La operación no es sencilla, durará todo el día, y deberemos entrar a las urnas-quirófanos dispuestos a extirpar los tumores que están a la vista y todas las partes necrosadas del gobierno. De no hacerlo así, el paciente quedará desahuciado.
No es momento para ponernos remilgosos o buscar tratamientos alternativos, ni esperar que luego de esta intervención el cuerpo de México quede sin cicatrices.
Sin duda quedarán huellas visibles de la operación y la recuperación será larga, pero tenderemos al menos esperanzas reales de salir adelante y con una calidad de vida superior a la que hoy tenemos. Si en lugar de extirpar el tumor y limpiar la infección dejamos que ésta continúe, no tengan duda de que estaremos peor y con los días contados.
Así decía una frase del guion de la narcoserie "Señora Acero", que el personaje del "Indio Amaro" repetía cada vez que amenazaba la vida de alguien: "Nadie puede estar tan mal que no pueda estar peor".
La enfermedad de México está diagnosticada, se llama populismo, y el virus que la causa está identificado: es el presidente y los parásitos a su alrededor que viven a nuestras expensas y se han organizado para atacar sistemáticamente los órganos vitales que hasta hoy nos han mantenido vivos y en relativa salud.
Pero tengamos cuidado, porque el virus original AMLO-18 ha mutado. La nueva cepa CS-24 es una variante mucho más agresiva, contagiosa y difícil de detectar, por lo que en caso de que el 2 de junio no logremos extirpar el tumor y eliminar la infección, habrá que desarrollar nuevas vacunas para evitar que el paciente (México) muera por septicemia, esa grave afección que impide a las células y órganos funcionar correctamente. Solo espero que la vacuna contra el virus de la 4T no sea como la Patria que, si algún día llegan a sacarla, no servirá de nada, pues la emergencia ya pasó y los pacientes que en su momento la necesitaron ya están muertos.
Ricardo Elías, arquitecto y empresario
El 3 de junio se sabrá preliminarmente quién será la nueva presidenta de México. Se escucharán los discursos, las entrevistas de la ganadora y de quien haya resultado derrotada, pero también los mensajes de quienes hayan resultado vencedores en las elecciones estatales. Se tendrá una idea más o menos clara de cómo se integrará el Congreso de la Unión, y también habrá noticias respecto de quiénes gobernarán las principales ciudades del país. Se hablará de fraudes, de compra de votos, de judicialización del proceso y de la importancia de que el pueblo haya decidido por la mejor opción, en voz de las y los propios elegidos.
Sin embargo, el día 3 de junio seguirá habiendo casi un 40% de viviendas que no tienen servicio de agua potable o que, teniendo tubería, no la reciben a diario ni con la calidad suficiente. La sequía seguirá agobiando a la mayor parte del país y los estragos de las ondas de calor, y quizá ya la presencia de las primeras grandes tormentas tropicales y ciclones esté generando daños importantes en diversas zonas del país.
El hambre seguirá siendo una realidad para los más de 800,000 hogares donde hay alguna niña o niño que, según el Inegi, no come todo el día o come sólo una vez al día, por falta de recursos; mientras que según el Coneval prácticamente 1 de cada 5 habitantes del país es vulnerable por carencia de acceso a una alimentación nutritiva y de calidad.
La carencia de servicios de salud seguirá provocando muertes evitables o el agravamiento de padecimientos que podrían ser controlados y en muchos casos, curados. La cobertura en vacunación seguirá en sus niveles más bajos en 30 años; y la falta de cobertura de seguridad social seguirá siendo la realidad permanente para millones de personas.
La infraestructura social seguirá siendo la misma. Los drenajes seguirán desbordándose con las primeras lluvias; las alcantarillas seguirán taponadas por la falta de limpieza oportuna; el alumbrado público seguirá siendo insuficiente y de mala calidad; así como las avenidas, parques y espacios públicos en general.
La educación seguirá en crisis, pues lo hecho no es ni lejanamente lo necesario para recuperar los saberes perdidos durante la pandemia, y para dar un paso decisivo hacia la construcción de un sistema educativo nacional diseñado para la libertad, para la promoción de la democracia y para construir una sociedad intolerante a la desigualdad y dispuesta a exigir por todos los medios un Estado de bienestar generoso con todas y todos.
La violencia continuará presente en todo el territorio nacional y la amenaza del crimen organizado, pero también de los criminales comunes seguirá azolando a toda la sociedad. De continuar la tendencia, el 3 de junio serán asesinadas alrededor de 80 personas; desaparecerán al menos 16; y habrá miles de casos de delitos sexuales, violencia familiar, robos y extorsiones.
El desempleo y el empleo precario seguirán afectando a más de 15 millones de personas; lo que les condena a tener muy bajos ingresos, muy pocas o nulas prestaciones económicas y sociales; así como sobre todo la carencia de expectativas de un futuro mejor posible para ellas y ellos y para sus familias.
Frente a todo ello, la pregunta es qué es lo que escuchamos en las campañas para resolver estos problemas. Y la respuesta es, lamentablemente, que nuevamente tuvimos enfrente ideas sueltas, deshilvanadas, pero lo más preocupante, una total ausencia de visión integral de un país de derechos con justicia y dignidad para todas y todos.
Vimos una vez más una oportunidad perdida para que los partidos, y las y los miles de candidatos a los cargos en disputa, generasen una auténtica pedagogía democrática para que, pasando la elección, las y los ciudadanos tuviésemos la certeza de que habrá diálogo y consensos por un país incluyente; pero, al contrario, lo que parece que seguirá es la polarización, el encono, y un país que a veces pareciera que se encamina a la deriva.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
En el preámbulo de la elección presidencial de 2018 -9 de marzo-, Andrés Manuel López Obrador habló de su proyecto de gobierno en la Convención Bancaria y ahí mismo advirtió que si pierde, "si las elecciones son limpias, son libres, me voy a Palenque, Chiapas -a su rancho-. Entonces, me voy a ir tranquilo, pero... si se atreven a hacer fraude electoral, yo me voy también a Palenque y a ver quien va a amarrar al tigre, el que suelte el tigre que lo amarre, yo no voy estar deteniendo a la gente luego de un fraude electoral. Así de claro". Esta declaración de hace 6 años se me vino a la mente al leer una de las conclusiones a las que llega el analista político y escritor Alfonso Zarate en su último libro titulado, "México en la encrucijada: ¿Democracia o autoritarismo?".
El autor se hace la pregunta sobre un posible resultado de la próxima elección del 2 de junio, ¿Aceptaría López Obrador un resultado adverso en caso de un margen cerrado? y su respuesta es muy clara: "Nunca lo ha aceptado".
"Siempre se ha preparado para repudiar un resultado adverso -ya vimos lo que sucedió en el 2006, que se proclamó como presidente legítimo-. Y en caso de una derrota provocaría un ambiente de ingobernabilidad, en donde el presidente encabezaría la ofensiva durísima por el fraude electoral. Y ante este desquiciamiento, la Guardia Nacional estaría impávida, lo mismo que el Ejército y la Marina. Entonces se soltaría el tigre y el único capaz de detener al tigre se llama Andrés Manuel López Obrador. Y ahí la gran pregunta sería si las fuerzas armadas cumplirían, honrarían su compromiso con la Constitución o responden a su comandante en jefe". Por supuesto que la respuesta es sencilla si tomamos en cuenta los valores fundamentales de nuestras fuerzas armadas a la Constitución y de su reconocida lealtad a la Patria, honor y abnegación a sus responsabilidades.
Hace casi 2 meses -27 de marzo-, López Obrador volvió a hablar de "soltar el tigre", cuando al hacer referencia de un posible "golpe de estado técnico" de la oposición para anular la elección, dijo que "sería una acción de irracionalidad. Sería como soltar un tigre o muchos tigres", lo que ya resultó preocupante.
La única manera de evitar que al inquilino de Palacio se le ocurra "soltar al tigre" y dar un "manotazo" en caso de que el resultado de la votación no favorezca a su movimiento, es que el porcentaje de la votación sea mayoritario. Que si hay un triunfo de la oposición, este sea contundente que no deje lugar a dudas. Así que queda en manos de la ciudadanía decidir si continúa la "transformación" o se corrige el rumbo, pero sin dejar posibilidades de que "suelten al tigre".
Daniel Rodríguez
Luis Carlos Ugalde, quien fue consejero presidente del Instituto Federal Electoral -hoy INE- en el periodo del 2003 al 2007 -proceso electoral histórico por la impugnación de Andrés Manuel López Obrador-, calificó como "grave" e "inédito" los problemas operacionales por los que atraviesa el Instituto Nacional Electoral, quien no cuenta con el personal suficiente para garantizar el desarrollo de la jornada del 2 de junio. Y aunque Guadalupe Taddei, presidenta del INE minimizó las circunstancias actuales diciendo "no estamos en una crisis", reconoció "estamos ante una situación muy a tiempo de ser corregida".
Los problemas provocados por el recorte presupuestal al INE, han creado una situación extraordinaria con la renuncia de capacitadores, quienes en pasados procesos tenían salarios de 15,000 pesos mensuales, comparados con los 10,000 que se les ofrecieron para esta elección. La situación también afecta al Programa de Resultados Preliminares Electorales (PREP), ya que faltan capturistas, que tendrán que ser suplidos por empleados del mismo instituto.
La renuncia de un porcentaje considerable de capacitadores electorales y asistentes electorales, de los 50,000 empleados temporales que requiere el INE para el proceso electoral, se debe "a una situación extraordinaria generada por los recortes presupuestales" reconocieron algunos consejeros de la institución, pero a la vez admitieron que se trata "por cuestiones de seguridad".
"Nunca había habido un problema de esta magnitud", recordó durante una entrevista en una cadena de radio Ugalde, agregando que esto "es un problema operativo y de planeación, que probablemente nos diga que la cancha de juego no esta pareja, porque los capacitadores están encontrando dificultades operativas, porque no tienen los instrumentos o materiales necesarios y probablemente tenga que ver con el problema de la inseguridad". A lo que debemos de agregar la muerte de por lo menos 30 candidatos y amenazas que han salpicado el proceso electoral en los últimos meses. Dicho en otras palabras, la inseguridad ya afectó la elección. "Hay luces amarillas -en el proceso electoral- que yo nunca había visto encendidas", dijo el ex director del IFE.
Así que, con la elección a la vuelta de la esquina, con un INE debilitado por problemas presupuestales y de seguridad, cuestionado por algunos sectores políticos, dividido a su interior y con luces de advertencia, se enfrenta al proceso más grande su historia, donde no solo están en juego más de 20,000 posiciones de elección popular, sino la democracia del país.
Daniel Rodríguez
Además de la seguridad como prioridad, los nuevos gobiernos tienen otros 4 temas urgentes en el tablero, el 1o. de ellos, la crisis hídrica. La Conagua estimó el fin de semana que hay un 23% de déficit de agua en todo el país. Por su parte, el Banco Mundial señala que la disponibilidad promedio anual per cápita del vital líquido en México podría pasar de 4,000 metros cúbicos en 2012 a 3,000 en 2030, una tendencia gravísima si consideramos que en 1960 contábamos con 10,000 metros cúbicos per cápita. Hoy los niveles de nuestras presas son los más bajos desde 2015 y no parece que vaya a mejorar pronto con una sequía que ya cubre este año al 70% del territorio nacional.
Por su parte, la desigualdad en todas sus formas es un problema complejo y su atención es impostergable, algunos datos que dimensionan este desafío son que el ingreso mensual de los hogares más ricos puede llegar a ser hasta 38 veces mayor que el de los más pobres; somos el país de la OCDE que más trabaja y menos salario percibe en promedio; aunado a ello, en nuestro país persisten las diferencias respecto al ingreso que por el mismo trabajo reciben hombres y mujeres y en cuanto al tiempo que ambos dedican al trabajo doméstico no remunerado; 4 de cada 10 mexicanos no tienen acceso a servicios de salud y la lista podría seguir. La desigualdad persistente demanda políticas articuladas de largo plazo para atender las vulnerabilidades, multiplicar las oportunidades para dar garantía de piso parejo que nos permitan avanzar en los índices de calidad de vida, pero sobre todo para ser una nación justa para todas y todos.
El 3er. problema urgente es aprovechar el fenómeno del nearshoring, lo que va a requerir de los gobiernos municipales y estatales, garantizar el suministro de servicios para la inversión, seguridad, agua, energía, sin que esto sacrifique el acceso de los ciudadanos a los mismos. Para el gobierno federal, existe un reto a mayor escala, la transición obligada a energías amigables con el medio ambiente, condición no negociable de muchas compañías que se quieren instalar en el territorio nacional, tan solo la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz necesita ya que el 30% de su energía sea de fuentes limpias y renovables.
Finalmente, en el plano internacional, los nuevos gobiernos enfrentarán un contexto que parece modificar el status quo de las relaciones de poder entre las potencias económicas mundiales. La guerra entre Israel y el pueblo palestino polariza los mercados, levanta las alarmas de los ministerios de defensa y le suma importancia al trabajo diplomático para evitar escaladas en las tensiones que existen en otras regiones. Conflictos de esta escala repercuten en la política nacional de los países latinoamericanos que también están atravesando redefiniciones en su papel en la economía y política mundial.
Ismael del Toro Castro
Entre los varios desencuentros del presidente Andrés Manuel López Obrador con los jerarcas de la Iglesia Católica en México, sin duda destaca el que vino luego del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y César Mora Salazar a manos del narco en la Sierra Tarahumara de Chihuahua en junio de 2022, por todos los cuestionamientos a la política de seguridad del gobierno de la 4T y los llamados del clero para que hiciera ajustes a su estrategia.
En medio de las fuertes tensiones que ese episodio detonó entre las autoridades eclesiales y el gobierno federal, el Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús y la Asociación de Religiosas y Religiosos, convocaron al mes siguiente a la realización de las Jornadas de Oración por la Paz, como a la que convocan nuevamente este fin de semana para pedir por una jornada electoral en paz, luego de las campañas electorales con el mayor número de agresiones mortales a candidatos y candidatas.
En aquel momento la cifra de homicidios en el país era de 126,000 homicidios, y la respuesta de AMLO a aquellas críticas fue hostil al reprochar que había "mano negra" en los reclamos de obispos católicos y sacerdotes jesuitas, a los que ya los había tildado de "apergollados", hipócritas y de desoír al Papa Francisco.
Por eso habrá que ver, ahora que los homicidios ya rompieron los récords de los 3 pasados sexenios al sumar 186,000, y luego de que las peticiones de la Iglesia en materia de seguridad nunca fueron tomadas en cuenta, el tono que se emita desde los púlpitos de las 30,000 iglesias que tienen en el territorio nacional el próximo domingo, y lo que planteen en la Velada de Oración por México que concluye hoy en la Basílica de Guadalupe convocada por la Dimensión Episcopal para los Laicos (DELAI), para orar por una votación "libre, consciente y razonada" para "construir y comprometernos con la paz".
Habrá que ver también los términos en los que desde las hojas parroquiales invitarán el domingo dentro de la "Jornada Nacional de Oración por el Proceso Electoral" a "votar en libertad por los candidatos de su preferencia", pero que atiendan "nuestros valores que se basan en el respeto a la vida, a la justicia y al bien común".
El domingo, añaden en el CEM, pedirán que las autoridades "no interfieran", que los partidos no incurran "en prácticas ilegales" y que las y los candidatos reconozcan los resultados. Y también para recomendar que "no tengamos miedo de salir a votar, no nos dejemos coaccionar por nadie, ni para votar ni para no salir a votar; ni para hacerlo por dádivas, amenazas o presiones de cualquier tipo".
Así que habrá que ver si la la relación del gobierno de la 4T con las autoridades eclesiales no se vuelve a tensar a una semana de la jornada electoral del 2 de junio, si desde el púlpito presidencial se considera que desde los púlpitos religiosos propalen la herejía a Morena y aliados.
Jaime Barrera
A una semana de los comicios, la orientación en dos direcciones contrapuestas del ánimo de los ciudadanos instaló la sensación de conflicto inminente, acentuado porque la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, hace días anuncia un fraude de la oposición. Las circunstancias admiten las especulaciones más osadas, el régimen actual describiendo la vida nacional con técnicas de la ficción y con mentiras, y la diaria prédica presidencial, con su candidata, respecto a la partición de México en 2: el de ellos y el otro, el que para ningún efecto les interesa, además, a qué viene la alerta de fraude si ellos controlan al INE, 2 docenas de gubernaturas, las Cámaras, al Tribunal Electoral y, muy importante, el erario y la relación con los más conspicuos miembros del crimen organizado (especulación que es posible gracias al estilo personal de gobernar de López Obrador).
Las formas constitucionales que tienen los países son directamente proporcionales al civismo que detenta la masa y a la cantidad de Estado de Derecho que los rige; pero son inversamente proporcionales -las formas constitucionales- a la variedad de autoritarios que los gobiernan y al dinero público del que disponen los partidos para postular caudillos de poca monta en las elecciones (también caudillas). De lo que se desprende: si la masa es la medida de la inercia, a mayor masa de civismo más impulso para las formas constitucionales; en cambio, más influjo de la masa de caudillos y similares (crimen organizado), superior constancia de las formas del caos, delineadas por la corrupción y la injusticia, que a su vez devastan los arreglos institucionales, lo que incrementa, ciclo viciado, la masa de caudillos y similares.
Para algunos, este 2 de junio se tratará no sólo de mandar a la banca a López Obrador, sino de desterrar sus maneras de mandar, no exclusivas de él, sí exacerbadas por él: prescindir de la democracia y del diseño constitucional de la República, que en sus manos dejó de ser la cosa de todos para volverse la cosa de él, para él.
Augusto Chacón
A la que gane en las urnas, ya le espera tremenda tarea. Con un país lastimado y dividido, millones de voces suplican ya no más muertos ni tolerancia al crimen; que quien se atreva a delinquir sepa que tendrá un castigo y que arrebatarle la vida a alguien no quedará impune. Que sea una presidenta que garantice seguridad y justicia para todos y todas.
México merece un liderazgo empático, que nos una y no que polarice; porque con tantas preocupaciones en común, los intereses que mueven a los ciudadanos no pueden ir en direcciones opuestas. En todo el país, independientemente de las preferencias electorales, urge atender el desabasto de agua y los graves rezagos en educación, la inseguridad, la atención integral en la salud y la gran brecha de desigualdades... entre los temas prioritarios en la agenda pública.
Vania de Dios
Decidí enumerar hoy 20 reflexiones para tomar en cuenta a la hora que este 2 de junio estemos en las urnas decidiendo el futuro de todos:
1. Podemos estar peor que como estábamos.
2. La movilidad social, el paso de la pobreza a la clase media no se logrará disminuyendo aspiraciones, con dádivas o atacando a los que honradamente han logrado un bienestar económico superior al promedio, sino proporcionando los medios, dando las facilidades y creando las oportunidades necesarias para que los que menos tienen puedan hacerlo por sí mismos.
3. La educación pública de calidad y sin ideologías es clave para el desarrollo personal y colectivo, para lo cual es imprescindible participar en procesos de evaluación de desempeño que exhiben avances y retrocesos.
4. La militarización de un país solo sirve a los intereses del gobierno en turno, y no a los intereses y bienestar de la sociedad civil.
5. Se requieren funcionarios públicos capaces, no solo leales.
6. La impunidad es la madre de la corrupción, por ello la investigación y persecución de delitos debe estar en manos de entes autónomos al gobierno en turno.
7. Cuando existe colusión del gobierno con la delincuencia y el crimen organizado los ciudadanos estamos perdidos.
8. Los ciudadanos debemos tener acceso a un seguro popular y sistema de salud viable, eficiente y gratuito, y con el abasto de medicinas garantizado.
9. Debe haber estancias infantiles y escuelas de tiempo completo que permitan a los padres salir a trabajar sin preocupación por la salud y seguridad de sus hijos.
10. El gobierno debe garantizar el cuidado del medio ambiente, con energías renovables y limpias.
11. El enriquecimiento "inexplicable" de funcionarios públicos, familiares y allegados al gobierno se explica por medio de la corrupción y el tráfico de influencias.
12. Los ciudadanos tenemos derecho a saber y decidir si el país se alinea o no, al rumbo económico y político de dictaduras y regímenes totalitarios que han llevado a sus pueblos a situaciones de miseria y desesperanza mucho mayor a la que antes tenían.
13. Los recursos públicos no deben despilfarrarse en obras faraónicas, financiera y comercialmente inviables, inauditables y con sobrecostos, bajo el argumento de "seguridad nacional".
14. El Ejército no debe estar en las calles, ni desviar sus funciones en la construcción de obras, operación de negocios y administración de servicios públicos que no le corresponden.
15. El gobierno no puede ser insensible ni normalizar la violencia, los homicidios, los desaparecidos y el asesinato de políticos y aspirantes a puestos de elección popular, periodistas y niños que balaceados gritan "no me quiero morir".
16. No debemos apoyar ninguna política pública o programa social que tenga como resultado el incremento de personas en pobreza extrema o dependientes permanentes de la ayuda social.
17. Deben castigarse las malas decisiones y recomendaciones asociadas a la gestión de emergencias, como la de la pandemia del Covid-19, que en el caso de México ocasionaron la muerte a 224,000 personas que no debieron haber muerto.
18. En una democracia la división de poderes, y los contrapesos no deben estar amenazados. Ni el Poder Judicial, ni el Poder Legislativo deben estar al servicio del Ejecutivo.
19. "La ley es la ley" y debe aplicar por igual a cualquier persona o funcionario público.
20. El presidente de un país gobierna para todos. Si usa el poder del Estado para atacar, denostar y perseguir críticos debe ser castigado.
Cuando esté a punto de emitir su voto, recuerde lo anterior, y piense que una opción es votar para seguir por el camino de la democracia y del mundo desarrollado, y la otra, votar para continuar por el camino del totalitarismo y el subdesarrollo.
Si el candidato o partido por el que piensa votar está aliado a los valores y propósitos con los que usted honestamente coincide, vote por él, si no, vote sin miramientos por el otro. Y si ninguno le convence, vote entonces por el mal menor, por el candidato o partido que en el largo plazo menos daño pueda causarnos a todos, pero en todo caso, vote.
Y luego, gane quien gane, exija resultados.
Ricardo Elías, arquitecto y empresario
Los asesinatos, atentados y amenazas son las plagas de esta realidad que, desde quienes aspiran a gobernar un municipio hasta los que van por la grande, se comprometieron a resolver.
Jalisco no es excepción. Volteemos a ver Jilotlán de los Dolores y Mazamitla. En el primero, 3 de cada 10 habitantes no podrán votar porque no se instalará un tercio de las casillas. Y sí: la razón es que no hay condiciones para hacerlo.
La Junta Local del INE guardó mesura. Sólo advirtió que los funcionarios renunciaron al cargo y esa duda es inquietante.
Sólo basta recordar que en ese municipio no existe un gobierno constitucionalmente electo. La localidad, vecina de Michoacán, está a cargo de un concejo municipal desde 2021 porque en esa elección todos salvo uno de los aspirantes renunciaron por amenazas del crimen organizado. Y a la distancia, ni los diputados se atrevieron a sesionar para convocar a una elección extraordinaria.
En Mazamitla la situación no es mejor. Jorge Magaña, el alcalde con licencia por el partido Hagamos, simplemente renunció a la contienda. Y lo hizo con su planilla entera.
Él afirma que "redescubrió que quiere enfocarse en proyectos personales y profesionales", pero la epifanía llegó a él sólo 3 días antes de los comicios. Echó a la borda la campaña entera porque, al final, descubrió que su camino está en otro lado. De nuevo, las dudas sin respuesta detrás de su decisión preocupan.
En el México actual, los asesinatos de candidatos, las amenazas a funcionarios y los enfrentamientos entre grupos rivales pintan un cuadro sombrío en donde la búsqueda del poder se convierte en un riesgo altísimo. Y, como en las visiones apocalípticas, hay gente inocente atrapada en el fuego cruzado.
La realidad política en México sigue como una obra en progreso en la que la sociedad busca desesperadamente un cambio duradero y significativo. Donde cada votante llega a la urna a cruzar a su elegido para que éste nos ayude a ingresar al reino que la democracia nos ha prometido desde que existe como forma de gobierno.
Isaack de Loza
Nuestra democracia está amenazada por la apatía en la participación ciudadana, la violencia de grupos delictivos que se inmiscuyen en la vida pública y la tentación permanente de actores que buscan reducir el espacio de participación de la sociedad en las decisiones. La apatía es una amenaza grave porque la baja participación permite la imposición de minorías construidas a base de pactos y operaciones diseñadas desde los círculos de poder. Por eso, el ejercicio de los derechos políticos es la mejor forma de defenderlos. En la jornada electoral de hoy, lo más valioso es precisamente ese ejercicio que fortalece nuestra democracia. Votar se convierte en un imperativo cívico, un acto de responsabilidad frente a los demás y ante el futuro.
Además, esta elección enfrenta una amenaza adicional: el creciente poder real de los grupos violentos que impactan la vida política. La violencia ejercida por la delincuencia ha sido terrible, y es inaceptable la normalización de elecciones suspendidas en municipios, la no instalación de casillas y la interferencia directa o indirecta de estos grupos, lo cual tiene un significado profundamente amenazante. Votar es el antídoto contra las imposiciones ilegales producto de la interferencia irregular que corroe las estructuras de gobierno local y nacional. El nivel de violencia es una verdadera llamada de atención que todos debemos atender con seriedad. Es una cuestión que está por encima de las disputas partidistas, en la que los ciudadanos podemos expresarnos simplemente votando, exigiendo el ejercicio libre de nuestros derechos. El voto es una expresión en favor de la paz y del Estado de Derecho.
Votar expresa la dignidad ciudadana frente a la arbitrariedad y la violencia. Es nuestra voz por la paz y el respeto al Derecho.
Luis Ernesto Salomón, doctor en Derecho
Se acercan momentos de tensión, de dificultad, porque cualquier triunfo de uno de los bandos hará que los opositores acusen de fraude y manipulación de los datos y, seguramente, se promoverá una cierta violencia y desequilibrio social que puede llegar a ocasionar problemas graves al sistema de gobierno.
México es un país en estado delicado, infectado por el crimen organizado y demasiado polarizado en su visión de lo que mejor conviene, lo cual pone en riesgo la salud de todos.
Queremos lo mejor, pero el grave problema es que la interpretación de qué es lo mejor es lo que desata la discordia.
Guillermo Dellamary
Entre lo más cuestionable de la elección fue que 5 policías municipales, al menos, resultaron heridos tras un enfrentamiento con civiles armados en el municipio de Santa María de los Ángeles, al norte de Jalisco. Esto afectó la votación en la casilla, que se cerró para resguardar las urnas, mientras los votantes se fueron a sus casas. Nos dicen que los delincuentes utilizaron drones con explosivos para atacar a los policías.
Las imágenes de personas en motos que quemaron urnas o intentaron robarlas también figuraron en la jornada electoral en otros estados del país.
Allá en La FuentePor 2o.día consecutivo, los mercados reaccionaron negativamente ante las noticias de que la avalancha electoral de Morena el domingo le garantiza la mayoría calificada en el Congreso y prácticamente en el Senado, que temen lleve a la incertidumbre jurídica. El peso sufrió otra caída frente al dólar y cerró en Nueva York en 17.88 unidades por dólar. Sus pérdidas superaron las del lunes, que desataron una volatilidad que no se veía en 7 meses, preocupando a la Secretaría de Hacienda y al equipo de campaña de Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, por el inesperado nerviosismo en los mercados.
El mayor temor, sin embargo, no es por lo que suceda en octubre, cuando arranque el nuevo gobierno, sino lo que varios inversionistas llaman "la ventana de septiembre", cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador cohabite con la supermayoría de Morena y sus aliados en la nueva legislatura. "Es la ventana de mayor preocupación", declaró Gustavo Medeiros, jefe de Investigación de Ashmore, un grupo especializado en administrar inversiones en países emergentes a Reuters. "Todo es posible", señaló a Bloomberg Shamalia Khan, jefa de Administración de Activos de UBS para mercados emergentes. "Tienen un muy importante mandato. ¿Lo van a usar para resolver algunos de los temas más importantes como lo fiscal y la reforma energética? O se enfocarán en otras prioridades que no son consideradas positivas para los mercados".
López Obrador no ayudó a serenar los mercados, y el lunes, en medio de los sobresaltos, dijo que hablaría con Sheinbaum para determinar si presentaba su paquete de reformas constitucionales antes de que iniciara su administración. Las reformas que más inquietan son las del Poder Judicial, porque abriría la puerta para elegir ministros de la Suprema Corte, jueces y magistrados por elección popular, que piensan tomarían decisiones ideológicas, la que desaparece los órganos autónomos y eliminan los contrapesos. Otra reforma que piensan puede regresar es la energética, que con esa mayoría acotaría las inversiones extranjeras, permitiría expropiaciones y perjudicaría las oportunidades de México en el nearshoring.
El nerviosismo no menguó en la madrugada del lunes luego del anuncio de que López Obrador que Ramírez de la O repetiría como secretario de Hacienda. No ayudó internamente que se entrometiera en una responsabilidad única de la virtual presidenta electa, y generó una serie de mensajes contradictorios durante el día sobre ruedas de prensa para tranquilizar los mercados, que fueron canceladas. Ayer a primera hora, Ramírez de la O sostuvo una conferencia telefónica con inversionistas para tratar de tranquilizarlos, pero su mensaje fue decepcionante.
En apenas poco más de 2 minutos habló únicamente de lo que hará para reducir el déficit fiscal el próximo año, disminuir el endeudamiento y volver a garantizar la autonomía del Banco de México. Nada dijo para sosegar a los mercados sobre los escenarios de mediano plazo y la "ventana de septiembre" porque no puede garantizar nada. Es imposible que tenga un acuerdo con López Obrador para que no envíe las reformas en septiembre, y tampoco puede comprometerse que si llegan las iniciativas en la siguiente administración, se excluyan las partes que amenazan al Estado de Derecho y provean certidumbre jurídica.
Esto es lo que más preocupa a todos los inversionistas y las empresas, acostumbradas a lidiar con dictaduras, regímenes autoritarios, con señores de la guerra que se dividen en territorios un país, y democracias inestables. Para el gran capital no importa el tipo de gobierno en un país, sino que se respeten las reglas o las leyes. La experiencia con López Obrador es que no respeta las leyes y suele cambiar a conveniencia las reglas del juego.
La reforma al Poder Judicial fue el único tema que abordaron con Sheinbaum inversionistas y empresarios en las diversas reuniones que sostuvieron con ella en la Ciudad de México y Monterrey. La petición unánime fue que no se realizara la reforma bajo los términos que está planteada -el acceso por voto directo para ministros, jueces y magistrados-, a lo que Sheinbaum no respondió, pero dejó de hablar del tema desde entonces.
La entonces candidata pensaba que podía lidiar mejor con el tema y patearlo hacia delante si Morena no alcanzaba la mayoría calificada, lo cual no sucedió y la colocó en una situación incómoda porque ella tendría que lidiar con los mercados y las inversiones, mientras que López Obrador, arquitecto de lo que está sucediendo, vería las cosas desde su rancho. El presidente no tiene remedio, y lo debe saber su sucesora. Ayer, López Obrador dijo que los mercados habían reaccionado de esa manera porque están desinformados.
Los inversionistas están esperando una señal de la virtual presidenta electa, como el anuncio de su gabinete económico.
Raymundo Riva Palacio
Siento miedo por el posible abuso de poder y porque en lugar de haber un solo México ahora hay 2. Y su división no tiene que ver solo con riquezas y pobrezas materiales, como equivocadamente y con fines político-electorales se ha sobresimplificado, sino con la degradación de los valores morales, de la ética, de la educación y la cultura en todos los niveles, incluyendo por supuesto la degradación de la clase política que con la óptica de una izquierda rancia y rencorosa, se ha encargado de presentar al México de las clases medias y altas como culpable directo de las carencias del México pobre, y a ellos mismos como sus salvadores.
Algo pasó que se depreció la palabra y se desterró la decencia; se perdieron las formas y se invirtieron las prioridades que antes, al margen de posiciones sociales o económicas, anteponían el honor, la honradez y el decoro. Se antepuso la ambición a la educación, el poder y el engaño a la ley y al civismo, y la gente buena se convirtió en pendeja.
Al reconocer la existencia de los 2 Méxicos, se sincroniza la cabeza con el corazón y aparecen múltiples y perfectamente posibles soluciones para unirlos en un solo México pujante y armónico, con un futuro viable y mucho mejor que su presente y sin necesidad de engañarnos con promesas huecas y quimeras que solo sirven a los políticos miopes para ganar elecciones y beneficios personales.
El aglutinante de los 2 Méxicos y sus ofensivas "clases sociales" está en la revalorización de la educación, la moral, la ética y el trabajo, y de las personas como tales, cada una con sus particulares cualidades. Alguna vez, en alguna parte leí y adopté la noción de que "no hay que creer en las masas, hay que creer en el individuo y uno a uno en todos".
Ricardo Elías, arquitecto y empresario
Los seguidores de Xóchitl Gálvez sí compraron bien la esperanza de poder frenar la maquinaria electoral del grupo en el poder. Y con enorme ahínco, hicieron todo lo que sentían que estaba a su alcance para nutrir la ansiada ilusión de contrarrestar el poder del partido hegemónico y evitar la posibilidad de que se quedaran con todo el poder y llegar a hacer los cambios de ideología, hacia un socialismo o comunismo tipo Cuba o Venezuela, que es el terror que acecha a las clases acomodadas de este país.
Pero el nivel de consciencia del mexicano promedio es aún muy bajo, no hay percepción de la verdad y mucho menos de la falsedad y la mentira. El pueblo mexicano es fácil víctima de la propaganda y del paternalismo que tanto han utilizado nuestros gobiernos desde el siglo antepasado.
Lo que está sucediendo actualmente es una calca del porfiriato, que simulaba con tino una democracia para que la oligarquía se apoderara de todo lo que se puede dominar y controlar en un país, claro que más de un siglo después. Pero es prueba de que el pueblo sigue prácticamente en los mismos bajos niveles de consciencia. Solo unos cuantos tienen la claridad para darse cuenta de la manipulación, la ambición, la corrupción y el engaño de quienes, teniendo el poder, buscan perpetuarse y beneficiar a unas minorías, convenciendo a las mayorías de que son los salvadores de una población que se hunde en las injusticias y los abusos de la aristocracia.
La esperanza muere al último, y murió ante la avalancha en las elecciones. Este es el gobierno que el pueblo mexicano elige y es el sistema que le conviene y visualiza como el más adecuado. Es lo que hay y lo que la mayoría quiere. Tendremos el gobierno que nos merecemos. La realidad se impuso, ahora surgirán nuevas esperanzas y esperamos que la futura presidenta haga mejor las cosas que el anterior.
Guillermo Dellamary
Cuando unas y unos claman: ganamos la elección (la que sea), se refieren apenas a una porción que empequeñece ante la violencia de los criminales, frente a la escasez de agua; si ponemos ese triunfo que presentan como fin de todos lo problemas, entre las y los pobres luce casi ridículo. Por dejar una muestra reciente de que la realidad abarca a mucho más que 2: un diputado de Morena, incapaz de ver más allá de ese número, con el eco del grito ¡ganamos! retumbando en su ser partidista, con la certeza de que la homogenización en la que su mente es feliz, le permite mostrar el poder según lo concibe y declara: en septiembre se desharán de los contrapesos que la Constitución establece para el poder ejecutivo, lo que incluye disponer al poder judicial al juego en el que el todo es 2, ellos o nosotros. Los mercados financieros que no estaban invitados a la cena de 2 del muy incompetente legislador se mostraron negativamente: el peso perdió valor y México quedó exhibido como una república en vías de sólo dar certeza legal a 2 formaciones sociales: la que detenta el poder y la de quienes se lo quieren quitar.
Augusto Chacón
Las restricciones tanto internas como externas son enormes. En 1er. lugar, se encuentra la cuestión de la inseguridad y la violencia en el país, lo que exige una serie de reflexiones para modificar la estrategia tanto de combate a la criminalidad organizada como de la delincuencia común, respecto de la cual, en muchas ocasiones, no queda claro cuál es la línea que divide ambas modalidades. Aunado a ello se encuentra el problema estructural relativo a cómo recuperar los territorios que hoy están controlados por el crimen organizado. Por ejemplo, ¿cómo revertir eventos como los ocurridos en Chiapas, donde es la autoridad la que acompaña a las poblaciones para sacarlas de sus territorios?
En 2o. lugar, tenemos el problema estructural de una economía que lleva 40 años sin crecer; si se toma en cuenta el ciclo de estancamiento secular, como le ha llamado Rolando Cordera, y que inició en 1982, estamos ante uno de los periodos más largos de desempeño mediocre de la economía mexicana; y aún con ello, nos encontramos entre las primeras 20, en tamaño, en el planeta.
Ello conduce a una 3a. cuestión, y es la de los llamados "contrapesos económicos", que se resumen en los procesos de globalización y liberalización económica en diferentes bloques económicos y de países; y la realidad concreta de nuestra integración con Estados Unidos y Canadá. En ello no debemos equivocarnos, porque nuestra economía está controlada, en esas dimensiones, por unas cuantas empresas. El diagnóstico de OXFAM es contundente en ese sentido: 14 personas controlan casi la quinta parte de la economía nacional. De tal forma que "los límites del mercado" tienen nombre y apellido y habrá qué ver cómo se relaciona la Presidencia con esos poderes, sobre todo considerando que sus fortunas se incrementaron de manera notable en los últimos 6 años.
Otro factor restrictivo es la realidad de una república fragmentada; es decir, un país donde los gobiernos estatales se han convertido en "feudos", los cuales, se regresa aquí al primer tema, están al menos amenazados por los poderosos grupos criminales que operan en el país; y en muchos casos, incluso han sido penetrados pues, no debe olvidarse, ha habido no sólo altos funcionarios procesados por vínculos con la delincuencia, sino una gran cantidad de ex gobernadores que han pisado la cárcel en los Estados Unidos por sus vínculos delincuenciales.
Otro factor que no puede soslayarse es el relativo a la crisis climática y la insuficiente y tardía acción que ha tenido nuestro país en esa materia. Lo ocurrido en Acapulco con el impacto del huracán Otis; pero también la intensa sequía y la catástrofe hídrica y lacustre que estamos enfrentando en diferentes regiones, impone severos retos porque el impacto económico y social de esos temas es de la mayor relevancia y, de continuar así, podría generar una crisis social sin precedentes en el país.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
Hay sin duda cosas que en Jalisco funcionan y funcionan bien. A esas no hay que moverle o hay que moverle poco. En desarrollo económico, tanto en el campo como en la ciudad, Jalisco ha seguido una misma ruta desde los años 90 del siglo pasado que tiene muchas cosas que ajustar y poner al día, pero Lemus recibe un estado con varios motores económicos funcionando, igual como lo recibió Alfaro y lo recibió Aristóteles y así para atrás. De igual manera hay muchas otras cosas que no están funcionando o hay incluso un deterioro en este periodo de gobierno.
No se puede hablar de una buena gestión de la seguridad pública cuando se tienen acumuladas en el sexenio 9,000 personas desaparecidas sin localizar. La aparente reducción en otros delitos, particularmente en homicidios (que pasó de cerca de 2,000 en 2019 a poco menos de 1,500 en 2023) resulta una falacia cuando vemos el incremento sostenido de la desaparición. Si sumamos homicidios dolosos más desaparecidos sin localizar son más de 20,000 personas. El tamaño de la crisis de seguridad que entrega Alfaro es enorme y nada tiene que ver con los videos triunfalistas de cada mes. El cambio en materia de seguridad y violencia tiene que ser radical.
La inversión en abasto de agua en el sexenio que termina fue importante, pero por debajo de lo necesario. Alfaro dice que con esas obras hay agua para 50 años; Lemus asegura que para 30, y eso si, y sólo si, le metemos 123,000 millones de pesos más. Pero el problema más grande que entrega Alfaro no es el agua del futuro sino la de hoy: la calidad de agua que está surtiendo el organismo intermunicipal que depende del Gobierno del Estado ha ido de mal en peor. Cuando Lemus quiera mover esas piezas van a rechinar las cuerdas.
Diego Petersen Farah
La victoria aplastante del partido en el poder y del presidente López Obrador, en los hechos significa para México el fin de un régimen político y el nacimiento de otro. El fin del régimen en el que la sociedad buscaba construir instituciones que permitieran que el país se convirtiera en una nación moderna.
Ese esfuerzo que arrancó en 1997 y que tuvo su momento estelar con la derrota del PRI en el año 2000, tenía como base la premisa de la división de poderes, la búsqueda de la transparencia y el cambio pacífico a través del voto popular. Votos, por cierto, contados por un instituto ciudadano y no por el gobierno.
Ese periodo nos permitió como mexicanos vivir varios cambios de gobierno y de partido sin crisis económicas de fin de sexenio. La última gran crisis económica de fin de sexenio fue la de finales de 1994. Justo en el cambio de sexenio entre Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
Los gobiernos de la transición habían tenido desde 1997 el enorme incentivo de diluir el poder y aumentarle los controles políticos. Meterle contrapesos al poder ejecutivo garantizaba que el juego democrático continuaría al mismo tiempo que en la siguiente elección, cualquier partido pudiera ganar.
Si cualquiera puede ganar, entonces se volvía importante que el país contara con instituciones que le dieran certidumbre a la vida económica y jurídica de México. Contar con una Suprema Corte y un Poder Judicial funcional, independientes del presidente se volvió importante.
Lo mismo en el caso del INE o de los organismos autónomos que se centraban en garantizar que muchas decisiones se hicieran con criterios técnicos o jurídicos y no dependieran del político en el poder.
De ahí que se crearon organizamos tan valiosos como el INAI que no solo garantiza que toda la información del gobierno fuera pública, sino que se encarga de proteger la información de los ciudadanos.
Otro ejemplo, la confianza de saber que la COFECE se encarga de vigilar y sancionar que las empresas no abusen de su poder en perjuicio del consumidor, se volvieron garantes del buen funcionamiento del mercado en México.
Lo mismo para mercados tan complejos como el de las telecomunicaciones en donde tenemos actores tan relevantes como Telcel. Imagine si no tuviéramos al IFETEL, difícilmente tendríamos la competencia en las tarifas de servicios como la telefonía celular, el internet o la televisión por cable.
Contar con estas instituciones autónomas, es decir, fuera del control del presidente, le daban la certeza a los inversionistas nacionales y extranjeros, que los temas técnicos y jurídicos se podrían llevar en términos técnicos y que nunca más, dependerían de si le caemos bien o mal al presidente.
Esa es la importantísima misión que tienen los organizamos autónomos que el presidente ha propuesto desaparecer. Las consecuencias de eliminarlos sería que el poder ejecutivo concentraría todavía mucho más poder. En la práctica significa para las empresas volver al México de los años 70s y 80s, en los que, para poder jugar el juego, había que estar bien con el presidente en turno.
Destruir los autónomos significa que las decisiones se tomarán 100% en términos políticos y de conveniencia para el partido en el poder. Las inversiones nuevas verán que México se habrá convertido de pronto, en un lugar mucho menos seguro para invertir o que han dejado de existir las garantías que se respetarán los criterios técnicos. Ahora todo dependerá de los humores del presidente o de la presidenta.
Por eso el peso mexicano ha estado cayendo frente al dólar. Las inversiones se van de México porque simplemente el país se ha vuelto un lugar mucho más riesgoso que antes.
Israel Macías
La habilidad para agenciarse simpatías y popularidades es una cosa. La capacidad para gobernar bien es otra muy diferente.
Está por concluir, en poco más de 3 meses, el que podríamos llamar el sexenio del desquite, la revancha y la venganza.
Los agravios de antes fueron reales, desde luego, y el pueblo de esta nación tiene todas las razones para sentirse profundamente afrentado, no sólo por la insolencia y el cinismo de muchos de los poderosos sino por la recurrente inoperancia de las políticas públicas.
Lo importante, sin embargo, no es el diagnóstico sino las soluciones que se plantean, los caminos que se toman y las estrategias que se implementan para resolver las cosas.
Y, con perdón de los millones de simpatizantes del régimen de doña 4T, no estamos viviendo en el mejor de los mundos ni mucho menos.
Ahí está la cuestión y por eso, por constatar el gravísimo deterioro de la cosa pública en este país, es que otros tantos millones de mexicanos nos distanciamos rotundamente del oficialismo y votamos porque tuviera lugar una alternancia.
Y sí, el discurso de confrontación recauda, en efecto, muchos réditos porque la gente se siente por fin reconocida al resonar, en la más alta tribuna, sus propias censuras y acusaciones, las que nunca pudo expresar ni transmitir por carecer de una voz mínimamente autorizada.
La repetición cotidiana de la arenga revanchista no fastidió al respetable público sino, al contrario, le hizo sentir que el gran líder lo acompañaba sin respiro alguno en la senda de la reparación y la misión justiciera.
Cuando los infortunios de la existencia se le pueden atribuir a un supremo culpable, las imputaciones que le tocan al señalado, enunciadas cada día por el emisario directo del pueblo descontento, son un bálsamo: por fin retumban, en las bóvedas de esta entrañable nación, las palabras que se habían tenido guardadas y que nadie entonaba porque todos los posibles emisarios eran cómplices de aquel sistema depredador. Entendemos, entonces, la adhesión de las masas al primer paladín del resentimiento.
Pero, malas noticias: ese aparato, tan hábil a la hora de confeccionar encendidas retóricas y sabrosas bravatas, tiene en su haber un millón de compatriotas muertos; hospitales en los que no hay medicamentos para mitigar los espeluznantes sufrimientos de los pacientes afectados de cánceres en etapa terminal; carreteras en las que los transportistas son asaltados y los viajeros sufren secuestros; zonas enteras del territorio nacional avasalladas por canallas que cobran rentas a un simple tendero o a vecinos totalmente desamparados; los peores índices de crecimiento económico de los últimos decenios; y, finalmente y renunciando a ser más exhaustivos, un descomunal uso de los muy escasos recursos del erario en proyectos tan poco rentables como irracionales.
La retórica nos embelesa. El millón de compatriotas que ya no están con nosotros... nos tiene sin cuidado.
Román Revueltas Retes
Tras la elección del 2 de junio, la polarización política en el país se ha acentuado con la reforma judicial. Otra vez el debate se crispó. Parece que no aprendimos nada en 6 años. Por eso vale la pena lanzar algunos salvavidas para navegar este debate maniqueo de fin de sexenio.
Primero entendamos que la polarización es una radicalización del debate público. La incentivan principalmente 3 actores: la clase política, la prensa y las redes sociales. Es el alimento principal del monstruo llamado extremismo, ese centinela que impide el paso al diálogo.
Una persona polarizada viste cualquier argumento con emociones, creencias y prejuicios. Opina con un profundo desapego a los hechos y las evidencias. También naturaliza e incentiva distintos tipos de violencia como el discurso del odio.
Asimismo respalda liderazgos incuestionables: "Le creo todo. Le justifico todo. No lo cuestiono ni lo critico. Para no 'hacerle el juego' a 'los adversarios', ignoro las pruebas de que el líder miente o manipula información" (¿les suena familiar?).
El sujeto polarizado -ya sea "ultra" de izquierda o de derecha- alza una muralla en torno a sí mismo. Dentro agrupa a los que piensan como él; eso le brinda identidad y sentido de pertenencia. Se protege ante un supuesto peligro o amenaza externa, pero en el fondo se trata de un sentimiento tribal en donde la lealtad a un grupo pesa más que la verdad.
En México encontramos al sujeto polarizado tanto en el oficialismo como en la oposición. La prensa, al hacer coberturas binarias (buenos vs malos) incentiva esta división. Los youtubers e influencers del cuatroteísmo también. Para ambos es más lucrativo polarizar.
Como consecuencia, si un medio o periodista intenta una cobertura matizada, en donde el gris asoma por encima del blanco y negro, se le acusa de "traidor" o "aliado" de algún bando.
¿Qué debate público es este, en donde es inconcebible que uno pueda tener posturas a favor y en contra del oficialismo, a favor y en contra de la oposición?
La polarización horada la calidad democrática. Las y los ciudadanos también desean (deseamos) comprender. La reforma judicial es un evento histórico. Merece más que posturas dogmáticas centradas en "quiénes" la impulsan y no en "qué" impulsa. Ya habrá tiempo de analizarla.
Podemos repetir otros 6 años navegando esta ola insurfeable o comenzar a navegar hacia la despolarización. Ciudadanos y políticos. Todos desde nuestra trinchera.
Jonathan Lomelí
Julian Assange es un hombre libre, pero no porque un jurado lo encontrara inocente de las acusaciones en su contra, sino como resultado de una negociación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, donde se declaró culpable de una imputación por conspiración y por publicar documentos clasificados del gobierno de ese país, por lo que fue condenado a 62 meses de prisión, que no cumplirá porque se le tomaron en cuenta los meses que pasó detenido en una prisión en el Reino Unido. Está libre, pero el precedente que deja el caso será una amenaza permanente para el periodismo de investigación.
Jammed Jaffer, director ejecutivo del Instituto Knight de la Primera Enmienda en la Universidad de Columbia, comentó al Times que el acuerdo colocaba una sombra sobre la libertad de expresión al establecer su actividad como criminal y no protegida por la Primera Enmienda. Las preocupaciones no se limitan a Estados Unidos, sino a muchas partes del mundo, donde la libertad de expresión se ha deteriorado y enfrenta el abuso del poder.
Aquí en México hemos visto que el gobierno ha usado a discreción todos los recursos del Estado y violando la ley ha lanzado acusaciones criminales contra periodistas y medios, mientras que legisladores de Morena han propuesto -sin éxito aún-, que se lleve a juicio a críticos o que se sancione penalmente a quien publique información que afecte a la Presidencia.
El pacto establece parámetros que podrán ser imitados por otros gobiernos, demócratas como lo vimos, populistas con tentaciones autoritarias, o autócratas, para criminalizar la divulgación de secretos hechos por considerar que sirven al interés público. Hay países donde el deterioro democrático ha sido consistente, donde la prensa se vuelve más vulnerable y los riesgos para los periodistas aumentan, que es preocupante en la extrapolación de lo que tuvo que hacer Assange para recuperar la libertad, pese a la campaña masiva internacional que por años clamó por su inocencia.
Raymundo Riva Palacio
Contamos muertos como quien echa paladas a un camión que se lleva escombro. Pero de vez en cuando, uno de esos difuntos se escapa del anonimato, como si dueño de una fuerza supernatural quisiera ayudarnos a trabar un poco la maquinaria de homicidios.
Quizá es el caso Minerva Pérez Castro, presidenta de la Canainpesca en Baja California, ejecutada el lunes en Ensenada horas después de hablar de extorsión a pescadores y tras reiteradas demandas a las autoridades para que cumplieran con su obligación de imponer la ley.
La nota se fue abriendo paso en la prensa capitalina desde la noche del lunes. Alcanzó a colarse a las ediciones de los diarios, pero no en la mañanera, ocupada como está en mirarse el ombligo caqui olivo para decirse, en la seguridad de su fortaleza, vamos requetebién.
Qué ominoso mensaje el matar a la cabeza de una organización. Si cae ella, a ver quién quiere subir y hablar de lo mismo, de que se combata al crimen. Deshacerse de ella es exhibir un poder: no temen la reacción de los gobiernos, y menos la de las y los ciudadanos.
La apuesta de los criminales, nada tontos y menos desinformados, es que el de Minerva sea solo una raya más en el ejecutómetro, una muerte de muchas decenas, un lamento que mañana quedará sepultado bajo la noticia de otros 80 asesinatos en todo el país.
Y la obvia pretensión es que al matarla, resulte más efectivo el grillete que impondrán a los demás. ¿Quién se opondrá? Habría que estar loco para hacerlo. Solo alguien trastornado podría pasar por alto la insensatez de intentar que el asesinato de Minerva no sea en vano.
Nadie con un dedo de frente dirá "basta ya" cuando el otrora político de las terracerías lleva años apertrechado en Palacio. Quién dirá en Ensenada, o en la CDMX, "hasta aquí" a sabiendas de que el jefe del Estado desprecia a la Corte, no a quienes matan inocentes. Para qué intentarlo si la mañanera dirá que Chiapas es pura felicidad, y que los reportes de desplazamientos o masacres son amarillismo opositor.
Cada mañana acompañamos el café con muertos. Y ni quien se queje de lo amargo.
Salvador Camarena
El miedo y la propaganda son los recursos que han sostenido la mayoría de los regímenes totalitarios del siglo XX, según Hannah Arendt. El poder se consolida con la propaganda y deshumanizando los esfuerzos de la oposición. En el caso actual de México, el programa de propaganda del régimen actual ha logrado asustar a muchas personas sobre la posibilidad de que nos convirtamos en un país comunista o socialista, como lo han sido Cuba o Venezuela. Y ese miedo ha sido lo suficientemente poderoso como para fortalecer su manipulación y la percepción pública. Finalmente, ha logrado mantener al pueblo pensante con miedo, y este a su vez ha fragmentado a la oposición, y así ha disminuido una resistencia a grupos minoritarios que no muestran peligro alguno al poder establecido. Se aplacan las posibilidades de un levantamiento efectivo o la resistencia más violenta.
El miedo en la población reafirma que la única fuente de estabilidad es el grupo en el poder, pues un miedo mayor es una guerra civil o un levantamiento armado. Por el momento, hasta la oposición está tan desesperanzada y con desánimo, después de las elecciones del 2 de junio, que se ha diezmado una oposición que ahora ha perdido deseos de unirse y luchar, incluso algunos han llegado a pensar en que es mejor salir de México antes de que esto se convierta en una Venezuela.
Pero es ese miedo lo que precisamente mantiene sometido y controlado al pueblo resistente y rebelde. Por ello es efectivo el miedo, la supresión de la información, el control militar y el manejo absoluto de la economía. Cuidémonos del efecto rebaño en el que, si la mayoría de las personas aceptan un miedo, todos nos sentimos afectados por él y menos se atreven a desafiar al dictador. Porque el ser humano tiende a seguir el comportamiento de las mayorías para evitar el aislamiento o el castigo. El miedo disminuye la probabilidad de un levantamiento violento, y eso es lo que quiere el dictador.
Gillermo Dellamary
En los partidos políticos de oposición sucede una rebelión contra las élites tradicionales. En el priismo, "Alito" Moreno amenaza con expulsar a antiguos cuadros políticos que fueron esenciales para su llegada al poder, como Manlio Fabio Beltrones. En el panismo, Marko Cortés entra en trifulca abierta con Javier Lozano y el expresidente Felipe Calderón (quien ya no es militante). En ambos casos, los dirigentes partidistas rompen reglas largamente establecidas: se reeligen constantemente a pesar de los desastres electorales continuos y, por si fuera poco, se apuntan en los primeros lugares de las listas plurinominales para obtener un escaño legislativo. El mínimo decoro político se arroja por la borda.
La estabilidad política de las últimas décadas parece llegar a su fin. Los modos relativamente corteses y la existencia de un piso político común (p.ej., un Poder Judicial independiente y meritocrático) están desapareciendo. Nuestra democracia-constitucional está viviendo una severa prueba de estrés, y ciertamente nada augura que las nuevas élites serán mejores que las de antaño.
Fernando Núñez de la Garza Evia
El famoso cobro de "protección" es una práctica común y extendida en todo el país. Lo pagan desde humildes comerciantes y productores hasta grandes cadenas hoteleras, y sus efectos ya se perciben en la inflación.
En el país, en este sexenio, le han arrebatado la vida a cerca de 200,000 personas. Sin embargo, la violencia se ha normalizado y parece importarle poco al ciudadano.
En México no se ven las grandes manifestaciones que en otras naciones se suscitan ante los asesinatos bestiales.
Tampoco hay reacciones de las organizaciones empresariales y sindicales.
La normalización de la violencia es una conducta que se ha instalado en el país y que se nutre de varias acciones y omisiones de la sociedad y los políticos.
1).- Desde el gobierno se ha construido la creencia que es un mal sin remedio, esto sucede de manera sutil, cuando se insiste que los homicidios son producto de una guerra declarada por Calderón y no resuelta por Peña Nieto,
2).- Muchos gobiernos de manera consciente o inconsciente difunden una falacia: "Se matan entre ellos" haciendo pensar que la muerte no acecha a la persona común,
3).-La clase política poco habla de la violencia y solo voces aisladas critican a los gobernantes omisos, de tal manera que si no hay crítica, tampoco hay comparación.
4).- Actores nacionales de peso, como empresarios o líderes laborales, no llaman a cuentas a los políticos, y en muchas ocasiones hasta evaden el tema.
A lo anterior, se suma la tendencia humana para adaptarse a las circunstancias e incluso a negarlas o no visibilizarlas.
Muchos alemanes que vivían a escasos kilómetros de los campos de concentración y exterminio juraron que no sabían lo que allí sucedía.
Me gustaría pensar que con el próximo gobierno se va a terminar con el baño de sangre.
Me desalienta que en lo poco que sabemos de la propuesta de seguridad, salvo el nombre del secretario, no hay nada nuevo.
Lo que me queda claro es que dentro de 6 años ya nadie les va a creer que todo es culpa de Calderón.
Rubén Moreira Valdez
Por una serie de razones, vivir o laborar en el campo en México está asociado a la pobreza. No debería ser así.
En México, grosso modo, han existido históricamente 3 modelos de desarrollo rural. El 1o. fue a través de los latifundios, donde los dueños de grandes extensiones de tierra contrataban trabajadores a los que no pagaban bien. Estos latifundios solían tener monopolios nacionales sin mucha competencia, pues existía una economía semicerrada. El 2o. modelo es el del ejido o propiedad comunal, donde tradicionalmente pequeños grupos usufructúan tierras para su beneficio. El problema es que muchas veces los ejidatarios han estado a merced de caciques que históricamente han abusado de ellos. Por mucho tiempo, esta forma de la propiedad no ha estado asociada a mercados dinámicos. El 3er. paradigma es uno en que empresas pequeñas o grandes compiten con relativo éxito en mercados nacionales e internacionales, aunque sin un apoyo efectivo por parte de los gobiernos.
Lo que se necesita ahora es realizar una intervención que, por un lado, promueva el desarrollo del sector rural más moderno para aumentar su competitividad, sobre todo en mercados extranjeros. Y, por otro lado, ayude a elevar el nivel de vida de sectores pobres o depauperados en nuestro campo.
En cuanto a lo 1o., sería buena idea conectar a las empresas rurales con la estrategia del llamado nearshoring, para aprovechar el dinamismo económico que tendrá la probable relocalización de empresas en nuestro país. En cuanto a lo 2o., se pueden realizar algunas cosas inmediatas. En 1er. lugar, garantizar pensiones dignas para los trabajadores del campo. Otra idea interesante sería la de establecer un programa especial de apoyo al desarrollo rural que podría incluir, entre otras medidas: un pago justo a campesinos que siembran árboles frutales o maderables, la oferta de fertilizantes gratuitos, apoyo anual directo a productores de pequeña escala y pescadores, así como precios de garantía para la compraventa de maíz, frijol, leche, arroz y trigo. Poner en marcha algunas de estas propuestas quizás entrañe una reforma al Artículo 27 de nuestra Constitución.
Lo que debe quedar claro es que no habrá futuro para nuestro país sin la prosperidad del campo mexicano.
Gustavo de Hoyos Walther
Hasta la caída del Muro de Berlín, la trama mundial consistía básicamente en 2 grandes telarañas, la liderada por Estados Unidos y la liderada por la Unión Soviética. Los países aliados de una u otra potencia eran de 3 tipos: iguales, emergentes o dependientes. México, aliado permanente de Estados Unidos, oscilaba entre los países dependientes y los emergentes.
México había incrementado su relación con Estados Unidos durante el gobierno de Carlos Salinas, entonces robustecida por la firma del TLC y el ingreso de nuestro país en una economía de mercado neoliberal que hizo crecer notablemente la macroeconomía nacional a la par que la pobreza, el estancamiento salarial y la pérdida de poder adquisitivo de la gente, todo lo cual se resolvería cuando la riqueza concentrada en pocas, muy pocas manos, se derramara finalmente sobre la base social, lo cual jamás ha ocurrido, haciendo más tensas las condiciones de vida y más frágil la posibilidad de subsistencia.
A la gran población cada vez más empobrecida le quedaron 3 opciones: migrar a Estados Unidos, incorporarse a las filas de una delincuencia que pagaba bien y sin trámites, tampoco sin garantía alguna. Particularmente durante el gobierno de Fox, la delincuencia se desató, se reorganizó y se diversificó a partir del fenómeno de los Zetas, que hoy día son ya casi una leyenda.
La 3a. opción era resignarse a una vida miserable, de trabajo constante, a veces en jornadas dobles, por un salario ridículo que apenas ajustaba para sobrevivir, pero ya no para progresar, habitando en colonias privadas de servicios elementales o con ellos, pero todo el tiempo escasos y deficientes, con el riesgo constante de sublevaciones focalizadas, ubicuas, directas o indirectas, como serían los frecuentes actos de pillaje o rapiña a la más mínima falla de un orden público cada vez más ausente.
Las grandes instituciones financieras recomendaban a los gobiernos neoliberales la importancia de equipar, aumentar y reorganizar a sus fuerzas armadas como el mejor antídoto frente a la inestabilidad social que propiciaba el deterioro económico.
En contraparte, los pocos, pero grandes beneficiarios de la economía neoliberal podían migrar a Estados Unidos o a Europa, mantenidos por los negocios que aquí regenteaban, o por lo menos, educar allá a sus hijos. La tentación de ahondar en su élite fue invencible para las nuevas generaciones, de ostentarla por todas partes y de todas las maneras posibles, en un mundo mediático que parecía haber sido hecho solo para ellos. Para estas nuevas generaciones, la enorme y doliente base social sobre la que ellos brillaban, era invisible, inexistente, muda, en el mejor de los casos, una especie de mal necesario, si no, ¿de dónde saldrían nuestros choferes, jardineros, cocineras, lavanderas, meseros, guaruras, obreros y demás? México necesitaba un cambio de sistema, pero no era fácil.
Armando González Escoto
La violencia se normaliza. Las desapariciones rompieron récord la semana pasada; el domingo hubo 3 manifestaciones de ciudadanos en reclamo por búsqueda de personas desaparecidas; 5 personas vinculadas con casas de cambio fueron levantadas impunemente (por suerte las regresaron vivas, pero otra vez no hay detenidos ni explicación alguna, de justicia no hablemos); un comandante de la policía de Guadalajara fue asesinado a plena luz del día, frente a sus hijos, en una vialidad principal (tampoco hay detenidos, por supuesto).
Ninguno de estos casos mereció un pronunciamiento del gobernador del estado, como si eso fuera lo normal, lo cotidiano en el estado. No es normal que hayan desaparecido y no hayan sido localizadas 721 personas en lo que va del año.
Tampoco son normales los levantones, que implican que hay otro que no es el Estado que hace justicia por mano propia, a su manera y con sus reglas. Tampoco es normal que se haya asesinado a 13 policías sin que gobierno y sociedad reaccionemos.
Diego Petersen Farah
Actualmente, las fuerzas armadas regentean el Tren Maya, incluyendo servicios turísticos en la Península de Yucatán e Islas Marías, la aerolínea Mexicana de Aviación, aeropuertos, puertos y aduanas, entre otras cosas. No necesariamente se trata de peores administradores que los funcionarios civiles, pero tampoco es que sean mejores. El problema es que cuando un civil no lo es, puede ser removido discrecionalmente por el presidente o el secretario del ramo; pero resulta mucho más complicado cuando se trata de un oficial del ejército. Para empezar, porque fincar responsabilidades a un militar es interpretado por los suyos como un agravio a las fuerzas armadas en su conjunto. También porque los criterios de valoración administrativa se cruzan con méritos vinculados a la lealtad, la disciplina y a los intereses puntuales de una institución que también maneja su propia agenda.
Si algún diagnóstico del gobierno de Sheinbaum concluye que el control de las aduanas por parte de la Secretaría de Marina o el manejo de los recursos turísticos por parte de la Defensa no es el más afortunado para efectos de rentabilidad o gestión empresarial, por ejemplo, no será fácil negociar con los generales la devolución de esas tareas a la administración civil. Y no se trata necesariamente de que hayan fallado, sino de temas de visión empresarial y servicio público moderno. El riesgo de tener a los militares como empresarios es doble: por un lado, al estar involucrados en tantas áreas, pueden operar con transferencias horizontales que distorsionen la valoración real de su desempeño en una tarea. La 2a. es que introducen una competencia desleal con los particulares. Tal es el caso de la hotelería en la península, la gestión de algunos aeropuertos y, notablemente, de la aerolínea Mexicana de Aviación.
Mexicana compite con otras aerolíneas nacionales que intentan sobrevivir en condiciones de enorme vulnerabilidad por los vaivenes de la economía o las fluctuaciones en el costo de los combustibles. No les será fácil disputarle los pasajeros a una empresa ostensiblemente subsidiada y cuyo patrón es al mismo tiempo el que regentea aeropuertos, tarifas y slots de salida. Puede entenderse que el Estado participe en el mercado frente a necesidades que no son cubiertas por las compañías que están operando, por ejemplo, para llevar internet a zonas aisladas. Pero considerando las muchas necesidades pendientes, no hay ninguna razón para utilizar el presupuesto para competir con empresas ya establecidas. Y en el fondo, es una transferencia a sectores medios y altos (boletos subsidiados) con cargo a los sectores que menos tienen: la mitad de los mexicanos nunca ha utilizado un avión. Mexicana puede convertirse en un boquete para el erario o una empresa que ponga de rodillas a otras, ¿quién será el valiente que se las quite a los militares?
Jorge Zepeda Paterson
En el centro de la discusión se seguirá posicionando el asunto de la llamada sobrerrepresentación que apareció con la "cláusula de gobernabilidad" desde la era predemocrática del país, cuando el PRI y sus gobiernos controlaban las elecciones, y que por así convenir a sus intereses partidistas y de poder, también mantuvo el PAN luego de la alternancia política en el año 2000.
Es en esa inercia nociva que obstaculiza el avance democrático del país, en la que ahora Morena y sus aliados del PT y del Partido Verde, quieren hacer valer la tendencia a la sobrerrepresentación que esa cláusula le imprime a la Constitución Política del país.
Por donde se le vea, es un retroceso democrático y altera la voluntad popular expresada en las urnas el hecho de que Morena y sus aliados hayan obtenido un 54% de la votación para la Cámara de Diputados y terminen con el 75% de las diputaciones. Mientras que la oposición compuesta por el PAN, PRI, el extinto PRD y Movimiento Ciudadano, de haber obtenido en conjunto el 46% de la votación, se queden sólo con el 25% de las curules.
Pero lo cierto es que la interpretación "gramatical" de la Constitución y de la Ley General de Partidos Políticos, que en su artículo 54 permite las coaliciones parciales y las coaliciones totales pudiera imponerse, y aplicarse lo que podríamos denominar desde hoy el "triple 8", porque el convenio de coalición entre Morena-PT-Verde se firmó como parcial y eso les permitiría sumar un 8% de sobrerrepresentación a cada uno de esos 3 partidos.
Morena y aliados, pues, están firmes en que si en otros tiempos padecieron como opositores la sobrerrepresentación ahora la aplicarán sin miramientos en su beneficio. Por eso es muy poco probable que acompañen la interpretación integral del texto constitucional que busca los equilibrios, no dar todo el poder a un solo partido y garantizar la voz y el voto de los opositores.
Y aunque indeseable, es muy probable que la influencia de la 4T tanto en el Instituto Nacional Electoral (INE) como en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), gravite para que consejeros y magistrados electorales también se inclinen por la interpretación gramatical de la Constitución que abrirá el camino al "Plan C" y todo lo que ello implica en la pérdida de límites al poder presidencial.
Jaime Barrera
Es la despedida que nunca espero que el gobierno de Estados Unidos le fuera a dar. Cuando todo era para é 'miel sobre hojuelas', en medio de la transición gubernamental, cuando se pavoneaba por todo el país con su heredera al poder y en el adiós para irse a "descansar" a su rancho a Palenque -"La Ching... "- desde Washington le dijeron "surprise" y sin decirle "agua va", le detienen a sus espaldas a 2 de los capos más buscados como responsables del tráfico de drogas -de los 2 lados de la frontera- y la violencia en México. Encubridor o incapaz de no hacer nada durante casi 6 años en contra de los históricos narcotraficantes, a 14 días de las detenciones el inquilino de Palacio que se ha visto exhibido y de manera patética vocifera desde su atril mañanero que "no hay cooperación" de parte de los Estados Unidos para darle detalles de la jugada maestra de las autoridades de nuestros vecinos, además de lastimosamente clamar a manera de súplica "queremos saber más".
Y ahora, para hacerle más amarga su despedida a López Obrador, la declaración difundida por el abogado de "El Mayo", donde el narcotráfico habla de que "no me entregue, me secuestraron" y que fue objeto de una emboscada para secuestrarlo, cuando aparentemente esperaba reunirse con Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y con Héctor Melesio Cuen Ojeda, político asesinado el dia de la detención del capo, han venido a darle mayor fuerza a los argumentos de la influencia de los cárteles y a las sospechas del control que el narcotráfico tiene en algunos gobiernos o regiones del país.
Hay que recordar la afirmación del 22 de marzo pasado por parte del secretario de Estado, Antony Blinken, quien en una audiencia ante un comité del Senado de Estados Unidos dijo: "Los carteles de la droga controlan partes de México", provocando un día después que desde la verborrea matutina de Palacio el presidente López Obrador levantara la voz y dijera "Eso es falso. No hay ningún lugar del territorio nacional en donde no haya presencia de la autoridad". Argumento -este último- que puede ser cierto, pero que esa autoridad no esté coludida -con su anuencia o bajo amenaza- por parte de la delincuencia organizada es lo cuestionable. Y lo que es más controvertible para la sociedad en general, es que la política de "abrazos, no balazos" no sea parte de un acuerdo desde las altas esferas de la 4a. Transformación hasta las cúpulas delincuenciales. Así que, como desde la cresta de Washington -de acuerdo a sus investigaciones- vienen las acusaciones de colusión entre algunas autoridades mexicanas y grupos de delincuentes, y cómo son capaces de detener a los capos con sus servicios de inteligencia -"sin abrazos y ni balazos"-, es probable que si hay "alguien" más involucrado con los cárteles, en estos momentos debe andar "con la cola entre las patas".
Daniel Rodríguez
El banco central estadounidense ha mantenido una política de altas tasas de interés para controlar la inflación, una estrategia que hasta ahora ha sido comunicada con la esperanza de calmar a los mercados. Sin embargo, los datos de la semana pasada mostraron un incremento inesperado en el desempleo, lo que provocó una fuerte reacción en los mercados financieros. El índice de posibilidad de una recesión en Estados Unidos aumentó al 35%, y el impacto no tardó en sentirse en México. La bolsa de valores mexicana y el 'súper peso' fueron testigos de una corrección significativa, rompiendo la barrera de los 20 pesos por dólar, lo que dejó claro que la estabilidad económica es más precaria de lo que muchos pensaban.
México, como una economía emergente, es particularmente vulnerable a los vaivenes de la economía global. Si bien el país ha logrado mantener una cierta estabilidad macroeconómica, gracias en parte a una política fiscal y monetaria prudente, los eventos recientes muestran que esta estabilidad es frágil.
Ismael del Toro Castro
Los encuestadores profesionales sabrán mejor cómo hacerlo, pero pienso que un ejercicio de opinión pública haría evidente el deseo de los mexicanos por seguir siendo una democracia en toda la extensión de la palabra, debería hacerse ya, antes de que los tribunales decidan otorgarle a Morena y sus aliados el 74% o más de los votos legislativos que no obtuvieron en las urnas, y que sin duda usarán para enquistarse en el poder hasta que la ruina del país sea la semilla de una nueva oposición.
Ricardo Elías, arquitecto y empresario
El presidente lo tiene muy claro, los ricos, los ricos verdaderamente ricos, las grandes fortunas de este país, comen de su mano. Por una sencilla razón: él los hizo más ricos. La tabla que mostró el presidente ayer en la mañanera es obscena, casi pornográfica: la fortuna de Carlos Slim creció 52.2% en el sexenio de López Obrador; fue uno de los contratistas consentidos. La de Germán Larrea 61.2%, incluyendo la compra de un derecho de vía que se supone que era nuestro. Ricardo Salinas Pliego, el mismo que [el gobierno dice que] debe impuestos, fue el beneficiado con la asignación directa de las tarjetas Bienestar cuando todavía era amigo del presidente; los Hank, descendientes del prototipo de la corrupción, del creador de la frase "un político pobre es un pobre político", ellos duplicaron su fortuna en los 6 años de López Obrador y fueron grandes beneficiarios de compra de seguros para el gobierno federal por asignación directa, y constructores de obra pública en el sureste del país y para la CFE.
Dice el presidente que le gustaría oír la opinión de estos personajes y no la del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios sobre la sobrerrepresentación en el congreso. No quedó claro si su opinión le interesa como ciudadanos, cuyo valor es idéntico al de cualquier otro grupo de mexicanos; si le interesa su opinión como inversionistas, es decir como grandes capitales capaces de hacer tambalear los mercados financieros, o como beneficiarios mayores y directos de la llamada 4T.
Si de algo podemos estar seguros es que a los grandes capitales les importa su futuro, y el futuro del país solo en la medida que comprometa el propio. En el derrumbe de la república de Weimar, cuando el gobierno de Hitler acabó con la vida democrática y las instituciones de ese país, sus cómplices fueron los grandes empresarios de la Alemania de entreguerras. Ahí, en el Reichstag, aplaudiendo las decisiones del futuro dictador estaba los dueños de Opel, Krupp, Siemens, Bayer, Telefunken, Agfa, Varta. No tuvieron inconveniente en cerrar el parlamento, ni en invadir Austria. Los grandes capitales iban en el mismo barco y el futuro de su riqueza estaba asegurada (la historia la narra maravillosamente bien Érik Vuillard en la novela histórica "Orden del día", editorial Tusquets, 2018). Todas las empresas sobrevivieron al fascismo.
El presidente que acuñó el lema de "por el bien de todos primero los pobres" tiene claro que los grandes capitales de este país están antes que todos, porque ellos representan poder. Entre poderosos no se leen las manos. El mensaje está claro: hoy los empresarios que importan están con él. Los mercados irán hablando cuando avancen las decisiones; los ricos verdaderamente ricos tienen sus propias vías de comunicación.
Diego Petersen Farah
El amigo Ken Salazar, el embajador estadounidense que siempre encontraba la manera de no confrontarse con el presidente López Obrador, emitió una declaración, hablando siempre a título personal, que cayó como bomba en el corazón de la 4T. "En mi experiencia de toda una vida apoyando el Estado de Derecho", dice, la reforma al poder judicial en México va a ser un desastre para la justicia, tendrá repercusiones en la confianza de los inversionistas y pondrá en riesgo la relación comercial entre México y Estados Unidos.
Lo amistoso no quita lo claridoso; el que avisa no traiciona. La declaración del embajador de Estados Unidos es una advertencia a tiempo de las implicaciones que tiene para la relación entre los 2 países la reforma y la manera en que ésta se está llevando a cabo. Es la forma y es el fondo y todo tienen consecuencias, advierte el amigo del sombrero texano.
El presidente López Obrador no va a escuchar al embajador estadounidense. Lo va a tratar con condescendencia, como lo ha hecho tantas veces con aquellos a los que teme o sabe que le pueden afectar, como es el caso de los narcos (siempre llamados por su nombre, jamás con un apodo, como hace con sus enemigos políticos), los grandes capitales, a quienes no toca ni con el pétalo de una declaración, o el mismo Donald Trump. Lo que dirá en las mañaneras es que respeta su opinión, pero no está ese acuerdo y seguirá adelante con su plan, como lo ha hecho siempre.
El mensaje es para Claudia Sheinbaum: si se aprueba la reforma habrá problemas en la relación y turbulencia económica. Si México se va por ese camino, el vecino del norte, el principal socio comercial tomará sus propias medidas. No es una declaración oficial, es una fraternal y diplomática advertencia.
El cabildeo de alto nivel está por comenzar. ¿Tiene la fuerza Claudia Sheinbaum para, digamos, ralentizar las reformas, para que se aprueben hasta que ella sea presidenta y con su visión? Las señales hasta ahora dicen que no. Ayer mismo los diputados morenistas avisaron que van también por la desaparición de los órganos autónomos en septiembre, cuando de acuerdo a lo dicho por la presidenta electa en junio la única agenda para el mes de despedida de López Obrador era la reforma judicial y 3 otras muy menores que ella proponía (la no reelección, apoyo a mujeres mayores de 60 y becas universales). Le están comiendo el mandado.
Cada día que pase hasta la toma de posesión de la nueva presidenta, los mercados van a presionar y los radicales de Morena también. De cómo transite estos 40 días, más largos que la cuaresma, depende de que Sheinbaum comience un gobierno con crisis financiera, con crisis política con Morena o con ambas. El equilibrio es cada día más complejo.
Diego Petersen Farah
Si se concreta lo que deberíamos llamar ya un golpe a la democracia, todavía quedarían importantes resistencias. En 1er. lugar, la resistencia de los mercados que ya han comenzado a reaccionar. La paridad de nuestra moneda, por ejemplo, se encuentra por rebasar la barrera de los 20 pesos por dólar. Por otro lado, se encuentra la resistencia de Estados Unidos. Como sabemos, ya se han hecho pronunciamientos por parte de empresarios, sociedad civil y gobernantes de ese país contra las repercusiones de la reforma judicial y de la que intenta desmembrar la infraestructura de organismos autónomos. Finalmente, el carácter autoritario de las reformas propuestas por el grupo gobernante es de tal calado que seguramente convocará la resistencia de la sociedad civil organizada, quizás como nunca antes en la historia.
Esto incluiría al sector empresarial y a los medios de comunicación masiva. Estos últimos -que hasta ahora han convalidado la voluntad presidencial- estarían más que nunca a merced de decisiones caprichosas del poder. Su precariedad sería evidente.
Pronto sabremos hacia dónde va México.
Gustavo de Hoyos Walther
Hoy quiero recordar las frases de 2 ex presidentes, que muchos -y me incluyo- tildamos de locos cuando las pronunciaron, pero el tiempo les ha dado la razón.
"Es un peligro para México", fue el eslogan de la campaña presidencial de 2006 de Felipe Calderón, quien así alertaba ante la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador ganara la elección.
Para Enrique Peña Nieto, la preocupación era clara: si AMLO llega a la Presidencia, México podría retroceder, padecer una crisis social y económica parecida a la que se vive actualmente en Venezuela.
"Han dicho que es muy parecido, que su fórmula es muy parecida y que les preocupa que, el día de mañana, ese discurso (de López Obrador) prospere; que el día de mañana, México, en vez de avanzar, como ha ocurrido en los últimos 25 años, se parezca a lo que hoy es Venezuela", advirtió el presidente priista.
Hoy, a 6 semanas de que finalice su gobierno, Andrés Manuel López Obrador ha demostrado sólidamente que sí era un peligro para México, como alertaba Calderón. Y que la preocupación de Peña Nieto estaba fincada en un temor real; hoy México se encuentra en franco retroceso y cada día más parecido a lo que es Venezuela.
Lo de ayer no fue sólo un #ViernesNegro, como se manejó en Twitter o X; lo de ayer fue un paso a la dictadura; al abismo, del que todo apunta no habrá regreso, al menos no en el corto tiempo.
Ayer, de un plumazo, la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso de la Unión desapareció a 7 órganos autónomos; la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece); el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval); la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH); la Comisión Reguladora de Energía (CRE); el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), y órganos autónomos de los estados.
Ayer, los diputados eliminaron contrapesos que son necesarios para el equilibrio en los países desarrollados y las democracias.
Dejarán de existir organismos que se construyeron con mucho esfuerzo a lo largo de los últimos 30 años y que en su momento significaron batallas ganadas para la oposición, para la izquierda, y para los mexicanos que exigían figuras que se encargaran de defender los derechos humanos, mejorar la educación, y la rendición de cuentas, entre otros.
Paradójicamente, muchos de los que hoy celebran su pírrico triunfo con la erradicación de los órganos autónomos fueron protagonistas de esas batallas conquistadas. Pero ha quedado claro que lo suyo no eran principios ideológicos sino una sucia ambición de llegar al poder. No buscaban limitar al gobierno, buscaban ser parte y perpetuarse en él. Tan mezquinos y pusilánimes como su Tlatoani, quien ya pronto se irá a su rancho del que nunca debió salir.
Pero sin duda el golpe más fuerte lo asestó el Instituto Nacional Electoral (INE), no el que una marea rosa salió a las calles entusiasta a defender el año pasado, sino el de Andrés Manuel López Obrador y su lacaya Guadalupe Taddei, quien a eso llegó al órgano electoral, a hacer el trabajo sucio y cumplir a pie juntillas todas las solicitudes del presidente.
Ayer también, el Consejo General del Instituto Electoral aprobó con 8 votos a favor y 3 en contra, la distribución de diputaciones federales plurinominales, que otorga a Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) una sobrerrepresentación de 364 de las 500 curules a partir del 1 de septiembre.
En total, Morena tendrá 236 diputaciones; el PVEM 77; en tanto que al PT se le asignarían 51 curules. Mientras que de la oposición, el PAN alcanzará 72 legisladores, el PRI 35, PRD 1, Movimiento Ciudadano 27 y habrá una legisladora independiente.
Con esta cantidad de legisladores, Morena y aliados tendrán la mayoría calificada en la Cámara de Diputados durante los próximos 3 años y podrán aprobar reformas constitucionales sin consultar a la oposición.
El INE también aprobó por unanimidad la nueva integración del Senado de la República, por lo que Morena, PVEM y PT tendrán 83 legisladores.
Del total de 128 senadores, Morena tendrá 60 senadores, el PVEM 14 y PT 9, mientras que el PAN tendrá 22, el PRI 16, Movimiento Ciudadano 5 y PRD 2.
Morena y aliados no alcanzan la mayoría calificada, ya que les faltaron 3 senadores para obtenerla.
México habrá de regresar a un régimen de partido único, en donde un todopoderoso escondido bajo las faldas de la primera mujer presidenta de este país seguirá al mando, mientras la doctora y científica que ganó la contienda electoral desempeñará un humillante papel como encargada de despacho.
La división de poderes está a nada de desaparecer. El Legislativo estará entregado a lo que dictará el Ejecutivo, en tanto que la aprobación de la reforma al Poder Judicial garantizará la sumisión de este.
"El problema de la reforma judicial no radica en que la elección popular de jueces y juezas otorgue 'demasiado' poder a la población. El problema, por el contrario, es que la elección popular de autoridades judiciales, filtrada por intereses políticos, debilitaría la protección de los derechos humanos y la seguridad, dejando a las personas expuestas a la impunidad y el abuso", alertó Stephanie Brewer, directora para México de WOLA, organización de derechos humanos estadounidense.
Una sorpresiva declaración fue la del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien fijó una dura e inédita posición al asegurar que, tal como está planteada, la reforma judicial amenaza la relación comercial entre ambos países. Además, apuntó que la elección directa y política de los jueces no resuelve el problema de la corrupción ni fortalecerá al Poder Judicial, y abre la puerta para que los nombre el crimen organizado.
Ayer, pues, retrocedimos. Ayer nos perdimos. Ayer perdimos lo logrado con una alternancia, buena o mala. Dependerá de todos nosotros y de las generaciones futuras sacar esto adelante.
Tenía razón Peña Nieto al desconfiar de la narrativa de López Obrador. En una entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva en 2017, le confesó: "El problema es que en este tipo de discursos nunca se dice exactamente cómo se van a resolver los problemas, y eso, al final, termina matando iniciativas, termina matando instituciones, termina destruyendo democracias, termina cancelando a los opositores a ese gobierno".
Por último, sentenció: "No seré yo, sino los mexicanos y nuestra democracia los que decidan qué futuro quieren para México".
Salvador Cosío Gaona
En cualquier momento se puede despertar el México bronco y bárbaro y volvernos a enfrascar en guerras civiles, como fue en tiempos de la Reforma, la Revolución Mexicana o la denominada Guerra Cristera.
A pesar de que muchos analistas descartan una nueva posible guerra civil en México, los ingredientes se están acomodando para que el enfrentamiento, la rebeldía y la insurrección puedan manifestarse de nuevo. Algunos señalan que el actual gobierno le ha echado mucha leña al fuego y está poniendo en riesgo la estabilidad, por sobre todo, calentando siempre los ánimos con los grupos opositores y provocando que aumente el enojo y la discordia.
Por otro lado, sí estamos viviendo un país de violencia, entre grupos con múltiples intereses, unos legales y económicos y otros de plano totalmente ilegales.
Ciertamente, hay muchos factores en juego y zonas del país al borde de la intolerancia y la determinación de linchar a los enemigos del pueblo y desobedecer las leyes.
Al menos nos queda claro que los actuales opositores al gobierno actual hacen sus manifestaciones de inconformidad sin asomo de violencia y en tonos de paz; pero eso no necesariamente estará todo el tiempo vigente, pues si le siguen apretando el cogote al México bárbaro, bien puede reaparecer el pueblo bronco y bélico, que sí estará dispuesto a todo con tal de defender al México en el que creen.
Tal y como reza el Himno Nacional: “Un soldado en cada hijo te dio”.
Guillermo Dellamary
El país se encamina a una autocracia y en el horizonte se asoma inmediato el poder en una sola persona, el poder legislativo al servicio de los deseos y ánimos del ejecutivo y un poder judicial de competentes, incompetentes e ignorantes, pero al servicio de quien gobierne, de los caciques, de quien tenga dinero y de quien además tenga armas.
No habrá certidumbre jurídica y los inversionistas, salvo quienes trabajan en países como Afganistán, Irán, o naciones africanas controladas por warlords, se asustarán y quizás prefieran instalarse en Texas y Vietnam, que hoy son los ganadores del nearshoring. Ya no habrá órganos autónomos, con lo cual nos denunciarán en los paneles del tratado comercial norteamericano, y eventualmente, ante la pérdida de ventajas competitivas y sin agua ni energía eficiente, cancelen el acuerdo.
El poder lo va a tener la presidenta Claudia Sheinbaum, pero la fuerza la tendrá el Ejército, que es el diseño que le heredará el presidente Andrés Manuel López Obrador, y no puede modificarlo, cuando menos por ahora. Cada vez nos pareceremos más a la Venezuela de Hugo Chávez, que también utilizó la democracia para destruirla, pero Sheinbaum no tiene la ascendencia del comandante venezolano sobre sus fuerzas armadas, y al contrario, hay mutuas desconfianzas. No habrá un gobierno bicéfalo, pero sí estará acotado, y de alguna manera sutilmente amenazado por ellas, para no salirse de la pista del 1er. piso obradorista y del 2o. piso al que ella se ha comprometido.
Se puede debatir el tipo de régimen que se está construyendo, pero están claros los pilares de una autocracia, en un mundo totalmente diferente al que teníamos hace medio siglo y donde las libertades ya no serán un derecho institucional, aunque así lo diga la carta magna, sino que serán dispensadas, al igual que la ley, por Sheinbaum.
La próxima presidenta dice que no será así, pero la realidad es que la arquitectura que se está levantando está sepultando la democracia. En el fondo, ni ella ni López Obrador han tenido el coraje o la creatividad para argumentar racionalmente, como China o Rusia, que la democracia occidental no es el camino del desarrollo.
Para quienes creemos en los valores occidentales de la democracia, lo que está pasando en México es una tragedia. Años de luchas por abrir el sistema cerrado en el que vivíamos donde la izquierda fue un actor muy importante, para avanzar hacia un sistema democrático, habrán sido demolidos sin que se haya podido consolidar por las mezquindades y complicidades de los líderes de los partidos que solo querían poder y dinero y la sumisión de los órganos electorales al presidente.
Esta es nuestra realidad. La mayoría de los mexicanos quieren una autocracia, los que no entienden de qué se trata, los que sí saben y quieren lo que viene, los tontos útiles -que abundan en la neoderecha disfrazada de izquierda panfletaria-, y otros más porque les permite vivir sin trabajar. A muchos les asusta lo que puede venir y les preocupa. Unos empacaron y ya se fueron de México porque tienen dinero para hacerlo; otros quisieran pero no pueden, y los más rumian lo que ven que está logrando López Obrador.
Honestamente, llevamos años de declive de nuestros valores democráticos, y hubo quien lo vio y no supo qué hacer para revertirlo; a otros no les importó porque pensaban que le arrebatarían a Morena la Presidencia. En cualquier caso, contribuyeron a anidar el huevo autocrático de López Obrador.
Raymundo Riva Palacio
La desaparición de organismos autónomos envía una señal de alarma a los inversionistas extranjeros. México ha sido históricamente un destino atractivo para las inversiones debido a la existencia de un marco regulatorio estable y confiable. Sin reglas claras y actores imparciales, las empresas extranjeras reconsiderarán invertir en un país donde la posibilidad de favoritismos y monopolios se incrementa. Y cuando las inversiones se alejan, los empleos también lo hacen.
A esto se suma la fuga de capitales nacionales. Los empresarios mexicanos no son inmunes a la incertidumbre política. Si el entorno se percibe como inestable o riesgoso, buscarán otras plazas más seguras para sus inversiones.
En cuanto a la reforma judicial, la propuesta de elegir jueces y magistrados mediante voto popular es una receta para la politización de la justicia. Los jueces no deben responder a intereses electorales, sino a la ley. Permitir que estos cargos sean decididos por votaciones populares abre la puerta a que los jueces se alineen con agendas políticas, comprometidos más con su electorado que con la impartición imparcial de justicia.
Este tipo de cambios drásticos también pueden tener repercusiones internacionales. El T-MEC exige la existencia de organismos autónomos que supervisen sectores estratégicos como la competencia económica y la protección de datos. Ignorar estas obligaciones podría llevar a disputas comerciales con Estados Unidos y Canadá, nuestros principales socios comerciales. Las consecuencias económicas de una fractura en estas relaciones serían enormes, especialmente en sectores como la manufactura y la agricultura, que dependen en gran medida de las exportaciones a estos mercados.
Finalmente, estas reformas afectarán directamente el nivel de vida de los ciudadanos. Menos inversión significa menos empleos, salarios más bajos y una reducción en la calidad de vida. Los programas sociales, que son la piedra angular de la administración actual, se verán afectados por la disminución de ingresos fiscales, y la concentración del poder solo exacerbará la desigualdad y la pobreza.
México no necesita más poder centralizado, ni jueces que deban responder a las urnas. Lo que necesita es un sistema que fomente la confianza, que atraiga inversiones y que garantice la independencia de sus instituciones. Las reformas propuestas, lejos de fortalecer al país, lo debilitan, exponiéndolo a riesgos innecesarios y peligrosos. Es momento de reflexionar sobre las consecuencias de estos cambios y exigir que el gobierno priorice la estabilidad económica y social por encima de los intereses políticos.
Sin pruebas, ni dudas
México a partir de la terrible crisis de 1982, buscó lograr construir un camino de modernización, primero económica y posteriormente forzados por las circunstancias, una modernización política. A finales del sexenio del presidente López Portillo, descarriló a México con un excesivo control sobre la economía, un enorme gasto público financiado con deuda y más deuda.
El resultado fue una terrible caída del PIB, el hundimiento del tipo de cambio que pasó de 46 pesos a 148 y una explosiva inflación que alcanzó los 3 dígitos.
El presidente López Portillo cerró su gobierno con la estatización de la banca, es decir, con la compra forzosa de parte del gobierno de todos los bancos privados de México, con el cuento de que eso cortaría la salida de capitales del país y contendría así, la depreciación del peso. El presidente expropió la banca comercial y el peso siguió hundiéndose.
De 1982 a 1994, con muchos problemas y no exentos de excesos y escándalos, los gobiernos de México optaron un modelo de modernización económica que requería de una modernización y apertura política. La cúspide de esta apuesta es precisamente la entrada en vigor en 1994 del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.
Dicho tratado no solo le abría a nuestro país los mercados de las grandes economías del norte, sino que forzaron que México creara algunas de sus instituciones autónomas que le permitirían aspirar a convertirse algún día, en una nación moderna.
Así es como se dio la autonomía del Banco de México en 1994, la que ha permitido que nuestro país efectivamente pudiera luchar contra la inflación y pasar así de una tasa de crecimiento de los precios del 187% en 1987, a una del 4%.
Así también se crearon las instituciones autónomas que hoy se esfuerza por desaparecer el presidente López Obrador. La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) o el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Para que una economía se modernice, necesita crear las condiciones para que funcionen los mercados. Y México durante mucho tiempo, sobre todo en los años de dominio del PRI, la mayoría de los sectores estratégicos los mantenía en mercados controlados. Ya fuera para la explotación de las empresas públicas como la CFE o Pemex, o para los empresarios amigos de la Revolución que les tenían condiciones privilegiadas para que explotaran con concesiones y permisos, tal o cual mercado.
Al final, al abrir la economía al comercio externo, se nos exigía que el país tuviera mercados funcionales para todos los capitales, nacionales y extranjeros. No solamente buenos para los empresarios consentidos de la Revolución, sino para todos.
La creación de estas instituciones entonces servía para garantizar a cualquier inversionista que las decisiones de cómo se regularía tal o cual sector, siempre se tomarían con base en cuestiones técnicas o de maximización del bienestar social. No con base en los amigos o conocidos que tuviera el empresario.
Por eso, ahora que tanto López Obrador como la presidenta electa Claudia Sheinbaum aseguran que dichos organismos desaparecerán para "ahorrar dinero" y que sus funciones no se perderán porque serán absorbidas por secretarías de estado, resulta ridículo.
El mensaje para los inversionistas, nacionales y extranjeros será que el proyecto modernizador en lo económico del país que inició en las cenizas de la crisis del 82 se ha terminado. La existencia de mercados más o menos libres ya no está garantizada y la prioridad siempre la tendrán los criterios políticos, antes que los técnicos o económicos.
Es por lo que, al inicio del arranque del gobierno de Sheinbaum, de concretarse esta tragedia, bien podemos despedirnos del nearshoring como la palanca que logrará que este país crezca a tasas superiores al mediocre 2%.
¿Qué seguirá después?, ¿el INE, el Banco de México?
Israel Macías López
Lo intentaron con políticos, con financieros, con economistas. Con funcionarios de carrera honestos y con otros de mala fama. Lo intentaron con especialistas en energía, con empresarios con visión de mercado y hasta con un agrónomo. Todos fracasaron en sacar a Pemex del hoyo.
Por eso, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que un académico será el próximo director general de Pemex, el nombramiento tuvo una recepción amable. Lo va a intentar con un académico: Víctor Rodríguez Padilla, maestro y doctor en Energía, con postdoctorados y varios galardones nacionales e internacionales.
El problema fue que en su 1a. comparecencia ante los medios de comunicación, el futuro director general de Pemex mostró un preocupante diagnóstico sobre la empresa petrolera que va a dirigir. En contra de lo que dicen los analistas, los especialistas, los inversionistas, los académicos, los proveedores, los ingenieros petroleros, las empresas internacionales, las calificadoras de riesgo y los bancos de inversión, dijo que Pemex "no está tan mal como piensan". Que es una exageración de la prensa (y por ende, de todos los enlistados anteriormente).
La declaración ya era para levantar las cejas. Súmele que se trepó al tren de la narrativa favorita del régimen: todo es culpa del modelo neoliberal del pasado. Y ya para rematar, dijo textualmente: "En los últimos 6 años hemos rescatado a Petróleos Mexicanos".
¿Ese es realmente el diagnóstico con el que entra la administración Sheinbaum? ¿El gobierno de los científicos también adopta el modelo de los otros datos? No se puede curar a un enfermo sin un buen diagnóstico. Y Pemex es un enfermo casi terminal. Las primeras palabras del futuro director de Pemex no parecen las de un funcionario conocedor y profesional, son más como la arenga político-motivacional de un animador del club de los optimistas.
El doctor Rodríguez presumió que en este sexenio se aumentó la producción de petróleo de 1.6 millones de barriles al día a 1.8. Lo que no dijo es que este aumento fue de 2020 a 2023, porque en 2018 estaba en los mismos 1.8 y lo llegaron a bajar al 1.6. Tampoco confesó que la promesa del presidente era llegar a producir 2.6 millones.
Por si fuera poco, el futuro director general de Pemex declaró que se redujo significativamente la deuda de Pemex. Para que le salieran las cifras: infló artificialmente la deuda recibida. Maquilló las cifras, pues. En realidad, en este sexenio la deuda se redujo apenas en 5%, a pesar de que el gobierno le inyectó 2 billones de pesos (equivalentes al 100% de su deuda). No dijo nada del dinero que se tiró a la basura. No dijo que la refinería de Dos Bocas costó más del doble de lo presupuestado, que demoró casi el triple del tiempo en hacerse y aún no funciona.
Y mientras el futuro director pintaba este panorama, invertir en Pemex es considerado internacionalmente como un peldaño antes de tirar el dinero, un peldaño antes de los "bonos basura".
Lástima. Su diagnóstico deslava cualquier optimismo que haya despertado su nombramiento.
Carlos Loret de Mola A.
Saliendo del campo de la comunicación, en términos económicos, los resultados han sido mixtos. Si bien se ha logrado cierta estabilidad macroeconómica, el crecimiento ha sido moderado y, en algunos sectores, incluso se ha estancado. La inversión privada ha mostrado signos de debilidad, por ejemplo, la cancelación de grandes proyectos de infraestructura, resultado sobre todo en los últimos días, por la incertidumbre que generan algunas decisiones del gobierno en torno a la estabilidad política e institucional del país. A ello se suma que la inflación ha golpeado con fuerza a las clases medias y bajas, erosionando el poder adquisitivo de muchos mexicanos. A pesar de estos retos, la economía mexicana ha mostrado cierta resiliencia, en parte gracias a la fortaleza de las remesas, que han alcanzado niveles récord durante el sexenio.
En cuanto a la seguridad, el panorama sigue siendo sombrío. A pesar de la creación de la Guardia Nacional y los esfuerzos por combatir el crimen organizado, los niveles de violencia continúan siendo alarmantes. Las tasas de homicidios y desapariciones forzadas se mantienen altas, hechos que cuestionan la eficacia de la estrategia de "abrazos, no balazos" impulsada por AMLO desde el inicio de su sexenio.
Otro aspecto que ha generado controversia es la fuerte polarización política y social. Si bien AMLO ha mantenido un fuerte respaldo popular, también ha sido objeto de una fuerte oposición. Su estilo confrontacional y su tendencia a descalificar a quienes lo critican han contribuido a una creciente división en la sociedad mexicana. De seguir esta polarización podría tener graves consecuencias, como brotes de violencia comunitaria, asimismo, merma la disposición de los grupos sociales para construir los consensos indispensables para enfrentar los retos que México tiene por delante.
Sí, el gobierno que se despide deja logros importantes, entre ellos, la ampliación de los programas sociales y el incremento del salario mínimo, y también deja deudas profundas, como mejorar la seguridad y la paz social. Sin duda, la pregunta de si México está mejor que antes, será objeto de debate y análisis en los próximos años, de cara a la transición, se avecinan decisiones políticas como la aprobación del famoso Plan C, y brindar certidumbre política y social a los inversionistas para evitar salidas importantes de capitales en el último tramo de gobierno, ¿con qué tendrá que maniobrar la próxima presidenta de México? Ese es un escenario que se siembra con cada decisión que realice el presidente en los últimos 30 días de su gobierno.
Ismael del Toro Castro
Es inminente el cambio de régimen político en México apuntalado por las fuerzas armadas y en amasiato con el crimen organizado.
La experiencia internacional muestra que, cuando se pierde la independencia del árbitro electoral y de los jueces, y se legaliza la amenaza a la privación de la libertad por cualquier motivo, las inversiones huyen.
El T-MEC nos ha permitido el acceso a los más grandes mercados, podemos comprar toda variedad de bienes provenientes de todo el mundo a precios bajos, y ha sido pieza clave del desarrollo de México.
El contenido de las reformas del Plan C violenta el Tratado. Cuando se apruebe la reforma judicial y las otras estupidas iniciativas, ¿cuánto tiempo le tomará a nuestros socios llamar a cuentas a México? ¿Serán suficientes las violaciones para que esos países prefieran cortar por lo sano y abandonar el tratado?¿Qué consecuencias podría tener este rompimiento?
Devaluación del peso, cancelación de inversiones extranjeras y nacionales, desempleo, empobrecimiento del país.
¿Le es tan difícil a Sheimbaum entenderlo? ¿Por qué tirar todo por la borda? ¿Por qué empezar con derrotas su presidencia?...
Enrique Cárdenas
El presidente está feliz. Tiene un mes con mayoría constitucional en el Congreso de la Unión para hacer lo que quiera. Todo lo que no pudo hacer a lo largo de casi 6 años, ahora tiene un mes completo para hacerlo. ¿Cuántas reformas se pueden hacer en un mes? Las que quiera el presidente, es cosa de desearlo para que se cumpla. El problema lo tiene Claudia Sheinbaum, quien deberá afrontar las consecuencias de cada una de las reformas y cada una de las decisiones del presidente.
No deja de ser paradójico y al mismo tiempo simbólico que el presidente del gabinete más chilango y más unamita de la historia (nunca habíamos tenido tantos secretarios de la Ciudad de México y tantos de la UNAM como los nombrados por Sheinbaum) enfrente un movimiento estudiantil que nació en la UNAM y que contagió a varias universidades privadas.
Hoy la única oposición real son los estudiantes en la calle y particularmente los de la UNAM. Claudia Sheinbaum viene del movimiento estudiantil de 1986 en la UNAM, el CEU, y sabe perfectamente lo que significa políticamente que los estudiantes estén en la calle. No puede desoírlos, pero tampoco ponerse enfrente al carro de la montaña rusa de la 4T, frenético descenso y con el presidente en el primer asiento.
No deja de ser significativo que la presidenta electa haya decidido tomar vacaciones de 3 días justo cuando la reforma judicial será aprobada en el congreso. Más allá de que necesita tomar distancia del presidente, que no la deja ni a sol ni a sombra, es evidente que ella no quiere estar en el momento en que se apruebe la reforma judicial, no porque no esté de acuerdo en lo general, sino para no tener que dar la cara por una reforma cuyo contenido es en gran medida una venganza personal de López Obrador.
Diego Petersen Farah
El gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador y aun el que dirija Claudia Sheinbaum Pardo, presumen una serie de cambios estructurales y de uso del presupuesto que, quizá, suavicen la situación para el sector más vulnerable de la población, especialmente los adultos mayores, pero que no ha resuelto ni siquiera en principio, la problemática fundamental.
El presidente, que ha gobernado desde "la mañanera", estableció una clara polarización social y a pesar de sus "otros datos" no mejoró la salud pública, no pacificó al país, no impulsó la educación básica (en el sector educativo la reducción presupuestal fue permanente) y pese a la gran aceptación de los programas sociales, deja en entredicho la economía nacional y las finanzas públicas que recibirá su sucesora.
La "4a.Transformación" hasta el término del sexenio lopezobradorista no ha generado los cambios sociales y de fondo.
Sí ha evidenciado, por otra parte, la crisis del sistema de partidos, pero se ha creado uno nuevo y dominante (Morena) que es el receptor de todos los políticos profesionales que pretenden mantener sus espacios de poder e influencia.
La herencia que deja el presidente López Obrador es el desmantelamiento de las instituciones que se crearon en los últimos 30 años.
Adicionalmente, siguió la tendencia iniciada en el sexenio de Enrique Peña Nieto para concentrar el poder y el control del presupuesto en el gobierno central, debilitando el federalismo.
¿Y la transformación? Es parte de los "otros datos".
Jorge Octavio Navarro
Los morenistas quieren regalarle al presidente López Obrador la mayor cantidad de reformas posibles en el mes de septiembre. A Claudia Sheinbaum, en cambio, le entregarán un país convulso.
Quien debería estar pensando en la estabilidad y la tranquilidad del país, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, está feliz convertida en una agitadora de mitin en lugar de estar pensando la gobernabilidad. Nadie está viendo el futuro: diputados, senadores, secretarios, gobernadores morenistas siguen en la borrachera del triunfo viendo quién saca más agua del pozo del presente.
La gobernabilidad y la estabilidad económica están prendidas con alfileres, para usar la metáfora de 1994: el tipo de cambio está presionado; hay amenazas reales al Tratado de Libre Comercio y una relación innecesariamente tensa con los socios, Estados Unidos y Canadá; los estudiantes y los trabajadores del Poder Judicial están en las calles; el crimen organizado, concretamente el cartel de Sinaloa, está en un proceso de recomposición que puede generar un incremento en la violencia; delitos como asesinato, desaparición y extorsión están al alza, particularmente en estados como Chiapas y Guerrero. Tenemos, pues, un escenario que se puede descomponer fácilmente y eso no parece estar en la mente ni de un presidente decidido a hacer su transformación, cueste lo que cueste, ni de un equipo de gobierno preocupado en acomodarse para el próximo sexenio, ni de un partido mayoritario concentrado en cobrar viejas facturas más que en gestionar el poder que hoy tienen.
El sentimiento de continuidad es tan grande que estamos frente a la entrega recepción más desaseada de la historia. Aunque es imposible saberlo con exactitud, estimaciones de personas cercanas a la transición calculan que cerca de la mitad de las dependencias no han entregado información o no suficiente para un cambio de administración. No hay conciencia de que el 2o. piso de la transformación, para usar su propia metáfora, lo hará una constructora distinta o se trata solo un cambio de gerente o intendente de obra.
Una parte de la actitud displicente la explica el triunfo arrollador: los morenistas sienten que no tienen que rendirle cuentas a nadie, y menos a los de su propio partido. La otra parte, sin duda la mayor, tiene su explicación en que el presidente está más preocupado por seguir ejerciendo el poder hasta el último segundo que por entregarlo correctamente. López Obrador no deja de ver a Claudia Sheinbaum como una extensión de sí mismo. La piensa como la más destacada de sus seguidoras, no como la presidenta electa a quien debe una entrega puntual y controlada del poder.
El próximo 1o.de octubre Claudia Sheinbaum se va a sentar en una silla presidencial que será un verdadero polvorín.
Diego Petersen Farah
Hoy por hoy, la Suprema Corte de Justicia de la Nación sigue resolviendo casos desde su autonomía e independencia de los otros 2 poderes. A pesar de la amenaza de ser capturada precisamente a través de la reforma judicial, la SCJN puede aún desechar cualquier reforma inconstitucional y seguramente lo hará.
Finalmente, se encuentra el obstáculo de la realidad económica y política. Los inversionistas nacionales y extranjeros tienen mucho que decir sobre la reforma constitucional del obradorato. Si esta llegara a aprobarse por el Congreso de la Unión y 17 o más congresos locales, podríamos ser testigos de la madre de todas las fugas de capitales. Todos esperamos que no haya que llegar hasta ese límite para que se actúe con responsabilidad y con grandeza republicana. Aún estamos a tiempo antes de cruzar un Rubicón del cual quizás ya no haya regreso. Pero sépase que quienes buscan llevar a México hacia una ruta tiránica tendrán que verse con una oposición política reforzada por una sociedad civil cada vez más potente, cómo nos lo han demostrado los estudiantes y los trabajadores del poder judicial. El oficialismo no quiere ver en pie de lucha al mejor México: el que quiere preservar y mejorar nuestro pacto republicano.
Gustavo de Hoyos Walther
Una semana antes de que Claudia Sheinbaum ganara las elecciones presidenciales, el dólar estaba en 16.70. Su triunfo con tan amplio margen, la sobrerrepresentación que regaló una supermayoría artificial a Morena y aliados, y el plan de la dupla AMLO-Sheinbaum para reformar el Poder Judicial tienen al dólar arriba de 20 pesos.
Claudia Sheinbaum entra al poder como la presidenta del dólar a 20 pesos. Ese estigma ya no se le quita. Su llegada al poder implicó una devaluación de 20%.
Encima, la mentada reforma ha tensado las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, abre la puerta a litigios en el marco del TMEC, avizora una posición desventajosa para México en la renegociación de este tratado en 2026 y ha encendido los focos rojos en calificadoras, bancos y fondos de inversión que están recomendando cautela antes de apostar por México.
Todo esto es culpa de él y de ella, de AMLO y de Sheinbaum, por el capricho de la reforma judicial. El dólar, el TMEC, los focos rojos... ninguno de estos factores ensombrecía el cielo económico. Es un castigo autoinflingido... en el peor momento.
El presidente saliente y la presidenta entrante están arriesgando la confianza en la economía mexicana en un momento en que la economía mexicana está en franco estancamiento, y camina peligrosamente a la recesión. Todos los datos que se han publicado en los últimos días apuntan a esa dirección: PIB, inversión, empleo formal estancado, consumo, IGAE. Lo que no está en números rojos está en cero. Literalmente.
Lo que viene es un efecto dominó: si la economía crece menos, las empresas pagan menos impuestos, el gobierno recibe menos ingresos, pero tiene todos los compromisos de gasto heredados de López Obrador (programas sociales, Tren Maya, AIFA, Dos Bocas, etc.). AMLO se va dejando un déficit de 6% del PIB. Si Sheinbaum no recorta gastos y por la falta de ingresos genera que aumente ese déficit, México corre el riesgo de perder el grado de inversión, y eso derivaría un peor escenario económico, desatando un círculo vicioso de efectos dramáticos.
Este peligro existe independientemente de la reforma judicial. La reforma sólo lo agudiza. Es asombroso que el presidente y la presidenta electa no parezcan preocupados por esto.
Claudia Sheinbaum entra al poder obligada a recortar los gastos del obradorato. ¿Lo hará? ¿Cómo reaccionará el presidente saliente si ve que se cierra la llave a sus proyectos emblemáticos, desde los más justos hasta los más ridículos? ¿Se animará ella aunque esto la ponga en ruta de tensión con su mentor?
Y encima está el desprestigio internacional. El aval de Sheinbaum a la reforma judicial ha manchado su imagen internacional. Del buen ánimo que generó que en México llegaba a la Presidencia una mujer, científica, ambientalista, con mirada internacional, pasamos a la preocupación porque México ha emprendido la ruta de las autocracias, de las dictaduras.
Así que la reforma al Poder Judicial tiene a México al borde de una doble crisis: política y económica. ¿Así se quiere estrenar la próxima presidenta, si ni siquiera tiene los votos?
Carlos Loret de Mola A.
Lo que estamos atestiguando estos días nos permite ver el México que fue y asomarnos al México que viene donde el poder se usa sin escrúpulo ni pudor, con prepotencia y fuerza para satisfacer a quien despache en Palacio Nacional.
Raymundo Riva Palacio
Imposible exagerar el nivel de deterioro que sufre este país.
El criminal gobierno que encabeza un desquiciado no sólo permitió el crecimiento del crimen organizado, del que muchos parecen ser socios, también abandonó a los mexicanos a su suerte durante la pandemia, destruyó el sistema de salud, canceló programas de apoyo a los más necesitados, vulneró las finanzas públicas y ahora elimina cualquier posibilidad de discusión democrática en el país.
Aunque superficialmente podría pensarse que se trata de una regresión al sistema político del siglo 20, la hegemonía priista, el asunto es mucho peor.
Como en esa época, un solo partido (con 3 personalidades ficticias) tiene supermayorías en las cámaras; como entonces, gobiernan más de 2 terceras partes de las entidades federativas; han devuelto al poder central atribuciones que se habían descentralizado para permitir un mejor funcionamiento.
A diferencia de entonces, ahora no es disciplina lo que muestran, sino abyección; no hay 3 sectores que moderan al presidente en turno, no hay experiencia acumulada ni funcionariado para aplicar políticas públicas, no hay sino la voluntad de un solo hombre que, desafortunadamente, está desquiciado.
Pascal Beltrán del Río ha equiparado lo que ocurre hoy con el establecimiento de las Siete Leyes de Santa Anna, y en esta columna habíamos comentado, hace años, que el proceso que veíamos no parecía similar al vivido bajo Calles o Cárdenas, sino precisamente nos devolvía a los tiempos turbulentos de un caudillo populista e irresponsable, es decir, de Santa Anna.
Tal vez lo ocurrido en el Senado el día de ayer pueda ilustrar el tamaño del problema que enfrentamos: traiciones, persecuciones a legisladores, irrupción de manifestantes, todo alrededor del intento de sacar, a como dé lugar, una reforma que no ayuda en nada, sino que sólo sirve para engrandecer el ego del desquiciado.
Impulsada por casi un centenar de emasculados, y eso sin faltar el respeto al género que decidan adoptar: es nada más darle un nombre a la falta de enjundia que caracteriza a la tribu de abyectos.
Y es que no es fácil encontrarle sentido a lo que ocurre. Es, insisto, un deterioro generalizado impulsado por un solo hombre que ya no tiene control de sí mismo, arropado por individuos de muy baja ralea, que ven en él la oportunidad que jamás habrían encontrado por sí mismos, que además aprovecha la desidia y abandono generalizado de los mexicanos, que ciudadanos no son. Millones de personas que se sumaron por un puñado de monedas, o por un saco de mínimas venganzas, resentimientos, envidias.
Esos viejos rencores de quienes siempre se sintieron menospreciados.
Es sobre ellos, necesitados y rencorosos, sobre los que el desquiciado construyó el poder que ahora pone en riesgo al país entero.
Los problemas de México no son nuevos, ni van a resolverse pronto. Nosotros encarnamos esos problemas.Nosotros, que no somos capaces de someternos a unas reglas mínimas de convivencia, sino que siempre buscamos la forma de aprovecharnos.
Somos nosotros mismos los que hemos hecho fracasar a un país que hoy debía ser rico, democrático y justo. Pero no puede serlo porque somos nosotros mismos el obstáculo.
Hoy nos vemos en el espejo que nosotros mismos construimos: con un sistema educativo adoctrinador, con el torcimiento continuo de las reglas en nuestro beneficio, con el ojo cerrado a los defectos de los demás a cambio de obtener lo mismo para nosotros. Porque es cierto que nuestro lema es "el que no transa no avanza".
Si algo bueno puede esperarse, es que este mes de septiembre sea el sótano sobre el cual podamos empezar a construir algo distinto. Que nuestra caricatura, nuestro ridículo, el adefesio que es nuestra política, produzca en nosotros una oportunidad de redención.
Ojalá lo logremos sin violencia.
Macario Schettino
Cómo es que llegamos al punto en el que el vórtice nos abisma a la cloaca, luego de que el metafórico grito enderezado a la oposición en el senado, ¡no le jalen!, no funcionó. No hay nomás una respuesta, o para seguir con la analogía: no fue un único tubo de drenaje el que acumuló las aguas negras. La corrupción, acentuada de 1970 a la fecha, con vigor por José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, sin que los demás presidentes en 54 años hayan sido prototipos de integridad. La clase política dilapidó la riqueza petrolera, se enriqueció en vez de haber construido, por ejemplo, infraestructura, o haber creado servicios de salud y educación de buena calidad. Dejamos que los partidos y sus huestes se apropiaran del erario y de las decisiones que nos afectaban; y a cambio de la patente de corso que extendimos, nos dieron encendidos discursos ajenos a las realidades. La transición a la democracia, acelerada a partir de 1988, fue reñir a esa clase ámbitos que usufructuaba para sí: el electoral, el de la protección de los derechos humanos, el de la transparencia (luego, la protección de datos personales) y los que tienen que ver con los contrapesos imprescindibles para controlarla; sin embargo, no fuimos a más y las personalidades que la encabezaron, la transición, no vieron más allá y junto con ellas caímos en el juego: bastaba el recambio de siglas partidistas para suponer que estábamos en una democracia, a despecho de la desigualdad rampante, de la injusticia que es la norma, a despecho del evidente dominio de los poderes fácticos.
Sí, una complejidad mal entendida y peor gestionada terminó por dejarnos en manos del primero que le habló bonito a la mayoría. A esa mayoría a la que con saliva le simplificó hasta el ridículo las soluciones: extraer petróleo es como meter un popote en la tierra; la inseguridad pública se atiende con abrazos, no con balazos; hacer un aeropuerto, una refinería, trenes, es sencillo y barato si se le encargan a los soldados; la corrupción y el huachicol se erradican por decreto, si siguen ocurriendo es bronca de la realidad; quienes ven las cosas diferentes, o sea, quienes evidencian la complejidad, la diversidad y la pluralidad de visiones, son adversarios, conservadores, son nada.
La noche del 15 de septiembre de 2024, el presidente festejará con el Grito no la Independencia de México, sino su triunfo personal al hacer la Constitución gloria de su ínsula Barataria. Esta noche en muchos sitios del país se conmemorará diferente: con la fiesta nacional cancelada por miedo, en entornos muy peligrosos, porque el Estado se contrajo a Palacio Nacional y a los lugares en que la mayoría del Congreso decida sesionar; otras realidades, las significadas por la oposición, según expresó el martes pasado el senador Salgado Macedonio, líder moral de Morena: están en el cesto de la basura.
Augusto Chacón
Se mantienen los problemas estructurales más dolorosos que hemos tenido en México. El 1o. de ellos es la prevalencia del hambre. Pues a pesar de la reducción de la pobreza que se registró en la medición oficial en esta materia, la pobreza extrema se ha incrementado y profundizado; los problemas de salud pública crecen; la mortalidad evitable se incrementa en todo el territorio nacional; mientras que los servicios básicos oscilan entre la insuficiencia, la ineficacia y el deterioro de la infraestructura con base en la cual se prestan los servicios básicos.
El 2o. de ellos es el de la violencia y la inseguridad. Los homicidios continúan; la desaparición forzada de personas crece; la trata de seres humanos se incrementa ante la tragedia y crisis humanitaria asociada a la migración; los feminicidios continúan perpetrándose con impunidad; y los crímenes sexuales y contra las familias no solo crecen en número, sino que también están asociados a la no denuncia, al subregistro institucional y a la impunidad que campea en México.
La crisis del agua se mantiene; los efectos del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad son cada vez más palpables en la magnitud y costos de los desastres; y los efectos de una economía que no crece presionan severamente a los hogares para diversificar sus estrategias de subsistencia.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
En noviembre de 2018, como presidente electo, Andrés Manuel López Obrador hablaba sobre la violencia y la inseguridad en el país y decía: "Es muy grave lo que está sucediendo en cuanto a inseguridad y violencia. Yo tengo el compromiso de enfrentarlo. YO VOY A CONSEGUIR LA PAZ Y VOY A TERMINAR CON LA GUERRA. No vamos a seguir con la misma estrategia que no ha dado resultado y voy a dar a conocer mi estrategia de seguridad junto con un consejo de seguridad. A MITAD DEL SEXENIO YA NO HAY GUERRA -2021- y vamos a tener una situación completamente distinta, diferente". 5 años y 10 meses después los generales de las fuerzas armadas se justifican de la violencia e inseguridad diciendo, "No depende de nosotros" y sin tener idea de hasta cuando se prolongará esta situación, "el tiempo de la confrontación no lo sabemos". Como quien dice, no terminó la guerra, no se consiguió la paz, estamos peor que nunca, nadie mete las manos y nadie sabe nada. Y para "ponerle la cereza al pastel", desde Nueva York, una carta de un ex secretario de Seguridad Pública asegura que hay pruebas de colusión entre AMLO y "El Mayo" Zambada. Total, todo un desastre en seguridad.
Y de la oficina principal de Palacio Nacional menos va a salir una orden para intervenir con más firmeza, donde solo se pregona el "abrazos, no balazos", y para atizarle más al fuego, llega una carta desde una cárcel federal en Nueva York, escrita con puño y letra del ex secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, Genaro García Luna, donde según él, hay evidencias de los vínculos entre López Obrador y "El Mayo" Zambada.
Así que la sociedad está en medio de un sándwich; por un lado, los enfrentamientos entre los delincuentes y por el otro los mandos militares que dejan que el problema lo resuelvan los carteles y que no saben cuándo o cómo puede terminar el conflicto, aunado a la inacción del "acusado y señalado" comandante de las fuerzas armadas que está más entretenido con su menaje y como dejar su tinglado armado para seguir moviendo los hilos a control remoto desde su retiro. Total, que estamos ¡jodi...!
Daniel Rodríguez
Sea como sea que hayamos llegado al punto donde nos encontramos, la realidad es que el contexto actual de México es el de una sociedad fragmentada, víctima de la violencia y la delincuencia organizada, lo que hace que todos los ciudadanos, incluyendo los que votaron a favor de la continuidad de la 4T, tengamos que modificar, nuestras formas de vida, nuestras actividades y en muchos casos incluso hasta tener que cambiar de trabajo, o de residencia.
Todo esto por la tolerancia, permisividad (yo diría complicidad) que las autoridades han dado a las organizaciones criminales que actúan a sus anchas y en total impunidad.
Es ridículo y decepcionante que la máxima autoridad militar en Sinaloa, el general de División Jesús Leana Ojeda, haya tenido la desfachatez, la concha y desvergüenza de decir que: "El cese de violencia en Sinaloa no depende de nosotros (...), el restablecimiento del orden depende de que los grupos antagónicos dejen de hacer su confrontación entre ellos, y que estén dejando a la población en paz, para que vivan con tranquilidad".
Si eso no es renuncia expresa a la obligación del Estado de garantizar la seguridad, paz y tranquilidad de los mexicanos, no sé qué lo sea.
La violencia en Sinaloa, los homicidios, robos, secuestros, extorsiones, cobros de piso, etc., en todo el país no son peleas de niños a los que se les pide por favor que ya no se peleen, o se les dice "tense quietos", ya dejen de "dar lata".
La Ley de Seguridad Nacional en su Artículo 5 dice que son amenazas a la Seguridad Nacional los "actos que impidan a las autoridades actuar contra la delincuencia organizada". Atendiendo a esta ley, las instrucciones y política presidencial de "abrazos no balazos", que impide a las fuerzas del orden actuar decisivamente contra la delincuencia organizada, deberían ser consideradas una amenaza a la Seguridad Nacional que obliga al Estado a aplicar toda su fuerza.
Nos hemos mal acostumbrado a vivir rodeados de delincuentes y criminales, de personas corruptas, faltas de ética y escrúpulos. Unas más notorias y escandalosas, otras más "maquilladas" (de "cuello blanco") que debido a su "éxito" económico, sofisticación y poder, son hasta socialmente aceptadas. Solo hasta que la seguridad y patrimonio personal se ve afectado o amenazado es que reaccionamos y exigimos a las autoridades protección.
Alzamos la voz solo si nos matan a alguien cercano, si nos extorsionan, secuestran o nos "cobran piso" para trabajar. Si el daño es ajeno nos importa un comino, guardamos silencio.
Es ingenuo pensar que no nos afecta que se violen impunemente los derechos de otros, que se desaparezcan los organismos autónomos a los que podemos acudir para pedir defensa o amparo por los abusos de un gobierno, o para exigir justicia y protección a nuestras vidas o a nuestro patrimonio.
Ese desdén o indiferencia al Estado de Derecho, al sufrimiento y dolor ajenos, a la violación de derechos humanos, etcétera, es el origen de la discriminación, de las dictaduras, de las limpiezas étnicas, de los estados fallidos, de las guerras...
De esta indiferencia surgió la famosa cita atribuida al pastor Martin Niemöller que da cuenta de la cobardía de los intelectuales y de la sociedad alemana tras el ascenso de los nazis al poder y que dice: "Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre".
Hoy la democracia y los derechos humanos fundamentales se ven otra vez amenazados por un gobierno autócrata, tramposo y corrupto, y es solo cuestión de tiempo que el daño que la concentración de poder de la 4T ya ha comenzado a causar al país se generalice.
El día que eso pase y no tengamos a quién recurrir, porque nuestro silencio permitió la desaparición de Poderes y organismos autónomos que nos protegen, y seamos una dictadura con disfraz demócrata, parafraseando a Niemöller, podrá escribirse: "Vinieron por los ricos y yo dije nada porque yo no era rico. Vinieron por las casas y yo no hice nada porque no tenía casa. Vinieron por los patrones y yo guardé silencio porque yo no era patrón. Luego escaseó la comida, las medicinas y el trabajo, y ya no había nadie que me lo diera todo".
Ricardo Elías, arquitecto y empresario
A prácticamente una semana que López Obrador deje la Presidencia, está dejando un país convulsionado y en medio de un charco de sangre. En Culiacán la paz no se puede restablecer y los enfrentamientos entre cárteles ya superan 50 asesinatos y decenas de desaparecidos; en Ojinaga, Chihuahua, aparecen 11 cuerpos -algunos decapitados- frente a las las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad; en los alrededores de Apatzingán, Michoacán, las disputas entre Los Templarios y Jalisco Nueva Generación, provoca pánico entre los pobladores y en Iguala, Guerrero, supuestos normalistas lanzan petardos e incendian una camioneta en la puerta del 27 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional, cuando estamos a 3 días de que se cumplan 10 años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Es una despedida para el inquilino de Palacio que se interpreta como un fracaso de su política de seguridad y combate a los grupos delincuenciales. El "abrazos, no balazos" que la historia deberá registrar como de "incapacidad y muerte".
Y ¡aguas!, porque aunado a todo esto que está en pleno desarrollo -que es lo que recibirá el próximo 1 de octubre Claudia Sheinbaum-, debemos de agregar una "bomba de tiempo", como es el caso de la reforma judicial, pero no precisamente por los cambios constitucionales y lo que significan, sino el "levantamiento" que se avizora entre los empleados judiciales, quienes desde el 19 de agosto pararon actividades y el viernes pasado obligaron a que el Consejo de la Judicatura Federal diera marcha atrás en la decisión que había tomado de reanudar labores el dia de hoy.
Los empleados se negaron a regresar -hasta que se hable de las "nuevas" condiciones labores- y acordaron que sería hasta el 3 de octubre -después de la toma de posesión de la nueva presidenta- cuando supuestamente regresaran a desempeñar sus labores. Pero, ¡Ojo! El día de la toma de posesión "estamos planeando una marcha, una movilización".
"Incluso la queremos promover a nivel nacional", dijo Patricia Aguayo, vocera de los trabajadores del Poder Judicial, el viernes pasado en una entrevista con Radio Fórmula -en el espacio de Joaquín López Doriga-. Y agregó: "Y el 2 -de octubre- participar en otra -manifestación-, ESA EN DONDE ESTAMOS ESPERANDO LA ORGANIZACIÓN FINAL POR PARTE DE GRUPOS ESTUDIANTILES. Y estimamos que esas 2 actividades son muy importantes de llevar a cabo". Se van a involucrar a estudiantes en los reclamos laborales de los empleados judiciales. Sobra decir que la innecesaria participación de posibles "estudiantes" en una disputa de esta naturaleza, cuando hay muchas "heridas abiertas" en una sociedad muy sensibilizada y dividida, y en un momento político tan delicado, sería como "echarle alcohol" y provocar que "el paciente" se convulsione.
Daniel Rodríguez
Así como se acerca la fecha del adiós de López Obrador -1o. de octubre- y la llegada de la 1a. presidenta de México, crece la tensión en muchos nichos y los riesgos de una distensión social aumentan. Y no es amarillismo -como lo califica el inquilino de Palacio-, es la cruda realidad de una transición agitada ante los reclamos de promesas incumplidas y acelerados procesos constitucionales provocados por la venganza oficialista y no por una necesidad de estructura gubernamental en el país.
Ayer, la Secretaría de Gobernación fue el objetivo de decenas de estudiantes normalistas -que llegaron de diferentes partes del país- para protestar por los desaparecidos de Ayotzinapa, cuando pasado mañana se cumplen 10 años de los acontecimientos y sin que hasta el momento se conozca con certeza qué fue exactamente es lo que sucedió. Los manifestantes lanzaron explosivos de fabricación casera y realizaron pintas en el edificio. ¡Fue una provocación!
Ayer mismo, trabajadores del Poder Judicial protestaron ante las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) y paralizaron la circulación en una de las principales vías de la Ciudad de México, como lo es Periférico Sur, gritando consignas de "Justicia por elección es corrupción" y mostrando pancartas que "Venezuela destituyo a sus jueces y así empezó la dictadura". ¡Fue una llamada de atención!
El domingo, en una visita a Veracruz para inaugurar el Centro Cultural "Leyes de Reforma", el presidente López Obrador fue objeto de un ataque directo, cuando desde un grupo de trabajadores del Poder Judicial que se manifestaban por la reforma, le lanzaron una botella con agua, que pasó a muy escasa distancia por donde caminaba ¡Fue una agresión! [Se dijo que el que la lanzó era un morenista y que por eso no le atinó - el webmaster.].
Daniel Rodríguez
Hoy, dígase por la ceremonia de toma de protesta, la reforma judicial o por los reclamos de Ayotzinapa, tenemos un Palacio Nacional, el Senado de la República y la Secretaría de Gobernación -entre otros edificios oficiales- rodeados por un cerco de acero; el gobierno actual, dejará "maniatada" a la siguiente administración con nombramientos "a modo" para seguir gobernando; el congreso está "inundado" de reformas constitucionales que ponen en riesgo el sistema de justicia y clausurando instituciones que nos protegen de un mal gobierno y de los abusos oficiales; aunque se dice que el pueblo "está feliz", hay una enorme preocupación de muchos sectores de la sociedad por los cambios que pueden dar marcha atrás muchos años y lastimar la estructura de nación democrática; muchas personas están confundidas; de pronto estamos viendo la transformación de un país al que que no queríamos y desconocemos cuál es su futuro; no es el México que se quiere; hay enfrentamientos armados en diferentes estados, no solo entre civiles, sino donde se involucran nuestras fuerzas armadas; muchos temen una reacción social que nos desestabilice; las preguntas surgen: ¿qué hicimos mal? ¿en dónde nos equivocamos? ¿en dónde estamos? ¿a dónde vamos? ¡Pobre México! ¿qué nos pasó?
Daniel Rodríguez
El cambio de régimen perpetrado por López Obrador, Sheinbaum, Morena y sus aliados, representa un antes y un después en nuestra historia. Pasamos de una democracia a la antesala de la dictadura.
Durante los últimos 30 o 40 años se liberalizó la economía y se afianzó la división de poderes, pero todo eso ha terminado: estaremos sin contrapesos, con un amplio menú de delitos que implican prisión preventiva sin mediación judicial, incluyendo la "defraudación fiscal", y con el control del estado de los datos personales de todos nosotros.
Tendremos menos posibilidades de defender nuestros derechos y no habrá quien nos los pueda garantizar. Además de la concentración del poder las fuerzas armadas ahora tienen muchos intereses particulares ,así como una relación estrecha con cárteles del crimen organizado.
No hay mecanismos pacíficos para el cambio democrático. Esos escasos 30 años de democracia serán considerados por los historiadores como una excepción.
Enrique Cárdenas
Paco Calderón
(29 de septiembre de 2024).
Un nuevo Maximato sentará sus reales y, para garantizar que así sea, el hijo del prócer ha sido ungido cuasi líder del partido de su papá.
En unos días iniciará un nuevo capítulo de nuestra historia. Un paso a la vez, los fantasmas se irán apropiando de nuestra realidad. Mañana, la señora Sheinbaum recibirá la banda presidencial, pero no el poder. Tendremos una demostración del nuevo equipo militar con el que ha sido dotado el Ejército. El gobierno mostrará su capacidad de movilización y los nuevos funcionarios asumirán sus nuevas responsabilidades o, quienes fueron ratificados, continuarán en su desempeño.
Todo cambia para que siga igual. Abrazos y no balazos: "Tendremos paz cuando los delincuentes lo decidan", pagando el precio de las omisiones de una autoridad reacia a proteger a los buenos. Mientras, los delincuentes, dueños y señores del país, transitan por la geografía nacional con absoluta impunidad. Lo que sigue es ya inevitable, salvo nuestra obligación de soñar y luchar por hacer de nuestro país un mundo mejor; de ahí, lo valioso de mantenerse en las calles, respetando el orden para evitar la represión. Resulta paradójico que contra la delincuencia no intervienen las fuerzas del orden, en cambio, sí lo hacen para "contener" las manifestaciones públicas de los ciudadanos.
Eugenio Ruiz Orozco
Una de las invitadas estelares fue la subgobernadora del Banco de México, la Mtra. Galia Borja. Quien nos impartió una conferencia sobre las expectativas económicas que tenía el banco central.
La conferencia fue acorde con lo planeado: un repaso por el escenario internacional, un recorrido por los factores internos y una parte final de expectativas económicas. Una de las ideas que se me viene a la mente cada vez que escucho a personalidades de donde ocurre la toma de decisiones, confirmo una cosa: la calidad de la información disponible es la misma.
Muy diferente a mis años universitarios, en los que el internet estaba en pañales y el tener acceso a la información oficial de calidad significaba consultar apéndices estadísticos de los informes de gobierno del presidente en turno. Hoy, gracias al internet, la información con la que contamos todos, es la misma.
Desde cualquier lugar se puede hacer un análisis económico tan bueno como el que presenta una de las máximas autoridades del Banco de México.
Entonces, si la conferencia no presenta novedades o información privilegiada que no se conozca, ¿por qué vale la pena asistir a estos eventos?
En mi caso, por las preguntas. La sesión de preguntas al final de las charlas es la más interesante de las sesiones. Las preguntas de los asistentes, sacan de su zona de confort a los conferencistas. Los exponen a armar respuestas sin haberlas preparado con anticipación. Los obligan a salirse del guion.
Y en esta ocasión, no fue la excepción.
Mientras la subgobernadora presentaba una expectativa de crecimiento para México en 2025 del 1.2%, al mismo tiempo hablaba de lo importante que sería que el nuevo gobierno presentara un plan para concretar un recorte en el déficit fiscal de 3 puntos del PIB.
3 puntos del PIB de México equivalen a mucho más del doble de lo que gasta el gobierno federal en seguridad pública, por ejemplo, o es el equivalente a todo el gasto en un año en infraestructura y mantenimiento. En pocas palabras, el problema que tiene la gente en Hacienda de Sheinbaum es hacer un recorte brutal que, en medio de un ambiente de desaceleración, sumirá a la economía mexicana en un crecimiento cero o de plano, en una recesión ligera.
Entonces la pregunta que se le hizo a la Mtra. Galia era: ¿Cómo compaginar un crecimiento del 1.2% cuando existe la posibilidad de realizar un recorte al déficit fiscal de un tamaño que no se había visto en México desde la crisis de 1982?
La subgobernadora Borja no respondió. Dio un par de ideas generales de que "confiaban" en que la gente en Hacienda "haría un gran trabajo". Y ya.
Pero lo mejor del evento, fue cuando un profesor le hizo la última pregunta: "¿El Banco de México trabaja con distintos escenarios de cara a lo que puede pasar con la economía mexicana y si alguno de esos escenarios incluye la posibilidad de que el gobierno de México pierda el grado de inversión en su deuda pública?".
La pregunta descolocó a la ponente, porque de inmediato negó que Banxico trabajara con distintos escenarios y de inmediato se apuró a afirmar que esa posibilidad, de que las calificadoras le quitaran el grado de inversión a México, era un escenario "catastrófico" y que no era necesario ser "tan catastrofistas". Y ya.
Lo que me dejó más preocupado es que ahora no sé si Banxico trabaja con diferentes escenarios económicos, que pueden ir desde los optimistas hasta los pesimistas. Y aunque a la funcionaria de Banxico no le guste, son las mismas calificadoras las que han estado mandando mensajes de que un déficit fiscal del 6% del PIB es insostenible en México para los próximos años.
¿O sea que en Banxico simplemente ignoran la posibilidad de un cambio de ese tipo o sí lo toman en cuenta en sus análisis, pero prefirió ni siquiera confirmarlo?, ¿por qué?
Si las personas ignoráramos los riesgos de las cosas malas que nos pueden pasar, simplemente no pagaríamos por un seguro de vida, de auto o de gastos médicos. "¿Para qué ser tan catastrofistas?" Diría la subgobernadora.
¿O de plano, es una situación tan mala, que se prefiere, ni siquiera hablar de ella como una posibilidad?
Israel Macías López
La sobrerrepresentación de Morena fue un factor clave en el deterioro que hemos visto en los últimos meses.Sin embargo, el deterioro del clima de negocios, se inició desde 2019 con la cancelacion del aeropuerto de Texcoco y simplemente ha empeorado de manera extrema.
La política energética que privilegió a CFE hizo que la inversión privada haya desaparecido en los últimos años. El Plan C le dio el golpe de gracia a la incipiente recuperacion de 2023.
Y ahora la sobrerrepresentación legislativa, estará condenando a la economía a un letargo de años.Todo esto sin tomar en cuenta la estrechez de las finanzas públicas, la renovada política energética que privilegiará a Pemex y CFE, la penetración del crimen organizado, y la implementación de la reforma al Poder Judicial.
No se ve una mejora del clima de negocios en el corto y mediano plazo. Sí, efectivamente, el "nearshoring" parece ser una oportunidad perdida. No fue de un dia a otro el deterioro…
Enrique Cárdenas
En varias reuniones sociales en las que he participado ha surgido la pregunta sobre que clase de pais tenemos despues de Lopez Obrador.
Hay quienes dicen que se elevaron los salarios y los bancos indican que hubo una recuperacion economica , pero esto es solo un indicador de sectores aislados que fueron favorecidos.
Hay un debilitamiento del poder público mientras el poder económico, lícito e ilícito, sigue concentrándose y fortaleciéndose; las clases medias son las más afectadas por los errores en política de salud y de seguridad pública.
La movilidad social se perdió y su recuperación no se ve en un futuro cercano.
¿Tenemos un mejor pais? Ciertamente no.
Guillermo Knochenhauser
Atrás ha quedado la esperanza de moderación claudista. Porque la reforma judicial, a pesar de todo, acabará por materializarse. Y terminará por ser la autora de la catacumba democrática mexicana, el lugar de próximo reposo del Poder Judicial, la división de poderes y la democracia constitucional.
Los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte no son representantes políticos. El poder judicial se creó, precisamente, para controlar a los otros 2 poderes políticos -ejecutivo y legislativo- a través de la ley. Alexander Hamilton, padre fundador estadounidense, hizo una defensa férrea y profunda de la independencia judicial hace más de doscientos años. En el Federalista #78, declara que las cortes federales "fueron diseñadas para ser un cuerpo intermedio entre la gente y su legislatura", con el fin de asegurar que los representantes del pueblo actuaran dentro de la Constitución. Hay ciertos derechos que no pueden ser violados, ni siquiera por las mayorías legislativas. Y, para proteger a la población de los abusos del gobierno, la independencia judicial resulta fundamental.
Todos los puntos de la reforma judicial van en contra de los principios hamiltonianos. Los candidatos judiciales serán seleccionados por los 3 poderes, 2 de los cuales están controlados por Morena, y un 3o. seriamente colonizado. Esos candidatos pagarán sus campañas con su propio dinero, lo que le dará más posibilidades de ganar a aquellos con más dinero, o con vínculos con partidos, empresarios y crimen organizado. Y habrá un Tribunal de Disciplina Judicial, el cual tendrá facultades en extremo discrecionales: podrá intervenir en actos u omisiones bajo el argumento de "interés público"; tendrá la potestad de echar atrás las decisiones judiciales mismas; y los juzgadores no podrán apelar sus decisiones. Por si fuera poco, los juzgadores se podrán reelegir. El circo se hará tanto a nivel federal como estatal. Será un gran circo.
Ya tuvimos una probada de lo que está por venir. El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) cometió suicidio judicial al votar mayoritariamente para desacatar las resoluciones de jueces y magistrados y, además, entregarle las listas de estos al congreso para realizar la elección. Tienen sentido los 4 votos a favor del suicidio: la consejera Celia Maya es morenista y fue 3 veces candidata al gobierno de Querétaro; Bernardo Bátiz es un lópezobradorista consumado desde tiempos añejos; Verónica de Gyves es muy cercana al morenista Arturo Zaldívar, trabajó en la Procuraduría capitalina cuando López Obrador era jefe de gobierno, y su sobrina trabaja para la ministra Yasmín Esquivel; y Sergio Molina también tiene una esposa trabajando para... Yasmín Esquivel. Todos ellos, propuestos por López Obrador, y aprobados en un congreso morenista.
Algún día bajaremos a las catacumbas y reviviremos a nuestros muertos. Por lo pronto, vamos hacia una terrible involución política nacional. Ahí está la tragicómica tómbola morenista, o la unción de la nueva República Bananera Mexicana.
Fernando Núñez de la Garza Evia
Comparado con los países de la OCDE, México es uno de los 5 países con menor tasa de participación ciudadana en organizaciones no gubernamentales y, de hecho, las que existen están concentradas en las zonas metropolitanas de la Ciudad de México, del Valle de Toluca, Guadalajara, Puebla y Monterrey. Adicionalmente, más del 80% de las organizaciones son de asistencia privada o atención directa a la población y muy pocas son ONGs que atiendan agendas o causas ciudadanas.
El estilo impuesto por el expresidente López Obrador agudizó esa ausencia de organización social, pues en su visión de lo político y lo social, no solo es posible sino deseable, que el gobierno y sus instituciones tengan una relación directa con cada una de las personas que habitan en el territorio nacional.
Esa visión se confronta con otras propuestas de gobierno desde las que se postula la necesidad de que la sociedad civil coadyuve con el gobierno en tareas sustantivas, o bien, que se haga cargo de responsabilidades que les competen de manera directa o que son de interés particular de grupos interesados en que se resuelvan problemáticas específicas.
Las urgencias de nuestro país son demasiadas. Y es obvio que el gobierno no puede solo. Esto se evidencia particularmente en crisis como las que se presentan en desastres socio ambientales como los asociados a los huracanes, sequías o los incendios forestales que se han incrementado en magnitud y número en los últimos años; pero también en problemas estructurales como la necesaria protección de las niñas y niños en situación de calle, víctimas de violencia o de delitos como la trata de personas.
Puede afirmarse que no hay sociedad más vulnerable o en situación de riesgo que aquella que depende esencialmente de sus gobiernos. Lo cual empeora en contextos hostiles a la democracia o donde las oposiciones políticas están, por un lado, cooptadas por el régimen en turno o, por el otro, atrapadas o dependientes de intereses económicos que no necesariamente responden a la garantía del orden constitucional y legal.
Desde esa perspectiva, la participación de la sociedad civil, particularmente en su modalidad organizada, es un componente esencial para todo país que busca consolidarse y pervivir como democrático; esto es así porque la existencia de ONGs robustas garantiza ejercicios auténticos de contraloría social, de vigilancia del presupuesto y de mejoría de las condiciones de vida de todas y todos. En esa medida, la participación forma parte tanto de un adecuado curso de desarrollo como de procesos civilizatorios que dan sentido de pertenencia, cohesión social, solidaridad y cooperación.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
La comunidad empresarial está preocupada no solamente por los efectos perversos de la reforma judicial, sino también por el clima de negocios adverso debido a la creciente inseguridad en el país, la militarización de la vida civil, la ideologización del régimen que no deja de mostrar su simpatía por regímenes como el venezolano, el proyecto de reforma que busca liquidar la actual infraestructura de organismos autónomos y la puesta en marcha de un modelo económico de bajo crecimiento y paulatino endeudamiento.
Esta situación ya se está manifestando en el tipo de cambio, donde el peso ya rebasó, en varios momentos, las 20 unidades por dólar.
La disposición del gobierno mexicano de conversar con algunos de los más importantes CEOs de los 2 países es una buena idea que ocurre en un contexto adverso producido por el propio régimen.
Sin duda, el sector empresarial norteamericano sacará sus propias conclusiones de la reunión, más allá de los comentarios vertidos a la prensa. A menos de 2 años de la renegociación del tratado de libre comercio de la región, es indispensable que nuestro país cuente al sector empresarial como un gran aliado estratégico. Esa ha sido la apuesta de la participación paralela de la presidenta de la república en el encuentro.
La narrativa oficial de la nueva administración ha sido hasta ahora positiva hacia los inversionistas. Eso es una buena noticia. Sin embargo, varias de las acciones que ha emprendido el gobierno federal, sobre todo en el ámbito legislativo, lanzan señales en el sentido contrario. El dilema al que hoy se enfrentan muchas líderes empresariales es si deben confiar o no en la estabilidad institucional y la del Estado de Derecho en México en el mediano y largo plazo. Derivado de las fortalezas del país, la pujanza de la clase empresarial y el contexto geopolítico global, hay una gran oportunidad para que nuestro país reciba flujos inusitados de inversión. El desafío mayor es evitar que las políticas públicas del nuevo gobierno no sean inhibidores de esta coyuntura irrepetible para que México logre acelerar su desarrollo y, con ello, se logré mayor bienestar para la población.
Gustavo de Hoyos Walther
Con la aprobación la madrugada del sábado de la conocida Ley de la "Supremacía Constitucional" que impide impugnar reformas a la carta magna, se acabó de concretar el cambio de régimen del que siempre habló Andrés Manuel López Obrador, y que hizo posible la aplanadora morenista que se volvió a echar a andar.
Para los que siempre creímos que había que hacer algo, desde las más diversas trincheras ciudadanas y profesionales para acotar el ilimitado poder que tenía la clase política y gubernamental en los tiempos del priato, y que celebramos las reformas político electorales que permitieron las primeras elecciones libres en el año 2000 que la oposición venció al PRI luego de 70 años de autoritarismo y antidemocracia, vemos con gran preocupación la regresión que esta reforma significa.
Los cambios que declaran improcedentes las acciones de inconstitucionalidad y las controversias constitucionales, logrados por Morena y aliados, es la restauración, corregida y aumentada, de los tiempos del PRI como partido de estado, que luego de cooptar al Poder Judicial, como lo dicta el "Plan C" del obradorato, irá por el desmantelamiento de los Órganos Constitucionales Autónomos, que fueron producto de años de lucha por tener contrapesos a un poder político y gubernamental profundamente corrupto, prepotente e ineficiente.
Lo que habrá que decir, y reconocer, es que llegamos hasta este punto, por la pasividad y desatino de una oposición que sólo vio por sus intereses partidistas y se dejó arrollar por Morena y aliados, en 256 de los 300 Distritos en los que se divide el país. Todo el poder que eso significa hizo que los magistrados electorales les dieran la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, y que con muy desaseados métodos lograrán con presiones los votos para obtener también la mayoría calificada en el Senado, para sacar el engendro precipitado de la Reforma Judicial, inspirada más por una revancha del ex presidente López Obrador, que por un auténtico anhelo de limpiar, al ciertamente muy corrupto, Poder Judicial. Con esas mayorías, continuaron con mayor descaro los desacatos a amparos en la administración Sheinbaum, que iniciaron con el propio AMLO.
Ni los asomos autoritarios del liderazgo lopezobradorista, ni la crisis desbordada de violencia por el dominio del narco en cada vez más regiones del país, ni la ineficiencia en muchas áreas de la administración pública, fueron déficits suficientes para que la oposición hubiera podido hacer campañas de contraste, y haya podido al menos, evitar volver a echar a andar la aplanadora morenista, ganando al menos 100 de 300 distritos.
La mayoría de los mexicanos prefirieron asegurar sus apoyos sociales, y mantener a un gobierno que se supo vender como el más cercano a los más pobres, y no le importó perder al INAI, al INE, y demás Órganos Constitucionales Autónomos, que no hicieron, tampoco, lo suficiente para que la población los sintiera útiles, de su lado.
Sin nunca haber podido terminar con los abusos y las corruptelas del poder, en 20 años de incipiente consolidación democrática, ahora tenemos nuevas reglas, que jugarán a favor de un gobierno cercano al absolutismo, y que prohijará muchos excesos, que también habrá que denunciar y combatir empezando otra vez de cero.
Jaime Barrera
El acertijo que debe resolver Claudia resulta muy complejo: fondear los programas sociales heredados de López y otros agregados por ella; un ambicioso programa de infraestructura sin dinero; un contexto de turbulencia por la reforma judicial.
Y con un PIB en 2025 menor al 1%, habrá que ajustar a la baja todo.
Quizás la falta de gasto público podría compensarse con inversión privada.
Pero la aprobada "supremacía constitucional", ha generado una situación de incertidumbre en los inversionistas.
Y si a esto le agrega un lenguaje beligerante contra los opositores la cosa se pone fea.
Deberia estar tendiendo puentes a los sectores que no votaron por ella en lugar de agredirlos.
Enrique Quintana
Seguridad. Es el rubro que más se ha descompuesto. Sinaloa es el ejemplo más dramático. Es todos los días, todos, desde hace más de un mes y medio. Ya no sólo es un problema de seguridad, es un escándalo político internacional por la pugna entre el gobernador y la FGR. Además, en cada vez más estados del país hay hechos que simbolizan la descomposición: los coches bomba en Guanajuato, el asesinato del sacerdote y la masacre de migrantes en Chiapas, el alcalde de la capital estatal en Guerrero, los narcobloqueos y quema de tiendas en Tabasco.
Democracia. Los desplantes autoritarios de la presidenta han logrado lo impensable: superar a los de López Obrador. La reforma judicial, creación de AMLO, lleva su respaldo. Pero la iniciativa de supremacía constitucional de Morena es toda suya. Y es peor. Ni López Obrador se atrevió a lo que ella. Incluso anunciar que desacatará una orden judicial. Es ya lugar común en la prensa internacional hablar de que México ha emprendido el triste camino de los regímenes autoritarios. Su pragmatismo político le ha llevado a romper todo estándar ético: se alió con los Yunes y avaló la desaparición de un senador con tal de conseguir la supermayoría en el congreso que no le dieron las urnas. El empoderamiento récord de los militares ha ocasionado en poco tiempo varios episodios de abuso de fuerza que han causado indignación. Militarización, autoritarismo y falta de ética política. Ahí está la receta.
Economía. En un mes de gobierno hemos visto una ráfaga de malos datos económicos. Los que venían descomponiéndose desde el sexenio anterior y los que se están poniendo peor ya en esta administración federal: pronóstico de crecimiento económico recortado a la mitad, confianza del consumidor desplomado, expectativa de buen desempeño económico en el piso, tipo de cambio 3 pesos arriba que antes de las elecciones, preocupación internacional por los niveles de deuda.
Relación México-EEUU. La llegada de la presidenta profundizó la crisis heredada por López Obrador. Lejos de repararla, arrinconó más al embajador, mantuvo la retórica "anti-yanqui" en temas de seguridad. La retórica anti-mexicana de ambos candidatos llama la atención: ya no es solo Donald Trump diciendo que cerrará la frontera el 1er. día y no permitirá la importación de un solo automóvil fabricado en México, sino Kamala Harris recordando que ella nunca ha estado de acuerdo con el T-MEC y votó en contra cuando era legisladora. El gobierno de Sheinbaum, minimizando. Una estampa: el secretario negociador del T-MEC se fue de vacaciones a Japón a 3 semanas de iniciado el gobierno.
Resto del mundo. Venezuela se ha vuelto un caso emblemático para que los países definan sus convicciones democráticas. Sheinbaum resultó peor que López Obrador. El expresidente se alió con los mandatarios izquierdistas de Brasil y Colombia para hacer suaves peticiones al dictador Nicolás Maduro de que publique las actas de los resultados (las elecciones fueron hace 3 meses y no lo ha hecho). La nueva presidenta ya anunció que se aleja de Brasil y Colombia, y México no se va a meter. Su posición ya está más cerca de lo que dicen Cuba, Nicaragua, Rusia e Irán.
Claudia Sheinbaum cumple un mes en el poder y para donde volteemos hay crisis. Si se acentúa la descomposición, no tardarán los capos morenistas en empezar a disputarle el poder. Adán Augusto, Monreal, Ebrard, etc. La oposición no, porque ha mostrado ser incapaz de capitalizar políticamente los fracasos de Morena. Pero desde adentro, pueden desafiarla y hasta echar mano de la revocación de mandato.
La doctora Sheinbaum contribuyó a hacer de México un campo minado, hoy camina sobre él.
Carlos Loret de Mola A.
Inició el trágico conteo de asesinatos de periodistas, que en las últimas 2 décadas ha colocado a México como uno de los países más riesgosos para ejercer el periodismo.
El 1er. periodista caído del sexenio, fue Mauricio Cruz Solís, un joven colega de apenas 25 años, a quien se le arrebató la vida y su carrera en pleno centro de Uruapan, Michoacán, minutos después de hacerle una entrevista que transmitió en vivo en su portal "Minuto por Minuto", al alcalde de ese municipio, Carlos Manzo Rodríguez, la noche del martes.
Según testigos, instantes después de la charla con el presidente municipal, una camioneta freno a unos metros de él, y de ella descendieron sujetos armados que le dispararon en forma directa.
Es altamente preocupante que la lista de agresiones mortales contra periodistas inicie a menos de que se cumpla un mes del nuevo sexenio.
Para honrar la muerte de Mauricio, el gobierno de Sheinbaum está obligado a pronunciarse al respecto, y sobre todo a exponer cuál será su política para garantizar la libertad de expresión, el derecho a la información y la integridad física de periodistas y defensores de los derechos humanos, para por ningún motivo permitir que se llegue a la inaceptable cifra de 38 periodistas asesinados como ocurrió en el 1er. sexenio de la 4T.
Jaime Barrera
El ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León criticó a la actual presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, ya que dijo que iniciará un proceso integral de reformas para lograr un Estado de Derecho y seguridad ciudadana en México. Sin embargo, de acuerdo con el ex mandatario mexicano, la Jefa del ejecutivo federal parece más comprometida con seguir el objetivo de su antecesor de convertir al país en una autocracia de partido único.
En un artículo publicado en el periódico The Washington Post, el ex mandatario mexicano destacó que México ha superado a su vecino y socio, Estados Unidos, al tener su primera líder mujer, aunque apuntó que ese orgullo "debe moderarse", ante lo que se vislumbra.
Recordó que las reformas promulgadas entre 1994 y 1996, promovidas durante su gobierno, pusieron fin a los tiempos en que el Congreso y el Poder Judicial estaban subordinados al presidente del país.
Zedillo aseveró que lo anterior permitió que México se convirtiera en una democracia multipartidista con una alternancia regular en el poder y un Poder Judicial independiente. Sin embargo, señaló que en el último mes de "una Presidencia caracterizada por la demagogia, el clientelismo, la incompetencia y el abuso de poder, Andrés Manuel López Obrador, decidió desmantelar el poder judicial independiente y las instituciones responsables de organizar elecciones justas".
Ante los cambios, el ex mandatario indicó que la sustitución del Poder Judicial se presenta como un proceso democrático, en el que los jueces serán elegidos por votación popular a partir de listas de candidatos, pero señaló que "ese argumento es absurdo, ya que las listas serán determinadas en la práctica por el partido gobernante".
Agregó que los legisladores de Morena se basaron en un precedente estadounidense cuestionable para justificar la reforma judicial, pues incluso en ese país, donde la elección de jueces por voto popular ocurre a nivel estatal y local, pero no a nivel federal o en todos los estados, ha sido criticada por académicos legales.
(V.pág.6 del periódico El Informador del 2 de noviembre de 2024).
En todo el territorio nacional continúa anidándose la maldad perpetrada por el crimen organizado; y sus integrantes, además de las disputas intestinas que sostienen, esparcen el germen de la violencia en sus entornos cercanos: son sujetos que, no debe olvidarse, han encontrado maneras sumamente eficaces de mimetización social; y han logrado la normalización de la convivencia cotidiana entre personas que realizan sus vidas buscando legítimamente su bienestar y el de sus familias, con auténticos psicópatas que por la mañana dejan a sus hijas e hijos en la escuela y por la tarde ejecutan enemigos y desmiembran cuerpos.
Las noticias económicas han ido de regulares a malas: la expectativa de crecimiento anual del PIB para el 2024 tuvo un nuevo recorte ubicándose preliminarmente, en el mejor escenario, en 1.5% anual; un dato sumamente lejano a lo que requiere para distribuir mejor.
El país se encamina hacia un 2025 que se percibe una vez más como altamente complejo en todas sus regiones, donde los nuevos gobiernos están apenas tomando las riendas de su administración y donde, no debe olvidarse, son entidades donde habita prácticamente la mitad de la población nacional; esto, aunado a los gobiernos municipales que fueron elegidos y que suman a prácticamente la mitad también de los que hay en el país.
Las desigualdades se mantienen; y las brechas en educación, salud, vivienda, ingresos, acceso al agua y a la seguridad alimentaria, por mencionar sólo las más urgentes, siguen prevaleciendo como parte del panorama cotidiano de la cuestión social de nuestro país. Para atemperarlas, la política social seguirá estando casi exclusivamente articulada por las transferencias monetarias no condicionadas.
En un escenario donde el control político federal es férreo, se ve a los gobiernos estatales agobiados y atrapados en una lógica presupuestal inerciada; lo cual permite prever la persistencia de un desorden generalizado de la administración y el gobierno en todos sus niveles.
Por otro lado, del plan de los primeros 100 días de gobierno de la presidenta ya se ha esfumado la tercera parte del tiempo; y poco se ha discutido públicamente sobre cuáles son sus resultados, y si serán suficientes para detonar una nueva lógica de desarrollo para el país.
Enfrente de todo ello, tenemos una oposición diluida, impávida en el congreso, y con una evidente incapacidad, pero sobre todo, carencia de representatividad y legitimidad suficientes, ya no para ganar votaciones, sino para dar testimonio legítimo de todo aquello que hace falta por construir para convertirnos en un país de justicia y dignidad universales.
Mario Luis Fuentes, investigador del PUED-UNAM
El autoritarismo morenista no tiene antecedentes en la historia del autoritarismo moderno. Al menos, no lo tiene en democracias liberales donde llegaron autócratas al poder y terminaron por someter al poder judicial. Porque la reforma judicial que plantea Morena no solo es políticamente autoritaria, sino también promete caos económico y agitación social.
Hay 3 casos actuales paradigmáticos, donde democracias liberales fueron arruinadas por autócratas que subordinaron al poder judicial. El 1o. es Polonia, donde la extrema derecha no obtuvo las mayorías constitucionales necesarias, y acudió a medios extra-constitucionales para hacerlo. El 2o. es Hungría, donde la extrema derecha obtuvo las mayorías constitucionales necesarias, y recurrió a mecanismos legales para hacerlo. Y el 3o. es Bolivia, donde la extrema izquierda obtuvo las mayorías constitucionales necesarias, e instauró la votación popular de juzgadores, que resultaron afines al gobierno.
La propuesta de reforma judicial de López Obrador, que está siguiendo al pie de la letra la presidenta Claudia Sheinbaum, es mucho peor. Tan peor, que no tiene antecedente alguno en la historia del país ni de la democracia liberal misma. Porque Morena no solo se propuso someter a la cabeza del poder judicial (como en Polonia y Hungría), o elegir por voto popular a todo el poder judicial (como en Bolivia), sino se propuso todo lo anterior con el agregado de las campañas políticas. En Hungría contemplaron elegir a jueces y magistrados, pero vieron el caos y decidieron solo someter a la Suprema Corte; y en Bolivia no hay campañas políticas de parte de juzgadores, ya que solo se vota por ellos. Aquí, en México, fue la enchilada completa y, además, ¡los candidatos tendrán que pagar las campañas con su propio dinero! [o el de sus (narco)promotores - el webmaster]
En un contexto de autoritarismo político, pero también de sinrazón política, llega la decisión salomónica. El ministro Juan Luis González Alcántara propone elegir por voto popular solo a ministros de la Suprema Corte, magistrados del Tribunal Electoral y magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, dejando intactos a jueces y magistrados locales y federales. No es una decisión jurídica, sino política, en un país con decreciente Estado de Derecho y creciente autoritarismo político. La solución del ministro González Alcántara significa entregar la cabeza del poder judicial para dejar intacto el cuerpo de uno de los poderes de la unión. Sin embargo, aquellos que creen que Claudia Sheinbaum y Morena acabarán negociando y cediendo siguen sin comprender la naturaleza política de la presidenta y el morenismo.
Ante la decapitación del régimen político mexicano, Claudia Sheinbaum y Morena ignoran la lección del famoso cuento de Washington Irving, "La Leyenda de Sleepy Hollow": cuidado con convertirse en sus propios cazadores. Ante el caos venidero, su reforma los cazará. De paso, al país también.
Fernando Núñez de la Garza Evia
Hemos cerrado el capítulo de la democracia mexicana, para dar inicio al capítulo de la autocracia mexicana. Nuestra democracia no fue un libro, peor aún una obra, sino un breve capítulo en nuestra vida nacional. Hemos regresado a nuestra inercia autoritaria, la cual promete ser mucho más desaliñada que la pasada, en medio de un mundo mucho más complicado.
México no va a la dictadura, como tampoco la hubo bajo el régimen priista, porque el poder nunca se concentró en su totalidad en una persona u organización. Sin embargo, sí vamos hacia un régimen autoritario, precisamente, como el del viejo PRI: con una excesiva concentración del poder en el presidente y su partido; una Constitución que tiene mucho de letra muerta y que puede ser cambiada a capricho; un aparato del Estado sin islas de autonomía y con poca solvencia técnica; y reglas del juego mañosamente escritas para favorecer a los que detentan el poder.
Después de la monarquía y la república, Montesquieu consideró un 3er. tipo de gobierno: el despotismo. La diferencia fundamental entre la república y el despotismo es que, mientras que en la primera hay leyes e instituciones que limitan el poder, en el segundo las leyes e instituciones sirven al poder. Para Montesquieu, el despotismo era un gobierno ilegítimo, porque el poder es arbitrario. Despotismo: del griego y francés, que significa "alguien con poder", describiendo a aquellos que tenían esclavos y siervos bajo su posesión.
La reforma judicial ha terminado con un poder de la unión, con la división de poderes, y con la democracia mexicana misma. Los comités de selección han quedado conformados por personas afines a Morena, y de la elección de juzgadores se encargará la estructura del partido. Por otra parte, la reforma que incluye el principio de supremacía constitucional ha terminado con el espíritu de la Constitución, con el Estado de Derecho, y con el liberalismo mexicano mismo. Pero Morena también ha logrado la sumisión del Tribunal Electoral y, mucho indica, logrará la sumisión del Instituto Nacional Electoral. Próximamente, viene la eliminación de los organismos constitucionalmente autónomos, entre ellos, el Instituto de Transparencia. Después, un creciente catálogo de delitos que merecen prisión preventiva oficiosa. Es decir, los recursos legales y políticos del ciudadano mexicano, aquellos con los que puede enfrentar el poder del Estado, están casi extintos. Es decir, se extingue la democracia constitucional mexicana.
"Una Sociedad en la que no esté establecida la garantía de los Derechos, ni determinada la separación de los Poderes, carece de Constitución". Es el artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, promulgada en 1789. Morena va en contra del Siglo de las Luces, de la Ilustración misma: sin temor a exagerar, se ha convertido en el partido del oscurantismo mexicano.
Fernando Núñez de la Garza Evia
La Gran Depresión Mexicana.
La situación del país (2001-2010).
La situación del país (2011-2013).
La situación del país (2014-2017).
La situación del país (2018-2019).
La situación del país (2020-2021).
La situación del país (2022-2023).