Un llamado a los empresarios mexicanos


No pago buenos salarios porque tengo mucho dinero; tengo mucho dinero porque pago buenos salarios.


Robert Bosch

El Partido de los Empresarios

Señores empresarios mexicanos: se están dando cuenta de que los empresarios de cualquier tamaño, tenemos los días contados en este país, ¿verdad?

Están conscientes que el actual gobierno, está convirtiendo a los trabajadores en enemigos potenciales del patrón, ¿verdad?

Saben que ninguno de nuestros empleados va a defender ni a la empresa ni a nosotros el día que llegue el Dictador y pronuncie la terrible sentencia Chaveziana: "!Que ese negocio se expropie!", ¿verdad?

Y entonces, ¿por que rayos no estamos haciendo nada para defendernos? Vamos a dejar que nos quiten todo lo que hemos logrado... ¿sin pelear?

Es absurdo tratar de resolver un problema sin cambiar lo que siempre hemos hecho mal... y el problema es que nuestra gente está muy mal pagada. Y tiene un resentimiento lógico hacia nosotros.

Para salvarnos y lograr hacer un equipo coherente con nuestros empleados, tenemos que aumentarles el salario para que en un momento de crisis, en vez de que se unan al linchamiento... nos defendamos juntos.

Un empleado bien pagado no cae en la trampa del comunismo y va a defender a "su empresa". Simplemente porque "si su empresa desaparece", va a perder su ingreso y su seguridad.

La estrategia más rápida y efectiva es aumentar salarios. Nos va a costar, ¿pero que prefieren, ganar menos o perder su empresa?

Por favor démonos cuenta que el salario mínimo en México es ridículo. En la gran mayoría de nuestras empresas la Mano de Obra es el menor de los elementos del costo, los renglones de Materia Prima y Gastos son muchísimo más altos.

El salario mínimo por 20 días de trabajo en Australia, Nueva Zelanda y Luxemburgo, es de 35,000 pesos. En México es de 2,500 pesos...

"!Aaaah, pero los europeos pueden pagar esos salarios porque son los países más ricos del mundo!"... van a comentar ustedes.

¡Pues no!

Tenemos que entender que no son los países ricos los que pagan salarios altos.

Son los salarios altos los que hacen que los países sean ricos...

La verdadera teoría económica dice que: "La economía de un país solo crece, cuando todos los ciudadanos tienen dinero para comprar lo que ese país produce".

¿Y entonces, quién sale beneficiado por pagar tan poco a nuestros trabajadores y destruir a los empresarios?

Los políticos mexicanos...

Porque eso les permite seguir en el poder, gracias a que el voto de un pobre se compra muy barato. Estos personajes, tienen la consiga de acabar con nosotros y nuestras empresas, porque los empresarios sí tenemos la capacidad de organizarnos y detener sus ataques.

Si creáramos un Partido de Empresarios, tendríamos voz, voto y un subsidio multimillonario para luchar en el mismo ring: las Cámaras de Diputados y Senadores.

Los partidos de campesinos, de obreros, de trabajadores, de maestros y de ladrones, reciben miles de millones de pesos que están utilizando para destruirnos. Pero quienes generamos ese dinero, no utilizamos esa misma estrategia para defendernos.

Si queremos seguir viviendo en un México de libre empresa, necesitamos contraatacar, creando... El Partido de los Empresarios.


Alberto Martínez Vara el 5 de agosto de 2020.


Los ricos no crean empleos

Para que le aprobaran su "reforma fiscal", Trump les hizo creer a sus inocentes compatriotas que mientras menos impuestos paguen las grandes empresas, se provoca una expansión industrial y se generan más empleos.

Esto es una reverenda estupidez digna de un Oscar.

La creación de empleos no es provocada por las grandes empresas, los trabajos son una consecuencia de un ecosistema retroalimentador entre los consumidores y los negocios. Y los mayores provocadores de negocios cotidianos son las pequeñas y medianas empresas, las llamadas Pymes. Cuando la gente crea Pymes, la clase media prospera y compra lo que siempre ha necesitado, los negocios crecen y en consecuencia contratan más empleados que compran más. Y así sucesivamente se crea un círculo virtuoso.

En la (todavía) economía más grande del mundo, USA, el 89% de la economía es creada por las Pymes, según el SBA (Small Business Administration) existen 28 millones de pequeños negocios y solo 18,000 grandes empresas.

Cuando la mayoría de exenciones y las tasas más bajas de impuestos benefician a los ricos, (en nombre de la creación de empleos), lo único que pasa es que los ricos... se hacen más ricos y los pobres... siguen en la inopia.

En nuestras economías capitalistas, los verdaderos creadores de empleo son los consumidores de la clase media.

Pero más necios e ineptos que Trump son los políticos mexicanos, que no entienden que cuando hay salarios bajos y desempleo no hay quien compre lo que producen los empresarios grandes y pequeños. En consecuencia, todos pierden dinero.

Al día de hoy, en México las PYMES crean casi la totalidad del empleo y producen el 70% del PIB, según la información de la Banca Empresarial de Banamex.

Según el INEGI, hoy existen 5 millones de empresas en México que generan 28 millones de empleos: El 99.8% Son Pymes y generan 4 de los 5 millones de empleos. Las grandes empresas solo generan un millón de empleos.

¿Entonces que rayos necesita México? Facilitar la creación de millones de pequeñas empresas legales que contraten a millones de empleados. Pero eso sí, BIEN PAGADOS, para que consuman lo que todas ellas van a fabricar.

Necesitamos eliminar todos los impuestos al ingreso, dejar un solo impuesto al consumo, y necesitamos urgentemente aumentar los salarios a nivel internacional.

Cuando la clase pobre gana bien, se convierte en clase media que crea Pymes, los negocios crecen y contratan personal. El gobierno recauda más impuestos para dar mejores servicios (y hasta robar más, sin necesidad de endeudar al país).

Y todos salimos ganando.

¿Lo entenderán los candidatos?, o se lo deletreamos.


Alberto Martínez Vara el 20 de febrero de 2018.


Las Empresas Socialmente Responsables (ESR) deben mostrar mayor interés por el salario que perciben sus empleados, porque hay una tendencia de negocios por generar grandes utilidades, en detrimento de las condiciones laborales, señaló Marco Antonio González, director del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades del Tecnológico de Monterrey.

Actualmente, hay 1,648 empresas con el distintivo ESR, que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía, y abarcan un amplio espectro, ya que van desde aseguradoras, universidades y armadoras hasta aerolíneas, laboratorios, bancos, consultoras, refresqueras, telefónicas, exhibidores, etc.

Según el Cemefi, las empresas solicitan este distintivo que se consigue a través de un cuestionario con 120 indicadores donde pueden medir su índice de responsabilidad social en 4 ámbitos estratégicos: ética empresarial, cuidado y preservación del medio ambiente, vinculación de la empresa con la comunidad y calidad de vida en la empresa.


Pág.3 de la sección "Negocios" del periódico Mural del 13 de enero de 2011.


El empresario Carlos Slim desestima la necesidad de una nueva reforma fiscal en el país para impulsar la generación de empleos, pues aseguró que, así como hay crecimiento económico que no detona empleo, también puede haber nuevas fuentes de trabajo sin crecimiento.

"En estas épocas difíciles lo importante es generar empleo (...) Hay actividades donde se puede invertir mucho, crecer mucho y no dar empleo, y otras que son intensivas en empleo, y son las que hay que apoyar e impulsar".

Slim Helú consideró que precisamente el turismo se convertirá en un sector muy importante para la recuperación económica del país. "Es un sector que da mucho empleo y tiene muchos efectos indirectos en otras actividades", apuntó.

Respecto del mantenimiento de la infraestructura, Slim señaló que en la reparación de caminos, escuelas y hospitales hay empleo en el corto plazo. "Hay que preocuparse por el empleo y la masa salarial; cuánto se paga por salarios a nivel nacional y cuántos empleos se generan", insistió el empresario, quien destacó el uso de insumos nacionales en este proceso.


Pág.16-A del periódico El Informador del 26 de mayo de 2009.


Analistas explicaron que en estos momentos las empresas están urgidas de sostenerse financieramente y por ello se desprenden del costo laboral, pero advirtieron que deben pensar también en lo que harán para cuando llegue la recuperación.

"Mucha de la gente que están despidiendo se lleva consigo las horas de entrenamiento, el conocimiento adquirido. En su momento eso será más caro y difícil de recuperar cuando lleguen tiempos mejores", dijo en entrevista Roberto Cabrera, Socio a cargo de la Práctica de Servicios de Asesoría en Riesgos de KPMG.


Pág.23-A del periódico El Informador del 6 de abril de 2009.


Esta crisis se ha convertido en un monstruo que crece y crece, autoalimentándose con el progresivo número de trabajadores en paro forzoso, cuya salida de la economía afecta la actividad productiva de terceros, en una espiral descendente de la cual no se ve cercano el fin.


Jorge Valdivia G. en la pág.9 del periódico Público del 15 de marzo de 2009.


Un trabajo, como un matrimonio, tiene su fase de luna de miel, sus puntos fuertes y tensiones y cosas que nos enloquecen. Pero ahora mientras todas nuestras emociones son recableadas, estamos agradecidos por lo que alguna vez simplemente dimos por hecho y asustados por cosas que alguna vez ignoramos. Sería muy bueno apoyarnos en la sabiduría y benevolencia de patrones en todas partes que se dieran cuenta de que cuando la gente está asustada por la posibilidad de perder su empleo, la lealtad, productividad y moral se desploman. Si los empleadores se vieran tentados a explotar esos temores, exprimir más trabajo de menos gente, reducir beneficios porque hay 100 personas en fila para cada trabajo, pudieran encontrarse que como en muchas cosas, fijarse sólo en el corto plazo es una tontería en el largo plazo.

Platiqué con la economista Sylvia Ann Hewlett, quien ha estudiado siempre estos temas. Es la fundadora de la fuerza de tarea Hidden Brain Drain, un grupo de más de 50 empresas -entre ellas GE, Goldman Sachs y Time Warner- que están explorando cómo los empleadores pueden asegurar a la gente que menos pueden permitirse perder. Especialmente cuando las empresas necesitan reinventarse a sí mismas para sobrevivir, ella advierte, no pueden permitirse los altos costos asociados con el talento estresado: "no es bueno para línea base", declara, "y no es bueno para los individuos". La Harvard Business Review examinó una encuesta de lo que sucedió en empresas que pasaron por recortes de incluso el 1% de su fuerza de trabajo: entre los trabajadores que sobrevivieron, se vio un incremento del 31% en la rotación de personal. Mayores recortes llevaron a una rotación todavía mayor. Los trabajadores con mejor desempeño siempre tienen opciones -y, Hewlett hace notar, es 2 veces más probable que una mujer deje voluntariamente su trabajo a que un hombre lo haga, no para retirarse, sino por encontrar un puerto más seguro. Lo que la preocupa es que cuando el humo de disipa, pueden no quedar suficientes mujeres en los niveles altos de la fuerza de trabajo. "Habremos perdido a las maestras y modelos de rol para la siguiente generación".

Hewlett comenta que incluso las empresas con problemas que se han tenido que mover a una semana laboral de 4 días en vez de despedir gente, han podido mejorar tanto la moral como la calidad de vida.

Con más y más frecuencia escucho a la gente hablar de sus empleos de una nueva manera: "Tienes que renovar tus votos", me dijo un amigo. Los empleadores inteligentes saben que esto funciona en ambos sentidos.


Nancy Gibbs en la pág.52 de la edición internacional de la revista Time del 16 de febrero de 2009.


La situación económica en el mundo podría complicarse o, en su defecto, prolongarse, consideró el titular de la Secretaría de Finanzas [de Jalisco], José Luis de Alba González, quien ante este panorama hizo un llamado particularmente a los empresarios a solidarizarse con los más afectados.

"Lo que está pasando es que muchos empresarios están empezando a despedir gente y sin necesidad, porque sus ventas todavía no se han caído; lo que tendrían que hacer es una revisión consistente y decir que el indicador base es uno determinado, 'si éste se mueve hago el ajuste', pero no llorar antes de que les peguen, que es lo que está pasando".

De Alba González dijo que a pesar de que algunos empresarios consideren estas medidas como "estrategias", a fin de cuentas afectan la economía estatal.

"Algunos lo llaman estrategia, pero yo le llamaría de otro modo, porque no se vale, tenemos que ser solidarios y creo que el personal está más dispuesto a no hablar de aumentos de sueldo, a conservar su empleo, a ayudar a que la empresa salga, pero el empresario tiene que poner de su parte, bajar su objetivo de productividad, deben hacer un sacrificio también".


Primera plana del periódico El Informador del 27 de enero de 2009.


Los patrones organizados en la Coparmex están dispuestos a elevar las cuotas obrero-patronales con el fin de mejorar las pensiones futuras de los afiliados a las Afore.

Sin embargo, la Secretaría de Hacienda advierte que en estos momentos "no sería conveniente elevar la carga de seguridad social de las empresas porque se encarecería el mercado laboral".

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Ricardo González Sada, condicionó esa propuesta a que se tenga la certeza de que los mayores recursos servirán para elevar la calidad en el servicio de salud que ofrece el IMSS y para mejorar las pensiones. En entrevista, dijo que "es viable" la propuesta de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) de aumentar dichas cuotas paulatinamente de 5 hasta 11% como lo marca el estándar internacional.

Pero "la consideraríamos únicamente en la medida en que la percepción de que esos recursos sean destinados para lo que se cobra, es decir para un buen nivel de salud".


Pág.30 del periódico Público del 15 de octubre de 2007.


Creemos que seguimos equivocando el camino; nos hemos viciado con tesis que en lugar de alentar la producción protegiendo la planta y el empleo, hemos tratado de sostener lo que no produce sino que sólo hace que trabaja con la etiqueta de burócrata.

Al ser el gobierno el principal empleador es al que más golpean las alzas salariales y trata de que no sean elevadas; luego echa la culpa a los empresarios privados de ser oponentes a proporcionar al trabajador un salario remunerador. Con los impuestos se ataca a la eficiencia y, si se gana algo, como sea tratan de tomarlo para quién sabe quién o para qué.

Ya es tiempo [de] que nos demos cuenta [de] que nuestro socio importante es el trabajador, es quien ayuda a empujar la carreta; pero además es nuestro consumidor; al pagar bajos salarios, desalentamos a los empleados a ser eficientes y productivos y les quitamos capacidad de compra.

Perdemos mercado interno y por la baja productividad no somos competentes al exterior.

Estamos tejiendo la soga con la que nos ahorcaremos.

Un salario remunerador e incentivos por calidad nos autobeneficiará porque seremos unas empresas básicamente sólidas.

Las utilidades a base de bajar las de nuestros socios principales son de humo. Vamos empujando el salario, es preferible pagar sueldos que impuestos. El salario regresa con valor agregado e impulsa el crecimiento; los impuestos quién sabe a dónde van.


Editorial por el Ing. Javier Sánchez Vargas publicada en El Informador (los enfatizados son míos).


Yo no conozco promotor industrial que viva tranquilo; no conozco un empresario promotor que tenga buen dormir; no conozco un empresario con su industria en crecimiento que lleve una vida plácida y feliz.

El manejo de las empresas es un arte muy difícil, muy duro y para hombres muy hombres, porque al empresario se le reprocha dentro de sus consejos; se le reprocha en el forcejeo, en las negociaciones obrero-patronales; se le reprocha en el esfuerzo social para que cumpla normas y estándares de calidad; se le reprocha para que baje precios; se le reprocha para que no agote su paciencia ni fuerza de resistencia y no venda a un competidor extranjero; se le reprocha que no vaya al paso de la tecnología; se le reprocha que tenga dinero y se le reprocha que no tenga suficiente capital como para ser el mejor empresario del mundo; se le reprocha que no pague suficientes impuestos, se le reprocha que regatee salarios; se le reprocha que no crezca al ritmo de la imaginación de la gente que no sabe de industria ni de empresas.

Al empresario generalmente se le reprocha hasta que se le destruye. He visto empresarios retirarse en sesiones de consejos de administración después de muchos años de servir a sus empresas, casi con una conciencia de culpa por no haber satisfecho las exigencias, especialmente, de los recién llegados.

Hacerse empresario es escoger una profesión difícil e ingrata. ¿Seremos capaces de reconocer su valor y cuánto lo necesitamos?

México necesita empresarios. Necesitamos muy buenos empresarios. Requerimos muchos buenos empresarios. El estado mexicano tiene que ayudar a formarlos, a mejorarlos, a defenderlos y hacerlos triunfar porque los empresarios son indispensables en la creación de los centros de trabajo y producción.

Los empresarios a través de las fábricas, de los centros de trabajo, son los mejores vehículos para redistribuir la riqueza.

Las empresas son el mejor instrumento para hacer justicia social y las empresas son la mejor garantía, también, para que los países progresen y se desarrollen equilibrada, democráticamente, cordialmnete entre sus habitantes. Cada proyecto es una angustia. Cada empresa es un centro de conflicto, pero cada proyecto es un reto y cada empresa es una responsabilidad. Ojalá haya en México más y más buenos empresarios.


Lic. Guillermo Martínez Domínguez, director general de Nacional Financiera,S.A. (Mazatlán, Sin. 11 de octubre de 1972).



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