Más historias de terror.


Amelia deseaba embarazarse y recurrió a especialistas del IMSS para lograrlo. Una serie de malos diagnósticos la tienen ahora sin matriz y con la imposibilidad de procrear un hijo.

2 años sin poder embarazarse. No sería fácil, más aún con problemas ginecológicos. Quiso buscar ayuda médica. Sabía que los tratamientos eran caros y había que ahorrar para la llegada del bebé. El IMSS era la opción.

"No hay quién le haga un eco, así que tendrá que quedarse. Mañana la revisan", le dijeron a Amelia Alcalá Becerra. La tarde del 4 de octubre de 2006 sintió un pequeño cólico y decidió acudir a Ginecología, del Centro Médico de Occidente. Ya había tenido ese dolor. Varias veces su médico particular le encontró quistes que desaparecían con tratamiento hormonal.

La primera cita para su tratamiento de fertilidad era el 9 de octubre, en ese hospital. El incidente adelantó su visita. Prefirió el IMSS y no al médico particular, "para que tuvieran antecedentes de los quistes y las adherencias que tenía".

La mañana del 5 de octubre, el doctor Luis Enrique Nájar Fuentes, ginecólogo con matrícula 1942727, le diagnosticó un embarazo fuera de la matriz (ectópico), y le advirtió que realizaría una laparoscopia "cirugía de mínima invasión" para erradicarlo.

Apenas 8 días antes Amelia tuvo su menstruación. Así lo hizo saber al doctor. Su esposo llevó los resultados de un estudio en sangre, con fecha del 18 de septiembre, que descartaba un embarazo. El galeno no lo tomó en cuenta. Se empeñó en hacer la cirugía y ordenó estudios preoperatorios, entre estos un eco vaginal."

En la exploración ecosonográfica realizada a las 9:43 de la mañana, el doctor Ramírez, responsable del estudio, diagnosticó "remotamente embarazo ectópico". El doctor Nájar Fuentes operó a Amelia al mediodía. Al parecer, sabía los resultados del eco. Ella le pidió de una vez que le quitara las adherencias en la matriz, para así lograr embarazarse.

En 3 reportes del médico, luego de la operación, cuyas copias tiene esta reportera, concluyó que Amelia tenía síndrome adherencial y un quiste folicular derecho simple de dos centímetros. El embarazo ectópico, por supuesto, no existía. Reportó además que la laparoscopia tuvo "sangrado mínimo sin complicaciones ni accidentes".

Desde que volvió de la anestesia, Amelia sentía mareo y dolor en los hombros. Todo el día las enfermeras notaron la palidez de la paciente y su "severa" baja de presión arterial, que llegó hasta 70/40, según la nota médica del anestesiólogo Jaime Salvador Vélez, que ordenó Efedrina para regularizar la presión.

Varios piquetes en el brazo y la presión arterial de Amelia subía y bajaba en minutos. A las 22:05 horas la subieron a piso con "dolor intenso abdominal incluso hasta la región de la espalda que impide respirar adecuadamente", dice la nota de reingreso firmada por el doctor Avila. El galeno recomendó "vigilancia y analgésicos".

Las siguientes horas fueron un infierno. El malestar no cedía a los medicamentos. Toda la noche "suplicaba que me revisara un doctor". Es normal, le decían las enfermeras.

A las 7:00 horas del 6 de octubre el reporte de evolución apenas perceptible firmado por el doctor Altamirano refiere que por los síntomas nocturnos, la paciente debía estar "aún en observación".

Una hora después, Amelia no creía lo que el doctor Nájar decía. "¿Cómo me daba de alta cuando me sentía tan mal?", pensó. Su hermana pidió una segunda opinión. El médico se negó y les dio la hoja de alta a las 8:20. "Se encuentra en buenas condiciones generales aún con moderada distensión abdominal", se lee en el documento.

Amelia se levantó de la cama para vestirse. Su débil cuerpo cayó al suelo. Un rato después, el ginecobstetra Luis Fernando Oseguera le hizo otro ecosonograma. "Clara evidencia de líquido libre", consignó en su reporte. El líquido era sangre que se escapaba desde hacía casi 24 horas.

En minutos, Amelia estaba por segunda ocasión en el quirófano. Sabía que era cuestión de vida o muerte. Quizás por eso aguantó el dolor cuando le introdujeron un tubo por la garganta y sintió que el bisturí le abría la piel. "Estaba amarrada de los dos brazos. Sentía como si me estuvieran sacrificando", cuenta.

2,000 mililitros de sangre drenaron los doctores. 2 litros (de los 5 que tiene el cuerpo) mezclados entre intestinos y matriz. La hemorragia venía de los 2 orificios hechos para realizar la laparoscopia.

La tos comenzó luego de 4 días en Terapia Intensiva. Amelia pasó a piso, el nueve de octubre, con un estado de salud delicado. Antes, el jefe de Terapia Intensiva, José Angulo Vázquez, ordenó una radiografía de pulmones. Ella esperó 3 horas en un frío pasillo a que le tomaran la placa.

Neumonía, fue el diagnóstico. Su cuerpo fue blanco de una infección hospitalaria. Fiebre y vómito por varios días. Los medicamentos no daban resultado. De nuevo en terapia intensiva. La depresión y angustia eran evidentes. El doctor Angulo solicitó valoración en psiquiatría. Su estado era grave.

Sus familiares solicitaron a un neumólogo externo. Este encontró coágulos en los pulmones (tromboembolia pulmonar) de Amelia, por el tiempo que permaneció inmóvil luego de la segunda operación.

Debieron administrarle un antitrombótico un día después de la operación, pero no lo hicieron. Tampoco supieron aplicarle el tratamiento para controlar los tiempos de coagulación en su sangre. Esto la obligó a permanecer 2 semanas más.

De seguir ahí, contraería otro virus intrahospitalario. Sería fatal, advirtió el doctor Nájar. "Ginecológicamente estás bien", le dijo, el único problema era controlar los coágulos. Se negó a darla de alta. En cambio, sugirió que firmara su alta voluntaria y continuara el tratamiento en casa. Sólo era "un procedimiento administrativo", le aseguró una trabajadora social, aunque al hacerlo deslindara de responsabilidad a los médicos.

Sin poder caminar ni respirar bien, el 21 de octubre Amelia salió del hospital. El 23 acudió a cardiología para seguir el tratamiento, como acordó con los médicos.

Pagar errores ajenos.

Una enfermera particular cuidaba a Amelia, conectada de manera permanente al suero y a un tanque de oxígeno. A cuatro días de salir del hospital, un dolor agudo en el vientre la obligó a acudir a un particular, donde estuvo varios días.

Su vientre albergaba un hematoma encapsulado de seis centímetros y dos semanas de formación, producto de las cirugías, le dijo el ginecólogo. Ella no resistiría otra operación.

Con múltiples estudios y el consejo del neumólogo, su ginecólogo decidió ponerla en observación con analgésicos 2 meses, con la esperanza de que el hematoma no se rompiera o infectara. De nuevo su vida pendía de un hilo.

La lesión desapareció 3 meses después. Las secuelas no terminaban ahí. Al drenar la hemorragia, los médicos manipularon sus intestinos, lo que provocó que se pegaran y le obstruyeran la digestión, causándole fuertes dolores. Además, tuvieron que ponerle un filtro en la vena cava, ya que la inflamación de la pelvis imposibilitó la circulación sanguínea y le reventó las válvulas de las piernas.

Por varios meses consultó neumólogos, hematólogos, gastroenterólogos, angiólogos y ginecólogos. Todos coincidían: su cuerpo no resistiría un embarazo. Incluso sugirieron a su esposo practicarse una vasectomía, pues las secuelas de la tromboembolia imposibilitaban a Amelia a tomar anticonceptivos.

"Lo que era mi mayor ilusión, se convirtió en mi mayor temor, pues si me embarazaba podría morirme. Por un error los médicos casi me matan y aparte me quitaron la posibilidad de embarazarme".

A inicios de octubre de este año, Amelia tuvo otra cirugía, pues su matriz aún formaba quistes. Al no poder ingerir hormonas como antes, este creció 7 centímetros. Además de eliminarlo, en la operación limpiaron y acomodaron sus intestinos y extrajeron su matriz para evitar nuevas complicaciones. La posibilidad de dar vida fue cancelada de manera definitiva.

Luchar contra la negligencia.

A un año, Amelia no se recupera ni económica ni físicamente. Le cuesta trabajo respirar. La esperanza de recobrar algo de los más de 270,000 pesos gastados en médicos particulares es remota.

El 2 de febrero de 2007 presentó una queja administrativa ante la Comisión de Arbitraje Médico, en la que solicita indemnización por parte del IMSS por daño físico y moral. El 20 de abril, la Coordinación de Atención y Orientación al Derechohabiente de la Delegación Jalisco del IMSS, a la que fue remitido el trámite, le informó que su queja era improcedente.

El Consejo Consultivo delegacional determinó que "no existe daño causa-efecto por las atenciones médicas otorgadas a nivel institucional" y que "la paciente conserva su fertilidad".

En el documento, en poder de esta reportera, la dependencia argumenta que "las complicaciones presentadas son inherentes a la evolución de sus tratamientos médicos y quirúrgicos", y que "fueron detectadas en tiempo y forma, siendo su manejo a tiempo y dentro de los protocolos establecidos por los médicos tratantes". Asimismo, refiere que el alta voluntaria "deslinda de responsabilidad a los médicos al no aceptar el tratamiento indicado en cardiología".

Amelia presentó un recurso de inconformidad, además de una demanda penal ante la procuraduría estatal para que ésta investigue y sancione a los responsables. Está en espera de una resolución en ambas instancias, pero el plazo para el recurso de inconformidad venció el 31 de octubre. La abogada del doctor Nájar le informó que éste no está dispuesto "ni a pagar ni a decir la verdad".

Esta reportera solicitó una entrevista con la coordinadora de Atención y Orientación al Derechohabiente o los miembros del Consejo Consultivo de la delegación estatal. Fue atendida vía telefónica por Juan José González, coordinador de Comunicación Social. Enfatizó que si se declaró improcedente la queja, "es porque los elementos jurídicos, médicos, clínicos, son improcedentes. No escatimamos el derecho de nadie".

El funcionario, que dijo conocer el caso, afirmó que "ella (Amelia) ha ido a otras instancias y no le han dado lo que ella quiere. Ha estado yendo a los medios de comunicación para presionar. Nosotros no podemos litigar mediante presiones, esto es por ley. Si le hubiera correspondido, ya estuviera finiquitado".

Los médicos encargados de investigar si hubo negligencia o falta de atención médica son asesores externos, dijo, quienes ponen el caso a consideración del Consejo Consultivo, conformado por representantes de instituciones como la CROC y la Canaco, "y si ellos determinan que hay que pagar, se paga. El IMSS no es juez y parte".

Mediante el IFAI, esta reportera solicitó al IMSS el número de quejas e inconformidades, así como los recursos de inconformidad presentados por los derechohabientes en la delegación Jalisco, en 2006 y 2007, y en cuántas de ellas procedió la reparación del daño. Hasta el cierre de esta edición, la dependencia no había contestado la petición.

Mariana González
(v.pág.8 de La Gaceta de la Universidad de Guadalajara del 12 de noviembre de 2007).


Los "malos" servicios para la atención de la salud, han provocado que en 2007 se registre un aumento de 154% las quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco. Esto de acuerdo al reporte entregado por la comisión hasta el mes de octubre.

Por una prestación indebida del servicio público, la negativa e inadecuada forma de prestar la atención, la negligencia en algunos casos, la violación al derecho a la igualdad y al trato digno, así como la violación al derecho a la legalidad y seguridad jurídica, amenazas, discriminación, intimidación, entre otros aspectos; han sido los temas que han provocado que los usuarios de los servicios públicos expongan sus inconformidades ante el órgano regulador del respeto a las garantías y derechos de los jaliscieneses.

En 2006, la Secretaría de Salud Jalisco registro en todo el año 22 quejas de inconformidad ante éste órgano, sin embargo hasta octubre de 2007, los señalamientos por una mala atención rebasaron la cifra anterior con 34 quejas, dejando pendiente los meses de noviembre y diciembre.

El servicio de salud, debe ser gratuito y de calidad, es un derecho que tiene cualquier persona que requiere de este tipo de prestación.

Sin embargo, actualmente, las condiciones para que este servicio se de, se violentan por diversos factores, pero el principal es la disposición y actitud del personal. Tal es el caso de Ricardo un hombre de 50 años que padece de los riñones, la "urgencia" de su caso, requirió de una programación de cita, por lo que el afectado decidió pagar a un hospital particular para una atención inmediata y el derecho gratuito que tiene.

Casos como este, se repiten diariamente en diversos hospitales de la zona metropolitana de Guadalajara y del interior del estado.

(V.pág.5-B del periódico El Informador del 29 de diciembre de 2007).


Silvia Janette Torres Luquín, de 32 años, padece esclerosis múltiple desde hace 9 años. En este largo lapso, la mujer no había tenido recaídas, hasta ahora, asegura y dice que su empeoramiento coincidió con el tiempo en que empezó a usar Neurauxa: dolor de cabeza intenso, ansiedad, temblores, pérdida del equilibrio, alteraciones visuales y auditivas y debilidad en las extremidades inferiores, son sólo algunos de los síntomas que la llevaron a ser internada hace 15 días, en este mismo Hospital de Especialidades "por presentar brote", según reza su nota de atención médica fechada ayer, de la cual este diario tiene copia. Quien firma como doctor Zúñiga, responsable de la exploración física de este jueves, reconoce que "la paciente no toleró aparentemente el cambio de Interferon beta 1a (Neurauxa)"... y ya no se lo recetó. Como tampoco tiene tolerancia a la segunda opción, suprimió los inmunomoduladores y ordenó que "por el momento" continuará solamente bajo observación. Y para tratar su cuadro de ansiedad la envió a atención de psiquiatría en su respectivo hospital de zona.

Ayer Silvia lloraba. Dejarla sin medicamento es condenarla a que la enfermedad avance. El avance, los enfermos de esclerosis múltiple lo saben, se traduce en discapacidad.

Los enfermos continúan su protesta. Exigen el tratamiento médico original para la esclerosis múltiple (Interferon beta 1a de 12 millones U.I. de nombre comercial Rebif) que hasta diciembre pasado el IMSS les estaba suministrando y que, cortesía de la "liberación de patentes", fue sustituido por un "genérico" que se elabora con el nombre de Neurauxa, el cual produce la farmacéutica jalisciense Laboratorios Pisa, ganadora de la licitación nacional correspondiente a 2008.

Los pacientes afectados por la sustitución del Interferon han recogido el suministro correspondiente a enero y febrero, pues "es la condición para tener acceso a otra cita médica, a otra receta" y, en caso de lograr lo que parece imposible, a otro fármaco, el que piden a gritos. Algunos han aceptado inyectarse el genérico. Otros no. En ambos casos hay testimonios de deterioro físico y mental.

Ninfa Monarrez, enferma y presidenta de la Asociación Esclerosis Múltiple, denunció que el IMSS y la farmacéutica quieren usar a los enfermos como parte del protocolo, sujetándolos a la observación de las reacciones del fármaco; pues asegura que Neurauxa no tiene estudios de bioequivalencia, eficacia y seguridad comprobada. "No somos conejillos ni ratas de laboratorio", seguían gritando los pacientes.

El vocero del IMSS en Jalisco, Juan José González Salazar, sostuvo que los pacientes "han sido atendidos en todo momento", y después de discutir con los manifestantes concedió una entrevista en una oficina aparte. Informó que el director del hospital, Marcelo Castillero Manzano, se encontraba en México; descartó que exista un sólo paciente afectado en su salud por el genérico (algunos podrían tener reacciones secundarias normales, justificó) y sostuvo que detrás de los quejosos hay un movimiento político.

(V.pág.8 del periódico Público del 7 de marzo de 2008).


El Instituto Mexicano del Seguro Social enfrenta un déficit de 14,000 camas hospitalarias para atender a sus pacientes, reconoció Santiago Echavarría, director de Prestaciones Médicas de la institución.

Y ante la falta de recursos para resolverlo, explicó, ha optado por habilitar áreas que se empleaban para oficinas como espacios para hospitalización.

De acuerdo con el último Informe sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS, la proporción de camas hospitalarias censables en el instituto pasó de 1.85 por cada 1000 derechohabientes usuarios en 1980 a 0.83 en 2006.

"Eso quiere decir que la población derechohabiente ha crecido muchísimo en relación a lo que ha crecido la infraestructura del Instituto", señaló Echavarría.

"Esto ha sucedido porque las finanzas del Instituto no le han permitido tener un crecimiento paralelo en infraestructura al crecimiento que ha tenido el número de derechohabientes".

Para poder revertir este déficit y alcanzar el promedio nacional, apuntó, el IMSS necesita invertir 40,000 millones de pesos.

A nivel nacional existe actualmente una cama hospitalaria por cada 1000 habitantes.

Echavarría advirtió que México es el país de la OCDE con la más baja tasa de camas hospitalarias en relación a su población. Turquía, país que le sigue a México, cuenta con 2 camas por cada mil habitantes, mientras que los países europeos 5 y Estados Unidos, el más alto, 7.

"Tenemos un indicador en que el tiempo máximo en una sala de urgencias tiene que ser de 8 horas, pero hay algunos lugares y estados donde tenemos un gran déficit, en donde hay pacientes que pueden estar 24 o 48 horas porque no hay espacio en la torre de hospitalización para poder darle una cama, lamentó.

De igual forma, dijo que por esta causa se difieren cirugías, los pacientes tienen que estar hacinados o incluso deben esperar en sillas o sillones para que se les atienda en áreas de urgencias.

"En urgencias, por ejemplo, así como hay la camilla 1, hay la silla 1... En el lugar donde cabría una camilla tienen que caber 3 o 4, y a veces un paciente está en una silla, son pacientes menos graves, pero tienen que esperar en una silla con su suero", comentó.

(V.pág.2 del periódico Mural del 24 de abril de 2008).


La delegación de la Procuraduría General de la República está siendo impugnada por la madre de un niño que fue víctima de negligencia médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social y quien ha encabezado una larga batalla legal para que se reconozcan las omisiones en que incurrió personal médico en la atención de su hijo cuando era bebé.

La denuncia es contra el IMSS por el caso de un bebé a quien no le suministraron el servicio de ventilación tras presentar paro cardiorrespiratorio. Según la denunciante, la PGR no incluyó en la averiguación previa datos sustanciales del expediente médico del menor de edad agraviado, ni la opinión del perito consultado.

Rocío Montes Martínez es madre de Germán, quien hoy tiene 6 años. El pequeño padece una rara enfermedad congénita llamada síndrome de Williams. Pero ella alega que su pequeño presentó paros cardiorrespiratorios durante su internamiento en el Hospital de Pediatría del IMSS Jalisco, cuando era bebé, y que los médicos tratantes no le suministraron el servicio de ventilación asistida porque no había los aparatos disponibles, y porque esperaban que dada su condición de salud, su hijo no viviría mucho tiempo. Ella escuchó de viva voz ambos comentarios.

Germán vive. Sigue recibiendo tratamiento por el síndrome que padece, pero también tiene secuelas de los paros cardiorrespiratorios que sufrió. Su madre demandó penalmente al IMSS Jalisco en 2005. El año pasado, la PGR determinó la no existencia de delito alguno. La señora Rocío, con documento en mano, muestra las omisiones en la integración del expediente. Y la más grave es que no se incluye el reporte de los paros cardiorrespiratorios que presentó el bebé en el dictamen de opinión del perito, número 9960/2007/AUX del 13 de junio de 2007, ni hay constancia de que se haya tomado en cuenta en la averiguación previa 3316/2005.

Rocío, la madre, lo tiene claro: "Quiero que cambien el dictamen", y lamenta que el IMSS, en contubernio con otros funcionarios, insista en no reconocer el error que cometieron y en no indemnizar a Germán por la negligencia médica que sufrió. "Un daño adicional que no debía pasar".

(V.pág.12 del periódico Público del 18 de mayo de 2008).


Hoy falleció "DJ", un joven de apenas 22 años, tenía hemofilia. No falleció en algún accidente, tampoco de sobredosis, no se suicidó, no fue agredido por alguna persona. Fue a consecuencia indirecta de la hemofilia.

En muchas ocasiones "DJ", al sufrir de alguna hemorragia provocada por la hemofilia, tuvo que ser tratado con transfusiones o crioprecipitados, tratamiento obsoleto desde hace más de 15 años: en una de esas ocasiones contrajo el virus del VIH. Sí, "DJ" era seropositivo. falleció a consecuencia de una infección estomacal.

Si tuviéramos que explicar la causa de su muerte, ¿cuál sería? En realidad la hemofilia no fue la causa directa. Pero sí la falta de conciencia, de humanidad, de sentido común.

Pero, ¿de quién? ¿Acaso de las enfermeras que lo trasfundieron?, ¿de los médicos que ordenaron la transfusión?, ¿de los directivos de la institución, por no autorizar la compra de medicamentos seguros y eficaces para el tratamiento? ¿Será culpa del gobierno que no destina los recursos necesarios para proveer los medicamentos adecuados?

Encontrar un culpable ya no le sirve a "DJ", tampoco consolaría a su familia que se castigue a un grupo de personas o a una institución, pero creo que sí sería de gran alivio para los más de 480 pacientes con hemofilia en Jalisco pensar que no será necesario que sigan muriendo más pacientes con esta enfermedad, para que nos tomen en cuenta.

No necesitamos más personas infectadas con hepatitis C o VIH para que el gobierno voltee hacia la comunidad con hemofilia. No se vale que las personas sigan muriendo o lleguen a padecer discapacidad porque hay quienes piensan que un medicamento es muy costoso, ¿o es que acaso la vida tiene precio? ¿Puede alguien comprar una vida?

María del Carmen Rizo
(v.pág.12 "Cartas del lector" del periódico Mural del 5 de junio de 2008).


Un bebé recién nacido fue víctima de negligencia médica en el Hospital Regional de Puerto Vallarta. En el hospital postergaron sin justificación la atención de la madre, quien se presentó al nosocomio a las 10:00 am del 2 de enero de 2004, con ruptura de placenta, pero no fue sino hasta las 15:10 horas que quedó en manos de la doctora Susana Gómez Sosa, a falta de un ginecobstetra. Ese día, ninguno se presentó al hospital y el ginecobstetra de guardia reportó incidencia (no fue a trabajar).

A la madre no le practicaron los estudios correspondientes que habrían llevado a determinar la cesárea requerida en función al peso de la criatura (4.750 kilogramos), y el nacimiento se efectuó vía vaginal. El recién nacido sufrió hipoxia (falta de oxigenación) y otros daños, que el personal de salud trató de justificar con tres diagnósticos distintos.

A los padres primero les dijeron que el niño tenía una infección intestinal, después una inflamación hepática y, finalmente, que tenía un tumor cancerígeno en un riñón, por lo cual el bebé fue trasladado al Hospital Civil de Tepic en donde le fue extirpado el órgano. El informe de patología reveló que no había ningún signo de cáncer. Sí que el riñón estaba macerado y en mal estado, por el mal manejo durante el nacimiento.

(V.pág.13 del periódico Público del 1o.de agosto de 2008).


José García Guerrero estuvo todo un día en el hospital del IMSS sin ser atendido por un traumatólogo y a pesar de que necesitaba una operación, sólo lo vendaron y así estuvo, sangrando todo el día en espera de la atención médica.

Este es el único caso que la Comisión Estatal de Derechos Humanos detectó como una irregularidad grave después del recorrido que hizo ayer en los hospitales públicos Morelia.

"(Vimos las) molestias [de] don José García, que estaba en el Seguro Social donde en todo el día no hubo traumatólogo, entonces ¡qué bárbaro!, estuvo él sangrando todo el día, nada más lo vendaron pero no lo intervinieron, no hubo traumatólogo y su patrón decidió sacarlo del IMSS y llevarlo al Sanatorio de la Luz", comentó Víctor Manuel Serrato, ombudsman michoacano.

(V.pág.2 del periódico Mural del 18 de septiembre de 2008).


La Contraloría de la Secretaría de Salud Jalisco arrancó una indagatoria luego que se descubrió que la persona que atendió a la joven la segunda vez que acudió a un centro de salud, no era un médico, sino un enfermero, quien sin embargo le recetó tratamiento para una infección en la garganta.

Por su actuar, el enfermero Hugo Ezequiel Gómez, quien estaba asignado al Departamento de Vectores y Zoonosis, fue inhabilitado y el secretario de Salud, Alfonso Gutiérrez Carranza anunció que no tapará a nadie.

(V.pág.8 del periódico Público del 3 de octubre de 2008).


El paciente Miguel Alcalá no tuvo que esperar hasta el 2011 para que le hicieran el estudio de corazón que necesitaba, ayer se lo practicaron.

También lo cambiaron de médico y hospital, tal como lo pidió en la queja que presentó en el IMSS, después de que le programaron el estudio de ecocardiograma doppler hasta el 2011.

Mientras que la cardióloga Margarita Delgadillo, del IMSS, fue denunciada por el Seguro ante la PGR por haber enviado a Alcalá a hacerse el estudio a un laboratorio privado.

"Este hecho podría tipificarse como delito y nos dimos a la tarea de presentar una denuncia de hechos por la probable responsabilidad de uso indebido de funciones de servidores públicos", mencionó Víctor Ávalos Ibarra, titular del departamento de lo Contencioso, del IMSS Jalisco.

La cardióloga le entregó a Alcalá un formato de un laboratorio privado, llenado por ella, para que se realizara el estudio fuera del IMSS, y le advirtió que de lo contrario tendría que esperar cerca de un año.

Alcalá acudió al laboratorio privado donde le cobraban 1,800 pesos y, al no contar con el dinero, regresó al IMSS y fue cuando le dieron la cita para el 2011.

El IMSS inició su propia investigación para determinar si la doctora tiene responsabilidad laboral.

Lo que en la delegación del Seguro no explicaron fue el gran diferimiento que tiene en las citas.

La doctora podrá laborar hasta que las investigaciones determinen si será sancionada.

La demanda de estudios de laboratorio en el IMSS crece de una manera desfasada respecto de la oferta del organismo en este rubro.

De acuerdo con el Reporte de Gestión no. 44 a nivel nacional del IMSS, entre junio de 2004 y junio de 2008 el número de estudios de laboratorio creció 23%.

Sin embargo, en ese mismo lapso el número de laboratorios apenas creció 2%, al pasar de 531 establecimientos a 543.

Según el reporte, elaborado por la Coordinación de Planeación de la Dirección de Finanzas del instituto, en dicho periodo el número de estudios de laboratorio clínico pasó de 58.8 millones a 72.4 millones, y el promedio de estudios de laboratorio por cada mil derechohabientes creció de 24.66 a 28.19.

El IMSS reporta que hasta junio de este año realiza en un día típico 579,629 estudios de laboratorio, cifra que en junio de 2004 era de 467,108.

En el caso de los estudios de radiodiagnóstico la situación es similar, pues aunque el número de gabinetes radiológicos apenas creció 2%, los estudios realizados en un día típico crecieron 9.5%, al pasar de 43,655 en 2004 a 47,836 en 2008.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, el Instituto Mexicano del Seguro Social es la institución del sector salud que más hace esperar a sus pacientes, al menos para recibir una consulta.

El levantamiento indica que los pacientes del IMSS deben esperar 91 minutos en promedio para ser recibidos por su médico; le sigue el ISSSTE, con 78.7; la Secretaría de Salud, con 71.1; IMSS Oportunidades, con 63.9 minutos, y el resto de las instituciones de seguridad social (Pemex, Sedena y Marina), con 53.3 minutos de espera en promedio.

Sobre el tiempo que el Instituto tarda en programar a los derechohabientes para una consulta de especialidades o de cirugía, el propio organismo de salud presenta cifras diferentes.

Según el Reporte de Gestión No. 44, para 2008 se prevé que a 95% de los derechohabientes se les programe en menos de 20 días hábiles a partir de su solicitud. Hasta mayo de este año, la cifra oficial para este indicador era de 88.2%.

En tanto, la oportunidad de tener una cirugía 20 días hábiles o menos a partir de su programación, el IMSS se planteó una meta anual de 96.75%, la cual asegura haber ya superado.

(V.págs.1 y 2 del periódico Mural del 9 de octubre de 2008).


Las eternas esperas, la mala atención y en algunos casos la negligencia, protagonizan las historias de quienes tienen como única opción acudir al Seguro Social para recibir atención médica.

Citas a largo plazo y lentos trámites es la mayor ocupación de Magdalena Cobián Jiménez, ya que hasta ayer eran al menos 3 pendientes que esperaba adelantar en la Clínica 48 del IMSS.

Uno de los motivos que la señora de 70 años y su hija Sandra tenían para permanecer al menos 5 horas en la clínica, es un trámite para obtener la pensión por el fallecimiento de su hijo, por el cual llevan 6 meses asistiendo esporádicamente y continúa sin resolverse.

Otra de las causas por las que acude al IMSS al parecer tendrá respuesta hoy, cuando después de 15 meses le definirán si le dan un tratamiento para el dolor de un hombro.

La paciente cuenta que comenzó a ir a consulta familiar y durante un año, el médico insistió que se trataba de una torcedura, pero como el malestar no se le quitaba fue a un lugar externo para hacerse una resonancia magnética, donde le dijeron que la lesión tenía que ver con problema en la columna vertebral, por lo que llevó los resultados con el médico del IMSS.

"A mi mamá le dijo el doctor (del IMSS) '¿es usted médico?, pues atiéndase usted', cuando ella llevó los resultados", recuerda Sandra.

Hoy resolverán si le dan rehabilitación, ya que le abrieron la posibilidad de que no se la den, porque puede haber quienes la necesiten más que ella.

El tercer asunto por el que doña Magdalena va al IMSS es porque actualmente toma un medicamento para los hongos en los pies, el cual podría estarle dañando el hígado. Ayer le dieron la buena noticia de que ya tenía cita para hacerle un análisis del daño, pero la mala es que será hasta febrero del 2009 y el diagnóstico se lo darán en marzo.

Las largas esperas no es todo lo que padecen los derechohabientes.

Juan Flores, de 89 años, desde hace cerca de 20, necesita que le cambien cada mes una sonda que lo ayuda a orinar, sin embargo, asegura que durante todo ese tiempo, lo han hecho esperar y varias veces le han dejado mal colocado el dispositivo.

Ayer acudió al Centro Médico a que le pusieran de nuevo la sonda, después de que un día antes una enfermera hizo un mal trabajo luego de que el doctor encargado dejó la consulta a la mitad por una llamada telefónica que recibió.

Al fin de la segunda visita, le dijeron que tenía que acudir al Hospital Regional 110, ya que la sonda estaba provocando sangrado.

"El servicio es siempre así, por eso algunos salen y se mueren", concluyó Flores, mientras se dirigía al otro hospital en compañía de su hija.

(V.pág.1 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 9 de octubre de 2008).


El primer caso se refiere a hechos ocurridos el 20 de noviembre de 2005 en la unidad del Hospital Civil Juan I.Menchaca, donde se determinó tratar a una recién nacida con problemas respiratorios en una incubadora. El cunero donde fue colocada, con temperatura de 37 grados centígrados, tuvo una falla mecánica. Esta, aunada a la ausencia injustificada de la enfermera a cargo, motivó que la niña sufriera quemaduras de tercer grado y falleciera.

Al reconstruir los hechos investigados por la CEDHJ, su presidente, Felipe de Jesús Alvarez Cibrián, narró que a las 22:30 horas del día citado se entregó a la paciente estable, al cuidado de la enfermera Claudia Jacqueline Yáñez Martínez, a quien minutos después se le ordenó recabar signos vitales cada cuatro horas, mantener a la bebé con temperatura normal y reportar eventualidades. En la hoja médica hay 3 anotaciones, sólo una con hora y nombre de quien al aparecer las recabó. En las otras 2, no. En la última se señalan quemaduras en espalda, piernas y brazos de la pequeña.

En otra nota, signada a las 5:05 am del día 21, el médico Carlos David Bañuelos encontró lesiones en espalda, piernas y muslos de la niña y reportó que la cuna de calor radiante estaba sobrecalentada. El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses confirmó después que la cuna tenía una falla mecánica y que la enfermera incurrió en impericia, negligencia, imprudencia y no observó los reglamentos y deberes a su cargo. Yáñez Martínez admitió que no sabía operar el cunero. Además se ausentó de su área de trabajo, pese a la leyenda de la cuna térmica que alerta de vigilancia continua para evitar sobrecalentamiento.

[El segundo caso] se refiere a una negligencia ocurrida en el "Hospitalito" [de Zapopan] el 5 de diciembre de 2007. A un recién nacido se le colocó en una cuna con cuatro colchones, improvisada para que recibiera fototerapia. La enfermera a cargo, Mirella Barajas Rodríguez, salió de la habitación y dejó el bebé al cuidado de la doctora Micael Zarazúa Villaseñor, quien concluyó su jornada y salió a los pasillos en busca de la enfermera que no volvía. La encontró platicando y le avisó que se retiraba.

El bebé, que evolucionaba satisfactoriamente a la fototerapia, cayó al piso. Fue trasladado de urgencias al Hospital Civil, donde falleció, según el reporte forense, a causa de las alteraciones ocasionadas por la contusión de cráneo de tercer grado.

(V.pág.12 del periódico Público del 28 de noviembre de 2008).


¿Cómo califica el servicio del Seguro Popular en Jalisco?

Bueno 31%
Malo 28%
Pésimo 41%

(V.pág.1-B del periódico El Informador del 25 de diciembre de 2008).


El director general de los Hospitales Civiles de Guadalajara, Jaime Agustín González Alvarez, no aceptó las recomendaciones que le hizo la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, por la muerte de un recién nacido, producto de la quemadura que sufrió durante su estancia en una incubadora.

Los motivos por los cuales, el responsable de los hospitales no aceptó esta recomendación son porque asegura que la enfermera Claudia Jacqueline Yáñez Martínez, tiene la acreditación profesional en enfermería, según cédula profesional, que al momento de su contratación exhibió; además indicó que las cunas térmicas no dejan de ser instrumentos mecánicos, los cuales eventualmente son susceptibles de descomponerse o fallar en cualquier momento de su vida útil, sin que manifiesta indicio alguno, además de que la institución lleva a cabo el Programa de Mantenimiento Preventivo y Correctivo, que se basa a través de las bitácoras, por lo cual asegura que no hubo omisión por parte de la institución pudiera tener alguna responsabilidad en el accidente.

Finalmente, con relación a la utilización de sensores nuevos y prohibición de su reutilización, esta tampoco se acepto, pues se desconoce en qué práctica médica existen insumos que puedan servir para múltiples aplicaciones.

Ante esta negativa el Hospital Civil de Guadalajara no acepta la recomendación para reparar el daño a la familia del recién nacido que falleció en noviembre de 2005 por quemaduras de tercer nivel [grado].

(V.pág.2-B del periódico El Informador del 30 de diciembre de 2008).


Cecilia Deyanira Velázquez relató su experiencia al realizar el "trámite más inútil" en el IMSS, que para surtir un medicamento controlado pasa por 8 manos -entre sellos, autorizaciones y copias- y lleva al menos 4 días, y propuso la solución que fue bien acogida por el presidente Felipe Calderón.

La mujer narró que cada mes realiza ante el instituto el trámite para que le surtan el medicamento Gammaglobulina que requiere su pequeño hijo que padece Agammaglobulinemia de Burton, un problema inmunológico que impide al organismo crear anticuerpos.

Comentó que desde que le entregan la receta hasta que el fármaco es aplicado el trámite lleva al menos 4 días; "pero ellos dicen que así debe hacerse, que no hay otra opción, pues yo creo que hay otras posibilidades, que sí hay forma de mejorar ese servicio".

Cecilia Deyanira propuso llevar un registro con el nombre del paciente, el medicamento que requiere, la dosis y la frecuencia con que debe tomarlo.

Ello, explicó, a fin de que el hospital tenga en existencia los medicamentos requeridos de acuerdo a dicho patrón y verifique cada mes la vigencia del usuario de manera interna, sin que el derechohabiente tenga que estar de fila en fila solicitando sellos.

La propuesta fue bien recibida por el titular del ejecutivo, quien en su discurso insistió en que los servidores públicos deben ponerse en los zapatos de los ciudadanos y percibió verdaderamente conmovedor el testimonio de Deyanira.

Señaló que el director del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, tiene la instrucción y ya pone en práctica un sistema de cómputo que registre a los pacientes que tienen requerimientos especiales de medicamento, para que siempre esté disponible en las farmacias.

(V.Notimex del 8 de enero de 2009).


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos valora dictar medidas cautelares al Instituto Mexicano del Seguro Social en Jalisco, por el caso de un niño de 4 años quien presuntamente fue violado por el camillero Alberto Darío Espinoza González.

Dichas medidas tendrían por objeto garantizar que se preserven todas las evidencias y "se evite cualquier tipo de agresión o de afectación hacia los familiares", indicó el primer visitador general de la Comisión, Raúl Plascencia Villanueva, quien ayer se entrevistó personalmente con los padres del pequeño.

Ellos presentaron su queja en esta ciudad el 29 de enero pasado, la cual fue derivada por su competencia a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Plascencia Villanueva explicó que la investigación persigue fundamentalmente determinar el tipo de daño que presenta el niño, tanto físico como el daño psicológico, y verificar cuáles son las medidas que ha tomado el IMSS para poder prevenir que un acto similar se repita.

El organismo defensor pretende también "garantizar que la justicia se aplique de una manera adecuada para evitar que en un caso de estas características, que agravian no solamente al menor y a los familiares, sino a toda la sociedad, pueda existir alguna impunidad", dijo.

Derechos Humanos ya efectúa diligencias, solicitó información al IMSS y otras autoridades y ofreció apoyo psicológico al niño y sus familiares, así como realizar el dictamen pericial para determinar el daño.

En 2008, el ombudsman nacional giró una recomendación tras el abuso sexual en contra de una niña en una guardería subrogada del IMSS, en Coahuila. "Las quejas que tiene la CNDH contra el Seguro Social corresponden al número uno en el ámbito nacional desde hace algunos años, lamentablemente", apuntó Plascencia, entre ellas por maltrato a pacientes, desabasto de medicamento, negligencias y omisiones, una situación que admitió ya se torna preocupante.

Por su parte, el IMSS Jalisco se reservó abundar respecto al caso del camillero, pues, argumentó, se solventa en la vía jurídica.

(V.pág.9 del periódico Público del 13 de febrero de 2009).


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una recomendación al director del Instituto Nacional de Rehabilitación, Luis Guillermo Ibarra, por el caso de un menor que por una inadecuada atención médica sufrió graves daños neurológicos.

En un comunicado, la CNDH informó que según su investigación cuenta con elementos que permiten acreditar violaciones al derecho a la protección a la salud en agravio del menor de 8 años, por servidores públicos del INR.

Este niño sufrió una accidente automovilístico en Tabasco y fue trasladado a ese instituto en la ciudad de México porque presentaba lesiones en el cuello y no fue atendido adecuadamente en la Subdirección de Otorrinolaringología.

El 8 de noviembre de 2007 se le practicó una traqueotomía y presentó dificultad para respirar, sufrió un paro cardiorrespiratorio y luego de 7 minutos sin oxígeno entró en coma, lo que le ocasionó un severo daño neurológico irreversible, detalló.

La Coordinación de Servicios Periciales de la CNDH determinó que la afectación por la muerte de células nerviosas por falta de oxígeno es atribuible a la inoportuna e inadecuada aspiración de secreciones por el personal de enfermería.

Estos hechos ocurrieron los días 15 y 16 de noviembre de 2007, por lo que los padres del menor de ocho años interpusieron una queja ante la Comisión Nacional.

La CNDH solicitó al director del INR se repare a los familiares del agraviado el daño causado, y se proporcione al menor la atención y los servicios médicos especializados que requiera de manera permanente, además de que se asuman los gastos que se eroguen por la misma.

También que se instruya al personal de enfermería que los cuidados a pacientes traqueotomizados se realicen con la más estricta y debida supervisión de la jefa de enfermeras en turno, para evitar situaciones como la referida.

Asimismo, que se dé vista al Organo Interno de Control para que investigue al personal que atendió al menor agraviado y se impartan cursos al personal médico, de enfermería y administrativo respecto de las Normas Oficiales Mexicanas aplicables al Sector Salud.

(V.Notimex del 19 de febrero de 2009).


Debido a una amenaza de aborto acudí al área de urgencias del Hospital de Zoquipan, con el propósito de que me expidieran una incapacidad para mi trabajo. En las 5 horas y media que tuve que esperar para que me entregaran el documento, me percaté de que varias personas solicitaban el servicio por situaciones verdaderamente graves, y no fueron atendidas adecuadamente por el personal de la institución:

Una señora con 5 meses de embarazo, quien sufrió una caída que la puso en riesgo de aborto y le impedía caminar, esperó durante 45 minutos; al no recibir ningún tipo de atención, su familia la llevó a otra institución con el peligro de presentar alguna complicación durante el traslado.

Otra señora, que había sufrido aborto incompleto y tenía hemorragia, sólo fue ingresada hasta que la vigilante del área (única persona de la institución en la sala de urgencias) se percató del profuso sangrado que ponía en riesgo su vida.

Una señora más, que llegó con embarazo a término y trabajo de parto activo, esperó aproximadamente una hora hasta que las propias pacientes la metimos por la fuerza a través de una puerta con un aviso que dice: "Favor de no tocar" (y aunque lo hicieras, perderías tu tiempo porque nadie te abriría).

Lo que urge en Zoquipan es contar con personal que atienda permanentemente la sala de urgencias, para que valore el nivel de gravedad de cada paciente; que el médico adscrito realmente supervise a sus estudiantes (residentes), quienes aún carecen de la experiencia necesaria para tomar decisiones; asimismo, un laboratorio eficiente, que emita resultados a más tardar en una hora (yo tuve que esperar 5 horas por los míos).

Esta ineficacia es lo que nos estigmatiza a todos los que laboramos en el área de la salud, como unos pésimos servidores públicos.

Dra.Alejandra Zamora Torres. Médico de la Secretaría de Salud de Jalisco
(v.pág.20 "correo" del periódico Público del 24 de abril de 2009).


En días como hoy Estados Unidos me da envidia. ¿Por qué este virus no les afecta tanto mientras aquí causa una catástrofe sanitaria, humana, económica? Más allá de sus esquemas de vacunación universal contra la influenza (se discute si en este caso resuelven, pero sin duda hubieran ayudado), es claro que algo hacen mejor: por lo pronto, las técnicas de control de enfermedades, la comunicación y la toma de decisiones ágiles y puntuales. Ocho casos en California bastaron para esclarecer de qué se trataba y poner en alerta; contando los de ayer en Kansas, diez casos, cero muertos. Suficientes para tirar y dar en el blanco. La página del Center for Disease Control and Prevention informa continuamente.

Según la OMS, el 18 marzo se reportó el primer caso en México. El primero de abril había en el INER 25 casos probables, 6 personas murieron. El día siguiente murió otra en Mexicali. El 14 de abril está registrado un brote en San Luis Potosí, con 4 muertos más. Y el 23 se suspenden clases el Distrito Federal y Estado de México. ¿Qué pasó en medio? Uno se pregunta por qué no se hizo nada antes de esta medida que paraliza un tercio del país o por qué no se dieron pasos anteriores como informar a la población y llamar a una mejor higiene de manos y a evitar contactos con secreciones respiratorias, a no salir si están enfermos, antes de esta terrible multiplicación. ¿Por qué no cuidan al menos a sus propios médicos, los primeros que se han contagiado? ¿Dónde está la ciencia del epidemiólogo?

Luis Petersen Farah
(v.pág.14 del periódico Público del 26 de abril de 2009).


El ardía como el infierno, con tos, dolor de cabeza y 24 años de edad. "Está invadido de influenza", pensó ella invadida por el pánico. Lo trepó a un taxi y lo llevó a la clínica 48 del Instituto Mexicano del Seguro Social.

"Se enfermó ayer en la mañana, de la 48, lo mandaron a la 110; que ahí iban a hacerle estudios y luego que no, que para acá (la 46). Pero nomás no informan nada. Estamos muy mal atendidos todos", cuenta indignada la madre, quien se desahoga porque "ya pasó lo peor": confirmaron que su hijo no es de los que tienen "ese virus"; es de los más de 100 casos descartados en Jalisco.

"Metieron a 6 o a 7 en una misma ambulancia, a las 3 de la mañana, imagínese. Los mandaron sin expediente y sin familiares, a excepción de mi hijo y de otro. Llegando aquí no los querían atender porque no traían familiares ni expedientes pero venían graves, con temperatura... de veras muy mal el trato", agrega la madre quien repentinamente veda sus palabras y agranda los ojos ante la aparición del "jefe del piso 9", que ordena a la reportera retirarse "porque la política del IMSS es que toda la información debe ser manejada a través de la Secretaría de Salud de Jalisco. Vaya a Dirección, con la directora", recalca y remueve sus labios para llamar a seguridad por su radio.

El lunes 27, médicos especialistas y directivos del IMSS determinaron en una reunión que los pacientes con síntomas de influenza serían canalizados a la clínica 46, por ser de las pocas que cuentan con un piso de Infectología. A mediodía, Urgencias estaba saturado y no había camas para todos los enfermos, de acuerdo con personal de esta área.

En esta clínica, como en otras del IMSS, al no haber cabida los asignan a camillas, si bien les va. En la 45 (ubicada en Santa Tere), por ejemplo, los enfermos pueden pasar la noche amarrados al suero y a los medicamentos que les suministran vía intravenosa, y sentados en una silla.

Con el aumento en la afluencia de personas que temen infectarse del virus A H1N1, el IMSS no ha informado si están sobresaturados ni cuántas horas tiene que esperar un enfermo con más de 38 grados de temperatura y el miedo a flor de piel. Aún peor, si llegan a otra clínica tienen que aguardar a que una ambulancia esté disponible para trasladarlos, como el joven de 24 años que llegó con fiebre casi un día después y del cual EL INFORMADOR no pudo concluir su historia, por la instrucción de desalojar el edificio.

Otro paciente que desde hace 2 semanas considera que muestra todos los síntomas que "explican los medios de comunicación", al igual que su esposa, su hija, su yerno y su nieto (los últimos 3 siguen hospitalizados), cuenta que han sido días de incertidumbre porque "no nos hicieron la prueba para ver si tenemos esa enfermedad, pero tampoco nos dicen nada. Nuestra pregunta, si no tenemos, ¿entonces qué tenemos, pues?, porque se muere uno ¿y qué?".

Continúa el relato vía telefónica (no pueden salir de casa porque siguen enfermos) y explica que a su nieto no lo quisieron recibir en la 110 aunque tenía fiebre, "porque decían que era más peligroso internarlo. Pero ahorita (el sábado) se lo llevó su mamá a uno privado, porque ya se puso más malito...".

Otro caso es la hija de una reportera de la televisión. La ingresaron al Hospital Civil el miércoles pasado y los estudios para determinar si era influenza los hicieron hasta el día siguiente, porque "en la noche los laboratorios están cerrados". En teoría, los resultados deben estar en 24 horas, pero los entregaron después de 30 horas y vía telefónica. La madre exigió tener los documentos impresos y después de que el asunto se transmitió en el noticiero para el que labora, la Secretaría de Salud Jalisco aceptó entregarlos.

Y una vez más la pregunta: ¿Es el mismo trato para los que no tienen recursos?, ¿se les informa de todo lo que pasa? Al menos la mamá del joven internado en la 46, entrevistada por EL INFORMADOR, asegura que no.

(V.pág.2-B del periódico El Informador del 4 de mayo de 2009).


La queja por la baja calidad de las instituciones de salud se oye en cada usuario. Es un hecho que nadie en México acude al centro de salud pública sino cuando la enfermedad lo obliga y no puede pagar la consulta privada.

No sé si hay una encuesta sobre las actitudes de los usuarios ante la enfermedad y los servicios de salud. O una valoración de la calidad de esos servicios con arreglo a normas internacionales, como existen para la educación.

Sabemos que en el sistema público de salud conviven las más altas calidades de la medicina del país y las carencias más agudas.

La influenza que nos ha encerrado en nuestras casas debiera dar paso a una evaluación exigente de nuestros hábitos médicos y nuestras instituciones de salud.

Es posible que una perniciosa combinación de automedicación y desconfianza esté produciendo cada año muchas más muertes curables de las que ha producido hasta ahora la pandemia porcina.

Héctor Aguilar Camín
(v.pág.4 del periódico Público del 8 de mayo de 2009).


Acudí el 7 de mayo a la clínica 52 del IMSS, por la vacuna de la influenza que cada año debo aplicarme, ya que mi cartilla de vacunación registra la última dosis inoculada en mayo del 2008, pero sucede que no hay vacunas para la influenza, según la enfermera que me atendió habrá hasta octubre o noviembre próximos. Sin embargo, la publicidad gubernamental afirma tener suficientes preventivos y curativos, y que no hay de qué preocuparse, cuando la realidad muestra que es más conveniente no confiar en las falacias del gobierno federal, estatal y municipal.

Gustavo Monterrubio Alfaro
(v.pág.19 del periódico Público del 8 de mayo de 2009).


En el monólogo (que no rueda de prensa, como se describió) que ofreció ese viernes el gobernador Emilio González Márquez en Casa Jalisco, reveló que entre el 7 y el 8 de mayo se habían presentado 3 muertes de personas que probablemente habrían tenido el virus A H1N1. Se refirió a cada caso y de uno de ellos dijo que se trataba de un hombre de 35 años, residente de Tlaquepaque, que ingresó al Hospital General de Occidente (conocido popularmente como Zoquipan) con síntomas de tos, dolores musculares, rinorrea, fiebre, ojos rojos y 2 días con diarrea. Y puntualizó (por favor, preste atención): "Al ingresar con 5 días de evolución, se le suministró el medicamento y se le proporcionó apoyo ventilatorio. Ingresó el 2 de mayo y falleció el 7 de mayo a las 21 horas".

La historia que cuenta la hermana de la víctima es mucho más terrible que la escueta descripción del gobernador. Porque no dijo que el paciente había peregrinado desde "finales de abril" por una clínica del IMSS y el Hospital Civil, hasta llegar el 2 de mayo a Zoquipan. Ahí (según el testimonio de su familiar), este hombre sufrió un pésimo trato por parte del personal; una enfermera lo sedó para que no diera lata y hasta que “se puso morado” lo entubaron para pasarlo a terapia intensiva. Finalmente, el jueves 7 falleció sin que en ese momento se supiera si fue por el A H1N1.

¿Hay alguien que se haga responsable de éstas (y tal vez otras) muertes en Jalisco?

Víctor E.Wario Romo
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 11 de mayo de 2009).


"El Hospital Civil de Guadalajara jamás negó la atención al paciente que falleció el pasado jueves en el Hospital General de Occidente, por el probable virus de la influenza humana", aseguró el director de la institución, Jaime Agustín González Alvarez.

"El paciente está registrado en el hospital, en una de las 2 unidades hospitalarias; él estuvo con nosotros alrededor de las 14:30 horas, y bueno, él por su propio pie se desesperó y decidió retirarse".

"Cuando hay una línea de espera de 70 u 80 pacientes, es normal que la gente se desespere".

(V.pág.1-B del periódico El Informador del 12 de mayo de 2009).


El derecho a la salud es un concepto muy florido. Se nos llena la boca cuando afirmamos que "la Constitución lo consagra"... En la práctica, el panorama es muy diferente. En el terreno de la realidad, sigue siendo cierto que una de las experiencias más tristes que puede tener un mortal es enfermarse -de cualquier cosa- en México... y ser pobre. La automedicación se ha convertido en parte de nuestra cultura, porque solicitar servicios de salud en las instancias oficiales creadas para ello -e invadidas, casi todas, por el cáncer de la corrupción- es el más terrible de los vía crucis que puede padecer un mexicano.

El colofón resulta inevitable: si el dinero que se dilapida en campañas electorales como las que acaban de arrancar, se destinara a la salud del pueblo -y, sobre todo, se ejerciera con honradez-, éste sería el mejor de los mundos posibles... o punto menos.

Jaime García Elías, periodista y conductor radiofónico
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 13 de mayo de 2009).


Los números hablan: la enfermedad era menos contagiosa de lo que se había previsto y, afortunadamente, por sí misma, no conducía a la muerte con atención médica oportuna. No faltará quien diga que si no se hubiera actuado las cifras serían dramáticas; no es creíble.

México fue víctima de una alerta mundial sobre un virus mucho más agresivo que el de la influenza A/H1N1. Las autoridades mexicanas nada pudieron hacer, se prefirió sobreactuar. El abandono a la investigación científica en tal materia significó que el país no pudiera defenderse o al menos razonar ante la OMS. En su secuela, se ha perdido hasta lo que no se tenía, agravado por una crisis económica que las autoridades han preferido ignorar. Minimizar el desempleo y magnificar la influenza da popularidad, pero provoca un daño atroz, como puede constatarse ahora, ya con los ánimos serenos.

Las fatalidades se explican porque los enfermos no recurrieron con oportunidad al sistema de salud; el privado es caro en extremo y el público deficiente, con personal desmotivado y pobremente remunerado.

Federico Berrueto
(v.pág.2 del periódico Público del 30 de mayo de 2009).


La tragedia del viernes pasado [en Hermosillo, Son.] es una muestra más de la descomposición que vive la sociedad mexicana. La actitud asumida por las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social es indignante: afirmar que la estancia infantil tenía en regla su situación, ofende a la inteligencia y la dignidad de la opinión pública. Todo por encubrir la extensa red de personas cercanas a funcionarios estatales y federales relacionados con la propiedad de estos negocios, que nacen a la sombra de las relaciones con el sector público.

Permitir que se instale una guardería en una bodega, que se construyan plafones con materiales altamente inflamables, que se admita que no existan rutas expeditas de evacuación, tolerar que los vecinos cercanos sean bodegas en donde se almacenan productos peligrosos, observar que las puertas son inoperantes, observar que las puertas de emergencia tienen cerraduras, y autorizar el uso del suelo para estancia infantil frente a una estación de gasolina, convalidar su funcionamiento, desde hace años, permitiendo a los propietarios realizar una sobreexplotación e una concesión pública, es inadmisible y sólo explicable con la palabra corrupción.

Pretender que luego de una tragedia como ésta no existan responsables, o que se perfilen las cosas para crear pequeños culpables que salgan al paso, es una irresponsabilidad, por parte del propio IMSS.

Para ser constructivos imaginemos lo que puede considerarse una conducta adecuada de la autoridad: luego de la tragedia se presenta la autoridad municipal y del estado, dando la cara anunciando una investigación profunda. Acto seguido aparece a nivel nacional el director de IMSS para ofrecer una disculpa pública por lo acontecido, entrega a la opinión pública la información completa de los propietarios y suspende a los delgados y funcionarios de la región encargados de la autorización y supervisión de estos servicios, para abrir una investigación, comprometiendo con su renuncia el esclarecimiento inmediato. Los propietarios que son familiares de la primera dama y de funcionarios del gobierno del estado dan la cara y se comprometen a colaborar con las investigaciones, acompañan a los familiares de los niños fallecidos y heridos y se comprometen a indemnizarlos, adicionalmente a lo que corresponda legalmente. Se apenan públicamente y explican pormenorizadamente cómo adquirieron los contratos de concesión. Al día siguiente aparecen el presidente de la república y el gobernador del estado, anunciando una restructuración general del sistema de guarderías a nivel nacional. El director del IMSS renuncia a su cargo, luego de hacerse públicas las evidentes irregularidades. En los días posteriores se integran las averiguaciones para ejercer acciones legales contra los responsables de inspección del IMSS, contra quienes autorizan y verifican el uso de suelo. Contra los propietarios por usar sus relaciones para obtener privilegios.

Contrastemos esta hipótesis, que por supuesto es una fantasía, con la realidad que vivimos estos días y con lo que veremos en los que siguen, para darnos cuenta de que la descomposición está llegando a un punto de no retorno. Por respeto a la vida de 44 niños, los ciudadanos debemos exigir que se llegue al fondo y se castigue a los verdaderos responsables.

Luis Ernesto Salomón, doctor en Derecho
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 10 de junio de 2009).


Una mujer, pariente de uno de los menores afectados, consideró que en Jalisco sufrieron maltrato de parte de personal del IMSS, ya que les negaban contar con una segunda opinión médica.

Hasta que llegó [el gobernador de Sonora, Eduardo] Bours pudieron conseguir que el IMSS permitiera la valoración por especialistas de EU.

"El Seguro Social se preocupa más por su imagen que por la salud", acusó la mujer, quien se negó a dar su nombre.

(V.primera plana del periódico Mural del 11 de junio de 2009).


Lo que ocurrió en Sonora no es nada más una grave irresponsabilidad sino un flagrante ejemplo de corrupción. ¿Por qué una guardería funcionaba con tantas deficiencias? ¿Cuántos negocios más funcionan así en nuestro país? Pero sobre todo, ¿cómo podemos saber si los dueños de tantas y tantas guarderías subrogadas tienen idea de cómo cuidar a los niños? Dada la gravedad de esta tragedia, ¿por qué no ha sido detenido ningún responsable y por qué se considera que no se cometieron delitos graves?, ¿por qué los políticos han reaccionado con desinterés y hasta con indiferencia? Estoy segura que los padres de estos niños sintieron un vacío en el estómago cuando escucharon las siguientes palabras de la PGR: "Podrían configurarse delitos culposos, pero nadie irá a la cárcel por el caso de la guardería. El incendio no fue intencional; si hay delito se alcanzaría fianza".

Nos enteramos que también las guarderías ubicadas en los mercados públicos en el DF, conocidas como Cendis (Centros de Desarrollo), sufren de muchas deficiencias. Por suerte, en este caso estamos a tiempo de prevenir alguna desgracia. Desafortunadamente, si un hecho como éste hubiera ocurrido en cualquier otro país, habría despertado una indignación mucho mayor y la gente tal vez se habría manifestado con más energía y hasta organizado marchas a nivel nacional. Quiero imaginarme que todos los padres de estos 46 niños, a pesar de su dolor, tienen mucha fortaleza para exigir justicia. Me los imagino indignados, pero al mismo tiempo llenos de energía, porque a partir de ahora, seguramente todos ellos van a luchar para que la gente conozca a su hijos. Como dijera Martha Lemas, la madre de uno de estos pequeños: "Quiero darle rostro a Santiago, que quede claro que son niños, no un número como lo son para el gobierno, no mercancías como lo son para los dueños de la guardería". Desde que ocurrió esta tragedia y conforme hemos leído las noticias, nos han asaltado más dudas: "¿Por qué había una lona si la reglamentación decía claramente que estaba prohibido tener este material en una guardería? ¿Por qué las puertas de emergencia abrían hacia adentro cuando debían abrir en sentido contrario? ¿Cómo es que había una salida de emergencia falsa? Pero lo más alarmante, ¿cómo es que el IMSS felicitó a esta guardería con tantas y tantas irregularidades?".

Guadalupe Loaeza
(v.pág.8 del periódico Mural del 18 de junio de 2009).


La Comisión Nacional de Derechos Humanos acusó hoy al Instituto Mexicano del Seguro Social de "negligencia criminal" por el incendio en una guardería que acabó con la vida de 49 niños.

José Luis Soberanes, achacó la principal responsabilidad al IMSS por ser el encargado de controlar la subrogación de las estancias infantiles a particulares.

Según Soberanes, los dueños de la guardería ignoraron numerosas deficiencias en el local que impidieron una evacuación y rescate adecuado de los niños, lo que derivó en el alto número de muertes.

La comisión indicó que los funcionarios del IMSS vulneraron el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica, a la salud, y a la legalidad y seguridad jurídica, además de desempeñar indebidamente la función pública para la que se les eligió.

(V.Agencia Efe del 30 de julio de 2009).


Según el reporte "Health Data 2008", de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México se distingue por ser el país que menos recursos destina a salud pública, con 6.6% de su PIB, cuando el promedio, el resto de los estados miembros, asegura 8.9%.

Su rezago en infraestructura puede medirse, entre otros parámetros, por el número de camas hospitalarias, el IMSS reconoce que dispone de 0.83 camas por cada 1000 habitantes, cuando el promedio de los miembros de la OCDE es de 4 por cada 1000 personas, lo que equivale a un rezago de 25 años.

De acuerdo con Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide Social), por cada 2000 habitantes hay 3 médicos, un consultorio y 4 enfermeras, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda entre 2 y 3 médicos por cada 1000 habitantes.

En el país, según datos de la Secretaría de Salud, hay 1.8 médicos por cada 1000 habitantes.

(V.pág.12-A del periódico El Informador del 3 de agosto de 2009).


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos recomendó hoy la reparación del daño a 3 menores contagiados del virus del sida por una transfusión de sangre en un hospital público.

En un comunicado, la CNDH refirió los hechos, acontecidos entre marzo y abril de 2008, y señaló las deficiencias cometidas por el Instituto Mexicano del Seguro Social, responsable último del suceso.

Los 3 casos corresponden a menores que acudieron al hospital de La Raza, en Ciudad de México, y que, por diversas condiciones de salud, precisaron una transfusión de sangre, que resultó estar contaminada con el VIH/sida.

"El contagio se presentó como consecuencia de diversas acciones incorrectas y de omisiones en las que incurrieron los servidores públicos responsables", explicó la CNDH.

Se incumplió con la normativa que pide identificar las unidades de sangre para transfusión con una etiqueta para certificar que está libre de enfermedades transmisibles, así como la rutina de registros del momento y responsable del proceso médico.

Una visita posterior de la CNDH al hospital comprobó que la normativa de etiquetado se continuaba incumpliendo, que no se contaba con una licencia sanitaria y que una de las unidades de transfusión había caducado y estaba catalogada como útil.

Asimismo, se violó la privacidad de uno de los menores al advertir en una etiqueta junto a su cama su condición de infectado por el virus.

La recomendación de la CNDH, no vinculante, pide la reparación del daño, así como proporcionar a los afectados atención psicológica y médica de por vida. También se exhorta al IMSS y a la Fiscalía federal a que se depuren responsabilidades y a que se capacite al personal del hospital para dar asistencia a los contagiados por VIH.

El organismo de derechos humanos lanzó recientemente otra recomendación al IMSS por el caso de los 49 niños muertos en el incendio de una guardería pública bajo su supervisión y que no cumplía los requisitos de seguridad.

(V.Agencia Efe del 10 de agosto de 2009).


Tengo 68 años y a principios del año pasado fui, con mis análisis del antígeno, a mi doctor familiar (UMF-55) por problemas de próstata ya certificados por mi médico particular. Por lo cual, me realizó un cuestionario y metida de dedo (ni modo tenía que confirmar). Me envía al especialista al Hospital de Zona 46, donde después de metidas de dedos y mismos cuestionarios, 2 veces me programan para operación. Debido a una rezonificación del área de urología, en marzo del 2009, me reenvían a mi médico familiar y de nuevo lo mismo y ahora al Hospital de Zona 89.

Para esto, 2 veces terminé en urgencias del IMSS con una sonda para poder orinar. A pesar de lo anterior, no me quisieron atender en urología, "que sacara cita".

Me dan cita para el pasado 11 de agosto a las 17:00 horas (el primero en la lista), día que me presento a las 16:15 para estar a tiempo, pues no, el urólogo Dr.Enrique Medina, me recibe a las 19:30 (el último en pasar) pues atiende de acuerdo a como le pasan los tarjetones y expedientes.

Otra vez el mismo largo cuestionario y otra vez dedo por atrás, hay que operar y no deje de tomar estos medicamentos. Voy a la farmacia y que no hay medicina, que vaya al día siguiente a la Dirección Administrativa, ahí me dicen que acaba de llegar y que sí hay, regreso a farmacia y de nuevo que no llegó, al día de hoy en la tarde que les llame para ver cuando llega y obviamente la receta ya no va a ser válida, etc., etc.

El día de hoy, solicito mis análisis preoperatorios los cuales no hay lugar antes de un mes y pido mi nueva cita con el urólogo, pero, oh sorpresa, el doctor no lo puede recibir hasta mediados de noviembre y entonces de acuerdo a su agenda y obviamente vacaciones, ya le programará la operación, "pero no se preocupe seguro que si no este año, será en el 2010", si estoy vivo, cosa que no será cierta para muchos mexicanos, debido a como va la economía.

Pero lo triste y grave, es que cuando protestaba ante el medico urólogo, respecto a la falta de educación que es no apegarse a la lista y hacer esperar a los pacientes durante horas, otro paciente me dice: mejor cállese porque si no le van a poner una marca en su expediente y lo van a fregar, capaz que hasta lo dejen incontinente de por vida para que aprenda, tenga paciencia, ponga su mejor cara y dé las gracias.

Por lo visto esto es México, credenciales con foto y código de barras que no se usan, expedientes llenados a mano, aunque ahí tengan la computadora, llevados por un oficinista, en vez de computadoras que envíen expedientes de un área a otra, u hospital a otro por Internet y horas, días y semanas perdidas dando vueltas como idiotas. De verdad que los mexicanos estamos atrasados, somos improductivos, nos gusta el desorden y la suciedad.

Juan González
(v.pág.19 "correo" del periódico Público del 14 de agosto de 2009).


El Instituto Mexicano del Seguro Social cuenta con menos de una cama por cada mil derechohabientes, mientras que en los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos el indicador es de casi 4 camas, y es que de 1982 a la fecha, la inversión en infraestructura cayó abruptamente en la dependencia.

Para abatir el rezago de la infraestructura en unidades Médicas, el IMSS señala que requeriría una inversión de alrededor de 60,000 millones de pesos.

(V.pág.22 del periódico Público del 14 de agosto de 2009).


José Angel Córdova Villalobos, secretario de Salud, reconoció que durante los primeros días de la epidemia de influenza humana en México, hubo pacientes que ingresaron de urgencia a las unidades médicas por otros padecimientos y que se contagiaron del virus A H1N1.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 7 de septiembre de 2009).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos abrió una investigación contra el Hospital General de Morelia por negar, presuntamente, la atención a un joven que podría ser portador del virus de influenza A H1N1.

Familiares del paciente acusaron que por 3 días consecutivos el hospital gubernamental rechazó atenderlo.

El argumento que les habrían dado los médicos y directivos del hospital fue que no tenían camas disponibles para internación y que había muchos pacientes en espera.

Por la tarde, luego de la denuncia pública realizada por la CEDH, el Hospital General admitió al joven enfermo.

Trascendió que el director del nosocomio, Julio Nocceti Tiznado, ofreció aceptar de manera inmediata la internación del paciente.

Las investigaciones de la CEDH, dadas a conocer públicamente ayer, revelan que Angel Farías Pérez, de 27 años, presentó un cuadro crítico de neumonía que hasta el cierre de edición lo mantenía grave.

De acuerdo con el organismo humanitario, la queja fue presentada por un tío del afectado, de nombre José Eraclio Méndez.

"El quejoso señaló que hace ocho días su sobrino fue internado en un sanatorio particular por un cuadro crítico de neumonía y la sospecha de que estaba contagiado con influenza humana".

"Luego de erogar 80,000 pesos por la hospitalización y al agotarse los recursos de la familia, que incluso tuvo que vender propiedades para cubrir los gastos, solicitaron desde el pasado lunes el traslado del paciente al Hospital Civil".

(V.pág.8 del periódico Mural del 24 de septiembre de 2009).


Tras realizar una visita sorpresa, para conocer la atención médica que se da a los enfermos sospechosos de dengue e influenza A-H1N1 en las unidades públicas de salud, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco se topó con la negativa del Instituto Mexicano del Seguro Social a proporcionarle información.

El director de Quejas de la CEDHJ, Luis Arturo Jiménez, comentó que se trata de un operativo que instruyó el ombudsman estatal para actuar con medidas preventivas "que permitan evitar la consumación de hechos violatorios a los derechos humanos", debido a la sobredemanda de pacientes que se está registrando en los hospitales y clínicas por las epidemias de influenza A-H1N1 y dengue.

La clínica 2 del IMSS, ubicada en Jesús García y Jaime Nunó, no pudo ser calificada "porque se negaron a darnos información", indicó.

Curiosamente, las 8 quejas que a la fecha se han presentado ante la CEDHJ, relacionadas con la inadecuada prestación del servicio a pacientes con dengue o influenza, van dirigidas contra el IMSS Jalisco; una de ellas, contra esta clínica. La constante es la inconformidad de los pacientes por la mala atención o negativa de atención. 6 corresponden a influenza A-H1N1 y las otras 2 por casos de dengue.

Se denuncia a la clínica 2 del IMSS porque a un niño de 8 años se le prescribió antibiótico para una infección bacteriana, cuando padecía dengue hemorrágico. La madre señala mal trato de una doctora (Público, 17 de septiembre de 2009).

(V.pág.8 del periódico Público del 25 de septiembre de 2009).


Lo que no tiene palabra es lo sucedido en el hospital Valentín Gómez Farías del ISSSTE.

Lamentablemente el viernes 18 de septiembre, una gran cantidad de personas se encontraban en urgencias esperaban alguna consulta o un médico que les pudiera atender, el cual jamás llegó, comenzaron las protestas por parte de los pacientes sin tener algunas respuestas, obligando algunas personas comenzaron a desertar y buscar otras opciones. Para aquellos que no pueden costear otra opción, pues tuvieron que esperarse y aguantarse.

¿Cómo es posible la insensibilidad por parte del hospital y de algunos médicos de esta dependencia?

Sí es para indignar, los protocolos y la burocracia junto con la decadencia mostrada por parte de algunas instituciones de servicio médico.

Mauricio Joel Mendoza Yáñez
(v.pág.17 "correo" del periódico Público del 25 de septiembre de 2009).


En lo que todos estuvieron de acuerdo, incluidos el secretario y el director de los hospitales [civiles de Guadalajara], fue en quitar de la iniciativa enviada por el gobernador el punto sexto, el cual señala que los trabajadores pensionados del Civil recibirán atención médica en el propio hospital.

[Ya mero, conociéndolo, iban a aceptar ser atendidos allí como ellos atienden a los usuarios - el webmaster.]

(V.pág.3 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 8 de octubre de 2009).


No tuvo complicaciones para llevarse a la niña del Hospital Metropolitano de Monterrey, que depende del gobierno estatal. Sólo entró a un cuarto mientras la madre estaba en el baño, la tomó, la metió en la pañalera y se fue como una embarazada a quien los médicos han enviado a caminar un poco.

Declaró primero que conocía el hospital perfectamente porque una hija suya había estado internada; luego que no, que nunca había estado ahí. El punto es que salió como si conociera, sin encontrarse con nadie, como a quien le abren paso. O la señora es un genio, o tenía una red de complicidades bien armada, o tuvo la suerte del principiante. En cualquier caso, la seguridad del Hospital Metropolitano resultó vergonzosa.

Luis Petersen Farah
(v.pág.14 del periódico Público del 25 de octubre de 2009).


Debido a la muerte de una menor de edad que en principio fue diagnosticada con dengue hemorrágico, pero falleció por el virus de la influenza A-H1N1, la directora general de Salud Pública de la Secretaría de Salud Jalisco, Elizabeth Ulloa Robles, hizo un llamado a la comunidad médica a que evalúen a fondo los síntomas y a no descartar anticipadamente el diagnóstico de esta enfermedad.

En octubre pasado, en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social -no se precisó la unidad-, a una niña le diagnosticaron dengue hemorrágico erróneamente. "Presentaba tos, flujo nasal, fiebre, irritabilidad... y baja de plaquetas. No se empezó inmediatamente con el antiviral por pensar en una fiebre hemorrágica por dengue. Y se le hace toma de dengue e influenza, saliéndole positiva a influenza".

La niña tenía como antecedente de riesgo parálisis cerebral, pero lo que pudo confundir a los médicos fue el examen de sangre, por lo cual fue enfática al señalar que no sólo el dengue causa baja de plaquetas, sino muchas otras infecciones, y entre los nuevos lineamientos para el diagnóstico y atención de la influenza A-H1N1 se agregó también esta enfermedad. En este sentido, pidió a los médicos que evalúen a fondo de los síntomas, pues aceptó que ambas enfermedades y otras más tienen sintomatología similar.

(V.pág.10 del periódico Público del 13 de noviembre de 2009).


A que no recetaron a familiares.

En Tlajomulco lo que no se dijo en el informe del último año de trabajo del alcalde Antonio Tatengo, fueron las pifias que tuvieron en la administración del Seguro Popular que 3 años y varias capacitaciones para los 2 médicos que contrataron les fue insuficiente, y al menos en el último año van a tener que pagar del erario un millón y medio de pesos que no les aceptaron por haber "recetado" mal y fuera del catálogo de medicamentos que se tienen por enfermedad. Los errores por mal diagnóstico les rechazaron desde una simple gripe hasta apendicitis. Pero a esa cantidad que no les aceptaron los del Seguro Popular, se suman otros 700,000 pesos por las mismas equivocaciones en 2008.

(V.pág.2-A del periódico El Informador del 16 de diciembre de 2009).


La Secretaría de Salud de Morelos sancionó a 8 empleados del Hospital Ernesto Meana San Román del municipio de Jojutla, que en diciembre pasado echaron a perder 90 dosis de la vacuna contra la influenza AH1N1 tras dejar abierta la puerta del refrigerador donde se almacenaban los biológicos.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 13 de febrero de 2010).


"En la conclusión del rubro de operación de guarderías, tenemos que solamente 0.3% tuvo una operación regular": así dice el informe que entregaron a los ministros de la Suprema Corte de Justicia los magistrados María del Rosario Mota Cienfuegos y Carlos Monzón Sevilla, encargados de investigar la tragedia del incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, que costó la vida a 49 niños y dejó heridos a 75 más.

El resultado de esta investigación dio resultados impensables: los niños de los trabajadores que tienen derecho al servicio de guardería fueron entregados por el Instituto Mexicano del Seguro Social a guarderías privadas (subrogadas) que no cumplen con los requisitos que el mismo instituto consideraba indispensables. Los incumplimientos son de todo tipo, de entrada, en 99% de los casos las guarderías se adjudicaron sin que el subrogante cumpliera con la documentación requerida. (Uso los verbos en pasado en referencia al momento en que los magistrados constataron las irregularidades). Luego, y mucho más grave, 69% de las guarderías operaba sin el dictamen favorable de incendios, 72% sin el dictamen favorable de instalaciones eléctricas, 51% sin el dictamen favorable de las instalaciones de gas. De las mil 464 guarderías, sólo cuatro, es decir el increíble 0.3%, cumplía plenamente con los requisitos de operación. A esto hay que agregar los incumplimientos en materia de supervisión: sólo un dato, antes del incendio en la guardería ABC, sólo 26% de las guarderías contaba con el visto bueno de protección civil municipal vigente, y 15% con el visto bueno de bomberos vigente.

Los datos no podrían ser más contundentes: las reglas existen pero no se cumplen. Los magistrados se felicitan en su informe porque a raíz de la tragedia en Sonora se legisló en materia de protección civil, pero ¿de qué va a servir si no se cumplen? Es verdad que el porcentaje de incumplimiento también apunta a una normatividad compleja y pesada, pero lo cierto es que asuntos elementales como el visto bueno de las autoridades de Protección Civil no se cumplían. Las reglas no tienen la culpa, son los seres humanos. Y a la luz de los datos de este informe, no se puede decir que el incendio de la guardería ABC haya sido un accidente, fue la consecuencia del desorden generalizado -como púdicamente lo califican los magistrados- en la instalación, operación y supervisión de las guarderías subrogadas. Y ese desorden es porque las autoridades encargadas, con nombre y apellido, incurrieron en omisión, negligencia o indiferencia.

Denise Maerker
(v.pág.2-A del periódico El Informador del 3 de marzo de 2010).


La Comisión Nacional de Protección Social en Salud encontró diversas fallas en los servicios preventivos del Seguro Médico para una Nueva Generación.

En una evaluación del programa iniciado con la administración del presidente Felipe Calderón, realizada entre 12,240 de sus afiliados menores de 2 años, se constató un inadecuado seguimiento de embarazos y de cuidado de enfermedades entre los niños.

El 92.7% de las mujeres embarazadas consideradas en el estudio reportó un inapropiado consumo de ácido fólico, mientras que en el caso del hierro la proporción fue de 86.8% y en el del suplemento Nutrivida de 64.7.

En tanto, el 30% de los niños afiliados al SMNG registró anemia. Apenas el 20% de los menores que contaba con carnet de citas tenía registrado el consumo del suplemento de hierro.

La evaluación encontró también fallas en materia de promoción de la lactancia materna.

(V.pág.2 del periódico Mural del 18 de marzo de 2010).


El secretario de Salud José Ángel Córdova afirma que en México sólo 16 millones de personas no cuentan con ningún tipo de servicio médico impartido por el estado, ¿hablamos de servicio o de atención médica eficiente? Afirma además que 88 millones de mexicanos contamos con algún tipo de servicio médico impartido por el IMSS, ISSSTE o Seguro Popular.

Aunado a la anterior aseveración falsa que hace el secretario de Salud, desvirtúa los datos de la Coneval quien señala que existe un alto índice de rezago en la atención médica pública. El punto no es saber si realmente 88% de la población está afiliada o no a algún tipo de servicio médico público, lo importante es conocer si de verdad a este porcentaje le están brindando un servicio oportuno, expedito, digno y de la calidad que merecemos. Sería muy fácil afirmar que existe una gran cobertura del estado respecto a servicios médicos pero lo difícil es cuan-do a nosotros como ciudadanos nos toca aceptar que esos servicios son deficientes, inoportunos, tardíos y obsoletos. Estos "servicios médicos" realmente no corresponden a un servicio como tal, sino a un compromiso político e inercia política, con la que se hace como que se presta el servicio pero en realidad no da la talla a las necesidades sociales de los mexicanos.

Moisés Covarrubias Pérez
(v.pág.15 "correo" del periódico Público del 9 de abril de 2010).


Una cicatriz marca el rostro de Kevin. Es el mal recuerdo de las quemaduras de segundo grado que sufrió en noviembre de 2009. Tenía un año y dos meses. Jaló el mantel de la mesa y el caldo que recién habían retirado de la estufa le cayó encima. Cuando nació, Kevin fue inscrito al Seguro Popular en Chilapa de Álvarez, Guerrero.

El accidente ocurrió un viernes. Yanet Meza, madre de Kevin, lo llevó a la clínica más cercana pero "no estaba el pediatra". Lo mismo sucedió en el Hospital General de Chilapa de Álvarez. "Nos dijeron que no había doctores. Que consiguiéramos dinero, para ir a la Ciudad de México, que teníamos que pagar la ambulancia".

Kevin estuvo en el hospital desde las siete de la noche del viernes hasta las 11 de la mañana del siguiente día.

"Sólo le echaron agua", cuenta Yanet, mientras atiende un puesto de dulces en la plaza de Chilapa.

Yanet consiguió 5,000 pesos: 2,500 para la ambulancia y el resto para pagar a un médico que sólo viajó como copiloto durante las 5 horas que tardaron en llegar al Hospital de Pediatría de Tacubaya. Por la tardanza en la atención, Kevin presentó una infección y estuvo internado una semana. Su mamá aún debe parte de los 5,000 pesos que le prestaron sus familiares.

Un diario capitalino visitó clínicas y hospitales en Guerrero, Chiapas, Estado de México y el Distrito Federal. En todos los sitios encontró historias de personas decepcionadas porque el Seguro Popular no cumplió con las promesas que pregona: servicios médicos de calidad, así como atención y medicamentos gratuitos para sus afiliados.

La falta de presupuesto no provoca las fallas. En varias ocasiones, funcionarios del gobierno federal han destacado que los recursos para el Seguro Popular se triplicaron. Si en 2006 recibió 18,000 millones de pesos, para 2010 fueron 52,000 millones. Incluso, a finales de marzo, el Banco Mundial aprobó un préstamo por 1,250 millones de dólares a México para que el Seguro Popular "sea más eficiente en su administración" y llegue a más población.

Especialistas y organizaciones no gubernamentales coinciden en que aunque se tenga más presupuesto la falta de eficacia del Seguro Popular seguiría, porque los problemas están en su diseño y en la administración de recursos.

Un informe de la Auditoría Superior de la Federación muestra que en entidades como Chiapas, 60.7% del total de los afiliados tuvo que comprar sus medicamentos.

En 2007, una evaluación elaborada por el INSP reveló que el Seguro Popular no cumplía con el objetivo de evitar que los asegurados realizaran "gastos de bolsillo".

El presupuesto para medicamentos disminuyó: en 2004 representó 22.7% del total de recursos, mientras que en 2005 disminuyó a 12.7%, y en 2006 fue de 11.4%.

La organización CEIDAS destaca que se ha distorsionado el significado de "afiliación" porque se utiliza como analogía de acceso a la salud, pero eso no significa calidad y atención.

La ASF señaló en un informe que el programa muestra deficiencias que atentan contra el derecho a la salud, y que la población de zonas de alta marginación no está siendo beneficiada

(V.pág.5-A del periódico El Informador del 12 de abril de 2010).


Daniel Karam, director del IMSS, reconoció que los principales rezagos de este organismo son los elevados tiempos de espera para recibir atención, el maltrato del personal a los usuarios y la falta de un surtimiento oportuno de las recetas médicas.

"La voluntad de nuestro personal de otorgar una atención oportuna y de calidad puede, sin duda, verse obstaculizada ante la falta de los insumos básicos y necesarios para cumplir con su función cotidiana", afirmó Karam durante la presentación de la Encuesta de Satisfacción de Usuarios de Servicios Médicos del IMSS.

Rosa María Ruvalcaba, asesora técnica de Transparencia Mexicana, cuestionó que los mejores resultados se hayan dado en entidades pobres, a lo que planteó que podría deberse al nivel de información de los entrevistados y su capacidad de acceder a otros servicios médicos.

"Se sabe que los usuarios con conocimiento limitado y expectativas reducidas, en una encuesta tenderán a expresar un alto grado de satisfacción aún si los servicios recibidos son de mala calidad", dijo la experta durante la presentación del levantamiento.

Afirmó que los usuarios de unidades médicas del IMSS en estados como Oaxaca y Chiapas suelen tener buenos niveles de satisfacción porque no tienen acceso a otros servicios.

(V.pág.2 del periódico Mural del 15 de abril de 2010).


"Desperté en la madrugada. Me ahogaba, sentía que algo me apretaba. No podía respirar. Si me movía, me agitaba y me ahogaba más. Lo bueno es que mi mamá me oyó. Me levanté de un jalón y me llevaron a la Cruz Verde a la una de la mañana". Así narra Laura, educadora de 28 años de edad, una de las noches que jamás olvidará.

Era un martes de diciembre: "Tenía dolores de huesos, mucha tos y me decaí mucho", recuerda. Acudió a un consultorio médico de las Farmacias Similares y el doctor le mandó un antibiótico. Ella siguió yendo al jardín de niños "con cubrebocas para no contagiar a los niños, que era lo que me preocupaba". El jueves sintió una leve mejoría, pasajera. Comenzó a tener dificultad para respirar, por lo que el viernes volvió al Dr.Simi y otro médico la atendió: más antibiótico, jarabe y anticongestionante. "Nunca pensé en la influenza A-H1N1, porque ya 2 doctores me habían dicho que era otra infección". Notó que tenía amoratadas las uñas y lo atribuyó "a tanto medicamento".

Pasó el sábado en la Cruz Verde Delgadillo Araujo. "Me nebulizaron, me canalizaron, me tomaron radiografías y muestras de sangre", enumera. Ya estable, la enviaron al Seguro Social, con diagnóstico de neumonía y positivo a virus de la influenza, lo que no bastó para que en la clínica 45 (Ayala) la atendieran. "No estaba dada de alta y me pidieron hacer el trámite... aunque habían dicho que iban a atender a todo mundo, conmigo se negaron".

Un médico se condolió, pero el Tamiflú se lo entregaron hasta que cumplió con el papeleo. No hubo tratamiento de profilaxis para su madre y su hermana menor; ni siquiera para su abuela, con quien también vive y se supone que corría riesgo por ser de la tercera edad. Laura pasó 22 días de incapacidad, pero tardó un mes en sentirse bien.

(V.pág.10 del periódico Público del 23 de abril de 2010).


El 22 de abril de 2009 comenzó la histeria en México. La Secretaría de Salud anunció que un brote de influenza había provocado 20 muertes, pero aseguró que no era una epidemia. Al día siguiente, corrigió. El secretario de Salud, José Ángel Córdova admitió que sí había una epidemia en toda la zona metropolitana de la Ciudad de México y suspendió unilateralmente las clases para 7.5 millones de alumnos. Así, con contradicciones e imprecisiones, comenzó una carrera frenética contra molinos de viento, que escaló rápidamente en un Armagedón que proyectó a México como un país infectado, que provocó su aislamiento y la suspensión de su actividad económica, cuyas consecuencias por falta de aplomo y ponderación en el gobierno se siguen pagando hoy en día.

La influenza del virus A H1N1 no fue una mentira, ni propaganda gubernamental distractora, como los acusaron en México. Tampoco fue un invento del imperialismo, ni la profecía de los milenaristas. Fue la realidad de una nueva cepa que alertó al mundo, que rápidamente tomó medidas sanitarias, decretó alertas limitadas y que contuvo el pánico que se desató en México, siguió los protocolos que los mexicanos se brincaron, y actuó con la consistencia de la cual los funcionarios en este país adolecieron. El secretario Córdova declaró recientemente que gracias a lo que se hizo se salvó un millón de vidas. ¿Le tenemos que dar las gracias por evitar que la catástrofe sanitaria en México hubiera llegado a los niveles de la pandemia por la "Influenza Asiática" en 1957-58, o la "Influenza de Hong Kong" en 1968-69? Su declaración fue tan retórica como cuestionable. No hay información sólida que apoye ese escenario, cuando sí hay elementos objetivos para comparar y sostener el argumento de la histeria mexicana.

El anuncio de la epidemia se hizo cuando llevaba una semana la crisis sanitaria en el Distrito Federal, aunque bien escondida por el responsable de Salud capitalino. La señal de alerta se disparó en un hospital de la capital federal, cuando los médicos vieron neumonías atípicas de un creciente número de pacientes que estaban ingresando. Cuando uno de ellos murió, los médicos y las enfermeras se colocaron cubre bocas, pero se les ordenó que se los quitaran para evitar pánico. A nivel federal, varios responsables de Salud reportaron el mismo fenómeno al gobierno central, pero no les hicieron caso.

Cuando el 23 de abril comenzó oficialmente la crisis sanitaria en México se inició la debacle, en buena parte por el manejo de cifras, que elevó la sicosis. La primera fue el 24 de abril: 943 casos "sospechosos" y 20 muertos; el 25 eran 1,324 casos y 81 muertos. Para el 26 ya eran 1,614 casos y 103 muertos. Las cifras galopaban hacia el desastre, pues comenzaban a aparecer casos en todo el país.

El gobierno federal no había reparado aún que "sospechosos" no era igual que "confirmados". Para cuando finalmente se ordenó el regreso a la normalidad, el 11 de mayo, la cifra de casos confirmados era de 766 con un total de 26 fallecimientos. En términos de muertos por cada millón de habitantes, México terminó en el lugar 33, debajo de Estados Unidos, Canadá y 8 naciones de América Latina y el Caribe.

El carrusel de las cifras había sido de epopeya. Consultores externos que habían trabajado con gobiernos anteriores hicieron notar ese zigzagueo como algo pernicioso, y mostraron la forma como en el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, en Atlanta, lo estaba haciendo (en ese país, que tuvo 353 casos y 20 muertos), el control fue selectivo y quirúrgico, no masivo).

El entonces secretario de Hacienda, que asistía a la reunión de primavera del Banco Mundial y el FMI en Washington, solicitó una reunión con sus expertos, que el banco convocó de urgencia de todo el mundo. Le dijeron que había que dar certidumbre a la población (como identificar un solo hospital para el tratamiento del virus a fin de transmitir el mensaje de que sólo ahí existían riesgos, evitando la contaminación de alerta en el resto de las instituciones), pero tampoco fue escuchado al regresar a México. La danza de cifras sólo había incrementado la incredulidad en lo que hacía el gobierno y pérdida en el consenso de sus acciones, por lo que el presidente Felipe Calderón le quitó a la Secretaría de Salud el acopio y procesamiento de los datos, y se lo encargó a un funcionario muy cercano a él, para que ordenara las cifras.

El 28 de abril, el Gobierno del Distrito Federal ordenó el cierre de 35,000 restaurantes, que en 7 días, según datos de las organizaciones patronales, produjo la caída de 60% de ventas y pérdidas diarias por 1,238 millones de pesos. Los capitalinos que no podían ir a comer en la capital federal, se fueron a consumir a los suburbios, que al no suspender actividades comerciales se beneficiaron de una medida no coordinada. En el Distrito Federal, paradójicamente, nunca se suspendió el sistema de transporte colectivo -para no causar pánico, dijeron funcionarios-, que es de las primeras medidas que se toman en casos de epidemias por la facilidad del contagio.

El presidente Calderón se empezó a colocar un cubre bocas en cada evento en público al que asistía, y ordenó al resto de los funcionarios que siguieran su ejemplo. Las autoridades salieron a las calles a regalar millones de ellos, y las fotografías de un país paralizado por un virus maldito, por cómo lo presentaban los mexicanos, corrieron por el mundo. El turismo se cayó con miles de cancelaciones.

Raymundo Riva Palacio
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 28 de abril de 2010).


El Instituto Mexicano del Seguro Social le negó atención médica a 49 niños que resultaron heridos tras el incendio en la guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009, acusó el representante del Hospital Shriners en Sonora, Alberto Barreda Robinson.

El IMSS señala que los problemas de los menores obedecen a "alergias y males congénitos" por lo que no le corresponde al instituto atenderlos dentro de la cobertura a las víctimas del incendio en la Guardería ABC, según informaron varios padres al Hospital Shriners a través de una carta en la que solicitan la intervención de esa institución privada.

Tienen fibrosis y podrían ser discapacitados El representante del Hospital Shriners en Sonora advirtió que se trata de 49 niños, que aunque no resultaron quemados, serán discapacitados por el daño causado por los gases tóxicos que inhalaron al momento del incendio.

A casi un año de la tragedia, Barreda Robinson, denunció que el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social, les ha negado la atención médica a los menores que aspiraron gases tóxicos y a quienes el Hospital Shriners les diagnosticó afectaciones graves en los pulmones y vías respiratorias.

Recordó que 22 de los 49 pequeños que murieron, no estaban quemados, sino que los gases les quitaron la vida.

Además señaló que el director del IMSS debería tener responsabilidad penal por su omisión en este caso.

"Por qué el señor Karam que es al que yo señalo, a mí no me importa quién venga de abajo, él es el director del Seguro Social y para mi él es el culpable y a él le dije yo que era una irresponsabilidad criminal y se lo dije personalmente y se lo repito y sigue siendo porque no se están atendiendo a esos niños", dijo.

"Debe atenderlos el Seguro Social, ponerle atención, sí tienen fibrosis los niños y este señor Karam no aparece en escena en ninguna parte, cuando para mí es el responsable de lo que está pasando después del 5 de junio, si no tuviera la posición que tiene en el Seguro Social y la protección que tiene pues sí tendría responsabilidad penal", concluyó.

(V.periódico El Universal en línea del 31 de mayo de 2010).


México es el país que menos invierte en el sector de salud pública de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, pues sólo destina 6% de su Producto Interno Bruto y por lo menos 60% de dicho gasto proviene del bolsillo del ciudadano y el resto forma parte de la aportación que hace el gobierno federal.

Juan Garduño Espinosa, jefe de Investigación del Hospital Infantil de México, señaló que en el país se compran por ley medicamentos que resultan más baratos, pero que no necesariamente son igual de eficaces y lo único que causan a la larga son mayores gastos para las instituciones o las familias, así como incremento en hospitalizaciones y muertes innecesarias.

Con excepción de México, los demás integrantes de la OCDE invierten entre 8 y 10% del PIB, que aportan directamente los gobiernos como Canadá, Alemania, Japón y Nueva Zelanda.

En el caso de Estados Unidos, dijo, la inversión que hace únicamente el gobierno es de 15 a 16% del PIB. "Es una vergüenza que en nuestro país se invierta tan poco en salud y que la mayor parte del gasto provenga del bolsillo del ciudadano y lo único que ha provocado es mayor pobreza, incremento de enfermedades transmisibles y prevenibles, todo un círculo vicioso que no genera desarrollo", subrayó el especialista.

Por lo mismo, en México se siguen muriendo 20 niños a los 7 días de nacidos por cada mil, en comparación con los miembros de la OCDE, donde 6 infantes en el mismo periodo por cada mil nacidos.

"En Islandia mueren 2.4 niños por cada mil nacimientos, pero por deformación o enfermedades congénitas que impiden su sobrevida, y en nuestro país fallecen por falta de recursos. En Cuba, que no forma parte de la OCDE, mueren 6 por cada mil".

La falta de presupuesto aprobado por el poder legislativo ha ocasionado que, enfermedades como Gaucher (padecimiento hereditario caracterizado clínicamente por hepatoesplenomegalia, anemia, trombocitopenia y lesiones óseas) sean muy poco tratadas, ya que representa un gasto anual por niño de 3 millones de pesos y esto es de por vida.

"Está la tecnología en medicina innovadora, pero no los recursos. En el IMSS se tratan alrededor de 100 infantes en esta situación, pero muchos mueren sin tener un diagnostico y para algunos funcionarios es preferible que esos 3 millones de pesos anuales se gasten mejor en tratar padecimientos de infecciones, diarreas, de miles de niños que atender a uno solo", acotó.

La tendencia gubernamental de comprar los medicamentos más baratos y que esto sea avalado por la ley ha derivado en que diversos padecimientos, como cáncer o linfoma infantil, por ejemplo, provoquen poca eficacia en el tratamiento, recaídas, mayores hospitalizaciones e incluso la muerte, añadió.

"No se está evaluando la calidad de los fármacos, sólo que cuesten menos, y como consecuencia las personas en lugar de mejorar tienden a empeorar, a hospitalizarse más, a sufrir más, a tener más intervenciones quirúrgicas y mayor número de consultas, más muertes".

Además, recordó que el gasto en salud de un mexicano en 2003, equivalía en 9,567 dólares, cuando la media de los países de la OCDE es de 25,103 dólares por habitante y hay casos como Luxemburgo, que en ese tiempo invertía 54,017 dólares.

Actualmente, por ejemplo, la vida de una persona inglesa que fallece por un accidente significa para la familia una indemnización de 2.1 millones de euros (alrededor de 40 millones de pesos); de un francés es de 2 millones de euros (38 millones de pesos) y en México varía entre los 200,000 a 400,000 pesos.

De igual manera refirió que en el ramo de la investigación científica, México invierte sólo 0.3% del PIB desde hace 20 años, y otras naciones como Corea del Sur 3% del PIB, mientras que el promedio de las naciones de la OCDE oscila en 6%.

En cuanto al número de médicos, el promedio de los países de la OCDE es de 2.9 por cada mil habitantes, mientras que en México es de 0.9 doctores.

Respecto a las enfermeras, en nuestro país hay 2 por cada mil, en Islandia 12.8 por cada mil y el promedio de los países de la OCDE es de 8. "En el IMSS hay alrededor de 80,000 enfermeras, para cumplir con la meta tendríamos que tener 300,000, lo cual suena bastante difícil".

Garduño Espinosa también refirió que México, en comparación con la OCDE, hace pocos estudios médicos: resonancias magnéticas 0.2, cuando el promedio es de 7 y en Japón llega a 35; tomografía axial computarizada, nuestro país está en 1.5, Francia 9, EU 13, Japón 92 y la media oscila en 17.

Comparativo mundial.

(V.pág.29 del periódico Público del 11 de julio de 2010).


La semana pasada, Ramiro Castro Arellano, de 55 años de edad, vecino de Huaxtla, municipio de Zapopan, la madrugada del 8 de julio pasado salió apresuradamente de su casa porque su esposa, Aurelia Machuca Plascencia, sufrió una picadura de alacrán. Ni ellos ni sus vecinos tenían el suero necesario para combatir los efectos del veneno. En la Casa de Salud ni pensarlo, hacía 6 meses que personal de la Secretaría de Salud había hecho un inventario de medicamentos y no volvieron a aparecerse. Así las cosas, en su coche Ramiro salió a toda prisa rumbo a la ciudad con la mala suerte de que en la carretera a Colotlán se topó con un recipiente para colocar basura, y al esquivarlo se volcó. Alguien los auxilió y fueron trasladados al hospital San Javier. Ramiro quedó en coma, pero luego murió el 20 de julio; Aurelia, ahora viuda, resultó con varias costillas rotas y golpes severos.

Jorge Regalado Santillán
(v.pág.2-A del periódico El Informador del 28 de julio de 2010).


Médicos del Hospital General de Tulancingo, Hidalgo, dieron por muerta a una bebé, pero 12 horas más tarde reaccionó y su familia comprobó que la recién nacida estaba con vida.

De acuerdo con autoridades del nosocomio, cuando el cuerpo era entregado por personal médico a los padres, una de las tías notó que en el interior del ataúd algo se movía, revisaron y se percataron de que estaba viva.

Los familiares notificaron al personal del hospital sobre el incidente, por lo que la menor fue ingresada de nuevo al área de urgencias y posteriormente trasladada al Hospital General de Pachuca, pero su estado de salud es delicado. La doctora Jenny Denisse Gijop Heredia fue cesada.

(V.pág.27 del periódico Público del 6 de agosto de 2010).


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió su recomendación 44/2010, dirigida al encargado de la dirección general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, por el caso de un paciente que falleció luego de haber sido intervenido quirúrgicamente en 15 ocasiones.

El 26 de noviembre de 2008, un hombre de 49 años fue intervenido en el Hospital General "Darío Fernández Fierro".

Se le extirpó la vesícula biliar, cuando sólo debían retirársele los cálculos contenidos en la misma.

No se le hizo una adecuada exploración para verificar si existían cálculos residuales en sus órganos adyacentes; días después sufrió complicaciones y hubo necesidad de volverlo a operar.

En esta ocasión le encontraron que presentaba líquido gastrobiliar, úlcera duodenal, perforación y pólipo en la primera porción del duodeno, por lo que fue intervenido 8 veces más en ese nosocomio.

El 3 de enero de 2009, a petición del propio paciente fue transferido al Centro Médico Nacional "20 de noviembre", donde fue intervenido en 5 ocasiones debido a múltiples complicaciones de salud.

Finalmente falleció el 15 de marzo de ese año.

La Comisión Nacional encontró elementos que permiten acreditar violaciones al derecho a la protección a la salud y a la vida, según informó en boletín.

Por ello, en su recomendación 44/2010, la CNDH pide al encargado de la dirección general del ISSSTE, se indemnice a los familiares del agraviado, con motivo de la responsabilidad institucional en que incurrieron los médicos que lo trataron.

Además, se giren instrucciones para que en los hospitales del Instituto y especialmente en el Hospital General "Doctor Darío Fernández Fierro", se diseñen e impartan programas integrales de capacitación y formación en el contenido, manejo y observancia de las Normas Oficiales Mexicanas en materia de salud.

También se colabore ampliamente con la Comisión Nacional en la presentación y trámite de la queja y denuncia que promueva ante el Órgano Interno de Control del ISSSTE y ante la Procuraduría General de la República, respectivamente.

(V.periódico El Universal en línea del 10 de agosto de 2010).


Luego de la muerte de su hijo de 15 años, debido a una tuberculosis mal diagnosticada por médicos del IMSS, el papá del joven tramitó una denuncia por negligencia médica ante la PGR.

Sergio Valente Gallardo Ramos dio a conocer ayer el caso de su hijo y reveló que incluso intentaron sobornarlo para que desistiera de la querella, ofreciéndole una camioneta.

Informó que en noviembre del 2009 llevó a su hijo Roberto Edivaldo Gallardo Rodríguez a urgencias, al área de Pediatría del Centro Médico de Occidente, donde ingresó con diagnóstico de crisis asmática complicada con paro cardiorrespiratorio.

Agregó que el joven salió del paro y fue llevado al área de Infectología, ya que se sospechaba que podía tener influenza A H1N1, la cual fue descartada.

Indicó que su hijo fue sometido a varias operaciones en las cuales le perforaron los dos pulmones empeorando su condición de salud, y finalmente murió en enero del 2010.

Aunque el papá del joven solicitó la entrega del cadáver para llevarlo al Servicio Médico Forense a que le realizaran la necropsia, el médico José de Jesús Arriaga Dávila se negó a entregarlo, justificándose que el muchacho ya había sufrido mucho.

No obstante, el cuerpo de Roberto Edivaldo fue llevado al anfiteatro, en donde determinaron que la causa de muerte fue un daño orgánico multisistémico compatible con tuberculosis abdominal.

Gallardo Ramos denunció el caso ante las autoridades federales, las cuales iniciaron la averiguación previa AP1944/2010, la cual, actualmente, está en la etapa de desahogo de declaraciones.

(V.pág.4 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 19 de agosto de 2010).


Excremento en los muros de los baños, menos personal médico del que está registrado, desabasto de medicamentos y hacinamiento, dejan en claro el desvío de recursos que hay en el hospital de salud mental de El Zapote, aseguró el presidente de la Comisión de Salud del Congreso del Estado, José Luis Ocampo.

Los integrantes de la comisión legislativa realizaron ayer una visita sorpresa al nosocomio. El diputado aseguró que lo que vieron fue pacientes que viven en condiciones "infrahumanas". Consideró triste que algunos duerman en colchonetas a la intemperie, muchas de las cuales están mojadas y con un marcado olor a orina. Agregó que los baños están sucios y no se cuida la higiene de los pacientes.

Ocampo de la Torre indicó que el personal del hospital es insuficiente, y hay un médico registrado que en realidad no acude a laborar.

Dijo que hay 10 psiquiatras dados de alta, 7 en el turno matutino y 2 en el vespertino. Claramente son insuficientes, afirmó, pues la población interna del hospital es de 250 pacientes, más 70 consultas externas diarias, lo que implica que cada uno debe atender al menos a 32 personas al día.

Agregó que el pabellón para personas con discapacidad alberga a 19 personas atendidas por una enfermera y un pasante de medicina. Además, no hay infraestructura para personas discapacitadas.

(V.pág.10 del periódico Público del 20 de agosto de 2010).


La mañana de ayer, Sergio Valente Gallardo Ramos acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco para interponer una queja por la presunta negligencia médica que habría costado la vida de su hijo, Roberto Gallardo Rodríguez.

El pequeño ingresó hace aproximadamente 9 meses al Centro Médico Nacional de Occidente con un diagnóstico de crisis asmática más un post paro cardio-respiratorio, y falleció más tarde de tuberculosis abdominal, enfermedad completamente diferente a la que le fue diagnosticada.

Gallardo Ramos también ira contra la jefa de enfermeras, Delfina Rodríguez Alvarado, y un ayudante de quien se desconoce su nombre por el momento, por solicitarle una serie de medicamentos de alto costo que nunca le fueron administrados al niño.

"Nunca le administraron esos medicamentos, de hecho el doctor Víctor Sánchez me comentó que nunca pidió ningún medicamento, este delito es del orden común, esto es robo y abuso de confianza".

Aclaró, no obstante, que no responsabiliza al IMSS por el fallecimiento, sino a los 11 médicos que tuvieron participación en todo el proceso de hospitalización hasta la muerte.

(V.pág.3-B del periódico El Informador del 24 de agosto de 2010).


El Senado dio entrada a la minuta aprobada en San Lázaro para que el IMSS otorgue vales a los derechohabientes cuando no haya medicamentos.

Sin embargo, la aprobación se complicó una vez que en el PAN, diversos senadores impugnaron el contenido y la postura a favor del presidente de la Comisión de Salud, Ernesto Saro.

Saro externó que no habría objeciones a la reforma, porque se trata de cumplir con el derecho de los trabajadores de obtener su medicina, ayer reconoció que "algunos compañeros expresaron sus dudas y ante ello hay que verlo con mucho cuidado".

"Hubo discusión, hay posiciones muy sólidas, la mía es que yo estoy del lado del derechohabiente que tiene derecho no sólo a recibir medicinas, sino a todo el trato completo", dijo Saro.

En la discusión, agregó, otros senadores de su bancada plantearon que con el mismo criterio de las medicinas se debe tocar el de los demás servicios que el IMSS otorga, es decir, que tengan opción a operarse en un hospital privado con costo al instituto cuando no les programen a tiempo la operación.

Al respecto, el también panista Rubén Camarillo reclamó que se discuta todo el artículo 91 para que así como se debate emitir vales para que el derechohabiente compre medicinas que el IMSS no le da, también obtenga otros servicios como análisis y operaciones quirúrgicas por los que debe esperar meses.

(V.pág.20 del periódico Público del 29 de octubre de 2010).


El IMSS está al borde del colapso... otra vez. Lo mismo nos dijeron en el sexenio de Zedillo, y en el sexenio de Fox, y lo mismo nos dirá el próximo presidente, sea quien sea. El IMSS tiene una enfermedad crónica con la que, aparentemente, puede sobrevivir, pero siempre peor. En 15 años, desde que se declaró la primera crisis, hemos sido incapaces de resolver el surtido de medicinas a los pacientes. Lo que arreglan son las cifras para que los porcentajes se vean más bonitos, pero no el sistema de abasto y la distribución. En 15 años no hemos podido resolver el problema de atención, por el contrario, cada día es más difícil que se atienda un paciente a tiempo. Hoy vemos como normal que haya que hacer colas, y que para lograr consulta se requiera destinarle un día completo. En 15 años no hemos resuelto el tráfico de incapacidades. Las reformas "de fondo" que se han hecho al Instituto han servido para salvar el pellejo de los políticos, no para resolver el problema de los derechohabientes. Dicho de otra manera, la reformas se plantean para "salvar" a la institución, no para proteger al asegurado.

¿De qué le sirve a un trabajador un seguro en el que una operación de cadera se la programan para 8 meses después, con las molestias, dolores y efectos económicos que eso significa? ¿Para qué le sirve a un patrón un seguro en el que tendrá incapacitado a un trabajador por 10 o 12 meses porque el IMSS no puede atender con eficiencia las necesidades del asegurado? Lo que hay que defender no es al IMSS ni al ISSSTE ni al Seguro Popular. Por lo que hay que pelear es por el derecho a la salud de todos los mexicanos, y para ello se necesita reformar el sistema de seguridad social de este país, no a los institutos. Los derechos de los médicos y los trabajadores del IMSS, así como la importancia de la institución, no están en duda, pero es una discusión distinta.

En el momento social y demográfico que vive este país, es urgente plantear la salud como un derecho social universal en el esquema del piso mínimo como el que plantea Santiago Levy. La siguiente pregunta es cómo lo financiamos, y la tercera es qué papel juegan los hospitales públicos, el IMSS, el ISSSTE, el Seguro Popular y la medicina privada, en ese orden, en este proceso.

Los problemas no son ideológicos, lo ideológico es la forma en que nos acercamos a ellos y el cómo pretendemos resolverlos. Decir que el IMSS no funciona es un tema de operación que tiene que ver con la calidad de la atención y por ende con la vida de los pacientes.

Lo que esté en juego no es la salud del IMSS, es la salud de los mexicanos; es la miel, no la jícara.

Diego Petersen Farah
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 13 de noviembre de 2010).


La Secretaría de Salud Jalisco entregó ayer 200,000 pesos como reparación del daño a Adriana Sánchez Delgadillo, cuya hija, Mariana, murió a causa de una mala atención médica en el 2008.

El pago es resultado de la recomendación 25/2010, emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco que comprobó, el 21 de diciembre, una mala práctica médica por parte de Hugo Ezequiel González Ramírez.

El enfermero ejerció facultades que no le correspondían, al diagnosticar, erróneamente, y hasta recetar a Mariana, quien perdió la vida después.

El 19 de septiembre del 2008, la joven acudió a un centro de salud de Atemajac porque tenía fiebre y dolor de cabeza y cuerpo, donde un médico le diagnosticó dengue, de acuerdo con la recomendación.

Sin embargo, los síntomas prevalecieron y acudió al centro de salud de la Colonia Constitución, donde el enfermero diagnosticó y recetó paracetamol y amoxicilina, por la misma enfermedad que le había sido detectada antes.

Días después falleció mientras era atendida por paramédicos. La necropsia reveló que la causa del deceso fue una pancreatitis hemorrágica secundaria por un proceso infeccioso severo en las vías respiratorias, y no dengue, como le indicaron en la dependencia estatal.

(V.pág.4 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 13 de enero de 2011).


José Ángel Córdova, secretario de Salud, reconoció que las ineficiencias y desabastos en IMSS, ISSSTE y los hospitales federales obedecen tanto a problemas de financiamiento para costear algunos padecimientos de alto impacto, como a las duplicidades y al hecho de que en momentos "álgidos" cada una ha actuado por separado.

Durante su ponencia Los retos de la salud en México en la Facultad de Medicina de la UNAM, el funcionario comentó que aun cuando el gasto en salud ha aumentado de manera considerable -pasó de 82,000 millones de pesos en 2006 a 161,000 millones en 2011- todavía hay rezagos que impiden atender de manera adecuada a los pacientes.

"Hay diferentes situaciones que complican el manejo, la gestoría de los servicios de salud. Por un lado, la fragmentación del sistema: hay que reconocer que el IMSS y el ISSSTE han tenido mucho que ver mucho en la evolución, en el éxito de políticas de salud, pero hasta cierto punto, ya que en los momentos más álgidos cada quien actúa por su lado, con políticas diferentes, duplicidad e ineficiencias".

Esas instituciones, dijo, "cubren prácticamente cualquier enfermedad en general, aunque también hay cosas que no se cubren por el problema financiero que están teniendo".

Córdova refirió que aun cuando se avanza en la cobertura universal, persisten graves rezagos y desigualdades, por lo menos el 8% de las entidades con mayores índices de marginalidad carecen de unidades médicas o de atención primaria cercana. "El abasto de medicamentos en algunos lugares llega a 96% y en otros a 80%".

Por lo mismo, abundó, mujeres mueren por cuestiones naturales como tener un hijo, como sucede en el sureste del país, donde se registran 150 decesos por cada 100,000 habitantes, mientras en entidades como Nuevo León el promedio es de 15 0 20 fallecimientos.
Ello muestra, aceptó, que en el país existe medicina de primera, segunda y tercera categoría, situación que resulta inaceptable, por lo que se han fortalecido e intensificado las Caravanas de la Salud, que son unidades móviles que atienden a 17,529 localidades lejanas y se amplió el catálogo de enfermedades del Seguro Popular.

Córdova comentó que en la actualidad el presupuesto en salud equivale a 6.9% del producto interno bruto, lo cual es bajo con respecto a economías similares que invierten hasta 9% del PIB.

No obstante, invierte 1.7% del PIB en medicina de patente, lo que significa un gasto de 28,000 millones de pesos. Pero el gasto mayor sigue siendo de bolsillo, con 59%.

"Actualmente el Seguro Popular opera con 67,000 millones de pesos, pero para 2012, con la cobertura universal, deberá contar con 87,000 millones de pesos para garantizar la calidad de la atención a más de 50 millones de mexicanos".

Córdova reconoció que en materia de salud hay retos complejos, como cubrir el déficit de médicos y enfermeras. Por ahora se han logrado regularizar 70,000 plazas en esta administración, destacó.

(V.pág.22 del periódico Público del 21 de enero de 2011).


Todos queremos tener la seguridad de que, en caso de requerirlos, recibiremos los servicios de salud oportunamente y con altos niveles de calidad; de que la atención será profesional y no negligente ni displicente, ni como si nos estuvieran haciendo un favor, ni con malos modos. La salud y todo lo necesario para recuperarla y conservarla, a tiempo y no con citas cada 3, 6 o 9 meses.

Laura Castro Golarte
(v.pág.2-A del periódico El Informador del 29 de enero de 2011).


El Partido Verde Ecologista de México acusó que el Seguro Popular adolece de los mismos males que los institutos Mexicano de Seguridad Social y de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores del Estado, como el desabasto de medicamentos o los malos tratos.

Para exponer el atraso en cifras, la ecologista resaltó que más de 70,000 personas murieron el año pasado en México a causa del cáncer, que se agravó por la atención deficiente o tardía de este padecimiento.

(V.pág.34 del periódico Público del 4 de febrero de 2011).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco recomendó a la Secretaría de Salud Jalisco resarcir el daño por la muerte de un niño, quien fue mal diagnosticado en el Hospital Regional de Cocula, por lo cual falleció sin recibir tratamiento contra el mal que padeció: influenza A-H1N1.

El organismo determinó impericia médica y diagnóstico erróneo, por lo cual emitió ayer la recomendación 7/2011, en que solicita al secretario de Salud, Alfonso Petersen, "repare los daños y perjuicios que ocasionó la actuación irregular de los servidores públicos": el pediatra Francisco Rodríguez Lara, el médico residente Javier Gil Medina y el residente Saúl Ernesto Rosas Bernal.

Se trata de la tercera recomendación que por impericia médica se gira en contra de personal de la SSJ en escasos 3 meses. En los 3 casos los agraviados fallecieron.

(V.pág.14 del periódico Público del 4 de febrero de 2011).


Tan delicado como decir que hay pacientes con padecimientos como cáncer o VIH que no reciben el óptimo tratamiento por simple burocracia.

De ese tamaño es un problema que aparentemente arrastra el IMSS, que encabeza Daniel Karam.

Todo tiene que ver, nos dicen, con un obsoleto "cuadro básico".

Sucede que hay un primer filtro para definir qué medicamentos deben entrar al cuadro básico de instituciones públicas de salud, como las clínicas que coordina la secretaría del mismo nombre.

Se llama Comité Específico de Medicamentos de la Comisión Interinstitucional del Cuadro Básico de Insumos del Sector Salud.

Ahí, desde hace tiempo aprobaron, por ejemplo, el Kivexa, del laboratorio GSK, medicamento útil para prolongar la vida de quienes enfrentan el VIH.

Nos cuentan que éste ya es ofrecido a quienes cuentan con servicio médico de la Sedena, el Seguro Popular o el ISSSTE... pero no a derechohabientes del IMSS.

Todo, porque hay otro grupo de expertos en el IMSS que debe verificar lo ya verificado. Otros 63 medicamentos, para distintos padecimientos, están en la misma situación.

(V.pág.2 de la sección "Negocios" del periódico Mural del 7 de abril de 2011).


El pasado lunes 4 de abril mi esposo Francisco Pelayo Tellez de 72 años, quien es cardiópata y diabético, tuvo una baja de presión, como ya había sido internado 2 semanas antes en la clínica 89 y lo dieron de alta sin ninguna solución llamé a mi primo, quién es oncólogo, él me recomendó llevarlo a urgencias del Centro Médico del IMSS.

Pasaron a mi esposo al área, lo canalizaron y tuvieron toda la noche en la camilla 13, el Dr.Rubio todo el tiempo se mostró déspota y nos impedía estar con mi esposo. Cuando le solicitó a la enfermera de nombre Marta un "pato", le dijo no tengo, hágase en la cama, cuando así lo hizo, lo regañaron.

Debo hacer notar que por un accidente sufrido hace 30 años requiero de silla de ruedas o andadera para movilizarme, como me sentí cansada me senté afuera de la sala de urgencias de oftalmología y el Dr.Rubio envío un policía a sacarme de ahí, pese a que en el área de urgencias no había sillas disponibles.

Finalmente por la mañana lo subieron al piso 6 a la cama 6153 pero tardaron 2 días en asignarle médico tratante.

Luz Reyes
(v.pág.15 "correo" del periódico Público del 8 de abril de 2011).


Por un asunto de burocracia, el IMSS no surte de medicina de vanguardia a pacientes de cáncer, diabetes y VIH.

Ya se subió al tema la senadora priista María del Socorro García Quiroz, quien propuso un punto de acuerdo en el que se exhorta al titular del instituto, Daniel Karam para que incorpore rápido en el Cuadro Básico Institucional de Medicamentos, aquellos clasificados como de "soporte de vida", para suministrarlos a sus derechohabientes.

El asunto ya hizo ruido en la Comisión de Salud del Senado. A ver si en el Senado también dicen de dónde saldrán los recursos para comprarlos.

(V.pág.2 de la sección "Negocios" del periódico Mural del 14 de abril de 2011).


Es parte de las obligaciones legales del IMSS el proveer de los medicamentos que requieran los tratamientos de los derechohabientes, los cuales son recetados por personal de la misma institución. Resulta por lo tanto incoherente y además ilegal que las autoridades no estén surtiendo las medicinas que ellos mismos escriben en sus recetas. Al día de hoy, a mi madre, derechohabiente y ex trabajadora del IMSS se le ha negado el surtido de su medicamento (Risedronato) desde hace un año, con el consiguiente deterioro de su salud y calidad de vida, y las autoridades de su clínica de tratamiento no han movido un dedo para conseguir el medicamento que por ley les corresponde suministrarle. ¿Se puede en este caso acusar de negligencia a los administradores de la UMF2?

¿Por qué la salud de una gran mayoría de la población debe depender del servicio de un instituto pésimamente administrado, mientras la clase política gobernante goza de los beneficios de seguros médicos en instituciones privadas?

Jorge Suro Loera
(v.pág.15 "correo" del periódico Público del 15 de abril de 2011).


Guardar silencio es una manera de ignorar lo que sucede, pero también un deseo de evitarse problemas. Un ejemplo es el caso sucedido en un hospital público en el que murieron 12 bebés recién nacidos: "El 26 de agosto una doctora se percató del asunto y dio aviso pero nadie le hizo caso. El 8 de septiembre se descubrió el primer caso, pero aun así se guardó silencio. Los padres de familia se dieron cuenta y lo comunicaron a los médicos, pero nadie les hizo caso. Así permanecieron las cosas hasta el día 22 en que ya no se las pudo ocultar porque para entonces 'ya se me había infectado todo el cunero', según dijo el médico encargado".

[...]

A veces eso de echarle la culpa a otros llega a extremos dolorosos, como cuando una mujer en Baja California Sur dio a luz, pero seguía teniendo contracciones y los médicos, en lugar de revisarla, le dijeron que "era psicológico". Cuando horas después resultó que había otro bebé pugnando por nacer, ya era demasiado tarde y el pequeño tuvo problemas respiratorios que le causaron la muerte. La explicación no tiene desperdicio: los médicos del Hospital General que la habían atendido afirmaron que "no detectaron la presencia del segundo bebé" (y uno se pregunta: ¿cómo es posible no detectar esto? ¿No acaso son médicos?) pero afirmaron que de todos modos habría muerto porque "estaba muy chiquito".

[...]

El ejemplo más aterrador es el ya relatado del hospital público al que se infiltró una bacteria que provocó la inflamación en los órganos vitales de los recién nacidos y les produjo la muerte a 12 bebés. La explicación del subdirector del nosocomio fue que "a lo mejor entró un paciente con el zapato sucio y así entró la pseudomona". Y es que en efecto, en dicho hospital cualquier persona entraba sin problema y cualquiera podía introducir alimentos a las instalaciones, que médicos y enfermeras compraban sus alimentos en los puestos ambulantes que hay en los alrededores. A ello se agregaba que, como tuvo que reconocer el médico en jefe, la limpieza y desinfección eran siempre insuficientes, "porque no había jabón, ni papel higiénico, ni desinfectantes y ya entrado en verdades, de una vez agregó que ni equipo para esterilizar, ni batas, guantes y tapabocas para las enfermeras que manipulaban a los bebés, todo lo cual, dijo, se debía al insuficiente presupuesto que les habían asignado.

El resultado fue un enredo, un montón de gente que entraba y salía del nosocomio estorbando, interrumpiendo, preguntando una y otra vez y "recogiendo evidencias". La peor parte fueron los agentes que con todo y sus trajes de calle, sus zapatos enlodados y sus alimentos comprados en los puestos ambulantes de los alrededores, iban y venían haciendo lo que llamaban "inspecciones físicas" ¡nada menos que en el cunero y en la Unidad de Cuidados Intensivos!

[...]

¡A una embarazada de 5 meses le dieron la [cita] suya para hacer un ultrasonido en el Seguro Social 6 meses después, porque todas las máquinas estaban ocupadas hasta entonces! ¡Y a un hombre de 85 años, paralítico, lo obligaron a presentarse frente al funcionario encargado de firmar su pensión, y como no podían subir la silla de ruedas, lo pusieron en la calle y el burócrata le hizo el favor de asomarse por la ventana para ver si era cierto que existía!

[...]

Mentira abierta es cuando un director del IMSS afirma que se están llevando a cabo programas de construcción, equipamiento, conservación y mantenimiento de centros hospitalarios y clínicas y que se han mejorado los procesos de atención, disminuyendo los tiempos de espera de consulta, haciendo más eficiente el servicio de urgencias y los de mantenimiento y limpieza de las instalaciones así como las acciones de dotación oportuna de ropa hospitalaria y de suficiencia en el surtimiento de recetas, pero los derechohabientes, cada vez que tienen oportunidad de hacerlo en las muy escasas tribunas públicas de que disponen, que son algunos programas de radio y cartas enviadas a los periódicos, desmienten las afirmaciones del funcionario y se quejan de las condiciones de las instalaciones, de las largas colas y las muchas horas de espera para que se les atienda, del mal trato por parte de secretarias, médicos y enfermeras, de los diagnósticos emitidos por facultativos sobrecargados de trabajo y con deficiente preparación y sobre todo del desabasto de medicamentos.

Cuestionado sobre estas afirmaciones, el secretario y sus colaboradores aseguraron que nada de eso era cierto y que se trataba de "propaganda partidista malintencionada". Pero de todos modos y por si las dudas, presionaron a los medios de comunicación que hacían públicas las quejas, amenazándolos con retirarles la publicidad pagada si lo seguían haciendo.

[...]

En un caso que resultó muy sonado, varias enfermeras y médicos del Hospital General de Mexicali en Baja California se negaron a practicar un aborto a una niña que había quedado embarazada por una violación, a pesar de que existe una ley que lo hace legal en esos casos y a pesar de que el Ministerio Público había girado la orden, que éstos dijeron haber desobedecido precisamente "por razones de conciencia".

[...]

Sucede que en el Hospital de Neurología de la ciudad de México, uno de los centros de especialidades de los que nos enorgullecemos, se muera un paciente que estaba en sala de recuperación porque la luz se fue durante 45 minutos y no había planta [de emergencia].

Sara Sefchovich
(v.págs.78, 86, 95, 97, 98, 149 y 286 de "País de mentiras", Ed.Océano, México 2008).


En México miles de niños y adultos con discapacidad se ven forzados a vivir en instituciones psiquiátricas donde los abandonan sus familiares, en condiciones "atroces y ofensivas", y llegan a ser víctimas de tortura, tratos inhumanos, violencia sexual, trata de personas y se les somete a operaciones sin consentimiento alguno.

Lo anterior se documenta en el informe "Abandonados y Desaparecidos. Segregación y Abuso de Niños y Adultos con Discapacidad en México", elaborado por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y por Disability Rights International que se dio a conocer ayer.

Los niños que ingresan a esas instituciones, indica el informe literalmente, "desaparecen", porque no se cuenta con un registro de su nombre, edad o la ubicación del lugar donde fueron colocados, no existe manera de que los padres los encuentren si deciden buscarlos, lo que se presta a la trata de personas.

Algunos padres internan y abandonan a sus hijos discapacitados para que tengan tratamientos que les permitan desarrollar sus habilidades, sin embargo, en esas instituciones difícilmente son sometidos a terapias, por lo que su salud "corre un grave peligro".

En el recorrido que realizaron los investigadores, que dieron seguimiento a un estudio efectuado hace 10 años, encontraron que "muchas de las instituciones mexicanas son inmundas, dejan a la gente caminar en harapos sobre los pisos cubiertos de orina y heces".

En el Hospital Psiquiátrico Cruz del Sur, en Oaxaca, y en el Samuel Ramírez Moreno, en el Distrito Federal, los edificios son tan viejos que los techos gotean.

Y en la mayoría de las instituciones de estancia prolongada "los baños están abiertos y expuestos; a las personas se les baña en grupos; no hay privacidad. Los adultos se cambian de ropa, se bañan y usan el baño a plena vista de otros pacientes y del personal masculino y femenino".

También se observó a "adultos deambulando en patios abiertos, caminando y moviéndose semidesnudos, defecando en los campos y permaneciendo al aire libre, sin contar con asistencia o reorientación del personal".

En algunas instituciones se detectó que varias personas "habían sido atadas permanentemente a sillas de ruedas o camas".

En Guadalajara, se detectó a un hombre envuelto en vendas de gasa de pies a cabeza que no le permitían tener movimiento alguno en todo el cuerpo.

El uso de medios de sujeción prolongada en las instituciones mexicanas puede constituir tortura, se indica en el documento.

Se aclara en el texto que no se tiene la intención de culpar de manera personal a algún miembro del personal que labora en las instituciones de México. Porque "estas personas trabajan en condiciones extremadamente difíciles".

(V.pág.39 del periódico Público del 13 de mayo de 2011).


En México se registran al año alrededor de 360,000 accidentes punzocortantes entre los trabajadores de la salud, principalmente enfermeras, internistas y personal de mantenimiento, que a la hora de inyectar, manejar hojas de bisturí en alguna intervención quirúrgica o entrar en contacto con agentes biológicos de un paciente enfermo, se pinchan y lesionan al grado de que pueden contraer alguna infección crónica como hepatitis B y C, así como VIH/sida.

En cada uno de los 3,000 hospitales registrados en todo el sector salud, conformado por IMSS, ISSSTE y SSA, se registra un promedio de 120 accidentes de este tipo al año, casi todos pinchazos (59.9%) y laceraciones, debido a la falta de insumos médicos adecuados, de capacitación hasta para inyectar y manejar una jeringa o por carecer de contenedores especiales para tirar residuos hospitalarios.

De acuerdo con estudios efectuados, de los 360,000 accidentes anuales 30% de los afectados se contagia de hepatitis B; 3% de hepatitis C y 0.3% de VIH.

La punción con aguja hipodérmica hueca, que es la lesión más frecuente, es causada por errores como inyectar y volver a tapar la aguja con su capuchón, o lanzarlas a la basura, lo que pone en peligro al personal de intendencia.

Segun los especialistas, la tasa de contagios es mayor en hepatitis B debido a que 65% del personal de salud no se ha inmunizado contra dicho virus, a pesar de que existen programas de vacunación gratuita para los trabajadores.

80% de los contagios son prevenibles, en promedio cada trabajador afectado, independientemente de si contrae alguna de las enfermedades, cuesta al sector un promedio de 25,000 pesos por 4 semanas de estudio, únicamente.

(V.pág.40 del periódico Público del 13 de mayo de 2011).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco acreditó que una mujer de origen indígena falleció en el hospital Materno Infantil Esperanza López Mateos, a consecuencia de mala praxis médica en la atención de una hemorragia obstétrica.

Por lo anterior, el organismo giró una recomendación al titular de la Secretaría de Salud Jalisco, Alfonso Petersen para que la dependencia pague la reparación del daño a favor de los hijos de la fallecida. Además, pidió al procurador de Justicia, Tomás Coronado, se realicen los procesos penales en contra de tres médicos.

La agraviada fue ingresada en dicho hospital, más conocido como la "Maternidad López Mateos" o "La Mater", el 30 de julio de 2009; sin embargo, después de tener a su bebé le sobrevino una hemorragia.

De acuerdo a la investigación realizada por la CEDHJ "la hemorragia obstétrica no fue diagnosticada con oportunidad, lo que provocó su fallecimiento". Lo anterior fue corroborado con dictamen de la Comisión de Arbitraje Médico de Jalisco.

El organismo detectó que adicionalmente el hospital López Mateos -que está vocacionado para la resolución de embarazos de alto riesgo- no cuenta con banco de sangre, por lo que se tuvo que pedir el tejido hemático que requería la paciente al Hospital Civil para poder realizarle una transfusión, lo que tardó varias horas.

La Comisión determinó que existió "mala praxis, impericia y negligencia médica" por parte de los médicos Berenice Candelas Delgado -quien encabezó la cesárea de manera inadecuada-; de Manuel Antonio Díaz Ochoa -quien no extrajo la matriz para detener la hemorragia- y de Joselyne Cardona Díaz, quien debió programar la cesárea de inmediato.

(V.pág.12 del periódico Público del 20 de mayo de 2011).


Estimado señor director, en la Unidad de Medicina Familiar del ISSSTE, ubicada en la colonia La Tuzanía, la organización en dicha unidad para recibir atención médica es, por decir lo menos, calamitosa y atrasada debido a que no se pueden sacar citas. Cada día hay que acudir desde las 6 de la mañana a recibir una ficha para poder ser atendido aunque el horario que te han asignado es el vespertino, lo que lo deja a uno en la imposibilidad de administrar el tiempo necesario para asistir a recibir atención médica.

El día jueves 12 de mayo, al acompañar a una familiar a consulta, los ahí presentes fuimos testigos de lo más escandaloso de la actitud de un servidor público en un área tan sensible como es la salud. La recepcionista de esa UMF en el turno vespertino, quien lejos de dinamizar la atención pareciera empecinada en brindar un trato déspota y ralentizado a los derechohabientes, literalmente se "perdió" por espacio de más de 30 minutos de su área de trabajo, y esto ocasionó que se iba juntando gente en espera de que le surtieran los medicamentos que previamente el médico en turno les iba recetando. Al aumentar la desesperación de la gente por la falta de atención, la buscamos y nuestra sorpresa fue mayúscula al encontrarla dormida y roncando en un consultorio que en ese momento se encontraba solo.

Burócrata güevoneando.

Al manifestar enojo y extrañamiento al médico, éste nos respondió que la asistente se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico. Suponiendo que lo anterior fuera verdad, ¿cómo es posible que a una persona que no se encuentra bien de sus facultades mentales se le tenga atendiendo niños, mujeres embarazadas y gente de la tercera edad?

Y si no está enferma, ¿cómo es posible que se solape a una persona a todas luces desobligada, floja e irresponsable?

Víctor Manuel Saavedra Salazar
(v.pág.16 "correo" del periódico Público del 20 de mayo de 2011).


Un médico del Centro Médico de Occidente, de Guadalajara, les dijo a los papás de Danna Paola [víctima del incendio de la Guardería ABC] que era necesario cortarle los brazos y las piernas a la pequeña.

"Ahí fue cuando comenzamos a movernos para que la trasladaran al Hospital Shriners", relata Marisol Montaño, en donde a su hija le amputaron los dedos de las manos. Sólo le salvaron el pulgar izquierdo. "En Guadalajara nunca me dijeron que la niña ya estaba perdiendo sus dedos. Pudieron haber amputado hasta la altura de la yema". Marisol demandó a los médicos de Guadalajara por negligencia.

El viernes 5 de junio de 2009, Marisol y su familia buscaron a Danna en varios hospitales. Una vez que la encontraron por la tarde, la trasladaron a la capital de Jalisco. Tenía quemaduras en 47% del cuerpo.

Danna permaneció en el Hospital Shriners hasta el 19 de septiembre de 2009.

Alejandro Martínez Robles fue uno de los 10 niños que fueron trasladados al Centro Médico de Occidente, de Guadalajara. Seis días después del siniestro, sus padres decidieron sacarlo de ahí para llevarlo al Hospital Shriners, en Sacramento, California, reconocido por especializarse en niños quemados. "Si Alejandro se hubiera quedado en Guadalajara, a lo mejor hubiera quedado con una secuela mayor", piensa Mirna.

Mirna y su esposo son enfermeros. Han trabajado en hospitales públicos y privados. Saben cuando algo no funciona bien en un hospital. Cuando Alejandro llegó al nosocomio tapatío, ellos se inquietaron. Sobre todo cuando un médico les dijo que amputarían el brazo de su hijo, y minutos después, otro doctor les dijo que era un error.

"A partir de ahí empezamos a ver que no sabían lo que estaban haciendo. Aquel hospital era una casa bonita; tenía máquinas nuevas, todo era nuevo, pero estaban empezando. Estaban experimentando con los niños", comenta Mirna.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 5 de junio de 2011).


El desabasto de medicamentos no sólo se presenta en farmacias del ISSSTE, sino también en las del IMSS y de la Secretaría de Salud, denunció el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud Marco Antonio García Ayala.

Lo anterior, dijo, se suma a la carencia de insumos, instrumental médico y reactivos que complican la atención y ponen en una difícil situación a los trabajadores, quienes son los que dan la cara a los derechohabientes.

García Ayala resaltó la necesidad de actuar decididamente en una coordinación interinstitucional para atender lo antes posible el problema del desabasto.

En entrevista, dijo que actualmente se presentan resultados de fórmulas estadísticas que no siempre se acercan a la realidad, pues entre los trabajadores, que son los que se enfrentan al problema, el fenómeno se percibe más grave.

García Ayala mencionó que el problema es más notorio en los hospitales y clínicas de la Secretaría de Salud en los estados, sobre lo que destacó que la dependencia a cargo de José Ángel Córdova Villalobos tiene un buen esquema para resolverlo, pero en el caso del IMSS y el ISSSTE está centralizado.

"El problema no se puede resolver si no hay los recursos suficientes ni voluntad política para hacerlo. "Es cuestión de voluntades y que el presidente diga que se solucione el problema de desabasto", reiteró.

(V.periódico El Universal en línea del 9 de junio de 2011).


Afiliados al Seguro Popular esperan hasta varias horas para tener acceso a una consulta en instituciones públicas. Unidades como el Hospital General de Zapopan, mejor conocido como el Hospitalito, enfrentan una gran demanda de usuarios que deben madrugar y hacer 3 filas antes de estar cara a cara con el médico.

Pacientes señalaron a este diario que la espera es de 3 a 4 horas en promedio, pero puede ser más tiempo, en función de la demanda y del servicio.

Ayer, Margarita Rivero llegó al Hospitalito por la mañana, acompañando a su hijo a consulta, y aprovechó para sacar su propia cita médica. Le tocó la ficha 13 del turno vespertino pero hasta las 2 de la tarde le indicarían qué doctor la atendería en consulta general. Esperaba salir a las 5 de la tarde.

"Si vengo a las 5 de la mañana de todos modos a veces no alcanza uno ficha para la mañana. Se tiene que esperar todo el día aquí. Así me ha pasado ene veces, me he ido como a las 5 de la tarde", afirma la mujer, quien está afiliada al Seguro Popular desde hace 2 años.

El principal problema es el procedimiento para acreditar que son usuarios de este sistema: deben hacer una fila en el módulo de afiliación, con otras personas que realizan sus trámites. Es la primera fila. Después deben formarse en caja, para que les den el recibo que ampara su consulta y "luego hacer cola para entregar el tarjetón, que la señorita traiga los expedientes, le den la ficha y a esperar su turno", dice el señor Gilberto Sánchez.

La coordinadora del Seguro Popular del Hospital General de Zapopan, Selene Orozco González, admite que hay problema en los servicios de laboratorio, que sólo atienden hasta las 10:30 am "porque no puedes tener tantas horas en ayuno". Aun con ficha, derivan pacientes para el día siguiente. Lo mismo se repite con exámenes como rayos X y algunas consultas de especialidad, dijo.

(V.pág.10 del periódico Milenio Jalisco del 24 de junio de 2011).


En noviembre de 2010 el doctor Ubaldo Riojas Dávila, de 82 años, tuvo un edema pulmonar que podía ocasionar una afección cardiaca. Se le internó en la clínica 34 del IMSS en Monterrey el 17 de febrero y el 21 de febrero se le operó con éxito. Ya estaba en piso, fuera de peligro, cuando se contagió de una bacteria que, junto a una cadena de negligencias, lo han dejado en terapia intensiva.

Los correos de la hija narran los problemas que las reglas del IMSS generan a una familia que tiene que acampar en los pasillos o en inadecuadas salas de espera por si ocurre algo, pero sin tener acceso al paciente. Registran también los errores médicos que han agravado al paciente, como administrarle diazepam, un medicamento desaconsejado en su condición. La familia tuvo que viajar constantemente de la ciudad de México a Monterrey para esperar en los pasillos o pagar a otras personas para que hicieran esas guardias. Ha tenido también que estar atenta a los descuidos médicos.

Un día un médico dijo a la familia que al paciente se le había administrado dopamina, pero que éste no reaccionaba y parecía a punto de morir. Un hijo del paciente, médico también, se metió a la sala y se dio cuenta de que el medicamento no se había aplicado. Cuando se le administró, el doctor Riojas reaccionó de inmediato. El médico tratante, sin embargo, se molestó con la enfermera por haber informado que era falso que el medicamento se hubiera administrado.

Un comité médico se reunió hace algunos días para decidir si el doctor Riojas estaba sufriendo un "encarnizamiento terapéutico", esto es, la aplicación de terapias médicas sin posibilidad de mejorar al paciente pero que lo mantienen vivo en condiciones infrahumanas. La decisión fue continuar con los tratamientos.

El doctor Riojas se encuentra aún en la clínica 34 del IMSS en Monterrey. Está conectado a un respirador, a un riñón artificial llamado Prisma y a varias sondas. Su corazón late por la administración constante de dopamina. El paciente está siempre sedado porque el dolor de otra forma sería insoportable. El IMSS no permite que se le desconecte y se le saque del hospital. Una vez iniciados los procesos terapéuticos, éstos no pueden ser suspendidos. El resultado, sin embargo, es precisamente ese encarnizamiento terapéutico que convierte a la ciencia médica en un instrumento de tortura.

Sergio Sarmiento
(v.periódico El Siglo de Durango en línea del 30 de junio de 2011).


Usuarios de los servicios médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social siguen externando sus quejas ante el mal servicio que se otorga al interior de las unidades médicas en Ciudad Guzmán.

Entrevistados al salir del Hospital General de Zona 9, los derechohabientes señalaron: "Para darte un servicio te traen vuelta y vuelta".

Otros afirman que los medicamentos que les dan es el mismo para todas las enfermedades: "A todo mundo le dan los mismos medicamentos, te los dan si viene uno con diarrea, uno con otra cosa, a todo el mundo nos dan lo del mismo cuadro básico. No te dan otra cosa y muérete".

En la clínica ubicada en el municipio de Zapotiltic, la situación es la misma, e incluso los pacientes aseguran que para alcanzar una cita durante el día, es necesario que lleguen con 2 o 3 horas de anticipación, ya que sólo se reparten ocho fichas en cada turno.

(V.pág.15 del periódico Milenio Jalisco del 1o.de julio de 2011).


Kitty Solano Vidal tiene 11 años, sólo mide 90 centímetros y desde pequeña dejó de caminar. La niña ha sabido lidiar con todos los síntomas que representa tener la enfermedad genética conocida como mucopolisacaridosis tipo 6 o síndrome de Maroteaux-Lamy, que provoca baja talla, trastornos óseos, disminución de 95% de visión, problemas cardiacos y renales, entre otras cosas, pero ahora debe sortear que el Centro Médico de Occidente del IMSS en Guadalajara ha suspendido desde hace 2 meses su tratamiento de reemplazo enzimático "por problemas presupuestales".

Miriam del Carmen Vidal y Francisco Solano, padres de la menor, explicaron que las autoridades de dicho centro se limitan a decir que "no hay recursos" para comprar las terapias de reemplazo enzimático semanales (su costo al mes es aproximadamente 150,000 pesos).

Los padres han solicitado ayuda con carta en mano entregada al secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, y a Daniel Karam, titular del IMSS, asimismo, con escritos enviados a la Presidencia explicando la gravedad que representa quitarle la terapia enzimática, pero "nadie nos escucha y nos hace caso", afirman.

(V.pág.42 del periódico Milenio Jalisco del 1o.de julio de 2011).


La falta del pago a 4 de las principales farmacéuticas que distribuyen al ISSSTE obligó a que ya no les surtan medicinas.

A mediados de mayo tomaron la decisión de no vender más medicamentos que el organismo utiliza para el Programa Integran de Abasto de Medicamentos Express, ya que el adeudo asciende a los 1,804 millones de pesos.

Magdalena, derechohabiente del ISSSTE, acusó que hay ocasiones en que su medicamento tiene que comprarlo, por el desabasto.

"Los doctores son muy buenos, pero no mejoran la calidad de los servicios, he llegado hasta comprar mis medicamentos, por supuesto muy caros, pero es mi salud y tengo que hacerlo".

"Cuando necesitas medicamento te salen con que no hay, eso de los medicamentos es muy importante, porque a veces las enfermeras no tienen el material y por más que se esfuercen, pues no tienen con qué", añadió.

Antonia Reyes lleva 2 días afuera del Hospital 20 de Noviembre, soportó la lluvia y el frío, porque su familiar se encuentra en terapia intensiva.

Aunque reconoció que la atención ha sido buena, aceptó que ha enfrentado problemas como la falta de medicamentos o materiales en el hospital y pidió además que se mejore la infraestructura.

(V.pág.4 del periódico Mural del 7 de julio de 2011).


La bancada de Nueva Alianza en la Comisión Permanente pidió al ejecutivo federal atender el desabasto de medicamentos del ISSSTE.

Además, solicitó al presidente Felipe Calderón informar a la Comisión Permanente de las acciones adoptadas al respecto, y de los resultados obtenidos, para garantizar el derecho de los afiliados a recibir una atención de calidad.

En la petición, la legisladora Elsa María Martínez afirmó que según "distintas delegaciones del ISSSTE", los niveles de desabasto de medicamento "se mantienen cerca de 50% y que tienen problemas graves para el surtimiento".

Elsa María Martínez señaló que el ISSSTE debe 2,500 millones de pesos a Casa Saba, Fármacos Especializados, Marzam, Nadro y otros, a los que se les otorgó el contrato para canjear vales del programa Medicamento Express.

La diputada de Nueva Alianza recordó que los vales Medex se dan a los derechohabientes cuando el medicamento recetado no existe en el instituto, y con se pueden surtir en las farmacias de las tiendas Súper ISSSTE o en farmacias privadas.

Sin embargo, en lo que va del 2011 se han otorgado hasta un millón de vales, pero varios de los distribuidores que surten a esas farmacias no han recibido sus pagos, y amenazan con suspender el abasto en los próximos días.

(V.pág.4-A del periódico El Informador del 13 de julio de 2011).


Suma Secretaría de Salud Jalisco 945 quejas.

Un anciano de 73 años falleció en el Hospital General de Occidente al violentarse su derecho a la salud, según dio a conocer la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco en la recomendación 33/2011 que se dirigió al nosocomio y a la Secretaría de Salud estatal.

El 23 de febrero del 2009, el hombre fue sometido a una operación por problemas de próstata sin que el médico Rubén Mercado valorara, a través de un electrocardiograma, el riesgo que suponía la aplicación de la anestesia en una persona mayor, violentando la Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico.

"La NOM impone a los cirujanos la obligación de elaborar una nota preoperatoria que debe incluir, entre otras cosas, el diagnóstico, el plan y el riesgo quirúrgico, cuidados y plan terapéutico preoperatorios. Es evidente que en este caso el responsable de la operación fue omiso en su cumplimiento", señala la recomendación.

Después de salir de la operación, el afectado tuvo dolores en estómago y corazón, pero varias horas después el médico residente de guardia solicitó exámenes de laboratorio; sin embargo, el paciente no resistió.

Así, también se transgredió la NOM para la Organización y Funcionamiento de Residencias Médicas, que prevé que, las guardias de residentes sólo se deben dar bajo la responsabilidad de un médico de base. En este caso, el encargado final era el cirujano Armando Cueva, pero al momento de la emergencia, ya se había retirado del nosocomio.

"Los 2 médicos transgredieron el derecho a la protección de la salud por negligencia e imprudencia, y la enfermera que lo tuvo a su cuidado prestó indebidamente el servicio público. También se demostró que la jefa del Departamento de Enfermería proporcionó información falsa y obstaculizó las investigaciones de esta Comisión", apunta el documento de la CEDHJ.

(V.pág.3 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 21 de julio de 2011).


Los diputados del PRI en la Comisión Permanente afirman que muchas vacunas se pierden por mala refrigeración, por lo que presentaron una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud.

Los legisladores Arturo Zamora y Héctor Guevara advirtieron que la mala refrigeración representa un riesgo a la salud y pérdidas millonarias al erario público.

Por ello pidieron establecer un nuevo sistema que permita mantener refrigeradas las vacunas durante su transportación y en caso de falla permite conservarlas por 24 horas y emite una alerta.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 1o.de agosto de 2011).


Unos 55 derechohabientes del ISSSTE marcharon ayer para acusar ante la Delegación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado que no hay medicamentos, pero la respuesta de la institución fue confirmar ¡que no hay medicinas!

El delegado del ISSSTE en Colima, Ulises González García, reconoció que el problema de desabasto está afectando a por lo menos el 20% de los más de 70,000 derechohabientes que hay en la entidad.

"En los últimos 3 meses han estado racionando más el abasto de medicamento, hemos tenido la llegada de un camión por semana a Colima y es insuficiente; hay personas en nuestro plantel (CBTIS) que sufren de enfermedades cardiacas, enfermedades depresivas, que requieren atención inmediata", dijo Janeth Pineda Rincón, líder sindical de uno de los centros educativos afectados.

(V.pág.8 del periódico Mural del 29 de septiembre de 2011).


Humberto Rice García, delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social, informó que ya se abrió una investigación por la fiesta que realizó personal médico en las instalaciones del hospital ubicado en la sindicatura de Costa Rica, de Culiacán, Sin., la cual fue videograbada por familiares de pacientes.

Dijo que el evento, amenizado con música de banda, es "inaceptable porque viola todas las normas de atención y prestación de servicios a una población de 28,414 adscritos".

La fiesta, realizada la noche del jueves, cuando enfermeras, médicos e incluso guardias de seguridad iniciaron un baile, fue grabada por familiares de pacientes desesperados por la falta de atención del personal médico del Hospital de Zona Número 28 que se unió al convivio para celebrar la jubilación de un empleado.

Los acordes de la música de banda retumbaron por diversas áreas del nosocomio, por lo que los deudos de un paciente que minutos antes había fallecido en uno de los pabellones se quejaron del ruido.

(V.pág.7-A del periódico El Informador del 1o.de octubre de 2011).


Por su insatisfacción con los tiempos de espera, disponibilidad de medicamentos y por considerar que se desperdicia el gasto, 4 de cada 10 mexicanos apoyan la privatización del IMSS y el ISSSTE, de acuerdo con la Encuesta 2011 de Consumidores de Servicios de Salud en México realizada por Deloitte.

(V.pág.1 de la sección "Negocios" del periódico Mural del 20 de octubre de 2011).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco pidió al titular de la Secretaría de Salud estatal, Alfonso Petersen Farah, procedimiento administrativo para sancionar a médicos del Hospital de Primer Contacto en Colotlán, quienes no atendieron oportunamente a una mujer a término de embarazo. Dicho retardo culminó con la muerte de su hijo antes de nacer.

Los hechos, documentados por el organismo defensor, ocurrieron en febrero de 2010, cuando la mujer de 40 semanas de gestación se presentó a consulta con el médico que llevaba su historial clínico y éste le informó que su bebé tenía el cordón umbilical enredado en el cuello y le extendió un pase para urgencias.

Sin embargo, los médicos del área, Herlinda Barrón Ortiz y José Magdaleno Saucedo Melchor (quien le practicó un ultrasonido), le pidieron regresar cuando los dolores fueran muy fuertes.

Al día siguiente, la agraviada fue atendida por el médico Rubén Sandoval Muro, quien le hizo la misma petición no obstante que ella aseguraba que el dolor era muy fuerte. Poco después una cuarta médico le atendió e informó que su bebé ya no estaba vivo, y le pidieron a su esposo que firmara unos documentos para que pudieran inducirle el parto.

Su cónyuge reclamó el cuerpo del bebé, que no les fue entregado porque no lo encontraban. Lo buscaron por unos 20 minutos y una trabajadora social lo encontró en uno de los consultorios donde atendieron a la mujer.

También pidió al secretario que la dependencia a su cargo repare a la quejosa los daños y perjuicios que ocasionó la actuación irregular de los servidores públicos y que en el Hospital de Primer Contacto de Colotlán se haga lo necesario para garantizar el derecho humano a la protección de la salud.

(V.pág.11 del periódico Milenio Jalisco del 18 de noviembre de 2011).


De acuerdo con estadísticas del Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos, en un corte de los primeros 10 meses del año, el IMSS registra 1,473 quejas y la Sedena 1,462, mientras el INM tiene 1,463. En cuarto lugar se ubica la Policía Federal, con 686.

En un desglose por sector, el organismo detalla que el mayor número de quejas se presenta en seguridad. En el segundo sitio está el sector salud, en el que se consideró la información que arroja el reporte del número de quejas registradas por la CNDH en contra del IMSS, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, la Secretaría de Salud, el Instituto de Seguridad de las Fuerzas Armadas y otras dependencias que acumulan 2,134 quejas.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 12 de diciembre de 2011).


Se cacarea y habla tanto sobre las mejoras en la atención a mujeres embarazadas pero la situación es otra. En un principio, yo que laboro en Cruz Verde negaba la situación, pero ahora la acepto, no cambia nada. Y explico: en la consulta atiendo mujeres a las cuales no se les ha dado en los centros de salud dependientes de la Secretaría de Salud Jalisco el hierro, mucho menos el ácido fólico para combatir la anemia y los defectos del tubo neural, respectivamente. ¿Para qué tantos comerciales y anuncios en parabús, si no te los dan? (tengo los datos para apoyar lo dicho).

Me comunico a la jurisdicción sanitaria y están mucho peor que los call center de las instituciones bancarias (obvio, las cosas no se solucionan por teléfono). Lo peor del caso es que ya sobrepasó el deficiente control prenatal (2 o 3 consultas a lo mucho y tal vez un ultrasonido), el verdadero calvario empieza cuando las pacientes están a punto de dar a luz. Es lamentable y lo admito, pero el Servicio de Asistencia Médica de Urgencias me sirve para 2 cosas: para nada y para nada, he tenido que mentir sobre los estados de las pacientes para que puedan ser trasladadas a hospitales del nivel necesario; les importa un comino a los hospitales públicos de la zona metropolitana (Zoquipan, Maternidad López Mateos, Civiles, Hospital de la Mujer) que sea un aborto a punto del shock, un embarazo prematuro o problemas hipertensivos.

Las excusas las de siempre: saturación, falta de incubadoras, área en remodelación, etc.; y todavía me dicen: doctor estabilice a la paciente, me actualiza signos vitales cada 15 minutos y nosotros le llamamos para ver dónde fue aceptada la paciente, mientras hay que lidiar con el esposo angustiado y la suegra fúrica. Batean a las pacientes con singular alegría de un hospital a otro (y eso que no estamos en el DF) para que en muchas de las ocasiones o se terminan aliviando en casa, como sucede en el rancho, o de plano empeñar la vida en un hospital particular. Este es mi pan de cada día por las noches en los servicios de urgencias.

Noé Hernández González
(v.pág.18 "Los correos del público" del periódico Milenio Jalisco del 20 de enero de 2012).


El director general del IMSS, Daniel Karam, aseguró que [sólo] 79% de los derechohabientes se encontraba satisfecho o muy satisfecho con el servicio.

Reconoció que las quejas se incrementaron en 3 temas: altos tiempos de espera, malos tratos de empleados y falta de medicinas para surtir recetas.

(V.pág.5-A del periódico El Informador del 22 de enero de 2012).


Usuarios del Hospital Regional de Ciudad Guzmán denunciaron presunta negligencia médica por parte de los médicos y enfermeras que laboran en el nosocomio. Ayer, una familia aseguró que vivieron un caso recientemente.

El 10 de mayo de 2011, se percataron, a través de un estudio de sangre, del estado de gestación de la señora Adriana Elizabeth. Tras el diagnóstico, la familia acudió al Hospital Regional para el control del embarazo, que transcurrió de manera normal hasta que el 27 de diciembre, por recomendaciones del propio personal del nosocomio, acudieron a realizarse un estudio a un laboratorio particular para conocer si el producto se encontraba en buen estado. Ahí se determinó que el pequeñito no contaba con el suficiente líquido amniótico y la madre tenía que ser operada de forma inmediata.

Ante ello, la familia Alonso Ramírez regresó al nosocomio con los estudios; sin embargo, los médicos le respondieron que el radiólogo que había realizado el análisis no servía y no revisaron el análisis.

El 1 de enero, a las 7:30 am, la joven comenzó a sentir dolores, por lo que fue llevada al hospital, pero el personal les indicó que "aún no era tiempo" de parir, sin hacerle siquiera una revisión, indicó la familia.

Regresaron de nuevo a las 13:00 horas y después a las 14:00 horas, sin que recibieran atención. Una hora después, la señora entró a un sanitario del hospital, donde se dio cuenta de que le salía un líquido y sangre, por lo que una vez más pidieron atención y, finalmente, accedieron. Aunque, debido a que el quirófano estaba ocupado, tuvo que esperar 2 horas más.

Poco después, el pequeño nació con un peso de 3 kilogramos; sin embargo, la madre asegura que nunca lo escuchó llorar y que no se lo dejaron ver, por lo que pidió una explicación. Las enfermeras le respondieron que el pequeño había nacido con un problema. El niño falleció al día siguiente, como consecuencia de un paro cardiaco.

Esta no es la primera vez que se presentan casos similares en este hospital, en donde los médicos y enfermeras niegan la atención a los enfermos.

(V.pág.14 del periódico Milenio Jalisco del 27 de enero de 2012).


Son casi las 7 de la mañana y la clínica 89 del Instituto Mexicano del Seguro Social luce como si ya pasaran de las 11. Personas con y sin bata ingresan por la puerta trasera (la de Urgencias) como seguramente lo hacen todos los días. Uno que otro parece perdido, como ella que cree ingenuamente que dada la hora será una de las pocas personas que acudirán ese día a donar sangre.

Después de varias preguntas con respuestas ambiguas sobre dónde se encuentra el laboratorio del viejo hospital, consigue dar con el Banco de Sangre. Asoma la cabeza y pregunta a la chica que se encuentra ahí: "¿Aquí es lo de las donaciones?". La mujer asiente, le informa que llamará a "los otros" (no los de la película de Nicole Kidman) y le pide que se forme hasta atrás. Como ella no ha visto a nadie piensa que la fila no puede ser demasiado larga. Primer strike. Se convierte entonces en La donante número 20.

Los formularios son repartidos: "Lo llenan y bajan para que el doctor les haga un examen, luego regresan; apúrense porque se va a las 8", dice la mujer. Todos van corriendo y empiezan a responder las preguntas lo más rápido posible. Dejan las hojas en el sitio que les ha dicho con cero amabilidad otra mujer que se encuentra en el mostrador de esa sala de espera. Poco a poco comienzan a ingresar a los consultorios y regresan corriendo al primer piso. "Les vamos a sacar una muestra para ver si pueden donar sangre".

Los minutos comienzan a correr. Todos se van a la sala de espera para los pacientes que aguardan su turno para que les saquen radiografía. De vez en cuando se escucha a un hombre llamar a alguien, pero no parece que el número de personas en el lugar descienda.

Los hombres y mujeres que están ahí comienzan a charlar; lo único que se escucha son quejas por el trato que reciben del personal de la clínica. "Nos tienen agarrados, porque saben que no podemos ir a otra parte", "Imagínese cómo estará el Seguro Popular", "¿No que 4 horas? ¡Ya llevamos como 20!", "Y ni modo que uno se queje, luego le va peor", "Parece que aquí nomás contratan a los más ineptos". La espera es desesperante, pero no hay para dónde hacerse, y esta historia se repite todos los días en éste y otros hospitales públicos de la ciudad.

"En el Hospital Civil es más rápido -comenta la donante número 22-, tardas como 2 horas y media".

Ya todos están cansados. El donante número 19 charla con el número 18, quien aunque no pasó el segundo filtro (sus venas se escondieron ante las agujas) está ahí, como si su sola presencia significara algo para el paciente que espera en alguna cama de ese hospital público.

El donante número 18, diseñador de la sección de deportes de un diario local, analiza la situación: "Yo pienso que la cosa se descompone desde el principio, cuando te dan la hoja para que la llenes y la lleves abajo, y te hacen esperar para el examen que... ¿a ustedes los pesaron y midieron?". "No", responden los donantes 19 y 20. "A mí tampoco... ¿entonces qué caso tiene que vayamos con el doctor, que en realidad es un pasante, si ni siquiera te pesa, te mide o te toma bien la presión? Ese paso podrían saltárselo. Sería más rápido".

Las opciones para agilizar el trámite son múltiples, pero a pesar de que ellos piensan y plantean esas posibilidades no pasa nada, mejor hablar de otras cosas.

"Pues creo que para mí es mi debut y despedida", dice la donante número 20. "No sé por qué dicen que el tiempo de espera es de 4 horas, la verdad se están pasando estos infelices".

La donante número 22 dice entonces: "De por sí es difícil conseguir donantes y encima echan a los que se animan a hacerlo".

El tiempo sigue corriendo. La sala de espera se vacía y se llena otra vez. La fila para solicitar los resultados en el laboratorio crece y decrece.

Una de las mujeres que atienden en el Banco de Sangre dice que en el Centro Médico ya no aceptan donaciones los fines de semana, por eso muchas personas se van a los otros hospitales, como éste, en el que la capacidad de atención sólo da para 2 personas.

Quienes laboran en el Banco de Sangre checan su tarjeta de salida a las 15:00 horas, por ello sólo atienden por la mañana a 25 personas, de las cuales probablemente muchas no pasarán ni siquiera el primer filtro (tomar un paracetamol en la noche previa es suficiente razón para que el haberse levantado temprano sea inútil). Otras tantas se pierden en el camino: porque los resultados del estudio exprés no fueron óptimos, o porque el permiso que se solicitó en el trabajo no daba para tanto tiempo, o porque parecía que jamás nunca llegarían al siguiente nivel.

(V.pág.11-B del periódico El Informador del 4 de febrero de 2012).


Ante la denuncia sobre el uso de reactivos caducos en los Servicios de Salud Zapopan, el regidor panista Héctor Morán anunció que en la próxima sesión de ayuntamiento presentará un punto de obvia y urgente resolución para convocar a todos los posibles afectados por los estudios.

La intención, abundó, es que el municipio les vuelva a realizar de manera gratuita los estudios que les hicieron, pero esta vez con reactivos que se encuentren en buen estado.

Además, pedirá que se finquen responsabilidades en contra de la titular de los Servicios de Salud, Adriana Capurro.

Por su parte, trabajadores del organismo presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por el uso de reactivos caducos.

Carlos Ortiz, secretario general del Sindicato Zapopan, explicó que la queja se interpuso por violentar el derecho a la salud y está firmada por 87 empleados.

Señaló que también se interpusieron 5 quejas individuales debido al hostigamiento laboral que han sufrido trabajadores por haber denunciado públicamente estos hechos.

MURAL publicó ayer que durante 6 meses, el laboratorio clínico de los Servicios de Salud Zapopan se manejó con reactivos caducos, según denunciaron los trabajadores.

(V.pág.1 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 16 de febrero de 2012).


La nueva modalidad de solicitar citas para el médico familiar en el IMSS a un teléfono 01 800, es una pérdida de tiempo, por la torpeza de los operadores. Tardó como 7 minutos en contestar una grabación que después de advertir que iban a grabar la conversación para "mejorar el servicio", dicen: "todos nuestros operadores están ocupados, espere por favor", enseguida musiquita, lo cual se repite por 12 o 15 veces.

Tras esta espera, por fin contesta un operador, que pide el número de afiliación y menciona: "lo estoy atendiendo, no cuelgue" y musiquita. De nuevo: "lo estoy atendiendo, no cuelgue", musiquita y se repite por 10 veces. Al fin dice: "hay una inconsistencia en el sistema, por favor llame más tarde". Por supuesto, ya pasó media hora. Antes las citas las daban las recepcionistas de los consultorios; que, ¿ya las van a "reajustar"? ¿Eso es calidad y calidez?

Emma Pérez de Rodríguez
(v.pág.21 "Los correos del público" del periódico Milenio Jalisco del 17 de febrero de 2012).


Con fecha 9 de febrero de 2012, alrededor de las 17:00 horas, me presenté en la Unidad Médica de la Cruz Verde ubicada en la Unidad Administrativa Los Colorines, la cual es atendida en el turno de la tarde por la doctora Sandra Isela Pajarito Ríos, asistida por la enfermera. Llegué en compañía de mi esposa, mi hijo mayor de 8 años y mi hijo menor de 3 años, este último hirviendo en calentura, pude ver que había como 7 personas entre niños y personas adultas, todos vecinos de esta colonia, algunos dijeron tener 2 horas esperando. Cuando salió la enfermera, mi esposa le preguntó que si podían atender a mi hijo porque iba muy rojo y temblando de calentura, a lo que ella contestó que no, que ya no había fichas y que además se le había juntado mucha gente porque no estaba la doctora y que ya no alcanzaba, mejor que fuéramos a otra unidad, en ese momento llegó la doctora y se metió en el consultorio. Le insistimos a la enfermera y sólo dijo "que no" y también se asomó la doctora y mencionó que ya no era hora. Mi esposa le dijo otra vez que si por lo menos le podía checar la temperatura y la enfermera contestó que no, que lo llevara a un médico de paga, en tono burlesco. Seguimos insistiendo, a lo que la enfermera llamó a la doctora y le dijo: "dígales usted doctora porque no entienden, parece que están locos", me dio mucho coraje y le contesté que me iba a quejar y me contestó la doctora en tono burlesco y déspota "no te tengo miedo y a nadie" y cerró la puerta. Otras 3 personas me dijeron que me quejara y me apoyarían. Enseguida nos fuimos a la unidad médica del centro de salud ubicada en la calle Ahuehuetes de la colonia Lázaro Cárdenas, mi hijo se estaba ya convulsionando y de inmediato me dijo la enfermera en turno que me pasara rápido con la doctora, al poner en el antebrazo el termómetro comentó que tenía 40 grados de temperatura, comentó que por ser una urgencia médica aunque hubiera mucha gente esperando tenían que atenderlo.

Director de esta noble institución, Antonio Cruces, este suceso de no querer atender a mi hijo me hizo sentir rabia e impotencia como cuando una vez me asaltaron. Pido se le dé atención y seguimiento a mi queja de acuerdo a la normatividad que rige a esta tan noble institución y que usted dirige.

Samuel Alejandro López Palomar
(v.pág.21 "Los correos del público" del periódico Milenio Jalisco del 17 de febrero de 2012).


Las irregularidades que se encontraron en la Cruz Verde Santa Lucía, perteneciente al Organismo Público Descentralizado Servicios de Salud Zapopan, podrían ser susceptibles a un abordaje judicial.

Debido a la gravedad de manejar reactivos caducos para la realización de pruebas de laboratorio, quien resulte responsable deberá enfrentar, además, una sanción por parte de la Secretaría de Salud Jalisco.

Tras la revisión que se hizo en las instalaciones de la Cruz Verde, la dirección de Regulación se encontró con ciertas faltas administrativas, entre ellas, que sí fueron utilizados en análisis pagados por ciudadanos.

El personal de salud acudió a la Cruz Verde Zapopan, donde observó el momento en que se iba a utilizar un reactivo que no estaba en condiciones para ser usado.

(V.pág.1-B del periódico El Informador del 22 de febrero de 2012).


Son los mismos afiliados los que reprueban de manera tajante el rubro del abasto de medicamentos, que sigue siendo el talón de Aquiles para la Secretaría de Salud Jalisco.

No son las largas filas, tampoco la ineficiencia o mal humor del personal que atiende las farmacias en los hospitales, lo que les molesta. Sino que, después de caminar o, en algunos casos, pagar pasajes de transporte público para llegar al lugar, se encuentran con frases como: "No hay", "Ese medicamento no lo cubre", "Vuelva en una semana", "No sabemos hasta cuándo".

El director de este sistema de afiliación del gobierno federal en Jalisco, José Luis Gómez Quiñones, reconoce que los medicamentos son lo que determinan la aprobación o desaprobación al programa.

El funcionario aclara que no lo toma como una justificación, admite que el problema continúa debido al proceso legal en la que se encuentran envueltos la dependencia y el laboratorio Lo Medic, luego de que la Cuarta Sala del Tribunal de lo Administrativo ordenara a la SSJ que mantuviera la vigencia del contrato con la empresa, para que entregara medicamentos a afiliados del Seguro Popular, y que diera por suspendida la licitación a favor de la empresa Dimesa, originalmente ganadora.

(V.primera plana del periódico El Informador del 4 de marzo de 2012).


La tardanza para poder acceder a una cita médica, el trato inadecuado del personal hacia los derechohabientes y el incompleto surtimiento de recetas, son las tres principales causas de insatisfacción de los usuarios del IMSS Jalisco.

Desde 2007, el Instituto Mexicano del Seguro Social, de la mano de Transparencia Mexicana, realiza una encuesta de satisfacción entre los usuarios reales, es decir, los que van por medicamento, se practican análisis de laboratorio o acude con su médico de manera recurrente.

Estas encuestas se hacen cada junio y noviembre a cerca de 40 mil asegurados del IMSS en todo el país; en Jalisco se hacen poco menos de 4,000 entrevistas.

El último dato indica que 81% de los usuarios está satisfecho con el servicio, afirmó el delegado del IMSS en Jalisco, Benito Carranco Ortiz.

Pero el mismo funcionario admitió que el estudio muestra que 19% de los asegurados tiene insatisfacción e indiferencia.

La insatisfacción es por la tardanza con que les otorgan las citas médicas. Sobre esto, el delegado refiere que esto se debe a que no hay suficiente infraestructura para atender a los 4'400,000 usuarios.

La gente también denuncia trato inadecuado por parte del personal del Instituto, y esto, aceptó el delegado, se deriva de la falta de personal.

En el periodo de 2005 a 2008, el instituto cerró su bolsa de trabajo y, aunque hubo trabajadores que se jubilaron, no fue hasta después que se contrató al personal que hacía falta.

La tercera causa de insatisfacción que denuncian los afiliados es que, cuando acuden a la farmacia para solicitar su medicamento, se los entregan de manera incompleta.

El Seguro Social admite que falla en poco menos 4% de las recetas totales que debe surtir cada vez, pero asegura que se trata de un problema de procesos, o logístico, en lugar de falta de medicamentos.

Benito Carranco Ortiz, aseguró que el promedio del índice de surtimiento de medicamentos durante 2011 fue de poco más de 96%. El porcentaje restante equivale a 40,000 recetas que cada mes no se dan al asegurado, en una primera ocasión.

La problemática, dijo, no radica en la falta de medicamentos, para lo que destinan 1,300 millones de pesos anuales. Cada mes se surten 1'100,000 recetas. El conflicto son los procesos que involucra derivar un paciente de un nivel de atención a otro superior, como cuando un paciente recibe atención en una unidad médica familiar pero luego, dada su condición, necesita una consulta de alta especialidad.

En ese paso de un nivel de atención a otro cambian los procesos de entrega de medicinas y, además, conforme se especializa la atención también se requieren medicamentos distintos y más caros.

(V.pág.5-B del periódico El Informador del 19 de marzo de 2012).


El secretario de Protección Civil del Distrito Federal, Elías Moreno, confirmó la muerte de una paciente de 79 años de edad, en el marco del desalojo del Hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE provocada por una fuga de gas.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 14 de abril de 2012).


El priista Enrique Peña Nieto hizo suya la propuesta del PVEM: entregar vales para la compra de medicinas a los derechohabientes del IMSS, ISSSTE y Seguro Popular que sean víctimas del desabasto.

(V.pág.10 del periódico Mural del 10 de mayo de 2012).


El pasado miércoles 11 de julio siendo alrededor de las 11 de la mañana acudí a la Clínica 51 del IMSS a realizar un trámite para la inclusión de mi hijo Jaime, quien es discapacitado intelectual, para que siga recibiendo el servicio médico. Debido a que acabo de terminar los trámites para mi jubilación, por algún error mi hijo no aparece como mi beneficiario.

En la ventanilla de prestaciones económicas me expidieron un documento para que la médica que nos atiende realizara un resumen médico y se iniciaran los trámites. Debo hacer notar que Jaime tiene un documento del IMSS desde hace más de 20 años en que se da fe de su invalidez, por lo tanto tiene derecho a seguir recibiendo la atención.

Llegué al control del consultorio 2 y una señorita me mandó a la dirección porque me explicó que el documento que presenté firmado por el Lic.Octavio debe ser validado por la dirección, la recepcionista de la dirección me indicó que no, que ese trámite lo hace la jefa de consulta, la doctora Guadalupe Durán, con quien ya había yo tenido problemas por su trato déspota hacia los y las derechohabientes.

Acudí con mi médica intentando que ella me ayudara y me dijo que debía ir con la jefa de consulta, ella se ofreció personalmente a llevarle los documentos, pero regresó y me dijo que debía ir personalmente.

Cuando entré la doctora Lupita está hablando por teléfono con el licenciado Octavio, quien le explicó que ya existía el dictamen de invalidez permanente, que sólo debe volver a darse de alta. Le intenté enseñar los documentos que llevaba para mostrar lo dicho por el licenciado Octavio y ella me calló y no me permitió enseñarle nada, de nueva cuenta empecé a hablar y volteó y le dijo a la persona que estaba con ella que me "callara por favor".

Acto seguido, de mal modo me mandó de nuevo con el licenciado Octavio, el cual amablemente me atendió y se comprometió a que resolvería el caso en 10 días.

Debo hacer notar que en varias ocasiones he sido testigo de primera mano de las agresiones verbales de la doctora Lupita, que es una mujer neurótica, a la cual los médicos y las asistentes médicas le temen, me aseveran que sigue ahí porque ella saca el trabajo que le correspondería a la directora de la clínica. Existen muchos testimonios sobre el maltrato de la doctora "amor" como le dicen porque a todo mundo recibe con esa palabra antes de empezar a regañarles.

Alicia Yolanda Reyes Alexánder
(v.pág.20 "Los correos del público" del periódico Milenio Jalisco del 13 de julio de 2012).


El secretario de Salud y director de Servicios de Salud Jalisco, José Antonio Muñoz Serrano, destituyó de su cargo a la doctora María Alicia Castañeda Guerrero, como parte de la recomendación 27/2011 que documenta el caso de una mujer que presentó una queja en contra de personal del Hospital Regional de Autlán de Navarro por su deficiente actuación médica, ya que su hijo nació con daños físicos.

La agraviada acudió a ese hospital y la atendió la ginecóloga Castañeda Guerrero, quien decidió esperar un parto natural a pesar de que a la paciente ya se le había reventado la fuente, era su primer embarazo, tenía 40 años de edad y padecía hipotiroidismo y diabetes.

La médica se reitró y la paciente quedó en manos de practicantes. El bebé nació con problemas neuronales, de respiración y renales, con el brazo derecho fracturado y la clavícula izquierda astillada. Posteriormente falleció.

(V.página 4 de DHumanos del mes de julio de 2012).


El IMSS (a nivel nacional, junto con Sedena y el Instituto Nacional de Migración), encabeza la lista de dependencias con mayor número de quejas por violaciones a los derechos humanos. Según el Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos, en un corte de los primeros 10 meses del 2011, el IMSS registró 1,473 quejas y la Sedena 1,462, mientras el INM 1,463.

Desde la distancia del análisis frío, presuntuosamente objetivo, se pueden ubicar como las grandes deficiencias del servicio que presta el IMSS la tardanza para poder acceder a una cita médica con algún especialista, el trato inadecuado del personal (médicos, enfermeras y hasta secretarias) hacia los derechohabientes y las fallas para surtir las recetas.

Pero son los testimonios los que refieren verdaderas historias de terror. La tardanza para acceder a una cita adquiere otra dimensión cuando un paciente con cáncer recibe su cita para enero, cuando el tratamiento oportuno es clave para frenar a una enfermedad mortal en la mayoría de los casos. El derechohabiente que en septiembre recibe la noticia de que su cita con el oncólogo es en enero, entiende como un funesto mensaje de la institución que si no tiene dinero para atenderse en clínicas privadas, su vida vale realmente poco.

El trato inadecuado no es más que un eufemismo para englobar la indolencia, pereza y rudeza innecesaria con la que secretarias, enfermeras y hasta médicos hacen sentir al paciente que el servicio que se les presta es un favor que se debe agradecer sin chistar y sin queja por lo tortuoso e ineficiente que resulta todo el proceso. "Pues si no le gusta, búsquele por otro lado".

Y lo de las recetas sólo se puede concebir en el gran juego de las simulaciones en las que los burócratas se aprovechan de la mansedumbre de quienes aceptan de todo ante la eventualidad de no contar ni con eso. Si no hay en existencia algún medicamento, tendrá que comprarlo o bien intentarlo de nuevo, pero eso sí, a los 3 días expira la receta y entonces se tendrán que perder, nuevamente, varias horas para cumplir con la tramitología que exige la salud burocratizada.

Basta con preguntar a quienes nos rodean su más reciente experiencia. Van 2 testimonios: "Medicina interna de la clínica 89 del IMSS da una cita para las 5:30 de la tarde. La paciente llega una media hora antes, pregunta a la secretaria cuántos pacientes faltan para que la atienden. La mujer responde convencida: 3. Pasa un paciente, otro, otro, otro y otro. Ya son las 7. Otra vez a la carga con la secretaria, ¿qué pasa, por qué tanta demora? Es cosa del médico, pregúntele a él. A las 7:30 el médico abre la puerta: ¿cuántos pacientes faltan para que pase el turno de la 5:30?: 3, ¿cómo, y todos los que pasaron antes? Es cosa de la secretaria, es cosa del médico. De nadie es la cosa. ¿Quién está a cargo de la clínica, cómo se llama el director? Son las 8 de la noche y el subdirector a cargo no está ese momento. La secretaria ofrece tomar nota de la queja, pero ¿para qué?".

Y otro: "La espera se hace eterna. Las sillas de plástico son insoportables. También son insoportables los chiquillos que corren, se tiran al piso, comen donas, gritan porque quieren refresco. ¿Silencio hospital?, bien gracias. Señorita, haga callar a esos niños. Responde: Es cosa de los padres, no podemos decir nada, ¿nada? Padres: hagan callar a los niños, molestan. Los padres, un montón, disimulan. Son grupitos de 4 o 5, y la plática parece por demás amena. Vida social en el hospital. Ninguno parece enfermo, pero vaya que molestan a los que sí lo están".

Para poder cambiar lo grande, dicen los enterados, hay que empezar por cambiar lo pequeño, por ejemplo, esas historias de terror en las clínicas y hospitales del IMSS.

Alejandro Irigoyen Ponce
(v.pág.3-A del periódico El Informador del 17 de septiembre de 2012).


En protesta por el desabasto de medicamentos en hospitales públicos de Michoacán, Luis Francisco del Toro, médico de consulta externa, se declaró en huelga de hambre.

(V.pág.8 del periódico Mural del 29 de noviembre de 2012).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco emitió 2 recomendaciones a la Secretaría de Salud Jalisco.

En ambos casos se trata de la muerte de 2 recién nacidos, cuyas madres no recibieron la debida ni oportuna atención en hospitales de la dependencia, además de la falta de pericia por parte del personal y la saturación en los hospitales.

La primera recomendación involucra a la Unidad Especializada para la Atención Obstétrica y Neonatal, mejor conocida como Hospital de la Mujer, en donde no se atendió a tiempo a una mujer embarazada que presentaba sangrado y presión alta. Cuando por fin fue atendida, el bebé había fallecido.

Según el informe que presentó la comisión, otro de los factores determinantes en el caso fue que el servicio de admisión del nosocomio estaba saturado, lo que obligó que la mujer esperara por horas. Esto ocurrió el 22 de diciembre de 2011.

En la segunda recomendación, cuyo caso ocurrió el 19 de diciembre del año pasado, se habla de una mala práctica médica del personal del Hospital Materno Infantil de Ocotlán, lo que provocó el fallecimiento del bebé, además de una violación a la Norma Oficial Mexicana y un atraso considerable en la atención de la madre.

"Es motivo de alarma que éste órgano público protector y defensor de derechos humanos tenga que pronunciarse constantemente por muertes infantiles que pudieron y debieron evitarse", apuntó el ombudsman.

(V.pág.2-B del periódico El Informador del 5 de diciembre de 2012).


Los 5 hospitales regionales y de alta especialidad del Estado de Tabasco trabajan con lo indispensable y podrían verse obligados a cerrar de forma temporal ante la falta de recursos, y por añejas y altas deudas a proveedores y personal, advirtieron los directores de los nosocomios.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 18 de diciembre de 2012).


Señalaremos la situación tan grave que está pasando en el Estado de Tabasco, en la Secretaria de Salud y, sobre todo, en los hospitales que atienden a la mayoría de la población que no tiene seguridad social.

Nunca en la historia de la salud pública de este país habíamos tenido un problema tan serio, fruto de la corrupción, del uso indebido y de la falta de transparencia de los recursos públicos, tanto federales como estatales... recursos y dinero de los mexicanos mas desprotegidos.

En el sexenio que casi termina, se ha padecido en Tabasco de una opacidad nunca antes vista en el uso de los recursos públicos, a tal grado que la Secretaría de Salud ha sido saqueada, muy mal administrada y, el fruto de este agravio se está viviendo con mayor intensidad en estos días, con el casi cierre de los principales hospitales del estado, por falta de recursos para la operación y para pagarle a los trabajadores... no hay con qué efectuar una cirugía, no hay comida para los pacientes, no hay oxígeno, no hay medicinas...

Lo que no debe de pasar, es que en estos hechos tan lamentables queden impunes. Los principales responsables de estos ilícitos que agravian y ofenden a los tabasqueños y a los mexicanos deben de ser castigados.

En Tabasco y en la Secretaria de Salud, se sabe, se manifiesta, se conoce a los verdaderos responsables. Es un comentario a voz alzada de cómo el anterior secretario, precandidato a la gubernatura y perdedor de la presidencia municipal, se dice usó los recursos de la secretaría para sus campañas y para incrementar su patrimonio, lo que fue un secreto a voces en la actualidad se revela, que sólo la deuda de sus campañas asciende a más de 200 millones de pesos, y se dice que lo cargó como pasivo a los hospitales. Además, se comenta que quiso que esta deuda ilegal la aceptara el secretario que lo sustituyó... y, para su sorpresa, éste no aceptó esa imposición. El adeudo de los hospitales con los proveedores, con los trabajadores, se comenta es de más de 600 millones de pesos... ¿usted cree que no hay responsables? La mayoría de los tabasqueños saben quiénes son.

También en este caso se menciona está involucrado como principal actor de esta ofensa, de este agravio, el hoy inhabilitado director administrativo de la secretaría. Del que se dice se enriqueció inexplicablemente de manera escandalosa, se menciona afectó a muchos trabajadores por abuso de poder, desviación de recursos para usos personales, de opacidad total en las licitaciones que efectuaba... ¿y qué creen? Se dice que su inhabilitación está mal fundamentada, por lo que puede ser exonerado...

Sin duda alguna se menciona que hay más involucrados en este caso, al más alto nivel político y administrativo del gobierno que mal termina en estos días. Los comentarios de pasillo, de calle, de carretera, involucran a la secretaría de Finanzas, donde por arte de magia desaparecen los recursos del Seguro Popular, a la Contraloría por encubrimiento, y algunos más, personajes influyentes.

El 2o. caso que quisiera comentar es el del IMSS Jalisco, donde la gente que trabaja ahí, manifiesta con preocupación e indignación el comportamiento de sus dirigentes.

Es muy criticada por los trabajadores la forma que se ha conducido la delegación de Jalisco en los últimos 6 años. Hay muchas voces que consideran que ha habido demasiados hechos en los que parece que la corrupción es uno de los signos y síntomas que más dañan a la imagen de la institución y de sus trabajadores. Se menciona que en el área de afiliación y cobranza, sobre todo a nivel de las subdelegaciones, hay una red de corrupción y de extorción digna de ser investigada. Lo mismo se comenta del área administrativa, sobre todo en lo que se refiere a las adquisiciones y servicios generales.

Lo más grave es que se menciona que los más altos directivos presumen de sus coches último modelo europeos ante todos, de sus nuevas casas en centros vacacionales de elite, de la imposición de personajes muy cercanos, y muchos presuponen que hay enriquecimiento inexplicable de sus jefes.

Aquí tenemos 2 ejemplos dignos de ser investigados por las instituciones normativas federales y estatales. Los mexicanos, los tabasqueños y los jaliscienses quieren que se aplique la ley, que no queden impunes la corrupción, la ineficiencia, la extorsión, la manipulación, el uso indebido de atribuciones.

Lucio G.Lastra Escudero
(v.pág.8-A del periódico El Informador del 19 de diciembre de 2012).


La autoridad señalada con más frecuencia durante 2012 como responsable de violar los derechos humanos fue el Instituto Mexicano del Seguro Social, con 1,876 quejas.

(V.pág.2 del periódico Mural del 31 de enero de 2013).


Lo siguiente le sucedió a un familiar del webmaster en Guadalajara:

Tenía necesidad de una operación urgente para removerle un tramo del intestino a punto de perforarse. Como era urgente, le dieron cita en cirugía en el Centro Médico del IMSS para un mes y medio después. Mientras tanto debió de mantener una alimentación especial y observar algunas precauciones. Días antes de la cirugía debió llevar una dieta para limpiarse el intestino. Debido a lo anterior, llegó con el intestino en condiciones óptimas para la operación. La intervención fue exitosa y lo dieron de alta enviándolo a su casa.

A los pocos días empezó a sentirse mal y a bajarle la presión. Su familia lo llevó a urgencias, donde detectaron que se le había abierto el corte en el intestino y que se había contaminado, resultando en una septicemia... pero como no había quirófanos disponibles, lo tuvieron durante 24 horas en el área de urgencias. Finalmente lo operaron y lo mandaron "a piso" porque no había lugar en el área de terapia intensiva. Los médicos dijeron que el estado era muy grave y que lo más probable era que en cuestión de horas falleciera.

Obviamente lo estuvieron tratando con dosis masivas de antibióticos, pero como la infección no cedía, lo sometieron a una 3a. intervención. Para entonces ya lo habían trasladado a terapia intensiva y después de esta última operación lo dejaron abierto, para poderlo limpiar más fácilmente en caso de necesidad. Para entonces ya tenía dañados los riñones y un pulmón.

Finalmente falleció un par de días después.

Los médicos no han explicado por qué se abrió el intestino después de la 1a. intervención. ¿Materiales de baja calidad, caducados? ¿Una terminación mal hecha? Nunca se sabrá. Se protegen entre ellos.

Lo que es cierto es que con una atención más oportuna es probable que, a pesar de los errores o los malos materiales, esta persona siguiera viva. ¿Pero cómo se van a dar abasto si lo que debiera salir (y casi salió) bien en una intervención requiere de 2 adicionales y del uso intensivo de infraestructura médica durante más de una semana?

(Febrero de 2013).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco giró una recomendación en contra de la unidad "Dr. Mario Rivas Souza" de la Cruz Verde de Guadalajara, tras acreditar que hubo "mala praxis" médica en la atención de un adolescente de quince años de edad, quien falleció como consecuencia de las lesiones sufridas tras ser impactado cuando circulaba en su motocicleta, por una camioneta que se pasó un alto el 7 de abril de 2012.

El ombudsman Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, informó que el médico de base Édgar Gutiérrez Álvarez y la residente Irma Yolanda Lira Fuentes, ambos adscritos a la citada unidad de la Cruz Verde, "vulneraron el derecho a la protección de la salud en agravio del menor de edad", al no considerar la gravedad de las lesiones que presentaba y no cumplir con el protocolo de atención y normas oficiales. El expediente clínico tiene omisiones graves.

El jovencito fue auscultado por ambos médicos, que le dieron de alta a las 2 horas de que arribó en ambulancia a la Cruz Verde por considerar que sus lesiones tardaban menos de 15 días en sanar; pero siguió con fuertes dolores abdominales, por lo que sus padres lo reingresaron a la unidad "Dr. Mario Rivas Souza" la madrugada siguiente. Entonces le tomaron una radiografía que corroboró el daño interno, pero en el Hospital Civil de Guadalajara "Fray Antonio Alcalde", según refirió otra médica, le condicionaron su ingreso a presentar una tomografía.

Y esa Cruz Verde no tiene tomógrafo, pese a ser un puesto de socorros, subrayó el ombdusman.

El menor de edad cayó en paro cardiorrespiratorio en varias ocasiones. Lo sacaron del estado de choque y fue trasladado a la Cruz Verde Delgadillo Araujo y luego, por su gravedad, al HCG donde finalmente falleció el 8 de abril.

(V.pág.12 del periódico Milenio Jalisco del 15 de marzo de 2013).


El Instituto Mexicano del Seguro Social requiere la contratación de 30,000 plazas, entre ellas 5,000 de médicos especialistas, señaló Manuel Vallejo Barragán, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social.

De acuerdo con el dirigente, este déficit de personal provoca que el organismo no brinde la atención adecuada a los derechohabientes.

En entrevista admitió que han aumentado las quejas de los derechohabientes por el retraso en las citas, en los estudios de gabinete, en las cirugías que se posponen meses, derivado de la falta de especialistas.

"Esta situación incomoda a los derechohabientes a quienes aclaramos que esto no es un problema de los trabajadores, sino de la administración actual, y que no contribuye a los ideales de servicios de calidad y calidez de nuestro Instituto", apuntó.

Aunque este año el IMSS contratará a 2,714 médicos, éstos sustituirán a 2,500 que se jubilan, por lo que se mantiene déficit de 5,000 médicos a nivel nacional.

En comparación con el 2012, cuando fueron contratados 4,000 médicos, ahora se contrataron casi la misma cifra de los jubilados, por lo que el déficit se mantiene, señala el sindicalista.

Para Vallejo Barragán, aunque el presidente Enrique Peña ha señalado que el IMSS es una parte fundamental del sistema de salud y que pugnará por fortalecerlo, las autoridades no están respondiendo adecuadamente.

"No estamos caminando de la mano, porque ahora las autoridades institucionales dicen que por falta de dinero. No entendemos por qué no se contratan médicos que concluyeron su especialidad egresados de otras instituciones de salud como se hacía en el pasado reciente. En otras palabras, quedamos con el mismo déficit lo que afecta la operación del Seguro Social", advirtió el líder de los trabajadores del IMSS.

Vallejo Barragán dijo que esta actitud de la dirección general del IMSS va en sentido contrario a las reiteradas manifestaciones del presidente.

"Nos preocupa porque tenemos registrado que la falta de médicos retrasa cirugías, análisis clínicos especializados, estudios de imagenología, entre otros servicios. La política institucional implementada limita la operación del Seguro Social", destacó.

Este problema se agudiza, dijo, en virtud de que tampoco se está cumpliendo con la nominación del personal para ocupar las vacantes y que es de diferentes categorías en toda la República lo que trae como consecuencia la demora en los servicios.

Por otra parte, por medio de un comunicado de prensa, Vallejo Barragán reveló que hay centros de trabajo en pésimas condiciones. "Recordemos que el monto de inversión para infraestructura en el Seguro Social este año es de 3,300 millones de pesos, 50% menos que el año pasado. Es evidente la falta de compromiso en este rubro", señaló.

(V.pág.7 del periódico Mural del 22 de marzo de 2013).


Para cualquier sujeto con el más mínimo sentido del racionamiento lógico resulta extraño que la mitad de los trabajadores de este globero país para recibir atención médica deban de pagar las altas cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social para aspirar a recibir en lo general una pésima atención; frecuentemente leemos en los medios que los derecho habientes se quejan de que los que tienen la suerte de ser atendidos, que de ninguna manera son todos, son recetados pero no hay medicinas y si quieren tomársela pues tendrán que comprarlas en la farmacia más cercana a su corazón o caer en las garras de las mafias del rumbo del Santuario, pero recordemos que el derechohabiente pagó por el servicio.

Los que estamos fuera del Seguro Social, estamos, según el gobierno, bajo la protección del Seguro Popular que según la agobiante publicidad es el "seguro médico para una nueva generación". La brillante periodista Claudia Rebeca Reynoso y su equipo han probado hasta la saciedad la simulación de atender operaciones médicas y millones de pesos de pagos por atenciones que el Seguro Popular simuló eran usuarios, desde luego que estas pillerías van a quedar impunes.

Para desgracia de muchos médicos honestos que por convicción personal atienden a la gente, se encuentran rodeados por una caterva de ladrones.

El 5 de diciembre de 2011, en la risueña población de Tapalpa, Martha Campos se afilió con folio 145521303 y con vigencia hasta el 4 de diciembre de 2014, se pagó la cuota de recuperación bajo folio 143552JAL con vigencia de 2 años; una hija de la asegurada llamada Maria del Carmen Nicasio Campos registrada como beneficiario con el mismo folio con guion 3 tuvo la mala ocurrencia de llevar a término un embarazo y, muy a propósito con la semana mayor, la trajeron de Herodes (Centro de Salud Tapalpa) a Pilatos (Hospital Comunitario Sayula) donde a las 9 de la mañana le asignaron la cama 03, para observarla porque supongo que los médicos responsables del servicio ginecológico saben que después del embarazo las madres paren criaturas, esto lo supongo pero no estoy seguro de que ellos lo sepan. Ya por la tarde forzaron a la principal asegurada a que se llevara a su hija a parir a otro lado, desde luego firmando un escrito maravilloso en que la quejosa es testigo de si misma. Sacaron a la asegurada y la llevaron al Hospital Médico Quirúrgico Santa María Inmaculada donde parió a su criatura y se la machucaron con 18,000 devaluados.

Yo creo que esta asegurada cada que oye que está asegurada le vienen vómitos y los pillos del seguro popular tan campantes.

Carlos Enrigue
(v.periódico El Informador en línea del 27 de marzo de 2013).


Afuera de la Cruz Verde que está atrás del Parque Alcalde, algunos puestos de comida, algunas personas con caras largas, algunas otras con la mirada perdida y con el celular llamando, dando explicaciones difíciles. No son buenas noticias si llamas diciendo que estás en la Cruz Verde, pero en esta ocasión se trata de sacar sólo un certificado médico, porque te lo han pedido en tu nuevo trabajo.

Casi ningún lugar al que se acude sin ganas de ir resulta agradable. De entrada, cuando traspasas el umbral, no tienes indicio de a dónde acudir. Van y vienen personas, entran y salen camilleros, algunas personas están ahí, recargadas en la pared, sentadas en las escasas sillas azules. El piso es blanco, pero se ve gris de la mugre, de las pisadas de cientos de personas que han pasado por ahí en los últimos minutos.

Llegas a una ventanilla que dice "caja". Hay muchos letreros alrededor, indicativo de que no hay que preguntar, de que la gente que trabaja ahí no quiere que le pregunten, porque a diario y en cada momento le preguntan, por eso ha puesto los mensajes que dicen: "Las personas que tengan Seguro Popular que vengan a consulta es llegando a la esquina, lado izquierdo, dan vuelta y la primera puerta dirigirse a trabajo social, con copia de póliza y copia de identificación". O bien: "Trabajo social del servicio de urgencias, atención por la puerta donde ingresan pacientes en camilla". Y así, por todos lados y en cada espacio: letreros que aclaran, informan, advierten. Por eso no hay que preguntar, sino leer. Leer todo y no preguntar, a menos que sea absolutamente necesario.

Ya sabiendo lo que hay que pagar por tu certificado médico, sacas tu billetera y buscas no un billete, sino el pago exacto. Y esperas en la fila a que te toque el turno. Cuando llega tu hora, la señora que estaba detrás del cristal sale de su oficinita y se va, sin dar explicaciones. ¿A dónde fue? ¿Tardará? ¿Qué hacer? Esperar, no queda más que esperar. Adentro se escucha una televisión en la que alcanzas a ver a Miguel Ángel Collado decir que sigue el mejor programa de entretenimiento de la televisión, pero no puedes entrar a apagarle.

Regresa la señora, entra en su oficinita y te pregunta qué quieres. Le dices que un certificado médico. Te inquiere sobre tu tipo de sangre y cuando ve tu cara de duda te dice que veas en tu licencia de manejo, porque ahí viene el dato. Tú no tienes licencia de manejo, pero haces como que la buscas en tu cartera, mientras tratas de recordar qué maldito tipo de sangre eres. Temes que, de ser sincero con la señora, te niegue tu papelito. "O positivo", le dices mientras ruegas a Dios que eso seas.

Te da la nota con la que tienes que salir de ahí e ir a la vuelta. Te quiere dar el patatús cuando ves que está lleno, como camión de la ruta 380 a las siete de la mañana. Pero tienes suerte: te mandan al único consultorio que está vacío.

Entras y luego de saludar te sientas, pensando en que te van a examinar, a tomar el pulso, a subir a la báscula, a sacarte sangre y comprobar que has dicho la verdad. En cambio, vienen sólo una batería de preguntas: que si eres alérgico a algo, que si tienes parientes con diabetes, que si te han operado, que si...

Cinco minutos después sales de ahí con el papelito que necesitas.

David Izazaga
(v.pág.7-B del periódico El Informador del 7 de abril de 2013).


El titular de la Secretaría de Salud Jalisco, Jaime Agustín González, anunció que convocará una mesa de diálogo, luego de conocer las denuncias públicas por el supuesto abuso en contra de médicos residentes del ISSSTE, quienes estarían siendo sometidos a turnos laborales de hasta 36 horas, con la carga de trabajo a cuestas que no están cumpliendo los médicos adscritos.

"Existe un reglamento para los médicos que están haciendo su especialidad y se prevé que no deben de trabajar por más de 24 horas por una sencilla razón: cualquier médico que trabaje 24 horas o más pone en riesgo la vida del que está enfrente", sostuvo.

(V.pág.8 del periódico Milenio Jalisco del 12 de abril de 2013).


Soy una persona discapacitada producto de un accidente automovilístico que tuve trabajando el 15 de cotubre de 2010, donde resulté gravemente herido perdiendo la conciencia por haber tenido traumatismo cráneo encefálico, del cual resultaron secuelas nocivas para mi salud.

Semanas después, cuando recuperé el sentido (sic) de conciencia, empezó mi problema con el IMSS. Sus doctores me revisaron y me enviaron a la Coordinación de Salud en el Trabajo, donde el coordinador José Figueroa Campos después de algunas pruebas clínicas y en forma prepotente, me regresó a trabajar sin estar en condiciones de hacerlo, asignándome una ridícula pensión temporal sin haberme hecho ningún estudio radiológico o de resonancia magnética, que para estos casos son necesarios y hasta imprescindibles para auxiliar en el dictamen médico.

Poco después, la empresa alemana donde trabajaba decidió despedirme por el tiempo que estuve incapacitado.

Posteriormente el IMSS me ha hecho ir y venir sin dame un diagnóstico concreto. Algunos de sus médicos como Fernando Reynoso Fernández y Nora Castelo Millán, de la UMF2, se han burlado de mí, por los padecimientos que presento, y dicen que finjo lo que me pasa, poniendo mi salud en riesgo mayor.

Como si faltara otra cosa grave, el pasado 12 de abril la directora de esa clínica, Martha Alicia Lobos Silva, me envió 5 granaderos para llevarme a la cárcel, amenazándome de muerte, por exigir lo que cualquier persona que cotiza al IMSS tiene derecho: Que se me atienda médicamente en forma adecuada para recuperar mi salud, pues cada día empeora.

Lo que sí ha hecho el IMSS de acuerdo a su conveniencia, es "otorgarme" una paupérrima pensión por una temporada, para que una vez que se me acabe, pueda morir "tranquilamente" de hambre.

¿Esta es la forma de tratr a un derecho-habiente, quien cotizó para el IMSS durante 29 años?

Jorge Haro Bañuelos
(inserción pagada en la pág.4-B del periódico El Informador del 28 de abril de 2013).


En México la seguridad social es eso, caridad: vía impuestos.

Dr.Angeles Guillermo Ruis Moreno, profesor investigador especialista en Derecho Social del CUCSH
(v.pág.3 de La gaceta de la Universidad de Guadalajara del 29 de abril de 2013).


El señor César Eduardo Calderón Ríos denunció que por una supuesta negligencia del personal del Hospital Materno Infantil "Esperanza López Mateos", también conocido como la "Máter", el bebé que esperaba su mujer nació muerto el martes pasado.

La joven de 24 años llegó el sábado pasado al nosocomio para dar a luz, pero personal médico le indicó que no podrían ingresarla hasta que no se le reventara la fuente, por lo que fue regresada su casa.

Dos días después la pareja regresó a la "Máter"; sin embargo, la mujer fue tendida hasta la mañana del martes, cuando su bebé nació sin vida.

Ante la denuncia, el secretario de Salud Jalisco informó que investigaría el caso, mientras que el padre del menor acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco para interponer una queja por negligencia médica.

(V.pág.1-B del periódico El Informador del 13 de julio de 2013).


Agentes de la PGR y funcionarios de la Contraloría del Seguro Social detuvieron al médico radiólogo Jesús Flores por cobrar 9,000 pesos a un paciente para "acelerar" el proceso para aplicarle radioterapias.

En una operación encubierta, el doctor fue detenido el martes pasado en la explanada del Centro Médico Nacional Siglo XXI, en el momento que recibía un anticipo de 5,000 pesos.

Flores, presuntamente auspiciado por sus directores, ofreció apoyar en las radioterapias al paciente Ignacio Méndez Pelcastre, a quien le detectaron cáncer de laringe.

Hace 5 años, Méndez Pelcastre comenzó a registrar una voz ronca a la que no le puso atención, hasta que en 2012 acudió al Hospital de La Raza en donde le realizaron una biopsia que arrojó un cáncer de laringe, por lo que le dieron un pase para que lo atendieran en el Centro Médico.

Su doctor le informó que requería radioterapia, pues en etapa inicial si el cáncer se atendía antes de cuatro meses, tenía una posibilidad del 90% de recuperar la voz.

Sin embargo, cuando llegó a ser atendido al área de Oncología en el Siglo XXI en marzo de este año le practicaron algunos estudios y en julio le informaron que la fecha de inicio para su radioterapia sería hasta el 31 de octubre.

Ante este retraso, los familiares de Ignacio acudieron con el director médico del Hospital de Oncología, Sinuhé Barroso Bravo, quien les dijo que los apoyaría contactándolos con una persona.

De acuerdo con los familiares, Barroso les anticipó: "No se conforman con regalos. El tiempo extra en el IMSS no es bien pagado".

El martes 30 de julio, les llamó Jesús Flores, quien se ostentó como radioterapeuta y prometió que en menos de una semana iniciaría la terapia.

"Ya hablaron con usted de mis honorarios", preguntó.

Los familiares sorprendidos le dijeron que no, a lo que él añadió que serían 7,000 pesos para él y 2,000 para una compañera y una persona de otra área.

Un día después, nuevakmente llamó para decir que el jefe de servicio ya había autorizado la atención a su familiar.

En esa llamada les explicó que el anticipo por las 30 radiaciones sería de 5,000 pesos y el resto una semana antes de terminar el tratamiento.

En ese momento los familiares iniciaron un calvario para saber dónde denunciar.

Llamaron a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a las oficinas del IMSS y nadie les contestó.

Después de varios intentos llegaron al Órgano de Control Interno en la Delegación Sur del IMSS, donde presentaron la denuncia 2013/IMSS/DE7964 ante la Secretaría de la Función Pública el pasado 2 de agosto.

Ahí inició el proceso de planeación para la captura del médico radiólogo.

Una de las hijas de Méndez Pelcastre volvió a contactar al médico y grabó la llamada telefónica en donde Jesús Flores acuerda la entrega del dinero y del carnet del paciente frente a las instalaciones del Centro Médico.

En la conversación Flores le justifica que el cobro no lo hace con fines de lucro, ya que, dice, un tratamiento como el que ofrece cuesta alrededor de 100,000 pesos, por lo que el pago sólo es para "agilizar y dar mejor atención" tomando en cuenta que hay una lista de espera de 900 pacientes.

Ambas partes acordaron el pago del dinero y el día.

"Estos tratamientos salen muy caros y esto no es nada, podríamos cobrar más, pero es incómodo, porque sabemos que no hay dinero", afirmó a los familiares antes de ser detenido.

(V.pág.2 del periódico Mural del 8 de agosto de 2013).


A Angelita la buscaron el viernes 20 de septiembre para avisarle que su esposo, Juan Manuel Rodríguez, se había muerto de cirrosis hepática, en el antiguo Hospital Civil de Guadalajara, que tenía que ir a reconocerlo al Servicio Médico Forense, que se diera prisa. Angelita, que estaba tomando el camión rumbo al sanatorio, se desmayó y despertó convencida de que la vida es una porquería. En el anfiteatro Angelita sentía que flotaba. El encargado de los muertos la apuró a echarle un ojo al desdichado que yacía dentro de una bolsa negra. El cuarto olía a formol. Angelita volvió a desmayarse. Aquel muerto no era su esposo.

Aclarada la confusión, Angelita Jaramillo, 37 años, 7 hijos, 5 nietos y un marido vivo que se llama igual que el marido muerto de otra, sigue pensando que la vida apesta. Ya no por la viudez, sino por la falta de dinero para no enviudar.

A diferencia de su homónimo, el esposo de Angelita, Juan Manuel Rodríguez, está vivo pero no sabe lo que le espera si sigue así.

Para pagar las consecuencias del mal que lo llevó a la cama -las amibas se le fueron al hígado-, su mujer malbarató la televisión, empeñó el estéreo, se deshizo del teléfono celular. Su casera la amenaza con sacarle las pertenencias que le quedan a la calle Laureles de la Colonia Tateposco si no recibe, mañana lunes, los dos meses de renta que le deben. Y en el hospital le exigen a Angelita que desembolse casi 6,000 pesos, para seguir atendiendo a su marido o por lo menos firmarle un alta voluntaria.

Antes de caer al Hospital Civil, Juan Manuel tenía tiempo sin trabajar como maistro albañil porque estaba débil. Angelita es una artesana de las tortillas que, torteando 8 horas diarias, se gana 475 pesos a la semana. Es una mujer fértil: una procreadora de obreros de la albañilería que a veces trabajan, a veces no, siempre viven con ella y también son muy fértiles. Es una de esos 362,000 jaliscienses a las que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política en Desarrollo Social ha puesto en el entrepaño de los pobres extremos. Y eso que para ser pobre extremo en México nomás se necesitan 3.6 requisitos de una lista, en la que esta mujer es miserable por sus ingresos, por sus carencias sociales, por su rezago educativo, porque no tiene acceso ni a una vivienda digna ni a una alimentación suficiente y, como ya se ve, ni a los servicios de salud.

Treintona apenas y abuela ya, los personajes que la acompañan en su drama hospitalario también parecen salidos de una película mexicana.

En el elenco hay un Juan Manuel Rodríguez bien muerto por una cirrosis hepática y metido en una bolsa negra y otro Juan Manuel Rodríguez medio vivo, en la cama 17 del 6o. piso del antiguo Hospital Civil de Guadalajara. El vivo es un albañil flaco y tatuado, que se ha querido fugar de la cama, el piso y el hospital porque la economía familiar no resiste una amibiasis en el hígado.

Hay algunos médicos del piso que se compadecen, le recomiendan a Angelita que vaya a Trabajo Social para que le perdonen la deuda y escriben una nota para quien la atenderá ahí en unos minutos.

Y hay una trabajadora social -quizás maltratada por una jefa a la que la jefa también maltrata- que olvidó las convicciones con las que entró a la universidad, hace ya una vida y, tal vez cansada porque el país jamás cambió, sólo le queda atender a los pacientes más pobres del sistema con palabras de consuelo: "Óigame no sea abusiva si todo lo quiere gratis el Seguro Popular ya le está dando la mitad no sea concha pague el resto y dígale al doctor ese que se ponga a curar enfermos no a decidir a quién le cobramos y a quién no. Fal-ta-ba-más".

"Son instrucciones de arriba", diría la trabajadora social en la película y lo mismo dirá su jefa y la jefa de su jefa... y así se podría llamar la película.

El detalle es que Angelita Jaramillo y las cosas que le ocurren no han pasado por el arte del guión cinematográfico, sino por la crudeza de la realidad. Acá todos los personajes viven en Guadalajara y conviven en el Hospital Civil, que el fundador, Fray Antonio Alcalde, dedicó a la humanidad doliente, a finales del siglo XVIII.

Entre médicos de barrio, estudios de laboratorio y camiones ha gastado más de 3,000 pesos. En un hospital famoso por su calidad médica de primer mundo y por su calidez humana le piden 4,000 pesos con tal de hacerle la punción que le falta a Juan Manuel para sacarle el pus del hígado. También le piden "dos mil y feriecita", como ella dice, por los días que ha usado la cama, los pañales y los medicamentos. Le exigen que no sea conchuda, que pague. La casera amenaza con el desalojo.

Vanesa Robles
(v.pág.3-B del periódico El Informador del 29 de septiembre de 2013).


La fracción del PAN en el Ayuntamiento de Guadalajara hizo 2 acusaciones de negligencia médica en contra de la Secretaría de Servicios Médicos Municipales tapatía, y con las cuales asevera que malas prácticas al interior de la dependencia le costaron la vida a un par de personas.

El titular de la dependencia, Víctor Ángel Castañeda Salazar, confirmó, momentos después, que investiga el par de casos, que en uno de ellos "es muy probable que sí" hubo negligencia del médico Ignacio Barajas, encargado nocturno del área de emergencias de la unidad de la Cruz Verde "Leonardo Oliva", y que resultó señalado tanto por la regidora panista, Maribel Alfeirán Ruíz, como por el mismo secretario municipal.

El médico se ausentó de su función el lunes 30 de septiembre por la madrugada, dejando como encargado a un estudiante de medicina, pese a la responsabilidad de la que se trataba, y a que normativamente estaba impedido para hacerlo.

Lo que relata la regidora es que en ese momento fue ingresado Luciano Moyado Paredes por problemas cardiacos, quien no recibió la atención adecuada, así que el paciente terminaría perdiendo la vida en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social a donde fue transferido.

Alfeirán Ruíz puntualiza que el médico que se ausentó de sus funciones tiene otro trabajo en la Secretaría de Salud Jalisco, y que desarrolla además actividades sindicales.

Sobre el 2o. supuesto fallecimiento por negligencia médica, la regidora no proporcionó el nombre de la víctima, pero aseguró que también ingresó a la misma unidad, el mismo día por la madrugada, y de igual forma, con padecimientos cardiacos.

También comentó que el par de quirófanos de la unidad que fueron rehabilitados de forma deficiente durante la pasada administración municipal, aún no funcionan pues las fallas siguen sin ser corregidas. En este caso, se suponía, la Secretaría de Contraloría Municipal tapatía estaba desarrollando una investigación de la que no se han dado mayores detalles.

(V.periódico El Informador en línea del 1o.de octubre de 2013).


La Secretaría de Salud detectó desigualdades entre los controles de calidad que ofrecen diferentes centros de salud. Mientras que en el Hospital Infantil Federico Gómez un paciente con leucemia logra una sobrevida superior a 80%, en otros espacios de atención que perciben el mismo presupuesto el enfermo con dicho padecimiento tiene 20% menos de posibilidad de adherencia y sobrevida.

Por ello, Luis Rubén Durán Fontes, subsecretario de Integración y Desarrollo de la SSA, explicó que la dependencia federal arrancó varios proyectos para homogeneizar y garantizar el acceso real a la salud, uno de ellos consiste en estandarizar criterios de las Guías Prácticas Clínicas en los servicios médicos para elevar la calidad en la atención médica del Sistema Nacional de Salud, sobre todo en el manejo de la diabetes, hipertensión, neumonía y control prenatal.

"Las evaluaciones nos permitieron detectar que en México hay buena medicina, pero que en el primer nivel de atención muchos médicos, incluso estudiantes que sólo van a realizar su servicio social, no están realmente comprometidos con la Secretaría de Salud, no se identifican con la población y eso ha relajado la atención".

(V.pág.39 del periódico Milenio Jalisco del 11 de octubre de 2013).


Multitud de hospitales de servicio público son como una franquicia del infierno: cama tras cama hay personas -sobre todo niños- con tuberculosis, neumonía, gastroenteritis y toda clase de infecciones que en otros lugares son curables. Aquí, no. No hay personal ni equipo médico, ni medicamentos suficientes. La mayoría de los pacientes son indígenas y sus múltiples padecimientos, son en realidad uno solo: desnutrición. Si éste es el desolador panorama médico en muchas regiones, no le va a la zaga la atención hospitalaria en las capitales de los estados donde el excesivo número de pacientes hacen casi ineficientes todos los servicios médicos y administrativos. La retórica oficial repetitiva y hostigante, presenta a los ciudadanos otro panorama: eficiencia, esmerada atención y medicamentos suficientes...

Flavio Romero de Velasco, licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.Razón y Acción del 12 de octubre de 2013).


Un campesino murió afuera del Hospital General de Guaymas el 22 de octubre pasado.

Días antes, en una clínica del Seguro Social de Nogales, un hombre perdió la vida luego de que un médico se negó a auxiliarlo al llegar al nosocomio sangrando por la boca. Ambos casos provocaron indignación en la entidad, por lo que el gobierno estatal determinó despedir al director del Hospital General de Guaymas, José Cervantes Alcaraz.

El secretario de Salud estatal, Bernardo Campillo García informó que el cese es para garantizar la transparencia en las investigaciones que realiza la Procuraduría del Estado.

Del campesino en situación de pobreza extrema, José Sánchez Carrasco, se grabó un video en el que el hombre manifiesta que los médicos se negaron a atenderlo. Estuvo 5 días esperando atención. Un día después falleció.

Tras el incidente, el señor Mario Machi afirmó que un caso similar ocurrió con su padre en Nogales.

"Cuando entró en crisis, empezó a vomitar sangre; yo lo levanté de la cama para que no se ahogara y solicité la ayuda de un médico que se encontraba a un costado mío. Se negó ayudarme".

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 26 de octubre de 2013).


Cerca de las 9 de la noche del 28 de octubre, Vanessa Segovia reportó a través de su cuenta de Twitter que su bebé (recién nacida) no fue admitida en el Hospital General Gabriel Mancera del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicado en la delegación Benito Juárez en el Distrito Federal.

"Está muy delicada y necesita ayuda", escribió a Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno capitalino así como a comunicadores como Fernanda Tapia, Alejandro Villalvazo, Yuriria Sierra, Reporte 98.5 y a la cuenta del IMSS.

Esta mañana cerca de las 9 horas , Vanesa Segovia reportó que su bebé había muerto.

Segovia indicó que el IMSS le exigió el alta médica para atender a su bebé.

(V.SDP Noticias del 29 de octubre de 2013).


La Comisión Nacional de Arbitraje Médico, quizá por encima de la Secretaría de Salud... que debería cuidar la integridad de quienes ocurren a centros hospitalarios y a profesionales médicos, ha librado de castigo a quienes dejaron sin atención médica a 3 mujeres, en fechas distintas, a punto de dar a luz, lo que las orilló a tener su parto una en un parque, otra en el patio del centro de salud y la 3a. en el corredor de la clínica. Todas sin atención médica.

Y esta resolución de la Conamed no es nueva. Son muchos y muy desafortunados los casos de "errores" médicos y/o hospitalarios en los que la vida de los pacientes se ve agredida, a veces terminada en la muerte por negligencia médica o, peor aún, por mala práctica, sin que esta comisión, tampoco la Secretaría de Salud, protejan a la población usuaria de los servicios médicos.

Otra área que sigue sin ser atendida, a pesar de las múltiples instituciones para ello, es la psiquiátrica. Hospitales donde los derechos humanos son prácticamente inexistentes y la atención médica dista mucho de ser lo profesional y responsable que debiera. Por ello la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha dado voz de alarma a las autoridades del área de la salud, las que parecieran no sólo no querer ver, sino evitar saber para que continúe ese dejar hacer que hoy impera en los hospitales psiquiátricos de México y, atención: Jalisco no es la excepción.

Violaciones, malos tratos, golpes, aislamientos hasta por 90 días de enfermos vulnerables, pacientes sin revisión de sus casos durante años, familiares extorsionados, tratamientos inapropiados, todo en instituciones donde el Estado debería ser vigilante del cumplimiento constitucional: garantizar el acceso a la salud de los mexicanos.

Porque el "tratamiento" de una persona en un centro psiquiátrico resulta, de acuerdo con la CNDH, peor que una condena en prisión. Lo anterior como conclusión luego de la revisión hecha a los 41 centros estatales y federales que albergan a 3,143 personas, datos que se muestran en el Informe Especial sobre los Hospitales Psiquiátricos.

Y la pregunta que surge es: de qué valen los discursos, las promesas, las fotos de entrega de instalaciones, de equipos, si el ciudadano no puede estar cierto de que el Estado, en el que ha depositado su confianza y sus recursos, cuidará de su salud, de su integridad.

Porque hoy la CNDH ha levantado su voz, pero las instituciones aludidas no escuchan, no atienden y continúa el mal trato a la población. Pareciera que a la Secretaría de Salud se le va la voluntad, a pesar de que su titular abrió expectativas amplias por su trayectoria profesional. Porque el problema de la atención médica de la población pareciera estar en las flacas manos de un Estado evanescente... Porque ya la población tiene bastante con el desempleo, la inseguridad y la violencia para que, ahora desde las instituciones para su protección, se abra fuego, otra vez, contra los mexicanos.

Lourdes Bueno, investigadora de la Universidad de Guadalajara
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 2 de noviembre de 2013).


Por 2a. ocasión en poco más de un mes, ayer por la mañana una mujer dio a luz en plena vía pública en San Antonio de la Cal, municipio conurbado a Oaxaca, luego que el médico del centro de salud al que acudió la regresara a su casa en plena labor de parto.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 6 de noviembre de 2013).


La petición de servicio de atención a la salud en las unidades de la Cruz Verde que atiende el municipio de Guadalajara han crecido de manera importante, pero no la capacidad para atenderlos, aceptó el presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández García, quien adelantó que ante esta situación y las reiteradas quejas de malos servicios y fallas graves, podrían acotarlos o limitarlos, para solamente atender algunos servicios, como los de emergencia, por ejemplo.

El alcalde indicó que "es muy difícil que el ayuntamiento pueda disponer de recursos para los servicios médicos, cuando también tiene otro tipo de necesidades que atender".

Después de una nueva queja de que en un par de unidades de la Cruz Verde no atendieron a un herido debido a que no había médicos, el alcalde dijo que próximamente se hará una revisión de cómo se ofrece la atención médica y cómo se organizan las jornadas de los médicos.

(V.pág.10 del periódico Milenio Jalisco del 8 de noviembre de 2013).


Continuando con una ola de negligencias médicas que prefieren que las madres parturientas den a luz en parques, jardines, elevadores o pasillos después de diagnósticos equivocados, en el Parque de Morales en medio de un espactáculo canino, Martha Velázquez Morales de 22 años, tuvo que traer al mundo a su bebé entre los eucaliptos y la mirada atónita de la gente.

Eran las 10:20 de mañana del domingo 17 de noviembre cuando Martha ingresó al hospital central "Ignacio Morones Prieto" para dar a luz,recomendándole el médico en turno que se fuera a caminar al Parque de Morales para que fuera "bajando" el bebé, sin embargo al realizar algunos pasos entre los eucaliptos, inició su trabajo de parto sin tener oportunodad de regresar a que le auxiliaran después del diagnóstico errado.

Testigos observaron a la joven señora e inmediatamente avisaron a los médicos veterinarios que organizaban un evento de adopción de animales en el parque, llegando en su auxilio Monserrat Uribe y Alejandro Villela.

(V.El Heraldo de San Luis Potosí del 17 de noviembre de 2013).


Una vez más otro caso de negligencia médica terminó por obligar a una mujer a dar a luz en la calle. Esta vez en Isla Mujeres, Quintana Roo.

Nitzia Xiomara Chan Cruz fue al Hospital Integral de Isla Mujeres debido a sus dolores de parto, pero fue regresada por los médicos y al intentar retornar dio a luz en la calle.

Los Servicios Estatales de Salud de Quintana Roo informaron que suspendieron al médico José Delfino Tenorio Domínguez en tanto concluyen las investigaciones.

La dependencia estatal investiga el incidente y, de acuerdo con la primera información, Chan Cruz acudió a las 02:00 horas del viernes en compañía de su suegra al hospital para revisión porque ya sentía dolores de parto.

De acuerdo con la queja que se presentó en la secretaría estatal de Salud, al momento en que fue revisada, el doctor Delfino Tenorio le dijo que aún no tenía dilatación, por lo que le hizo regresar a su casa, indicándole que acudiera las 09:00 horas de ese mismo día.

Sin embargo, alrededor de las 03:30 horas al intentar regresar al nosocomio no llegó, dando a luz frente a un hotel.

En el último mes se han dado en país una serie de casos de mujeres embarazadas que se ven obligadas a dar a luz en cualquier parte, ante le negativa del personal de distintas instituciones de salud para darles la atención que requieren.

Hasta ahora se han dado a conocer casos en al menos 4 entidades: Oaxaca, Chiapas, Puebla y ahora Quintana Roo.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 24 de noviembre de 2013).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos dio a conocer hoy la recomendación 40/13, dirigida al secretario de Salud en Jalisco, Jaime Agustín González Álvarez, al acreditar negligencia en la atención que un médico del Hospital de la Mujer le proporcionó a una menor de edad embarazada, a quien derivó a una clínica particular para que le practicaran una cesárea, pese a que no estaba a término. El bebé murió en la cirugía.

Pese a que la joven madre insistió en no tener contracciones ni estar en la fecha de parto que le indicaron, el médico Carlos Arturo Pérez Castellanos, adscrito a la Unidad Especializada para la Atención Obstétrica y Neonatal ubicada en el municipio de Guadalajara, también conocida como Hospital de la Mujer, la canalizó a la clínica denominada Médica Quirúrgica Cihuatl.

"Este organismo estima que el servidor público sí actuó de manera negligente, pues la derivó al hospital Cihuatl para que le practicaran una cesárea prematuramente. Además, en ningún momento consideró otra alternativa para tratar de que el bebé llegara a término", indicó el presidente de la CEDHJ al dar a conocer esta recomendación.

El organismo acreditó que Pérez Castellanos no valoró todo el expediente clínico, ni los ecosonogramas previos, de los cuales se pudo deducir que la menor contaba con 34 semanas de gestación cuando él ordenó subrogar su atención.

El ombudsman refirió que la directora del Hospital de la Mujer, Elizabeth Ulloa Robles, respondió a la CEDHJ que se derivó a esta menor de edad a una clínica subrogada porque no contaban con camas disponibles; y que tanto la decisión terapéutica como el procedimiento y manejo brindado a la paciente son responsabilidad de ese sanatorio, con el que se tiene un contrato.

Álvarez Cibrián aclaró que esto no exime al Estado de su responsabilidad de garantizar el derecho a la salud "sin importar qué clase de contratos celebre para la subrogación de servicios", por lo cual recomendó se le finque procedimiento administrativo al servidor público y se concluya la averiguación previa por estos hechos.

(V.pág.12 de periódico Milenio Jalisco del 29 de noviembre de 2013).


La Comisión Estatal de Derechos Humanos de San Luis Potosí emitió una recomendación a los Servicios de Salud de San Luis Potosí por la negligencia del personal médico del Hospital Comunitario de Aquismón que provocó la muerte de un bebé en julio del año pasado.

La indagación dice que los médicos actuaron con irresponsabilidad al dejar a la mujer embarazada al cuidado de médicos pasantes de servicio social.

El esposo contó que el 29 de junio de 2012 acudieron 3 veces a solicitar atención al hospital, mismas ocasiones en que tras la revisión, se le dijo que aún no estaba en labor de parto.

Para el 2 de julio del mismo año, la embarazada ingresó al hospital para ser revisada, pero horas después un doctor le avisó que el producto había muerto dentro de la placenta, que no podía ser trasladada al Hospital General de Ciudad Valles, donde le sacarían el feto, porque no disponían de una ambulancia. Posteriormente fue llevada a ese nosocomio y se le entregó el cadáver de su hijo.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 22 de diciembre de 2013).


Pido a los legisladores federales que modifiquen las leyes laborales del IMSS, o las que sean necesarias, para que éste proporcione servicio regular las 24 horas de los 365 días del año en todo lo relacionado con la atención médica de los derechohabientes, y que sólo puedan parar en festivos aquellas áreas que no afecten el cuidado del paciente.

Pido que las autoridades correspondientes apoyen esta medida que beneficiaría a miles de derechohabientes y de paso incrementaría la capacidad de atención del IMSS.

Fernando Huerta G.
(v.pág.4 "Cartas a Mural" del periódico Mural del 26 de diciembre de 2013).


Por eso nos tardamos.

Al entrar a la Unidad Médica Mario Rivas Souza, el alcalde Ramiro Hernández García comprobó lo que minutos antes le habían dicho: las camillas estaban sin sábanas porque no tienen, las tomas de oxígeno no sirven en su totalidad, no hay ventilación y los familiares deben esperar de pie horas y a veces días hasta que les den de alta a su enfermo.

"¡No tienen sillas!, digo, no requerimos de un presupuesto extraordinario para poder resolver cuestiones mínimas", expuso Hernández, quien ordenó al personal administrativo subsanar de inmediato estos detalles.

Estas fallas ya habían sido reportadas por regidores de oposición desde marzo del 2013, sin embargo, en ese momento fueron minimizadas por las autoridades médicas y no se hizo nada al respecto.

(V.pág.3 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 23 de enero de 2014).


Un nuevo caso de negligencia en Oaxaca ocurrió ayer en el Hospital Pilar Sámchez Villavicencio del municipio de Huajuapan de León, luego de que le fuera negado el acceso a una mujer en trabajo de parto bajo el argumento de que aún le faltaban 2 horas para tener a su bebé. Tuvo que dar a luz en una banqueta enfrente del nosocomio.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 28 de enero de 2014).


Todos hemos escuchado historias poco positivas en torno al Seguro Social, desde las largas horas de espera para ser atendido, así como la burocracia para abastecer de medicinas a las personas enfermas y casos de negligencia.

Pablo H. Cobián, artista plástico con más de 11 años de trayectoria basa en eso su 9a. exposición, titulada Instituto Mexicano de Muerte Segura. A manera de crítica social, el creativo presenta una serie de pinturas y fotografías que dan cuenta de esta problemática que a diario enfrentan decenas de personas.

La muestra se inaugura este viernes a las 19:30 horas en Tlapalería Morelos, Arte Contemporáneo en Calzada Independencia Norte 131.

Hace 2 años su familia y él pasaron por una situación difícil con el seguro social, una tía sufrió de problemas de presión arterial y fue llevada a urgencias, la noche que la internaron, un empleado que llevaba las charolas de la comida chocó con la camilla donde la tenían; el incidente provocó que se le fracturara la cadera, con ello se generaron otros problemas donde las autoridades médicas sí se hacían responsables, pero, no podían operar a su pariente de inmediato, pasaron 3 semanas, cuando se realizó la intervención no resultó porque la placa que se le puso no pegó.

Entonces, tuvieron que volver a operarla, esa cirugía sí se programó rápido, pero su tía ya no sobrevivió, murió en las instalaciones de la clínica.

"Durante este tiempo que me quedaba por las noches (para cuidar a su tía), yo hice un registro fotográfico sobre las instalaciones, son 10 fotografías tomadas con mi celular, pero por la calidad las imprimí pequeñas, son fotos en tamaño de diapositiva y se podrán ver mediante visores. Las tomé porque me daba coraje ver cómo está la situación ahí, de alguna forma esto inició como (un proceso) curativo o de sanación, pero te das cuenta que no eres la única persona, según las estadísticas que yo revisé, hay alrededor de 1,500 personas por año que se quejan, de las cuales mil son por algo muy grave".

Instituto Mexicano de Muerte Segura es un cumulo de 6 piezas entre fotografías, pinturas y otras ilustraciones de gran formato que dan cuenta de esta perspectiva del reclamo a un organismo público.

En la exhibición hay un mural que en realidad es una adecuación que hizo de la imagen del Seguro Social donde aparece la obra "Maternidad" de Federico Cantú, a la mujer que abraza a su niño, él la intervino con una calavera en lugar del bebé y le agregó las iníciales de su obra, IMMS (Instituto Mexicano de Muerte Segura).

También hay un rollo de nueve metros donde hay un total de 500 casos de negligencia médica que Pablo recopiló, cada caso es una cifra de números que significa una palabra y durante la inauguración explicará al público cómo descifrarlas.

(V.pág.6-B del periódico El Informador del 22 de febrero de 2014).


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos inició una investigación por otro caso de negligencia médica en un hospital de Oaxaca, el 4o. del año.

Ahora se trata del caso de una indígena permaneció en coma un año a causa de que los médicos que la atendieron olvidaron unas tijeras en la matriz tras practicarle una cesárea en el hospital rural de Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca.

El 10 de febrero de 2013, una mujer dio a luz a unas gemelas en hospital rural de Miahuatlán. La 1a. nació por parto natural y para la 2a. bebé debieron practicarle una cesárea.

Al día siguiente, la madre se sintió mal, tuvo fiebre y dolores en el vientre; los médicos la mantuvieron en observación y 4 días después la dieron de alta.

2 días después, el 17 de febrero, fue internada nuevamente en el mismo hospital donde la operaron de emergencia porque tenía una grave infección en la matriz provocada presuntamente porque personal médico "olvidó" unas tijeras en la matriz, después de dar a luz a sus gemelas.

Un día después de la operación informaron a la familia que la mujer había entrado en coma inducido y así permaneció todo un año hasta que el pasado martes 25 falleció.

(V.Proceso en línea del 28 de febrero de 2014).


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ordenó la investigación por presunta negligencia en un hospital de la comunidad de Teojomulco, Oax., donde una mujer parió en un baño por falta de atención médica. A la mujer le habían dicho que aún no era tiempo de parir.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 3 de marzo de 2014).


El jueves en Villa de Tututepec una mujer tuvo a su hijo en el patio de una clínica; el médico cerró el centro de salud.

El 8 de febrero una mujer parió en el estacionamiento del IMSS de Salina Cruz.

El 4 de enero, la indígena Irma López dio a luz en el patio trasero de una clínica rural en Jalapa de Díaz.

Ayer, en Guanajuato, se reportó el caso de una mujer de 18 años de edad que dio a luz afuera del Hospital General de Irapuato, debido a que el personal médico le indicó que aún faltaba tiempo para iniciar la labor de parto.

(V.pág.12-A del periódico El Informador del 8 de marzo de 2014).


La Comisión Nacional de Derechos Humanos investiga las presuntas violaciones a derechos humanos de una mujer que al encontrar cerrado el centro de salud de San José Manialtepec, Villa de Tututepec, Oax., tuvo que dar a luz en el jardín del nosocomio.

(V.pág.7-A del periódico El Informador del 16 de marzo de 2014).


2 recién nacidos fallecieron en 2012 en los hospitales de la Mujer de Guadalajara y Materno Infantil de Ocotlán a cargo de la Secretaría de Salud en Jalisco. La falta de personal calificado y de una atención oportuna fue la principal causa de las muertes, concluyó la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Sin embargo, en lugar de abatir el déficit de médicos en el estado, la dependencia gastó 50.5 millones de pesos en la nómina de 179 médicos que realizaron labores administrativas en el año en mención.

En 2012, Salud desembolsó 7.3 millones de pesos adicionales en 28 galenos que ni siquiera fueron localizados en sus unidades de salud. Otros 3.5 millones se ejercieron en 13 servidores públicos que carecían del título y cédula profesional.

La Auditoría Superior de la Federación detectó las irregularidades. El monto gastado en "aviadores", "fantasmas" y personal sin profesión avalada ascendió a 61.4 millones y fue desviado del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud aportado por la federación a Jalisco.

Las anomalías fueron en el último año de Emilio González Márquez, cuando estuvo al frente de la dependencia Antonio Muñoz Serrano. La Auditoría también identificó 505 plazas no autorizadas por la federación.

A la presente administración de Jaime Agustín González Álvarez se le requirió desde hace 15 días una entrevista sobre estas irregularidades y sobre las condiciones actuales de la nómina para confirmar si continúan desembolsando recursos en personal irregular, pero no hay respuesta.

Las anomalías son más graves porque se añaden otras recuperaciones probables por 449.7 millones de pesos, por excesos en pagos en la nómina y asesorías millonarias, así como 280.9 millones que no fueron gastados en 2012 (subejercicio). En total, el monto observado asciende a 792 millones de pesos.

La auditoría federal urge a la Contraloría de Jalisco para que realice las investigaciones correspondientes. ¿Cuál es la respuesta? Hasta la fecha no hay sanciones administrativas o penales contra ex servidores públicos o funcionarios.

(V.primera plana del periódico El Informador del 17 de marzo de 2014).


Trabajadores de salud en la región de la Meseta Comiteca de Chiapas, pararon labores en protesta por la carencia de materiales y medicamentos. Los médicos, enfermeros y personal administrativo mantuvieron suspendidos los servicios de consulta y oficinas en 4 hospitales y en centos de salud de 9 municipios.

(V.pág.12 del periódico Mural del 27 de marzo de 2014).


La Secretaría de Salud en Jalisco atraviesa por serios problemas financieros y arrastra una deuda acumulada por 1,139 millones de pesos con proveedores, constructoras y empresas de servicios. También es la dependencia más observada en el gasto 2012 por parte de la Auditoría Superior de la Federación, que detectó anomalías en el desembolso de 3,500 millones de pesos en el último año de la pasada administración estatal. Sin embargo, el otro rezago importante es en los recursos humanos e infraestructura.

"Para reparar las cosas en infraestructura se requieren alrededor de 500 millones de pesos anuales, para impermeabilizar los centros de salud, pintarlos, cambiar el piso, las barreras, todo los demás", advierte Agustín González Álvarez, secretario de Salud. "Si ven un libro que acabamos de compilar de todos los centros de salud, si ves la condiciones en que se encuentran, no lo pueden creer: es algo insalubre porque están abandonados, con cuarteaduras, paredes caídas... Hay mucho deterioro en infraestructura, no digamos en equipamiento. Se requiere una inversión inmensa para rehabilitar".

La preocupación del funcionario es que en estos momentos no se tiene solvencia económica, pues las deudas mencionadas absorben uno de cada 9 pesos de la dependencia (incluyendo el subsidio estatal y federal).

El otro boquete es el déficit de 800 médicos. "El tema de recurso humano es verdaderamente complejo porque tenemos una orden de no contratar un solo médico más para controlar la plantilla irregular. Es algo difícil de cumplir porque faltan más para ampliar las atenciones y los horarios".

A pesar del déficit de médicos generales en Jalisco, la Secretaría de Salud gastó 50.5 millones de pesos en la nómina de 179 médicos que realizaron labores administrativas en 2012.

También desembolsó 7.3 millones de pesos adicionales en 28 galenos que ni siquiera fueron localizados en sus unidades de salud. Otros 3.5 millones se ejercieron en 13 servidores públicos que carecían del título y cédula profesional.

La Auditoría Superior de la Federación detectó estas irregularidades.

Estas anomalías fueron en el último año de Emilio González Márquez, cuando estuvo al frente de la dependencia Antonio Muñoz Serrano. La Auditoría también identificó 505 plazas no autorizadas por la federación.

Y se añaden otras recuperaciones probables por 449.7 millones de pesos, por excesos en pagos en la nómina y asesorías millonarias, así como 280.9 millones que no fueron gastados en 2012 (subejercicio). En total, el monto observado asciende a 792 millones de pesos.

En otra auditoría, la ASF detectó irregularidades por 2,924.6 millones de pesos en el gasto 2012 en el Seguro Popular en Jalisco. En el desglose, 767.6 millones de pesos fueron gastados de forma irregular por transferir recursos para pago de nóminas especiales de brigadistas y por concepto de préstamos a las cuentas de los Servicios de Salud Jalisco para cubrir cheques y nóminas de otros fondos o programas; otros 713.1 millones de pesos para pago de servicios subrogados que carecen de la documentación que justifique y compruebe el gasto, así como 378.8 millones de pesos para el pago a proveedores de materiales y servicios que carecen de la documentación que justifique y compruebe el gasto.

A pesar de las anomalías millonarias, no hay ex funcionarios presos.

(V.pág.2-A del periódico El Informador del 8 de abril de 2014).


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos informó que en los últimos años los organismos públicos de salud ocupan los primeros lugares por el número de quejas presentadas ante esa instancia e indicó que los reclamos van en aumento.

El organismo que preside Raúl Plascencia Villanueva precisó que las principales denuncias son por negligencia médica, omitir suministrar medicamentos, prestar indebidamente el servicio público de salud, negar proporcionar atención médica y obstaculizar o negar las prestaciones de seguridad social.

En sus investigaciones, la institución detectó conductas discriminatorias, limitación de recursos materiales e infraestructura, escasez de medicamentos, falta de doctores y enfermeras; insuficiente supervisión a residentes o pasantes y falta de capacitación para elaborar diagnósticos y estudios clínicos.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 8 de abril de 2014).


En el amanecer del 2 de octubre de 2013, Irma López, mujer mazateca, da a luz en el patio de un hospital en San Felipe Jalpa, Oaxaca, a un niño de 2.4 kilogramos. Había llegado con dolores de parto, de noche, acompañada por su esposo. La clínica está en paro laboral. Los pocos médicos ahí dicen que no le entienden...

El 27 de enero de 2014, en Huajuapan de León, Oaxaca, Nancy Salgado López, de 21 años, da a luz a su hija en la banqueta de urgencias del hospital Pilar Sánchez Villavicencio...

El 20 de marzo de 2014, Juana García Jiménez alumbra en la calle, frente a la clínica de Ejutla de Crespo, en el Valle Central, porque ahí una situación llevó a la otra: no había médicos y el centro estaba cerrado. Habían pasado 6 días desde que el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, había anunciado la firma del Convenio para la Atención Integral en los Servicios Obstétricos con Cero Rechazo a las Mujeres Embarazadas...

El 19 de febrero de 2014, Silvia Francisco pierde a su hijo. Durante 5 horas le niegan la atención en un centro del Instituto Mexicano del Seguro Social en el municipio de Matías Romero, en el Istmo de Tehuantepec...

Y así, hasta completar 11 historias en Oaxaca, 2 en Tabasco, una en Guerrero, otra en Chiapas, una más en Puebla y la otra en Yucatán en menos de un semestre. Y así, hasta completar 931 al año en México, según las organizaciones no gubernamentales Grupo de Información en Reproducción Elegida, Parto Libre y Sakil Nichim Anzetik. Y así, hasta conformar un largo catálogo de escenarios del parto en México: la calle, la banqueta, los automóviles, los baños, las salas de espera o los patios de los hospitales.

Son las mujeres parturientas quienes están pagando la crisis del sector salud en México.

Parir en México tiene obstáculos. Y de ello, cada día se reúnen más pruebas. La principal se encuentra en el déficit del sector. Por cada 2,000 habitantes en el territorio nacional hay tres médicos, cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de entre 2 o 3 por cada mil habitantes.

El desequilibrio es más crítico en cuanto al personal paramédico (enfermeras y auxiliares): hay 302,000 enfermeras para los más de 112 millones de habitantes de la república y una proyección de Axa Seguros indica que México requerirá otras 200,000 para 2020 y aún no existen condiciones para su formación.

En Oaxaca, de los 20,000 médicos ahí censados por el Sindicato Independiente de la Salud, 7,000 tienen un tipo de contrato a través del cual reciben la mitad de su ingreso. El sueldo base es de 6,000 pesos. Casi todos realizan dobles jornadas para cubrir sus necesidades económicas.

Con excepción de la muerte de José Sánchez Carrasco a las puertas del Hospital General de Guaymas, Sonora, el 29 de noviembre pasado, el deterioro de la salud pública se ha visto a través del prisma de las mujeres.

Regina Tamés, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida expone que hay un eje que atraviesa a esta circunstancia: la discriminación que redunda en violencia gineco-obstétrica. De este pedazo de realidad nadie se quiere hacer cargo. Los médicos en las entidades federativas alegan lo evidente: no hay infraestructura, no hay buenos sueldos, no hay material quirúrgico y los centros de salud se caen de viejos.

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 8 de abril de 2014).


El meollo del caos está ubicado para los especialistas del sector entre 1982 y 1995 cuando el gobierno federal realizó un proceso de descentralización de los servicios de salud.

Gustavo Leal Fernández, investigador del área de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana, expresa: "Se descentralizó la basura. Los carros viejos. El material inservible. El Estado se quedó con las plazas y con los recursos financieros. Con el paso del tiempo, las entidades federativas tuvieron que encarar el deterioro como pudieron. Además, cada administración tomaba decisiones sin diagnóstico sobre las ruinas del sector".

En el documento "Propuesta para la Mesa de Gasto de la Convención Nacional Hacendaria", el equipo de Fundar expuso en 2004: "... Los resultados han sido inversos... [Se observa] una profundización de la desigualdad, más ineficiencia en la prestación de los servicios, confusión con respecto a las atribuciones de los distintos niveles de gobierno, no se ha logrado combatir la dependencia de los estados hacia la federación y (la descentralización) ha creado mayores vacíos en términos de rendición de cuentas".

En el sexenio 1982-1988 empezó la descentralización de los servicios en 14 estados de la República Mexicana.

Es 1985 y tiembla en la Ciudad de México. Se cae una parte del Centro Médico Siglo XXI. El gobierno federal no invierte en la reconstrucción de los hospitales dañados, pese a la petición de un grupo de médicos (petición documentada por el investigador de la UAM, Gustavo Leal).

En el sexenio 1988-1994 hay un pendiente: el de completar la descentralización en el resto de estados.

En el sexenio 1994-2000 por fin, la descentralización, que había sido suspendida en 1989, es concluida.

Es 2003 y el sector salud está en crisis: el desabasto de medicamentos ha alcanzado el 30% en las unidades del IMSS, el ISSSTE y la SSA. El de personal médico es de 45%. Faltan antiretrovirales para los portadores de VIH. Y no hay anticonceptivos ni ácido fólico para el total de mujeres en edad reproductiva (Glosa del tercer informe de gobierno de Vicente Fox). 16.5 millones de mujeres no tienen acceso a anticonceptivos tomados. Ocurren 35,200 partos cada año, 1,500 abortos, 5,000 muertes intrauterinas y 17 muertes maternas.

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 8 de abril de 2014).


Era el 25 de septiembre de 2010. Una pareja estaba contenta porque acababan de informarles que después de un tratamiento que ella había recibido de quimioterapia en el Hospital de Zoquipan, 2 días después podrían volver a casa. Seguramente durmió pensando en estar de nuevo con sus hijos y tener una vida relativamente normal a pesar de la leucemia.

En la madrugada, a la 1:00 am, la enfermera llegó para aplicarle una unidad de plasma. La mujer aclaró que era para la paciente de al lado, pero la enfermera era tan celosa de su deber que no le hizo caso. El plasma, que en ese momento ni siquiera sabía que no era de su tipo de sangre, comenzó a fluir por su cuerpo. Los efectos fueron inmediatos. A las 8:00 horas requirió la inmediata presencia de su marido, quien al llegar se dio cuenta de que la temperatura de su esposa llegaba a 40 grados.

Lo demás ya no fue casualidad. Él también vio cómo la piel de su mujer comenzaba a ponerse roja e incluso aparecían moretones.

Interrogó a médicos, enfermeras, y demás personal del hospital, pidió nombres de quienes la atendían, pero hubo pocas respuestas.

Como su esposa empeoraba, el 2 de octubre presentó una denuncia penal. Entonces las autoridades del hospital tuvieron un especial interés en atender su caso y, según relata, hasta le ofrecieron condonarle los más de 200,000 pesos que ya llevaba acumulados en gastos médicos. Eso sí, si retiraba la denuncia.

El 19 de octubre la dieron de alta y visitó el hospital en varias ocasiones, para el tratamiento de quimioterapia. Regresó el 29 de ese mes, ya muy grave. No había esperanza, así que volvió a casa para pasar los últimos días con sus hijos y su esposo. Murió el día de muertos.

Para los médicos y enfermeras que presentaron testimonio, nada fue casualidad. Todos recibieron el turno o lo entregaron sin novedades, y algunos ni siquiera tuvieron que ver con el tema, relataron.

Otra casualidad: los médicos que la mantuvieron bajo una estrecha vigilancia después de darse cuenta del error, tampoco notaron “cambios en el cuadro clínico”. Cuando el plasma se solicitó en el banco de sangre del Centro Jalisciense de la Transfusión Sanguínea, fue acompañado por los datos de la paciente a la que debía aplicarse, pero al parecer, el personal de guardia no verificó que coincidieran con los de quien finalmente la recibió. Pero esto tampoco puede saberse con exactitud, porque por otra casualidad la tarjeta no regresó al banco de sangre una vez que se hizo la transfusión, como marca el procedimiento.

La residencia para los médicos tendría que ser un complemento de su formación. La norma respectiva señala que pueden realizarse guardias en los hospitales, pero que la responsabilidad, a fin de cuentas, es de los médicos adscritos o de base.

Pero la realidad fue diferente. Fue un interno bajo la supervisión de una residente de medicina quien cometió el error. En la integración de la queja se pudo comprobar que no había médico adscrito o de base de guardia la madrugada.

Sonia Serrano
(v.pág.12 de la publicación DHumanos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco de mayo de 2014).

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos atrajo el caso de una mujer que tuvo a su hijo en el baño de un nosocomio en el estado de San Luis Potosí.

Los hechos se registraron en el Hospital Central Dr.Ignacio Morones Prieto, y de acuerdo con los primeros reportes, una mujer de 25 años llegó en las primeras horas del 10 de mayo con fuertes dolores de parto, pero en lugar de ser atendida de urgencia, el personal del hospital la envió a la sala de espera para que esperara su turno.

Aproximadamente una hora después de estar esperando, y ante la intensificación de los dolores de parto, la embarazada sintió la necesidad de ir al baño, donde nació su hijo con el auxilio de su madre, quien la acompañaba.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 12 de mayo de 2014).

Zoe Bernal, de 2 años, nació con las piernas pegadas a la altura de los muslos y pantorrillas. Sus padres han buscado que la operen, pero sólo han obtenido 2 bolsas con pañales.

Viridiana Marcial Mejía, madre de la menor, recordó que hace un año acudió al Hospital de la Niñez Oaxaqueña, pero los médicos se declararon incompetentes por falta de insumos.

“La doctora del hospital dijo que la pueden operar, pero que no cuenta con el material que va a necesitar”, contó.

El padre de Zoe, Javier Bernal, también acudió con ella a las audiencias públicas que encabeza el gobernador Gabino Cué, pero una funcionaria que los atendió les entregó pañales y una despensa.

Cuando regresó para insistir en que lo que buscan es una operación en un hospital público, los funcionarios respondieron que el gobierno sólo da apoyo una vez, y que no habría una segunda.

Hace un año, los médicos de un hospital público de la Ciudad de México aprobaron operar a Zoe, pero perdieron la cita porque no cuentan con recursos para pagar los boletos del camión.

(V.pág.8 del periódico Mural del 22 de mayo de 2014).

Un nuevo caso de presunta negligencia se presentó en Oaxaca. Una joven de 18 años acudió a urgencias en Juchitán, y al no ser atendida, parió en el baño.

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 28 de mayo de 2014).

El desmantelamiento del 1er. nivel de clínicas en Oaxaca ha ocasionado fallas en la atención a mujeres en labor de parto, advirtió Graciela Freyermuth, del Observatorio de Mortalidad Materna en México.

“Hay una sobresaturación de hospitales en atención de partos porque se desmanteló el 1er. nivel de atención en clínicas, lo que provocó que todos los casos sean enviados a hospitales saturados y que no brindan buena atención obstétrica”, destacó.

En un año, Oaxaca suma 10 casos de partos mal atendidos; el último ocurrió el martes en un hospital de Juchitán.

(V.pág.12 del periódico Mural del 29 de mayo de 2014).

Una mujer perdió a su bebé tras esperar 9 horas para ser atendida en Juchitán, Oax. Además se le extirpó la matriz debido a complicaciones del parto. Familiares dijeron que llegó por la mañana al hospital "Macedonio Benítez Fuentes", pero fue atendida 9 horas después.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 7 de junio de 2014).

El titular de la Comisión de Arbitraje Médico en el estado de (Camejal), Salvador Chávez Ramírez, lamentó la polarización que ha aflorado en torno al caso legal contra 16 médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social en Jalisco, señalados por homicidio culposo y contra quienes un juez de distrito giró orden de aprehensión en mayo pasado.

Chávez Ramírez señaló que ve riesgos en el derrotero de resolver a través de la vía judicial los conflictos entre profesionales de la salud y pacientes. Un recurso que estima, se está incrementando en nuestro país.

“Hay riesgos en que se incremente la cultura de la demanda contra actos médicos, como sucede en el modelo de Estados Unidos… Éste será uno de los problemas que habrá que visualizar a raíz de este caso”, indicó.

Chávez Ramírez comentó que en el vecino país es una práctica casi sistemática la presencia de servicios de abogados afuera de los hospitales, instando a la querella a los pacientes o sus familias insatisfechas. Y aún con los recursos económicos de que dispone Estados Unidos, esto supone una erogación muy costosa que podría invertirse en otras necesidades.

“El sistema Medicare, según datos de 2010, tiene el 17% de su presupuesto dedicado al pago de las pólizas de seguros de responsabilidad profesional para los servidores de la salud, y obviamente detrás de todo eso lo que pueda haber por pago de indemnizaciones… aquí (en México) yo creo que no podríamos sostener una inversión así”, respondió.

El comisionado médico dijo que este tipo de seguro supone una inversión para el propio profesionista “que va traducida en el costo de sus servicios y a encarecer la atención desde la consulta externa y la hospitalización hasta los servicios de laboratorio donde hay un margen de demandas, eso encarecería sin duda y no sé a donde nos pueda llevar como sistema de salud”.

Dijo que los profesionales de la salud están en su derecho de participar en la marcha de carácter nacional, que convoca a instituciones públicas y privadas; movimiento que surgió a raíz de que se dio a conocer la decisión del juez 3o. de Distrito de librar órdenes de aprehensión contra 16 médicos del Hospital de Pediatría del IMSS Jalisco, por el delito de homicidio culposo en agravio de un menor de 15 años de edad, caso que lleva en tribunales más de 4 años.

[Si no hay otro remedio, pues que se judicialice. De otra manera seguirá la impunidad de esta mafia por sus constantes descuidos y valemadrismo. - El webmaster.]

(V.pág.14 de periódico Milenio Jalisco del 13 de junio de 2014).

Una oaxaqueña parió en el baño de un clínica de San Pedro Pochutla. Su esposo afirma que le negaron la atención médica. Van más de 10 casos en el estado.

La Comisión de Derechos Humanos de Sonora investiga si un jornalero murió por negligencia médica. Se presume que un centro de salud le negó atención.

(V.pág.12-A del periódico El Informador del 17 de junio de 2014).

Las “marchas de batas blancas” del domingo pasado en varias ciudades del país, polarizaron a la sociedad... El origen de las manifestaciones, vale recordarlo, fue uno de los pocos casos en que parece haber prosperado una demanda judicial por posible negligencia médica. Al margen de lo que suceda en la sentencia definitiva, la resolución preliminar, que pudiera suspender a 16 médicos del Seguro Social de Guadalajara para el ejercicio de la profesión, se ha interpretado como una reedición de la pugna bíblica de David y Goliath.

Al tomar partido, en un frente se pertrecharon quienes aducen que los médicos, especialmente los que se desempeñan en instituciones públicas, tienen que enfrentarse, además de las enfermedades o padecimientos de los derechohabientes, a las carencias e insuficiencias de dichas instituciones; a la saturación de las mismas; a la falta de instrumental; al desabasto de medicamentos; a la descomunal sobrecarga de trabajo y de estrés. Eso, en la hipótesis -digamos, a beneficio de inventario, que esa fuera la regla- de que la rutina no los hubiera deshumanizado o burocratizado... Del otro lado, la experiencia cotidiana de los pacientes, victimizados por partida doble: por la enfermedad y por el colapso sistemático de las clínicas en que la capacidad de respuesta -y de respuesta dotada de la calidad y la calidez que promete la propaganda oficial- es desproporcionadamente inferior a la demanda.

El sistema se jacta de que están dadas las condiciones para que se haga efectivo el “Derecho a la Salud” de los mexicanos. La realidad es que el ISSSTE, el IMSS, el Seguro Popular y el Sector Salud, en general, están notoriamente rebasados. Con ellos se comprueba, todos los días, que, en efecto, “El que mucho abarca, poco aprieta”.

En esas condiciones, al margen de que el mexicano, en general, es reacio a someterse oportunamente a la atención médica, de que suele ser negligente para seguir el tratamiento al pie de la letra y de que tiende a tomar las veredas de la medicina alternativa y aun de la descarada charlatanería, es muy común que el sistema diste mucho de ofrecerle servicios médicos de calidad, de manera que el cacareado “Derecho a la Salud” sea algo más que hueco y mentiroso discurso propagandístico del sistema.

Jaime García Elías, periodista y conductor radiofónico
(v.pág.8-A del periódico El Informador del 24 de junio de 2014).

Hay 2 fenómenos que están acabando con la medicina y poniendo en riesgo a los médicos: la burocratización de la medicina pública y la mercantilización de la medicina privada. En la medicina pública los pacientes se han convertido, en el mejor de los casos, en un expediente. En la medicina privada los pacientes son clientes, pero en realidad se les trata como consumidores potenciales; importa más que gasten mucho a que se alivien pronto.

Ser víctima de una mala práctica médica y que eso signifique la muerte de un hijo es una de las peores tragedias imaginables. Sin embargo, cuando el resultado de la investigación del juez es que hay 16 médicos involucrados, es más que evidente que se trata de un asunto sistémico. Dicho de otra manera, cuando 16 doctores se equivocan en un mismo caso, más valdría voltear a ver lo que está pasando en el hospital y en el sistema de salud en general.

Los errores de la mayoría de los profesionistas, incluidos los que cometemos los periodistas, terminan en berrinche; los de los médicos terminan en tragedia. Por eso a los médicos se les exige más, no hay duda. También por eso el sistema de salud pública debería ser la prioridad del Estado y la salud privada vigilada al máximo para evitar los abusos que se dan a diario.

Hay algo enfermo, muy enfermo, en el sector salud, y eso no se cura metiendo médicos a la cárcel.

Diego Petersen Farah
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 24 de junio de 2014).

No se necesitan 2 dedos de frente para entender que el fenómeno de #Yosoymedico17, que en pocos días levantó a miles de integrantes del gremio, tiene poco qué ver con el probable cese de licencia a 16 médicos por negligencia y mucho qué ver con el esquema en el que laboran todos los profesionales de la salud en México.

Las razones que da el padre de un joven que falleció en el IMSS son atendibles desde el punto de vista del dolor y del derecho. Pero la identificación automática que generó el caso entre los de bata blanca revela que hay mucho que analizar tras la dolorosa muerte de su hijo.

El chico murió de tuberculosis abdominal, una enfermedad difícil de diagnosticar. Lo viví: por poco matan a alguien a quien amo por un diagnóstico equivocado hace 3 años. La tuberculosis no estaba en la lista de posibles enfermedades y el tratamiento que nos dieron durante más de un año era para otra cosa. Eso sucedió en el ámbito del Seguro Social, la práctica privada y la investigación médica universitaria y nacional en 3 entidades: Jalisco, Guanajuato y DF. Todos se equivocaron.

Digo eso porque hay que poner el énfasis fuera de las particularidades del caso médico. No se trata de la tuberculosis. Se trata del sistema de salud. Tanto el padre como los médicos están diciendo lo mismo: las condiciones de la atención médica están mal. Lo saben los doctores, que se ven a sí mismos en una situación de riesgo permanente, que saben que su trabajo y su libertad están en juego. Por eso se identificaron de inmediato: porque a pesar de su dedicación y conocimiento han visto muertes que podían haberse evitado.

Médicos nefastos los hay, pero son los menos. Lo que sí es generalizado es el sistema burocratizado y corrupto de atención hospitalaria. Este sistema impide atención oportuna, corrección de errores y continuidad en la supervisión. He visto en el ISSSTE a médicos de oncología quirúrgica morderse las uñas porque deben operar pero no tienen apoyo porque el contrato colectivo de trabajo de las enfermeras quirúrgicas sólo las obliga a estar hasta las 2 de la tarde en sábado. Y todavía recuerdo el caso del exitoso trasplantólogo de Guadalajara que cobraba por los órganos a quienes se dejaran para poder pagar enfermeras de su bolsillo y atender a más pacientes del los que el sistema le permitía.

¿Qué sigue? Poner en el banquillo de los acusados a los que sí deben pagar por esto: los directivos, los que administran el sistema de insumos, los que arreglan los contratos colectivos, los que guardan bajo llave los datos de rendición de cuentas. Hay recursos, hay equipos extraordinarios y hay pésimos administradores. Todos los padres y todos los médicos tienen razón: los criminales son los que deben pagar. Hay que ir por ellos.

Ivabelle Arroyo
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 25 de junio de 2014).

Una fiscalía especial para juzgar a médicos, o la despenalización de la acción médica, sería inconveniente porque representa darles preferencia en materia penal cuando la ley debe ser pareja para todos, opinó José Luis Tello Rodríguez.

El presidente del Colegio de Investigaciones Jurídicas consideró que no hay elementos para pedir una excepción para los médicos o para modificar el capítulo II del Título Octavo del Código Penal de Jalisco.

"Despenalizarse no, al contrario, aquél que quiera entrar al campo profesional, tiene que tener la capacidad y la experiencia de tomar un caso, o tratar a un paciente con la responsabilidad debida", comentó.

Tras la marcha de los médicos el 22 de junio, para protestar por las órdenes de aprehensión contra 16 trabajadores del Hospital de Pediatría del IMSS, algunos actores sociales propusieron la creación de una Fiscalía especializada y que los médicos sean juzgados un especialista en la materia, en lugar de un juez común.

(V.pág.2 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 26 de junio de 2014).

Números rojos en las instituciones primordiales de la salud en el país: IMSS e ISSSTE. Desde hace más de 15 años estamos escuchando que las instituciones están en números rojos. Nada se hace y nada se ha hecho. Las jubilaciones y pensiones se dan en sujetos altamente productivos para las instituciones y las oportunidades están manejadas no por promedios y méritos sino por “amigocracia” o “favoricracia”. A todos aquellos que simplemente van a trabajar ahí con la esperanza de jubilarse, dígaseles la verdad, no hay dinero para eso.

Dr.Fernando Petersen Aranguren
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 28 de junio de 2014).

En relación con la marcha de protesta de doctores, en Guadalajara y el Distrito Federal, el 22 de junio pasado, los médicos que participaron harían bien en encontrar maneras de mantener estándares de calidad altos entre los miembros de su profesión, en vez de solidarizarse o apoyar a colegas que no estén haciendo bien su trabajo. ¿Acaso los motivó el temor? Los que cumplen bien con su deber están protegidos por sus buenos resultados. Por otro lado, también hay que reconocer que no todo depende del médico aún cuando él o ella trate de atender bien a sus pacientes. La medicina es muy compleja, a veces hay variables fuera de control y el sistema de salud pública está saturado.

El papá del joven de 15 años fallecido tuvo el poder de activar el sistema de justicia estatal para juzgar a 16 médicos involucrados. El IMSS recientemente declaró apoyar “incondicionalmente” al gremio de los médicos. Esto implica parcialidad por parte de esa institución de salud pública. ¿Acaso no sería mejor que fuese un sistema imparcial para identificar, evaluar objetivamente y corregir casos cuestionables, cuando sucedan? Es mejor reconocer francamente quién está fallando, para tomar acciones correctivas, y quienes sí están sirviendo bien, para premiarlos.

Ojalá que los buenos médicos entiendan que es en su interés, y en beneficio de la sociedad, velar para que el trabajo por la salud se realice correctamente.

Diego Urzúa
(v.pág.2 "correo-e" de La gaceta de la Universidad de Guadalajara del 30 de junio de 2014).

Carlos Ramiro Ruiz Moreno, coordinador de la maestría en Derecho de la UdeG y presidente de la Red Internacional de Posgrados en Derecho, menciona que las instituciones y el profesionista que prestan el servicio médico son responsables de una buena o mala práctica, y “la sociedad no está para consentir la irresponsabilidad de sector alguno, por importante que sea”, y ejemplificó: “Tener una consulta que excede la capacidad del prestador de la misma, puede generar cansancio, desatención, desapego y lo que sería más doloroso, una práctica que yo calificaría como burocrática y poco comprometida, que de la mano de las crisis económicas que han golpeado al sector salud en México, implica carencia de medicamentos, de aparatos especializados, quirófanos o de atención inmediata; esta lógica rompe el esquema de una prestación óptima”.

Atender a 40 pacientes en 5 horas de consulta, pasar visita a 10 internados, hacer reportes y recibir las quejas de los usuarios porque no hay abasto de medicamentos, es parte de la vida diaria de un médico del IMSS o de otros sistemas de salud estatales o federales, según relatan los propios profesionales.

Dinora Sandoval Castillo, residente de cardiología pediátrica en el Instituto Nacional de Cardiología en el Distrito Federal, dice que los hospitales de 2o. nivel no cuentan con la infraestructura necesaria, pero sí tienen una gran demanda de usuarios.

“Cuando trabajaba en el turno de la tarde, debido a que el personal estaba incompleto, tenía que pasar visita a 15 bebés, hacer notas, procedimientos incluso a pacientes graves y bajar a la consulta a más tardar a las 6 de la tarde para recibir a por lo menos 10 pacientes, muy molestos porque no se les atendió a tiempo. Lo que me quedaba era tratar de explicarles, pero no todos entendían”.

Wendy Aceves Velázquez
(v.pág.11 de La gaceta de la Universidad de Guadalajara del 30 de junio de 2014).

Los servicios de salud en México se han gastado una fortuna para convencer a la sociedad acerca de los beneficios de la medicina preventiva y de los diagnósticos oportunos, que pueden prevenir e incluso sanar enfermedades malignas.

Sofía Zavala les creyó, siendo como es una mujer, de 40 años, consideró importante hacerse una mamografía. Como afiliada cautiva y obligada acudió al Seguro Social, era el mes de octubre del pasado año 2013.

Las clínicas del Seguro Social suelen ser muy homogéneas, a leguas se les advierte por la acumulación de vehículos, personas y vendedores ambulantes. Los interiores son igualmente inconfundibles, y hay que hacer cola para todo y desde muy temprano. El itinerario que debe seguirse es también largo y complejo. Sofía Zavala acudió primero al médico familiar, como es debido, éste la derivó a que le hiciesen una mamografía, para lo cual obtuvo una cita para el mes de noviembre.

Los resultados no fueron convincentes pero sí sospechosos, así que la derivaron a oncología, donde le dieron cita para fines del mes de enero, como el médico titular no se encontraba por esos días, el suplente consideró mejor atenerse a una nueva mamografía, esta vez con un súper aparato que no se usa para los primeros estudios sino para los posteriores, cuando los resultados iniciales no son convincentes pero sí sospechosos; la cita para este nuevo definitivo estudio se la dieron para el mes de marzo.

De haber tenido recursos se habría hecho todos los estudios en un hospital privado, con trato amable, sin hacer colas, sin citas otorgadas a 1, 2 o 3 meses, en instalaciones dignas, con los mejores aparatos desde la 1a. vez, y en una semana cuando más.

Pero Sofía Zavala era derechohabiente por necesidad y, además, tenía derecho a la asistencia del Seguro Social que de ninguna manera es gratuita, ya que se paga tanto por el trabajador como por el empresario.

En marzo le hicieron el estudio indicado, mismo que arrojó la necesidad de practicarle una biopsia. Para tal efecto se le dio otra cita, pero para mayo, y después otra en junio para que el médico especialista le diera el diagnóstico, tal y como sucedió, no sin una reprimenda del señor galeno acerca de la importancia de hacerse un diagnóstico oportuno.

En tales condiciones lo recomendable sería que cuanto derechohabiente exista acuda al Seguro 3 años antes de enfermarse de lo que sea, siempre y cuando tenga la capacidad de adivinar su futura enfermedad, de otra manera las penosas dilaciones de esta institución hacen que todo diagnóstico acabe siendo siempre tardío.

Probablemente ahora se necesita pagar una campaña para que el Seguro Social atienda oportunamente a sus pacientes, ya que su problema no es la cantidad de personas que acuden, sino su falta de organización, personal y eficiencia, así como la escasa formación de sus empleados a fin de que cambien de una actitud prepotente o indolente a una actitud de atención y servicio, como es la que merece todo ser humano.

Armando González Escoto
(v.pág.4-B del periódico El Informador del 6 de julio de 2014).

En entidades como Tabasco, Coahuila, Durango y el Distrito Federal, expertos y presidentes de Comisiones de Arbitraje Médico señalan que el problema es el trabajo excesivo de los médicos y la falta de infraestructura y material. Hay hospitales en donde los médicos atienden de 24 a 30 pacientes por jornada. Se trata de un síntoma general en el sistema de salud en México.

"Muchas veces se trabaja con lo que hay y no con lo que debería haber", señaló Luis del Moral Rosste, director del Hospital General de Torreón. Con esto, el Estado violenta el derecho a la salud.

Un ejemplo: en la Secretaría de Salud en Coahuila y en el Seguro Social, el personal tiene la indicación de atender a 4 personas por hora, por lo que diariamente deberán dar servicio a 24 pacientes.

(V.primera plana y pág.2-A del periódico El Informador del 7 de julio de 2014).

Aquí en Michoacán se pusieron en huelga los médicos en formación, internos y residentes, apoyados por el personal de los hospitales públicos, hospitales civiles, el hospital de la mujer en Morelia, Zamora, Uruapan y otras ciudades del estado, ya que se les ha negado recibir alimentación, debido a que el Gobierno del Estado tiene más de 3 años que no paga a sus proveedores de todo tipo, y se desentiende del problema y quiere adjudicarlo a la mala actitud de los médicos.

Claro que nadie le va a dar más crédito al gobierno si no paga desde hace más de 3 años, ¿dónde quedaron los 30,000 millones robados por Leonel Godoy, los 25,000 millones extras que otorgó Peña Nieto, los 1,500 millones en deuda de Vallejo para pagar a proveedores? Simplemente desaparecieron, ¿y quién los castiga? Les dan una salida "digna" por cuestiones de salud. Pero si tú 10 pesos le debes al SAT o al agua potable, hasta te embarga o cárcel; recuerden a la señora que pagó con un billete de 50 pesos que resultófalso.

Seguimos sin equipamiento, sin insumos, con salarios muy bajos, pero eso sí, los medios igualmente hacen escarnio del médico cuando alguien se queja de negligencia, vaya cinismo.

Gerardo Nieves
(v.pág.4 "Cartas a Mural" del periódico Mural del 17 de julio de 2014).

Los periodistas podríamos comenzar por averiguar sobre qué fue lo que hicieron en un hospital público de San Cristóbal de las Casas para causar la muerte de Susana, una mujer tzotzil de 26 años que llegó al nosocomio el 4 de octubre del año pasado para atenderse un embarazo de 39 semanas.

El Grupo de Información en Reproducción Elegida, A. C. ha denunciado que la muerte de Susana está rodeada de oscuras circunstancias, de un mundo de carencias hospitalarias para la atención de los indígenas, y del silencio del gobernador Manuel Velasco.

Salvador Camarena
(v.pág.13-A del periódico El Informador del 25 de agosto de 2014).

"¿Qué, tienes 12 años o por qué gritas?", regañó un doctor a "Victoria" cuando la revisaba, aun cuando llevaba en su vientre a su bebé de 6 meses, sin vida.

Un infierno sufrió la joven de 23 años en el Hospital Materno Infantil Esperanza López Mateos, de donde no salió corriendo nada más porque no pudo.

La noche del sábado pasado, la mujer recibió la trágica noticia de que había perdido a su nonato, por lo cual su madre y su pareja la llevaron de emergencia a la clínica de la Colonia Moderna, pues se necesitaba inducirle el parto.

El personal del nosocomio la pasó rápido a una sala blanca, que compartiría con 10 mujeres y se convertiría en su prisión.

Su 1a. noche recibió un trato adecuado, pero la pesadilla inició con el cambio de guardia en el nosocomio, la tarde del lunes, recordó "Victoria".

Primero, el anestesiólogo ni le dirigió la palabra; luego, un médico le hizo un chequeo, y aunque la estaba lastimando, le pedía que se callara por respeto a sus compañeras de habitación.

Las enfermeras le hacían caras y hasta realizaban comentarios frente a ella como "pobre mujer, va a quedar traumada".

Finalmente, "Victoria" les anunció que estaba por parir y ningún médico la auxilió.

Nadie le decía qué hacer y terminó el proceso por su cuenta, en la misma camilla que la instalaron en un principio, frente a una decena de pasantes de Medicina y las demás pacientes, pues ni las cortinas le cerraron.

"Es increíble que los doctores que atendían a muchachas de 16 años, las juzgaban y les decían cosas como 'tú qué haces aquí' o 'eso pasa cuando quedas embarazada', las trataban como ignorantes. Sí creo que necesitan replantearse su vocación".

(V.pág.5 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 4 de septiembre de 2014).

Una joven de nombre Alejandra Munguía publicó a través de su cuenta de Facebook el trato que recibió al querer ingresar a su madre, quien había sufrido una fuerte caída, al área de emergencias de la clínica número 35 del IMSS ubicada en Tamazula de Gordiano, Jalisco. La atención le fue negada por parte del recepcionista, quien pedía la credencial de elector del padre la chica, pues éste era el afiliado.

La joven le explicaba que su padre no estaba en ese momento porque se encontraba trabajando en Ciudad Guzmán, sin embargo se mostraba en la disposición de proporcionarle todos los datos que requerían para su registro y su pronta atención, siendo esto inútil para el recepcionista quien mantuvo su negativa.

Ante la desesperación, Alejandra tomó su celular y grabó la respuesta y la actitud del hombre. En el video se muestra que no deja de ver la pantalla de la computadora y sólo responde a las interrogantes de la joven con un ''ya te di una respuesta''.

Más tarde, Alejandra publicó: ''Amigos y familia, gracias por sus oraciones, desgraciadamente mi mamá tiene una fractura en su coxis, sigan orando por favor para que seda un poco el dolor intenso que tiene''.

Hasta el momento se desconoce cómo fue la atención médica de la paciente, sin embargo, entre los comentarios que se han acumulado en el video se ha reprochado la actitud de aquel hombre y la falta de atención médica ante una emergencia.

(V.periódico El Informador en línea del 28 de septiembre de 2014).

El Hospital General de Zona No.1 del IMSS, "Carlos McGregor Sánchez Navarro", se encuentra en total decadencia, aseguró personal médico.

Elevadores descompuestos, equipo médico en mal estado, fugas de agua y falta de personal de enfermería, intendencia y camilleros, explicaron, son algunos de los problemas cotidianos en el también llamado hospital Gabriel Mancera, ubicado en la Delegación Benito Juárez.

En medio de estas condiciones, advirtieron, se han agravado los índices de infecciones nosocomiales.

"La condición del hospital ha empeorado cada año por la escasez del personal. Está muy sucio", aseguró un camillero.

Para una enfermera con 12 años en la institución que pidió reservar su nombre, el verdadero problema son las infecciones.

"Está muriendo mucho paciente que entra bien y no sale. Lo vivimos de cerca.

"De lo que tenemos más casos es de neumonías mal tratadas. Hay unas bacterias llamadas pseudomona, que producen infecciones letales", contó.

Ejemplificó que los autoclaves, máquinas necesarias para esterilizar el instrumental, llevan un año sin servir.

"Nuestro instrumental no está totalmente estéril. Hay muchas infecciones en el hospital, porque hay un mal manejo de recursos humanos y de los propios procedimientos", indicó.

Al descontento de los trabajadores se suma la inconformidad contra la gestión de la administradora Karla Elvia Ruiz Rivera, a quien tachan de prepotente y de responder con sarcasmo a las 3 manifestaciones que han realizado en el Eje de Avenida Xola.

"Lo único que queremos es que no continúe en su cargo. Sabemos que muchas de las deficiencias y de las necesidades que no son cubiertas son responsabilidad de ella", comentó Jorge Montes de Oca, delegado sindical.

El viernes pasado, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios colocó sellos de "suspensión de trabajos y servicios" en el área administrativa del nosocomio tras detectar anomalías en saneamiento.

Ayer se observó que el apercibimiento fue ocultado con un anuncio del IMSS.

Hace 3 meses, a Blanca Castro Mendieta la operaron de apendicitis. Pero luego de la cirugía tuvo un infección que la mantiene en el hospital.

"Blanca vino a tiempo, pero la retrasaron en la operación", explicó su hermano Roberto.

(V.pág.5 del periódico Mural del 1o.de octubre de 2014).

En las noticias del miércoles aparecen todas las irregularidades de uno de los principales hospitales del IMSS, el HG de la Zona 1 en el DF... Y según dicen, va de mal en peor. Hace poco, MURAL nos presentó una situación igual o peor en la Clínica 14 en Guadalajara.

¡Qué distinta imagen nos presentan los anuncios en TV! Todo limpio, personal sonriente, atención esmerada... ¿Y así espera el gobierno que los informales se conviertan en cumplidos contribuyentes, diciéndoles que tendrán derecho a la atención médica que les brinda el Seguro?, por supuesto, pagando sus cuotas.

Hilario Duarte Vázquez
(v.pág.4 "Cartas a Mural" del 2 de octubre de 2014).

Para cuando llegue la fecha de la 1a. consulta de control prenatal con el endocrinólogo, el bebé de Lucía ya tendrá 3 meses de nacido porque está saturado el servicio de citas. Claudia padece de un salpullido en la cara y la recibirá el dermatólogo hasta dentro de un año. Felícitas llegó a las 10:00 horas y le respondieron que tal vez la atenderían a las 6:00 de la tarde.

El bebé de Lucía nacerá en noviembre, pero su primera cita de control prenatal con un endocrinólogo -al que lo remitió su médico familiar- quedó programada hasta febrero.

Ella está asegurada desde hace 3 años y no fue hasta el 2014 que comenzó a usarlo, pues necesita que el Instituto Mexicano del Seguro Social conozca su caso para poder hacer uso del derecho a la incapacidad cuando nazca su niño.

El problema es que le diagnosticaron un embarazo de alto riesgo y su médico familiar primero la mandó con la ginecobstetra. Allí comenzó la odisea, que ha incluido cinco horas para que le hagan un examen de sangre y un ecosonograma, y malos tratos por parte de la especialista y algún técnico -si bien, señala que el resto del personal ha sido muy amable con ella-.

En otras ocasiones, por ejemplo, aunque se supone que el angiólogo -especialista en los vasos del sistema circulatorio y del sistema linfático- debe comenzar sus consultas a las 2:00 de la tarde, la necesidad de que primero revise a sus pacientes hospitalizados ha generado que inicie con 2 horas de retraso.

Además, su médico familiar le diagnosticó hipertiroidismo -la secreción excesiva de hormonas tiroideas-, por lo que la derivó al especialista para estos casos: el endocrinólogo.

Fue con este médico que le dieron la cita prenatal con 3 meses de desfase, bajo el argumento de que no había citas antes. Volvió con su doctora familiar, quien la mandó con su jefa de consulta para que le diera una de emergencia.

Pero ya no encontró a esta servidora pública, aunque faltaba media hora para que terminara su turno. La otra jefa de consulta no la pudo ayudar porque no le tocaba el consultorio de Lucía.

Por lo pronto, la derechohabiente hizo lo propio: consiguió una cita con un endocrinólogo particular.

Para ser la 1a. que vea el médico, que comienza a atender a las 2:00 de la tarde, Rocío llegó a las 9:30 de la mañana a una Unidad Médica de Zapopan. La 2a., la señora Felícitas, se le sumó media hora más tarde.

Falta una hora para que llegue su médico y hay 7 personas "improvisadas" que no programaron una cita. La joven veinteañera con un embarazo muy avanzado platica con la señora de unos 50 años. Ellas y los 2 señores de la 3a. edad que hablan casi con orgullo de sus dolores de rodilla son los que ocupan los 4 asientos de plástico que hay frente a consultorio.

El resto tiene menos suerte y se sienta en una banca de azulejo. Las sillas se cotizan tan alto, que cuando uno de los hombres sentados se levanta a buscar una mejor recepción para la llamada que recibe en su celular, inmediatamente pierde su lugar.

Cerca, unas 30 personas hacen fila en la farmacia, mientras que una enfermera se aburre en un puesto de vacunación improvisado.

A la 1:30, la asistente improvisada, ya que la titular del consultorio no fue a trabajar, pasa a todos a la báscula, y se va. El tedio comienza a hacer mella en los pacientes: los que antes platicaban ahora callan, y quienes no tenían pareja dormitan. 'Si no vienen los citados, nos pasan rápido', dice la señora Felícitas. Pero su sonrisa desaparece cuando 2 personas se acercan al escritorio. Y es que le sistema crea una lucha de clases: los citados contra los espontáneos.

Cuando la asistente regresa, trae impresa una hoja con los 21 nombres de personas citadas y otros 7 de espontáneos. A Rocío, la 1a., la pasarán antes que los citados; Felícitas logró ser la 2a.

A las 15:20 horas, nombran a un paciente citado que no está, por ello la señora Felícitas pasa. Casi 5 horas de espera. Para ella, no fue un mal día.

Son historias comunes en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Excepto en el área de urgencias, la mayoría de pacientes padece la tardanza en la atención por días o meses.

Lo anterior tiene culpable: entre 2005 y 2013, el número de asegurados creció 52%, mientras la población derechohabiente potencial (asegurados y su familia) aumentó 39%. Sin embargo, el comportamiento de las plazas de trabajadores apenas creció en una cuarta parte durante ese lapso.

Actualmente algunos médicos familiares atienden a casi 5,000 pacientes cada año, cuando deberían ser 2,500. De ese tamaño es la saturación de pacientes y la falta de personal, en una población en la que el ritmo del envejecimiento se acelera, por lo que requiere más servicios.

Y viene más presión para el instituto: el Programa Crezcamos Juntos, que pretende captar a quienes participan en la economía informal, podría sumar de forma paulatina a 50,000 cotizantes que, con sus familiares, añadiría otras 200,000 personas.

En el tema de medicinas, 5 de cada 100 recetas no se surten [las de medicamentos más costosos, especializados y modernos - el webmaster], por desabasto.

En todo el sector salud -no sólo en el Instituto Mexicano del Seguro Social- la capacidad ha sido rebasada, por lo que es complicado para los pacientes acceder a una cirugía, una cita de especialidad o un estudio de gabinete, entre otros servicios, señala Martín Dávalos Gómez, presidente de la Asociación de Médicos de Jalisco.

Esto porque mientras la población en México ha crecido y envejecido, los recursos que se le brindan a la atención de salud no siguen el mismo ritmo.

(V.primera plana y págs.2-A y 3-A del periódico El Informador del 13 de octubre de 2014).

Después de recibir la denuncia sobre una mujer que dio a luz en una calle tras negarle atención médica en el Hospital Regional de Occidente, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco levantó una investigación para determinar responsabilidades. Según la denuncia, la mujer acudió el sábado por molestias del parto, sin embargo, le recomendaron regresar a casa y dio a luz en plena calle.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 15 de octubre de 2014).

El Hospital General de Occidente, de la Secretaría de Salud Jalisco, rechaza tener responsabilidad en el parto de Beatriz Angélica Velasco en la vía pública.

Luego de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco informara ayer el inicio de un acta de investigación, el jefe de la División de Ginecología y Obstetricia, Roberto Bañuelos, precisó que la mujer ingresó a urgencias a las 7:36 horas, y ahí se determinó que estaba en etapa latente del parto, pero con dilatación insuficiente.

Dijo que se dejó cita abierta, se le indicó caminar por el edificio y regresar una hora después a revisión, pero decidió retirarse sin dar aviso a los médicos.

Velasco tiene 28 años y este era su 5o. embarazo.

(V.pág.3 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 16 de octubre de 2014).

Para evitar una posible orden de aprehensión, un Amparo fue tramitado a nombre del director de la Unidad Médica de Alta Especialidad de Pediatría del Centro Médico de Occidente, José de Jesús Arriaga Dávila.

Arriaga Dávila fue señalado junto con 15 especialistas por supuesta negligencia en la atención de un menor de edad, quien falleció.

La denuncia fue realizada por Sergio Valente Gallardo Ramos, padre del afectado, quien acusó que el personal del nosocomio del IMSS diagnosticó de forma errónea a su hijo.

El menor, de nombre Roberto, murió en enero de 2010, tras 7 cirugías abdominales.

(V.pág.5 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 16 de octubre de 2014).

Óscar David Hernández, presidente de la Comisión Nacional de Salud y Protección contra Riesgos Sanitarios de la Coparmex, dijo: "No tenemos un sistema de salud eficiente. Una persona asegurada en el IMSS que tiene un padecimiento acude a la unidad médica que le corresponde a solicitar cita, lo que le va a llevar todo el día y, en caso de requerir pasar con el especialista por tener diabetes, hipertensión o cáncer, se tardan 3 o 4 meses, lo que propicia mayor deterioro. Sumado a ello, no hay abasto adecuado de medicamentos".

Explicó que también debe haber garantía de abasto de medicamentos para los empleados, porque "es lamentable que el problema de los trabajadores afiliados al IMSS no solo sea la tardanza en la atención, sino también que no haya tratamientos disponibles".

Según el integrante de la Coparmex, un trabajador enfermo, además de afectar a la economía, también causa problemas a su familia, la cual termina pagando aunque tenga seguridad social.

"En los consultorios localizados a un costado de las farmacias otorgan 253,000 citas diarias, y en todo el IMSS alrededor de 293,000; eso evidencia que la atención primaria no es la adecuada", opinó.

(V.pág.32 del periódico Milenio Jalisco del 31 de octubre de 2014).

Luego de dar varias vueltas, Margarita logró cumplir los requisitos que le solicitaron en el Instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva para realizarle la operación de blefaroplastia superior, que le permitiría volver a ver sin tener que hacer la cabeza hacia atrás o sin "abrirse los ojos" con la ayuda de sus dedos. Sin embargo, el día que estaba programada su operación, en lugar de ser intervenida, ella murió en el área de hospitalización.

En el área de quirófanos el médico anestesista detectó que tenía la presión arterial alta y le dio un medicamento para controlarla. Esperaron, pero como aún continuaba siendo alta, el médico decidió diferir la cirugía. Margarita regresó al área de hospitalización al servicio de medicina interna.

Ya en la cama, comentó a sus familiares que algo que le habían puesto al suero la había hecho sentirse muy mal. Desde ese momento Margarita empezó a descontrolarse.

Vomitó en varias ocasiones, mencionaba que se estaba muriendo, por lo que su acompañante le(s) avisó a las enfermeras, quienes le tomaron la presión, que seguía alta. Los médicos no acudían a verla.

Pasaron horas hasta que acudió una doctora, quien la revisó y le dijo que ya le habían dado una pastilla para controlarle la presión, y luego, le dieron otra pastilla y le pusieron un tranquilizante para que pudiera dormir. Ella ya no despertó, y sus párpados se cerraron de manera permanente.

Margarita no fue trasladada a un área de terapia intensiva, como la gravedad de su caso exigía.

Los familiares de Margarita presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, cuyo personal demostró que 2 médicos especialistas, uno en cirugía plástica y el otro en medicina interna, así como 2 residentes de la subespecialidad de cirugía plástica y reconstructiva, incurrieron en violación al derecho a la protección de la salud, por imprudencia y negligencia, ya que no se indicó un tratamiento farmacológico estricto para los factores de riesgo que tenía.

Elizabeth Rivera
(v.pág.8 de la publicación DHumanos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco de noviembre de 2014).

3 paramédicos y 2 civiles resultaron intoxicados en la Unidad de Servicios Médicos Municipales Leonardo Oliva; según se presume, tomaron café, aparentemente, con agua contaminada.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 13 de noviembre de 2014).

En Puerto Vallarta, Jal., 70 médicos hematólogos mexicanos [acordaron] denunciar el robo de medicinas caras en los hospitales del sector salud.

José Rodríguez Carrillo
(v.pág.17 "Los correos del público" del periódico Milenio Jalisco del 5 de diciembre de 2014).

Una persona presentó queja en contra del personal del Hospital General de Occidente por haber recibido un tratamiento de plasma cuando éste había sido indicado para la paciente de al lado. De lo investigado por la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco en la Recomendación 12/12 se demostró que la guardia de ese fin de semana se encontraba a cargo de una residente de medicina interna y el médico interno que se equivocó al escribir la orden del suministro.

(V.pág.4 de la publicación DHumanos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco de enero de 2015).

Lo trasladaron a la Clínica 46 del IMSS a donde llegó con una falla hepática y renal. En Urgencias le diagnostican loxoscelismo. "Es como se llama: la araña es la Loxosceles o 'violinista'".

El problema es que en el Seguro Social no contaban con el antídoto porque es difícil de conseguir. Por suerte 2 días antes de su llegada habían internado a una paciente con el mismo problema que consiguió el antiveneno. Le sobró un poco y se lo aplicaron a Héctor mientras conseguía más por su cuenta.

A los 8 días de estar internado los médicos le querían amputar las 2 piernas, pues el antídoto es caro -4,000 pesos cada frasco-, pero compañeros toxicólogos le recomendaron que conservara sus extremidades y consiguió los recursos para costear los 20 frascos de antiveneno que necesitó: "Gracias a Dios tuvimos los recursos para salir adelante, me tuve que deshacer de mi vehículo, el de mi esposa y, meses después, de nuestro patrimonio: nuestra casa".

Los 80,000 pesos que gastó en los 20 frascos son una mínima fracción de lo que ha tenido que desembolsar para pagar su tratamiento, ya que por ser eventual, el Ayuntamiento de Zapopan no se hizo responsable del accidente ocurrido mientras laboraba: "Puedo demostrar con documentos y facturas (que ha gastado miles de pesos en su padecimiento)". Compañeros de Guadalajara y Zapopan también lo han ayudado con material de curación, como los parches coloides: cada uno cuesta 513 pesos más IVA. Requería de 5 cada 3 días. Hoy, Héctor intenta por medios legales que las autoridades zapopanas reconozcan su seguridad social.

(V.pág.2-A del periódico El Informador del 21 de febrero de 2015).

De los 583 centros de salud en Jalisco por lo menos 251 carecen de un médico general titulado, por lo que los pacientes son atendidos por un pasante de medicina y una enfermera.

Los casos más graves están en comunidades rurales de Huejuquilla, Mezquitic, Pihuamo, Quitupan, Cihuatlán, Cuautla, El Limón, Villa Purificación, Unión de Tula, Talpa y Tamazula, que ni siquiera cuentan con pasante y se las arreglan con una enfermera.

El núcleo básico de estas unidades estipula que deben estar conformadas, por lo menos, con un médico, enfermera y pasante, asegura la Secretaría de Salud.

El problema es que la Auditoría Superior de la Federación reveló recientemente que, en 2013, la Secretaría de Salud pagó 47 millones de pesos a 268 médicos que realizaron funciones administrativas.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social concluye que la infraestructura y los recursos humanos a los que tienen acceso los afiliados del Seguro Popular, por ejemplo, no se han incrementado de manera similar al aumento en la cobertura de afiliación. Esto se traduce en una disponibilidad relativa cada vez menor frente a la demanda creciente de usuarios.

Un pasante de la carrera de Medicina de la UdeG, quien prefirió omitir su nombre, refirió que la beca es corta, además de la falta de medicamentos, falta de insumos y aparatos para tratar urgencias en zonas alejadas.

Refiere que cuando llegó a su centro de salud, esperaba que fuera un apoyo para el médico, pero al llegar le precisaron que no había galeno asignado y él tenía que hacerse cargo del lugar, junto con la enfermera y un promotor de salud.

El rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Jaime Andrade Villanueva, indica que un becario no tiene por qué hacerse cargo de un centro de salud, pues eso les corresponde a los médicos titulados.

"Son personas que tienen una beca baja y esto ha sido tratado por todas las universidades. Imagínate quedarte a dormir de manera permanente a atender en cualquier horario, tener que pagarte alimentos, tu limpieza, y recibir una beca de 3,000 pesos... más aparte las distancias, que veces son más de 5 horas, y se tiene que pagar un transporte".

(V.primera plana y pág.3-A del periódico El Informador del 11 de marzo de 2015).

La 2a. sala de la Suprema Corte atrajo el caso de un menor de edad que fue infectado con el virus VIH/sida durante su estancia en el Centro Médico La Raza, debido a una negligencia médica.

El incidente derivó en un litigio porque el Instituto Mexicano del Seguro Social se negó a pagar una indemnización millonaria que exigían los padres de la víctima.

La resolución que emita la sala sentará un precedente a escala nacional, pues la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado no prevé la manera de cuantificar la reparación del daño cuando se provoca una afectación a un menor de edad.

El niño fue contagiado en 2008, cuando tenía 13 años de edad. Su presencia en el nosocomio se debía a que padecía una anemia aplásica grave.

Sin embargo, él no fue el único menor que resultó infectado por VIH/sida en el mismo hospital. Un niño de 9 años de edad que era atendido por leucemia corrió con la misma suerte. Empero, su caso no ha llegado a la Corte.

El amparo tuvo su origen en un juicio contencioso administrativo, promovido por el padre del menor, quien impugnó el oficio en el que el IMSS pretendía indemnizar a su hijo con 1'336,024 pesos para compensarle el daño moral y material ocasionado durante una transfusión sanguínea.

En su demanda, el papá argumentó que el IMSS "únicamente intenta evadir su responsabilidad, a través de una indemnización que es por lo menos ofensiva, atendiendo a la magnitud del daño causado".

Agregó: "El daño infligido a mi menor hijo debe ser revalorado de conformidad con la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, se pide ponderar igualmente la conferencia de prensa y el punto de acuerdo que en su momento emitió el poder legislativo de nuestro país, a través de la Cámara de Senadores, misma que valuó como monto para resarcir el daño causado a mi menor hijo en 50 millones de pesos".

El padre manifestó que el propio IMSS dijo desconocer a cuánto ascienden al año los gastos de atención a una persona infectada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana y desatendió el hecho de que dicha infección desembocó en el desarrollo de la enfermedad en su etapa final.

En el amparo directo 536/2014, el demandante destacó que el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias sí le proporcionó la información sobre el costo promedio anual de atención médica a una persona infectada con VIH que ascendía a 266,766 pesos para 2008, año en que su hijo fue infectado.

(V.pág.22 del periódico Milenio Jalisco del 27 de marzo de 2015).

Miguel Ángel Ortiz Arellano será operado de su pierna tras peregrinar por los hospitales Civil y Zoquipan para terminar en la Cruz Verde "Francisco Ruiz Sánchez" de Guadalajara. Se trasladó en su silla de ruedas porque el yeso de su pierna no le permite caminar, pero la travesía no terminará allí: después de la operación deberá regresar al Civil por los medicamentos necesarios para su curación.

Además de la falta de farmacias, critica que la organización y el personal dejan mucho qué desear en la unidad municipal: "Hubo días en que llegamos temprano y los empleados nos mandaban de un área a otra. También faltan más médicos".

En 2014, la Secretaría de Servicios Médicos (Cruz Verde) incrementó su plantilla laboral con 74 empleados y cerró el año con un total de 1,046; sin embargo, los recientes puestos se han concentrado en administrativos, no en más médicos. El titular de la dependencia, Víctor Castañeda Salazar, argumenta: "Contratamos más personal administrativo para conseguir más recursos del Seguro Popular".

Mientras el ayuntamiento otorga un subsidio anual de 30 millones de pesos en promedio para el organismo, las gestiones a nivel federal incrementaron el presupuesto en 59 y 382.7 millones de pesos en 2013 y 2014, respectivamente. Por eso, en parte, la estrategia de contratar más personal gracias a los recursos provenientes del Seguro Popular. También por los apoyos federales presume más equipamiento, medicamentos y material de curación, principalmente en las 5 cruces verdes, pero el problema se focaliza en las 42 casas de salud administradas por la secretaría, las cuales carecen en diferentes grados por la falta de insumos, recetarios, medicinas e instrumentos básicos. Varios galenos denuncian que ellos mismos deben limpiar las instalaciones porque no hay intendentes; algunos ni siquiera tienen agua y hasta han sufrido agresiones de "pacientes" ante la falta de personal de seguridad.

Representantes de los trabajadores confirman las malas condiciones en que opera la dependencia y denuncian irregularidades en la asignación de bases y plazas. Minerva Gutiérrez Vázquez, secretaria de la Coalición de Trabajadores Suplentes, señala: "A los paramédicos no les dan uniformes, en las casas de salud los anaqueles están vacíos y no hay seguridad".

Fernando Jaime Gaytán, titular del Sindicato de Servidores Públicos del Ayuntamiento, también observa descuido en las casas. Y sobre las irregularidades en las basificaciones confirma que se da prioridad a familiares de sindicalizados, siempre y cuando cubran el perfil.

Los Servicios Médicos informan que, al mes, se dan 17,000 consultas en total. Por ello la importancia para los tapatíos de escasos recursos de contar con mejores instalaciones y más médicos.

Castañeda Salazar indica que en la plantilla hay alrededor de 600 puestos entre médicos, enfermeras y paramédicos (de 1,046 en total), y el resto son administrativos.

Un médico de una casa de salud en Huentitán el Bajo, que prefirió ocultar su nombre para evitar represalias, dice que compra medicinas por su cuenta para regalar a sus pacientes, pero apenas cuenta con antibióticos.

El desabasto de medicamentos en las unidades médicas también ha sido identificado por los empleados adheridos al Sindicato de Guadalajara, dirigido por Rosario Prado Macías, principalmente en las casas de salud: "Fueron instauradas por algo político, recibieron atención momentánea para mostrar cercanía, pero están en pésimas circunstancias".

En 3 casas de salud, una unidad de atención primaria y 3 unidades médicas visitadas por este medio se observan obras inconclusas, cuartos vacíos y sin equipo, obras a medias y consultorios sin operar.

Por ejemplo, del recurso obtenido del Fondo para Infraestructura, la mitad (10 millones de pesos) se dirigieron a construir 10 farmacias del Seguro Popular y para equipar 15 consultorios dentales, pero representantes de los trabajadores y un recorrido en algunas instalaciones muestran que todavía no están abiertas.

En la Unidad Médica "Francisco Ruiz Sánchez" hay 2 cuartos construidos para la farmacia y el consultorio dental, aunque no están equipados. En la casa de salud de Lomas del Paraíso se presume la farmacia, pero la instalación está cerrada y seguirá así hasta el 31 de marzo, indica un cartel pegado en la puerta; según los vecinos, se debe a que el médico titular está de vacaciones.

La Unidad de Atención Primaria "Gómez Farías" apenas tiene espacio para la recepción, zona de espera, baño y consultorio. Esta unidad de atención primaria se inundó, igual que la casa de salud ubicada en Volcán San Francisco en Huentitán el Bajo, pero esta última no tiene servicio de agua y el drenaje se tapa. Para tener líquido se debe acarrear desde la llave de un parque cercano. Ninguna tiene los insumos suficientes.

Otro ejemplo del descuido u abandono es la unidad médica "Francisco Ruiz Sánchez", la cual tiene lámparas fundidas y techos húmedos.

Una doctora de la unidad médica "Mario Rivas Souza" describe que en las noches, fines de semana y días festivos, los servicios se limitan más. Acepta y recomienda: "Si tiene un infarto agarre un taxi y váyase al Hospital Civil porque si se queda aquí... aquí se va a quedar", advierte en referencia a que podría morir.

La dirigente del Sindicato de Guadalajara, Rosario Prado Macías, señala que la Secretaría de Servicios Médicos se ha preocupado más por situaciones políticas, que por el mejoramiento del servicio: "Los médicos hacen lo que pueden. Muchas de mis enfermeras llevan su propio material".

El sindicato mayoritario de Servidores Públicos del Ayuntamiento ha sido testigo del descuido. Su dirigente, Fernando Jaime Gaytán, notifica que han dicho al secretario de Servicios Médicos la falta de insumos esenciales para tener un buen servicio: "Las ambulancias no están en el mejor estado y hacen falta mejoras en ese punto".

El titular de la Secretaría de Servicios Médicos, Víctor Castañeda Salazar, reconoce que en las zonas marginadas, a la orilla de la ciudad, se tienen los casos más graves de delincuencia y vandalismo: "Las pintamos y a los 2 días están igual".

Un paramédico de la Cruz Verde Guadalajara requirió servicios médicos después de chocar en la ambulancia en que viajaba, pero todo el gasto corrió por su cuenta porque no tenía seguro médico. Como él, decenas de trabajadores operativos de la Secretaría de Servicios Médicos Municipales no cuentan con prestaciones de ley, aunque el alcalde Ramiro Hernández las prometió desde el 1 de marzo.

La secretaría de la Coalición de Trabajadores Suplentes de Cruz Verde, Minerva Gutiérrez Vázquez, ha buscado que se les otorgue una plaza y prestaciones de ley.

Actualmente, 247 trabajadores integran este grupo de suplentes y han buscado una base como establece la Ley de Servidores Públicos: "Lo que no dicen es que las dan para su gente".

Asegura que las versiones de los directivos difieren con lo que sucede adentro de las unidades médicas y casas de salud. Esto se refleja en el otorgamiento de plazas: "Cómo es posible que tengamos a un ingeniero como administrador general. Por qué a nosotros sí nos exigen un perfil, cuando a los altos mandos no se los exigen. Las personas que entraron con base no cumplen con el perfil de médicos y responden por las vidas de pacientes".

Describe que recientemente contrataron a enfermeras que tuvieron que ingresar a cursos de capacitación porque no podían ejercer sus actividades eficientemente.

Un médico de la Cruz Verde, quien prefirió no decir su nombre por temor a represalias, platica que tiene 4 años trabajando como suplente y no ha obtenido su plaza; al contrario de otros "recomendados" que tienen su base con un mes de haber entrado.

Según el titular de la secretaría, Víctor Castañeda Salazar, el criterio para otorgar una plaza es el desempeño y antigüedad de los trabajadores, aunque reconoce que los sindicatos en conjunto con el área de Recursos Humanos del Ayuntamiento "se arreglan" para decidir a quién otorgarle el puesto.

(V.págs.2-A y 3-A del periódico El Informador del 28 de marzo de 2015).

5 de cada 10 tapatíos han consultado a un médico de farmacia y, con base en su experiencia, la mitad volvería, revela la Encuesta de Percepción Ciudadana 2014 del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos.

"La atención de los derechohabientes deja mucho que desear, el gobierno no tiene la capacidad ni los recursos humanos para atender a todos los pacientes", subraya Francisco Arroyo Paz, director médico de la clínica Sport Med. "La gente prefiere invertir una pequeña cantidad de dinero para ser atendidos rápidamente (en las farmacias)".

Alma, una doctora que consulta en una de las farmacias en el centro tapatío, responde: "Las carencias que tiene el gobierno llevan a la gente a venir con nosotros... los pacientes no se sienten tratados como seres humanos".

El auge de estos negocios se atribuye, en parte, a las deficiencias del sistema de salud público (IMSS, Secretaría de Salud o Cruz Verde) y su incapacidad de atender a toda la población: de los 583 centros de salud en el estado, casi la mitad carece de un médico general titulado.

En el área metropolitana de Guadalajara, en 8 de cada 10 hogares algún miembro está inscrito en el IMSS, ISSSTE, Seguro Popular o cualquier otro servicio de seguridad social, según la Encuesta de Percepción Ciudadana 2014 del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos.

La cifra de cobertura es alta; sin embargo, la calidad y atención médica es deficiente, según los entrevistados.

La calidad de los servicios públicos de salud cayó ligeramente desde la primera medición del Observatorio en 2011, al pasar de un puntaje de 4.9 a 4.8 el año pasado.

"El servicio público no es bueno y la calificación es regular... es un servicio de regular a mediocre. La satisfacción de los usuarios no es buena", refiere Augusto Chacón Benavides, presidente de Jalisco Cómo Vamos.

La encuesta destaca que sólo uno de cada 10 tapatíos considera como "muy buena" la calidad del servicio, la disponibilidad de medicinas y la cercanía de los centros de salud. Mientras que 2 de cada 10 encuestados tiene una opinión "muy favorable" de la Cruz Verde y percibe que los médicos son "muy buenos".

Estos resultados, estima Chacón Benavides, deben ser un llamado a la autoridad para que la atención mejore, que las medicinas estén disponibles y que aumente la calidad del servicio.

"La gente que recibe un descuento de su sueldo para estar en el servicio de salud debe tener a cambio lo que recibe".

Desde la 1a. medición en 2011 cayeron las calificaciones de los siguientes rubros: las instalaciones de los servicios de salud (de 5.2 a 4.9), el tiempo que tardan en atenderlo (4.4 a 3.9), disponibilidad de medicinas (de 4.6 a 4.4) y la cercanía de los centros de salud (de 5 a 4.8 puntos). Todos en una escala del 1 al 7.

"Los tiempos de espera para una cirugía (no urgente) en el Seguro Social son de 6 a 9 meses, son demasiados usuarios los que hay que atender", subraya Francisco Arroyo Paz, oficial de control de dopaje en la FIFA.

La encuesta confirma lo dicho por los expertos, pues a uno de cada 10 tapatíos le fue negada la ficha la 1a. vez que fue a consulta. Además, en Tlajomulco y Tlaquepaque se tienen los problemas más grandes de cobertura: en el 1er. municipio 43% de los ciudadanos no tiene cobertura de salud, mientras que en el 2o., 23.7% respondió no tenerla.

Eugenia López está inscrita al Seguro Popular. Tiene 43 años y el mes pasado le diagnosticaron cáncer de mama. Pese a que le cubre todo el tratamiento no está conforme con la calidad de la atención.

Para ella, el tiempo de espera y las instalaciones del centro médico en que la atienden tampoco son buenos, pero "es lo que hay, no puedo pagar por un servicio privado... ni pensarlo".

(V.primera plana y pág.2-A del periódico El Informador del 31 de marzo de 2015).

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una recomendación para que el ISSSTE indemnice a una joven de 16 años que perdió a su bebé en Tamaulipas por la "inadecuada atención médica". También solicitó que se le brinde atención médica y psicológica para dar seguimiento a su estado de salud.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 6 de abril de 2015).

El ISSSTE indemnizó a una joven de 16 años con poco menos de 1'300,000 pesos por la muerte de su bebé debido a la inadecuada atención médica en Reynosa.

(V.pág.7-A del periódico El Informador del 7 de abril de 2015).

Desde hace muchos años la bandera de la justicia social enarbolada por el gobierno, tiene relación con la creación del IMSS. Hoy día, habrá que preguntarse de qué manera esa premisa se cumple cabalmente. Un sistema de atención médica totalmente burocratizado e ineficiente que se jacta de mayor cobertura, pero que no crece en infraestructura, lo cual se evidencia en muchos aspectos. La constante falta de medicamentos, las citas a especialidad diferidas a meses de distancia, la espera prolongada de muchas horas para hospitalizarse, etc. etc.

No dudo que hay excelentes médicos, enfermeras y personal comprometido con su trabajo, pero el sistema burocratizado e ineficiente se refleja en una fría atención muy alejada de la calidad y calidez que pregonan.

No se puede hablar de justicia social mientras no se proporcione una atención médica eficiente, oportuna, con calidad y calidez para todos los mexicanos. Tal vez nuestros gobernantes no comprendan esto, ya que de seguro ellos no se atienden en el IMSS. Mientras tanto, resulta ocioso hablar de justicia social. ¿Mover a México? ¡Mover o sacudir al IMSS!

Jesús Luis Salas Guzmán
(v.pág.16 "Los correos del público" del periódico Milenio Jalisco del 10 de abril de 2015).

El Instituto Mexicano del Seguro Social afirmó que después de los análisis hechos a la vacuna contra la hepatitis B, éstas no tienen fallas, no están defectuosas y tampoco están caducas, y más bien su acción fue por contaminación externa local.

Esta vacuna fue aplicada a 52 niños, de los cuales 31 tuvieron reacciones adversas que derivaron en el fallecimiento de 2 bebés de la comunidad La Pimienta, en Simojovel, Chiapas.

José Antonio González, director general del IMSS, explicó que de acuerdo con los resultados de los cultivos realizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, las vacunas no son las responsables, pues dijo que los resultados de los exámenes hechos a los pequeños hospitalizados arrojan presencia de bacterias.

El funcionario señaló que se desconoce qué tipo de bacterias son las que provocaron la reacción de los pequeños y el fallecimiento de dos bebés, y que será hasta la próxima semana cuando se tenga un informe final.

Por su parte, Pablo Kuri, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, explicó que un frasco de vacuna al abrirse se puede contaminar durante el proceso de aplicación, ya sea porque el lugar en donde se coloca estaba sucio, o por las bolitas de algodón con alcohol que también se usan cuando se inyecta.

Por el momento sigue hospitalizados 14 pequeños.

El director general del IMSS afirmó que continúan las investigaciones e incluso comentó que hay una denuncia de oficio abierta por la Procuraduría General de la República.

(V.periódico El Informador en línea del 12 de mayo de 2015).

Alejandro tiene 37 años, no es alcohólico, pero de niño un virus lo atacó provocando que en su edad adulta presente problemas hepáticos, que lo han llevado a ser diagnosticado con várices esofágicas sangrantes, lo cual causa que cada mes ingrese de emergencia al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde. Sabe que si las venas se rompen se puede presentar un sangrado intenso que termine con su vida.

Cada vez que ingresa al nosocomio le va mal. La urgencia inicia con 8 o 10 piquetes en cada brazo para canalizarlo para suministrarle el suero. Su esposa Mónica recibe malos tratos cuando las trabajadoras sociales no autorizan los estudios que solicitan los médicos. Por ejemplo, en la última ocasión se negaron a otorgarle el servicio de tomografía hasta que el personal del Seguro Popular firmó la autorización.

Al igual que Alejandro, miles de pacientes en Jalisco no reciben la atención médica de calidad oportuna o requerida. Otro ejemplo es la Clínica 39 del Instituto Mexicano del Seguro Social, en las inmediaciones del Álamo, que se encuentra saturada: los doctores reciben a diario más de 35 pacientes por turno y para alcanzar consulta los enfermos deben de llegar hasta con 8 o 10 horas de anticipación... en ocasiones ni así logran ser consultados, ya que los "citados" tienen prioridad.

"Llegué a las 6 de la mañana para alcanzar turno por la tarde, es para un hijo que se lastimó un pie; a él lo van a traer hasta el mediodía para que no se le hinche más el pie. En este consultorio (número 5) siempre está lleno, ya sea en la mañana o en la tarde", lamenta Adela Salazar mientras se entretiene tejiendo para "matar el tiempo", como ella dice.

La saturación de la Clínica 39 se debe a que recibe pacientes de El Salto, Tlaquepaque, Tonalá y los fraccionamientos de Tlajomulco, como Chulavista y Santa Fe, entre otros.

El problema es que el IMSS no tiene los recursos para hacer más hospitales cercanos para bajar la carga a dicho nosocomio. Lo anterior se pudo comprobar en un recorrido realizado al inmueble, donde la saturación se ve hasta en la zona de la farmacia, donde los pacientes duran en promedio 1:30 horas para recibir los medicamentos; las filas para solicitar una vigencia en el 3er. piso de la clínica tardan 1:15 horas.

Otra de las clínicas del IMSS que no brinda un servicio de 1a. calidad, según pacientes, es el Hospital Ayala, ubicado en el barrio de Santa Tere, donde la principal queja es la tardanza en el servicio, el descuido, la suciedad y el abandono en el que se encuentra, mientras la autoridad afirma que "no tiene remedio".

"Las instituciones públicas de salud están rebasadas porque el crecimiento hospitalario de los centros de salud de 2o. y 3er. niveles tienen años que no se hacen, a excepción de la Clínica 180 del IMSS o el hospital del ISSSTE, pero son los únicos en los últimos 5 años. Antes están los de 15 años atrás, como la Clínica 46, el Centro Médico, la Clínica del ISSSTE Valentín Gómez Farías y otras más, realmente pasó mucho tiempo para construir infraestructura hospitalaria y creció la población, además no hubo medicina preventiva y crecieron las enfermedades y naturalmente que eso desfasó a cualquier organización y por eso están sobregiradas las agendas, no hay camas, la prolongación de citas es larga, así como la programación de cirugías. Eso pasa en todo el país", indica el galeno Martín Dávalos.

Mariana Senderos es trabajadora doméstica. Cuando realizaba sus labores en una de las casas donde presta sus servicios le cayó la protección de la ventana por el exceso de ropa en el tendedor, por lo cual su patrona la llevó a la Cruz Roja de Toluquilla, ubicada en Adolfo Horn y Periférico, donde la atendió un pasante de la carrera de medicina.

Tras unos minutos le tomaron una radiografía de la cabeza, le inyectaron paracetamol para el dolor, le dijeron que se le veía una abertura mínima y que no se fuera a dormir. Al final le cobraron 380 pesos y la mandaron a su casa.

El pasante que la atendió le dijo que si seguía con el dolor acudiera a su clínica del IMSS para que le hicieran una tomografía, pero Mariana tuvo miedo del diagnóstico del practicante porque, aunque estaba supervisado por una doctora titulada, el joven estaba más al pendiente del celular que de revisar la radiografía.

Lo preocupante para los enfermos es que cuando se llega a un centro de salud, Cruz Verde o Cruz Roja, más de 60% del personal no son médicos titulados: son pasantes que en teoría deben ser de apoyo para no dar un diagnóstico equivocado.

"El Estado tiene la obligación de tener un médico titulado con cédula profesional y una enfermera en cualquier centro de salud habilitado para prestar los servicios, no se puede responsabilizar a un pasante, quien puede incurrir en algún descuido u omisión provocando un daño al paciente. Por eso debe tener la supervisión de un médico titulado", afirma el maestro del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Mauricio de la Torre Flores.

Hasta marzo pasado, la Secretaría de Salud estimaba que tenían cubierto 55% de los centros de salud con médicos generales en el estado, por lo que el déficit es alto y la principal causa para no tener 100% en cobertura es la falta de presupuesto para cubrir las plazas.

(V.págs.2-A y 3-A del periódico El Informador del 23 de mayo de 2015).

"Te voy a decir una cosa pendeja, sí yo quiero te atiendo, si no, no te atiendo" fue la respuesta de la doctora María Magdalena Tiznado Arcineaga que le dio a Dulce Zavala, una derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuando le pidió que atendiera a su hijo de un golpe en la cabeza el pasado 5 de junio.

La doctora, quien fue bautizada en las redes sociales como #LadyDoctora, labora en el consultorio 9 de medicina familiar en la clínica 53 del IMSS de Zapopan, Jalisco, y su forma de atender a los derechohabientes quedó grabada en un video que Dulce Zavala hizo con su teléfono móvil y subió a Youtube.

Relató que luego de que se quejó con sus superiores accedió a llenar la hoja de incidencia, pero sin revisar al menor.

En el video se aprecia cuando Dulce le dice a la doctora que primero debe revisar al menor y luego llenar la hoja que le dieron en la guardería, mientras la doctora escribe a máquina lo que le dice la joven madre: que el niño tiene un golpe que le dejó enrojecida e inflamada la parte frontal de la cabeza.

La doctora, sin moverse de su silla, sigue escribiendo y le dice a la mujer que debía llevar a su hijo a urgencias y esta le refiere que justo de ahí la mandaron al consultorio para que la médico familiar hiciera la valoración.

En cuanto la jefa de Consulta de la clínica se enteró del video, ofreció a Dulce atender rápido a su hijo a cambio de eliminar lo que había grabado, pero ella se negó y lo hizo público para dejar constancia de la mala atención.

Hasta hoy la clínica no ha dado una explicación y a través de un comunicado sólo se limitó a decir que "el caso está en investigación".

(V.revista Proceso en línea del 27 de junio de 2015).

Esfuerzos no han faltado para construir un buen sistema de salud pública en nuestro país, pero los intentos ha caído presa del populismo. El IMSS y el ISSSTE fueron importantes proyectos para crear un sistema de seguridad social en el país, pero los políticos fueron siempre excesivamente generosos al comprometer beneficios y demasiado tacaños al definir cobros. No sorprende. La clase política compra votos al repartir beneficios, pero pierde popularidad al cobrarlos. Tanto el IMSS como el ISSTE nacieron con condiciones financieras que los condenaban a la descapitalización progresiva. El deterioro del servicio de ambos lo podía pronosticar cualquier actuario desde un principio.

El gobierno de Vicente Fox lanzó el Seguro Popular con el propósito de otorgar servicios de salud a la población que no estaba afiliada al IMSS o al ISSSTE. En 2014 había ya 57 millones de personas en el sistema. Pero tampoco para éste creó un aparato de financiación realista. El presidente Felipe Calderón solía declarar que México había rebasado incluso a los países desarrollados al proporcionar a los mexicanos un sistema de salud universal. Es claro que él nunca tuvo que usarlo. El sistema de salud pública no sólo no es universal sino que es enormemente deficiente.

Millones de mexicanos tienen que recurrir a curaciones tradicionales o a servicios privados de salud que pagan con enormes dificultades ante las carencias del sistema público. La solución no radica en eliminar lo que hay sino en ser realistas y financiarlo de manera adecuada. No hay nada más inmoral que un político que quiere comprar apoyos con beneficios que sabe insostenibles.

La medicina ha avanzado de manera asombrosa en las últimas décadas. Es importante hacerla accesible a toda la población. Pero introducir servicios de salud sin una financiación adecuada es, más que una política populista, una estrategia perversa.

Sergio Sarmiento
(v.periódico El Siglo de Torreón en línea del 29 de junio de 2015).

Ixchel Cisneros fue atropellada el 18 de junio. Ixchel es una joven periodista que actualmente colabora en el Cencos. La tarde de ese día, en la colonia del Valle, Ixchel fue embestida por un Chevy.

"No, no iba viendo mi celular, no me pasé el alto, y sí me fijé al cruzar. Aun así, sin más ni más, de un segundo a otro, desperté tirada sobre Gabriel Mancera", ha escrito Ixchel en un texto en el que relata la traumática experiencia. "Me preguntaban si estaba bien, me pedían que no me moviera y decían que pronto llegaría la ayuda".

Esa "ayuda", en efecto, llegó, pero era todo menos caritativa.

En su relato detalla la doble pesadilla que tuvo que vivir.

Una de esas pesadillas consistió en que, de madrugada y lesionada, tuvo que padecer el aborrecible laberinto que es levantar una denuncia ante el Ministerio Público.

La víctima de un acto negligente o criminal es obligada a ir de una oficina a otra para relatar, varias veces, las circunstancias del percance que puso en peligro su vida. Antes que atenderla, el sistema la machaca de nuevo.

La 2a. pesadilla merece otra denuncia. Ixchel dice que en el hospital le preguntaban "incisivamente cómo iba a ser la forma de pago".

Le pedí ayer que me diera más detalles al respecto. Lo sucedido es patético. Fue tratada, desde el 1er. momento, como fuente de ingresos, como negocio, tanto por los de la ambulancia como por los del hospital.

"Los de la ambulancia me preguntaron si tenía seguro. Dije que no. Luego, luego ellos propusieron llevarme al Médica Londres. Porque no era 'tan caro', dijeron. Y los de la ambulancia jode y jode a mi suegra para que les pagara el traslado. Y a mí, mientras me inmovilizaban me preguntaban mi forma de pago. Mi marido tuvo que ir al cajero para sacar 1,200 en efectivo para los de la ambulancia, porque no traíamos".

"En el hospital, cuando les dije que pagaría con tarjeta, me la pidieron, se cobraron 3,000 pesos y me llevaron mi voucher para que lo firmara en la camilla".

Los estudios que le hicieron a Ixchel son tan chafas que cuando fue con un médico particular tuvo que hacerse nuevas placas, pues las que le cobraron no sirven.

¿Y el sistema público de salud de la ciudad [México D.F.] "gobernada por la izquierda"? Bien gracias. También en este aspecto los ciudadanos han sido entregados a voraces entidades privadas.

Así que ya lo saben. Aunque paguen puntualmente sus impuestos, más les vale traer tarjeta (con suficientes fondos) y efectivo a la hora de lanzarse a las calles. De otra manera, si les llega a pasar algo, sufrirán incluso para que una ambulancia les haga el "favor" de recogerlos.

Salvador Camarena
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 30 de junio de 2015).

La madre de un bebé de apenas un año y 2 meses de edad denunció que su hijo quedará ciego, porque médicos del IMSS le extirparon su único ojo sano, el del lado derecho, cuando lo estaban operando para extraerle el ojo izquierdo por un tumor.

Los padres afirman que se trata de una negligencia médica ocurrida en el área de oftalmología de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Instituto Mexicano del Seguro Social en Ciudad Obregón, Sonora.

Fue hace 3 meses cuando el pequeño Fernando Jonathan Valdez Ayala comenzó un tratamiento médico por un tumor maligno en el ojo izquierdo, por el cual se sometió a varias sesiones de quimioterapia que no arrojaron resultados favorables.

Lo empezaron a tratar aquí mismo en la UMAE del IMSS, en el 2o. piso de oncología. "Le iban a quitar su ojo izquierdo, pero le sacaron el derecho; entonces el doctor a última hora nos dijo que le había quitado el ojo derecho porque él vio un tumor en esa parte, pero nosotros no nos explicamos cómo va a aparecer un tumor de la noche a la mañana, pero el médico dijo que fue para preservar su vida, que por eso se lo quitó. Es más: ese mismo día de la operación pasó media hora y nos dijeron que ya nos lo podíamos llevar a casa, pero nos negamos", relató la afligida madre.

El caso se dio a conocer a través de las redes sociales, donde María Marlene Ayala Quijano y su esposo Fernando Valdez Gastélum hicieron público que ya presentaron una denuncia penal en contra del oftalmólogo que operó a su hijo.

"Me dicen que van a analizar el ojo para comprobarme que ahí tenía el tumor, pero si a mí no me deja conforme esos análisis me iré a otras instancias; cómo me voy a sentir como madre, impotencia, coraje, porque ese ojo ya no lo tiene y no se lo pueden volver a poner, era su único ojo sano con el que miraba", agregó.

Por su parte, el IMSS, a través de un posicionamiento, confirmó que el niño fue intervenido quirúrgicamente en dicho hospital del IMSS, además que la propia institución ha iniciado una investigación por estos hechos, pero niega más detalles del caso para no entorpecer las investigaciones.

Los padres exigen justicia y que se castigue a los médicos responsables; además, solicitaron una indemnización de por vida para el menor, porque va a quedar discapacitado, por lo que va a requerir terapias y educación especial.

(V.periódico Excélsior en línea del 30 de junio de 2015).

Un documento oficial del IMSS confirma que el ojo extirpado al bebé de 14 meses de edad, resultó completamente sano en estudios de patología, por lo que el oftalmólogo pediatra, Armando Cisneros Espinoza, evidentemente cometió una negligencia médica que dejó ciego al paciente.

(V.periódico Excélsior en línea del 3 de julio de 2015).

El ojo derecho del niño Jonathan Valdez Ayala, que le fue extirpado por equivocación el pasado viernes en una clínica del IMSS en Ciudad Obregón, estaba completamente sano, sin lesiones y sin rastros de daños cancerígenos.

La madre del menor, Marlene Ayala Quintano, mostró copia del análisis patológico realizado por el médico, Rafael Hernández Guevara, del área de patología de la clínica de IMSS.

En un comunicado de prensa, la delegación estatal del IMSS, reconoció que el médico Armando Cisneros Espinoza, tomó una decisión incorrecta.

El médico se encuentra suspendido y bajo diversos procesos de investigación por el IMSS, el Órgano Interno de Control, la PGR y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quienes en su momento, determinarán las responsabilidades que correspondan.

(V.pág.18 del periódico Milenio Jalisco del 3 de julio de 2015).

Un estudio realizado por la Fundación Mexicana para la Salud revela que uno de cada 4 consultorios médicos adyacentes a las farmacias (CAF) aún no cumple completamente con la normatividad.

No obstante, José Campillo García, presidente ejecutivo de la fundación, señaló que esos consultorios requieren apoyo de parte de las autoridades, ya que, además de que seguirán en aumento, ayudan al sistema de salud con la sobredemanda y el déficit en la prestación de servicios públicos, incluyendo el diferimiento de pacientes y las listas de espera, así como la falta de medicamentos.

El estudio destaca en sus conclusiones que la aceptación de los CAF por parte de la población mexicana está relacionada principalmente con la falta de acceso a otros servicios sanitarios; ya sea por el horario, el tiempo de espera, la distancia, la falta de afiliación o el costo.

(V.pág.33 del periódico Milenio Jalisco del 3 de julio de 2015).

Una mujer denunció al médico del Hospital General de la Secretaría de Salud en Chihuahua, Mauricio Franco Garrocho, pues le extirparon un riñón para hacer un trasplante a su hija; sin embargo, hasta el momento se desconoce el destino que tuvo el órgano.

Fue el pasado 29 de mayo que Irma Escobedo Chávez la madre de la menor, se sometió a una intervención quirúrgica para donar uno de sus riñones a su hija. Quienes se encargaron de la operación, argumentaron que la misma fue suspendida debido a que la menor tenía tapada las venas, pues padece insuficiencia renal desde su nacimiento.

Una vez que despertó, Escobedo Chávez cuestionó acerca del paradero del riñón, los médicos desconocían en dónde se encontraba.

(V.periódico El Informador en línea del 8 de julio de 2015).

El coordinador del Centro Estatal de Trasplantes de Chihuahua, Carlos Gastón Ramírez, aseguró que el riñón que se le extrajo a Irma Escobedo para el trasplante a su hija no se perdió ni fue robado, sin que está en "resguardo de la Fiscalía General del Estado para hacer los estudios que se crean pertinentes para finalmente darle una certeza a la sociedad de lo que pasó con este órgano".

El problema con la madre y los médicos se derivó de un error de comunicación, dijo.

Las autoridades descartaron el robo y mencionaron que sólo se trató de una anomalía en los protocolos que se aplicaron en este caso.

Perla siempre recibió atención en una clínica del IMSS, pero como no le asignaban fecha para el transplante, decidieron acudir al Hospital General de Chihuahua.

(V.pág.21 del periódico Milenio Jalisco del 10 de julio de 2015).

[Raymundo Hernández Hernández, secretario técnico del Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos de Jalisco, afirmó: "El órgano que puede durar más afuera del cuerpo es el riñón, puede durar hasta 12 horas; el hígado dura 7 horas; el corazón 4 horas, entonces no se puede guardar ni almacenar”.]


2 practicantes de la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social [en Coahuila] cortaron el pene a un recién nacido, pues lo confundieron con el cordón umbilical. Esto ocurrió el día de ayer, por la tarde.

Fue el día de hoy por la mañana que los padres del infante acudieron a presentar su denuncia en la Comisión Coahuilense de Conciliación y Arbitraje Médico.

La madre del pequeño, Zuelem Contreras Duque, declaró que tras sacar al bebé dos practicantes hicieron 3 incisiones, esto sin la supervisión de la doctora en turno, de aproximadamente un centímetro de profundidad en el pene del bebé.

En el momento que la doctora se percató de lo ocurrido, llamó la atención a las muchachas, quienes argumentaron que el "accidente" había ocurrido porque el recién nacido se movió.

En el IMSS no quisieron dar los nombres de los responsables a los padres.

4 casos de negligencia médica ocurridos en Chihuahua salieron a la luz recientemente. 2 de ellos se registraron en clínicas del IMSS, uno en el Hospital General de la Secretaría de Salud del estado y el otro en el Hospital Regional del municipio de Delicias.

Las denuncias pasan del descuido de un médico que dejó por error una pinzas dentro del cuerpo de una mujer, o la pérdida de un riñón que sería transplantado a una menor, hasta los daños causados durante una cirugía a la pared abdominal de otra paciente o un aborto sufrido por una adolescente a causa de falta de atención en un nosocomio de este estado.

(V.Sin Embargo del 10 de julio de 2015).

-¿Cuánto cuesta un trasplante?

-En instituciones como IMSS e ISSSTE se cubre el costo en caso de trasplante; sin embargo, el paciente en muchas ocasiones debe adquirir los medicamentos si no hay en existencia.

-¿Cómo operan los Hospitales Civiles [de Guadalajara]?

-En los Hospitales Civiles las cuotas de recuperación para el trasplante de riñón varían entre 50,000 y 60,000 pesos, depende del estudio socioeconómico que realizan a la familia del paciente. De igual forma se deben adquirir muchos de los medicamentos o material que no tengan en existencia en el hospital.

(V.pág.3-A del periódico El Informador del 11 de julio de 2015).

El IMSS ha prometido corregir la saturación que sus derechohabientes han sufrido en los últimos años, no porque les preocupe, sino porque fueron ventaneados por un medio impreso "de circulación nacional", que sacó fotografías de enfermos que eran literalmente dejados en el suelo hasta que alguno con cama falleciera o fuera dado de alta, anticipada claro, como suele suceder.

Ni al IMSS ni al ISSSTE les preocupan sus derechohabientes... porque la saturación es, no sólo de enfermos, sino de horas excesivas que los médicos, internos y residentes, trabajan de manera continua por un muy bajo salario y con escasos, muy escasos recursos para sacar su trabajo adelante.

Porque los graves errores en la salud de las personas se repiten a diario en estas 2 instituciones, no sólo el niño al que le extirparon el ojo sano, que es un serio agravio sin reparar, sino malas prácticas que han costado la vida a miles de usuarios de esos servicios, sin que nadie sea sancionado.

Lourdes Bueno
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 18 de julio de 2015).

Rubro preocupante en el deterioro de la calidad de vida de los mexicanos es la salud, a pesar del Seguro Popular, de los más millones de pesos otorgados al ISSSTE o del 'mejor' funcionamiento del IMSS... los mexicanos simplemente tienen un mal y pobre sistema de salud. O como diría el propio director de Coneval: el reto, es "que en los centros de salud haya médicos, medicinas, que estén bien atendidos y con alguna probabilidad de que salgan del médico (sic) con mejor salud".

Lourdes Bueno
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 8 de agosto de 2015).

Un juez dictó auto de formal prisión al médico del IMSS, Armando Cisneros Espinoza, quien le extirpó un ojo sano a Fernando Jonathan Valdez, de 14 meses de edad.

El médico argumenta que durante la operación se percató que el ojo derecho estaba más afectado que el izquierdo.

Sin embargo, el oftalmólogo pediatra no pisará la cárcel y continuará con el proceso penal en libertad, porque el delito por el cual se le acusa no es considerado como grave y alcanzó fianza, a pesar que el pequeño quedará ciego, ya que le extirpó el glóbulo ocular sano y dejó el ojo invadido por un tumor cancerígeno.

(V.periódico Excélsior en línea del 11 de agosto de 2015).
Mismo doctor, diferente lugar.

"Esto es un video de lo que no se debe hacer", afirmaron especialistas del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez sobre las imágenes que muestra la atención que recibió el ex director del ISSSTE, Sebastián Lerdo de Tejada.

Los cardiólogos consultados por EL UNIVERSAL explicaron que, de acuerdo con el Soporte Vital Básico, cuando se corrobora que hay pérdida del conocimiento del paciente y paro cardíaco, en ese momento, lo que se necesita es realizar masaje cardiaco, mantenerlo así hasta que se pueda contar con un desfibrilador o hasta que se pueda aplicar otro tipo de terapia.

Una de las cuestiones básicas es que el masaje cardíaco no se debe interrumpir, y si se hace lo máximo debe ser 10 segundos, además de que cuando llega al hospital un infartado lo deben recibir en el área de urgencias, en donde tiene que verlo un médico.

El video muestra que todo estuvo mal, el no tener al paciente en área de urgencias, luego dejarlo de atender, por colocar la llanta de la camilla en la que lo transportaban, cuando no se deben interrumpir por nada las maniobras de reanimación del paciente.

Los expertos indicaron que aun cuando se trata de infarto fulminante debe seguirse el protocolo de atención, pues se trata de segundos de vida, porque el cerebro comienza a sufrir por falta de circulación en 15 segundos, por eso las maniobras de reanimación deben efectuarse con rapidez.

Para los cardiólogos, los segundos "son oro" para salvarle la vida a alguien que tuvo un ataque al corazón.

(V.periódico El Universal en línea del 5 de septiembre de 2015).

El Instituto Mexicano del Seguro Social informó que inició un procedimiento laboral contra empleados involucrados con un video, en donde se observa a una personas que se "baña" dentro de una olla [de la cocina], y diversas personas que aplauden el hecho.

El IMSS calificó estos hechos como reprobables e indicó que el procedimiento busca deslindar las responsabilidades que correspondan dentro del Hospital de Traumatología de Puebla.

Los sujetos fueron captados en un video que circuló en redes sociales.

"El comportamiento mostrado en el video por los trabajadores no reflejan los valores, ni el compromiso del Instituto ni la mayoría de sus trabajadores con sus derechohabientes", expresó la institución.

(V.periódico El Informador en línea del 5 de septiembre de 2015).

Su nombre es Luis Hipolito Torres y de acuerdo a la información de perfil de Facebook, radica en el estado de San Luis Potosí.

Este estudiante de Técnico en Enfermería asegura que odia hacer sus prácticas, pero antes de indignarte debes leer sus razones, seguramente te sentirás identificado.

"Odio ir al hospital hacer mis prácticas..... por que odio ver a tanta gente sin recursos durmiendo en un rincón mientras espera noticias de sus pacientes... Ver como no hay medicamentos ni el equipo necesario en los hospitales para dar una buena atención... Como los hospitales se caen de viejos por falta de infraestructura por eso odio ir a prácticas y ver como los malditos funcionarios se dan vida de reyes cuando la gente q esta enferma es la que se chinga día a día para q ellos tengan que comer!!"

"Esperó que alguien copie mi publicación y la mande a plano informativo y la vea alguien del gobierno.."

"Att. Un Estudiante de enfermería!!" (sic lo que está entrecomillado)

Posted by Luis Hipolito Torres on Viernes, 4 de septiembre de 2015

(V.periódico El Sol de Nayarit del 8 de septiembre de 2015).

De acuerdo con números de los últimos 5 años en la Comisión de Arbitraje Médico de Jalisco, la medicina privada es la que lidera las quejas recibidas, con 699.

En 2o. lugar está el Instituto Mexicano del Seguro Social, cuyas clínicas, hospitales y personal han sido objeto de 316 denuncias de pacientes por mala práctica o negligencia médicas. En el 3er. lugar está el Hospital Civil de Guadalajara, con 57 quejas, y en 4o. la Secretaría de Salud de Jalisco, con 67.

[Así venían los números. Parece que el 3o. y 4o. lugares están invertidos... pero ya ven cómo son los periodistas con los números, nomás no les entran... por eso son periodistas y no ingenieros. - El webmaster.]

"En la medicina privada es evidente que las personas hacen un gasto y tuvieron una relación distinta con los profesionales de la salud, es más un contrato que ir como usuario a una institución pública. Ellos (los pacientes) establecen un contrato con un médico, con una relación más formal en cuanto a la situación de la prestación de los servicios de salud; por eso es que el paciente de la medicina privada se siente con mucho más posibilidades de venir a poner una queja", comenta Rosa Sherman Leaño.

Insiste en que la Camejal está abierta para toda la población usuaria de cualquier servicio de salud, sea privado o público, por lo que invita a los pacientes a que, si no recibieron un resultado satisfactorio de tratamiento, atención o servicio médico, acuda a la comisión para ser asesorado.

(V.pág.2-A del periódico El Informador del 16 de septiembre de 2015).

Tengo un amigo que es afiliado del ISSSTE. Hace unos días me contó que le aqueja una dolencia en la pierna izquierda. "Me mandaron hacer Rx de la columna, tengo cita el 24 de noviembre", me dijo vía WhatsApp. "A ver si para entonces no te duele también la otra pierna", quise bromear como respuesta. "La cita la tengo desde hace 4 meses", agregó. Ya no tuve estómago para intentar otra broma.

Salvador Camarena
(v.pág.7-A del periódico El Informador del 19 de octubre de 2015).

Otorgar citas en un menor tiempo y no cancelar cirugías a los derechohabientes, son las peticiones constantes que la Coparmex de Jalisco realiza al IMSS a través de una mesa de trabajo que da seguimiento a las quejas, manifestó José Medina Mora, su presidente.

De acuerdo al representante empresarial, los trabajadores reportan que se otorgan citas en periodos de 6 meses e incluso ha habido ocasiones en las que éstas se atrasan hasta por 2 años. Otro de los problemas es la suspensión de cirugías por falta de materiales.

"Se han presentado casos en los que se suspenden cirugías por falta de medicamento, material, lo cual es algo crítico que consideramos que ya se tiene que atender, porque en primera instancia está la salud de los trabajadores, de los derechohabientes, donde debe haber una atención de calidad y calidez", añadió.

(V.pág.9 del periódico Milenio Jalisco del 9 de octubre de 2015).

A cualquiera le puede ocurrir: lo que en un principio fue diagnosticado como una simple gripa le costó a una madre de familia 8,617 pesos en la compra de 7 inyecciones de antibióticos para su hija adolescente que presentó una fuerte resistencia a las medicinas que le recetaron en el Seguro Social, con el médico familiar de la colonia, en el consultorio de la farmacia, en la Cruz Verde... pasaron 15 días y tuvo que recurrir a los servicios de la medicina privada. Ahí, encontraron el antibiótico que funcionó "de los más nuevos" y con un precio de 1,231 pesos cada uno.

¿Estamos preparados para gastar semejante suma de dinero? Aquí la relevancia de cómo una enfermedad "sencilla" puede afectar y acabar con la salud y recursos de las familias de los mexicanos.

En 2011 la Organización Panamericana de la Salud informó sobre la alarmante resistencia de las bacterias a los antibióticos, situación que en aquel momento no era generalizada y los casos empezaban a documentarse poco a poco sólo en los hospitales. En agosto de 2010, México inició con el control de estas medicinas a través de las recetas médicas y es también, desde hace 5 años, que la resistencia a los microorganismos lleva la delantera debido a que en nuestro país existe la falsa creencia de que pueden curar todo tipo de enfermedades respiratorias, así como un resfriado común.

El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias afirma que el 90% de estos padecimientos son causados por virus, que no responden a antibióticos. De ahí la importancia de capacitar y supervisar al personal médico a fin de analizar cada caso antes de prescribir un antibiótico.

En México no existen cifras sobre los decesos provocados por esta resistencia, el Instituto Nacional de Salud Pública asegura en su sitio de internet que este problema "resulta tan apremiante como otras enfermedades prioritarias como el cáncer o el sida".

Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos señalan que los mexicanos destinan 45% del gasto en atención médica y medicinas muy por encima del 19.5% de los países afiliados a este organismo.

Gabriela Aguilar
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 10 de noviembre de 2015).

Angélica Rojas llevó a su madre a la Cruz Verde y, al salir, le cobraron 400 pesos. Ella alegaba que era afiliada al Seguro Popular, pero de nada sirvió. Cerca de 100,000 beneficiarios al Seguro Popular que viven en el municipio de Guadalajara tendrán que pagar la atención -de requerirla- en las unidades médicas de la Cruz Verde, un servicio que apenas hace un par de meses era gratuito. El Ayuntamiento de Guadalajara y la delegación en Jalisco del Seguro Popular ofrecen 2 versiones distintas sobre las causas.

Desde el mes de octubre se ven letreros en las unidades médicas tapatías, que advierten que el servicio está suspendido. El delegado en Jalisco de la dependencia federal, Antonio Cruces Mada, asegura que todos los ayuntamientos de la zona metropolitana de Guadalajara perdieron su acreditación debido a los cambios en las leyes que normaban la calidad que deben tener los nosocomios.

"El tema es que las unidades no están certificadas. Para que esto pueda pasar deben firmar un convenio y garantizar que están acreditadas. El decreto cambió el 4 de junio de 2014 en la Ley de Salud. Ellos (los ayuntamientos) en 2015 ya no aplicaron en el nuevo término, no se pudo firmar el convenio con ninguna Cruz Verde de la zona metropolitana", señaló Cruces Mada. Pero este medio corroboró que los servicios médicos de Zapopan y Tlaquepaque se siguen prestando gratuitamente a los afiliados.

Del otro lado está la versión del Ayuntamiento de Guadalajara, cuyo director de servicios médicos, Fernando Petersen Aranguren, niega que hayan perdido la acreditación, sino que se suspendió el servicio gratuito porque la dependencia federal tiene adeudos con la comuna.

Petersen Aranguren asegura que el municipio "no niega el servicio, que quede claro eso. El servicio se presta a cualquier persona, sólo que ahora tienen que pagarlo".

Al querer consultar la cifra que podría tener de adeudo el Seguro Popular con el Ayuntamiento de Guadalajara, el funcionario municipal afirmó que podrían ser "varios millones".

En el caso del Ayuntamiento de Zapopan, Rodolfo Flores, quien se desempeña como coordinador de Construcción de Comunidad, aseguró que hay una deuda de la dependencia federal con ese municipio por 246 millones de pesos, cifra que ha venido incrementándose desde 2011. "A nosotros nos deben, pero nosotros continuamos dando el servicio. Los módulos del Seguro Popular siguen en las unidades médicas".

En Tonalá, el director de servicios médicos, Alejandro Molina, confirmó que tienen más de 2 administraciones sin el servicio del Seguro Popular porque la comuna no pudo comprobar un gasto por 6 millones de pesos auditado en la administración de Antonio Mateos.

(V.primera plana del periódico El Informador del 21 de noviembre de 2015).

De nueva cuenta la crisis financiera ahoga al Hospital Civil de Guadalajara, y pone en riesgo los servicios que se otorgan a la población, indicó el director general de este organismo público descentralizado, Héctor Raúl Pérez Gómez.

"El hospital está en una situación muy precaria desde el punto de vista financiero, porque particularmente los adeudos del Seguro Popular siguen siendo muy altos. No podemos dar solución a las deudas que tenemos con proveedores, particularmente de medicamentos, material de curación... nos da una alta preocupación que se traduzca en mala atención a los pacientes".

Pérez Gómez comentó que el adeudo al HCG asciende a 530 millones de pesos por servicios otorgados a pacientes del Seguro Popular Jalisco desde 2013, y recordó que el 85% de las atenciones médicas del hospital se dan a sus afiliados.

Comentó que se ha incrementado alrededor del 15% los servicios que presta el HCG a afiliados del Seguro Popular porque los municipios no pudieron financiar su atención y al dejar de atenderlos recurrieron a este hospital. "Y todavía con esa carga adicional y no contar con los pagos correspondientes, nos pone en una situación verdaderamente lamentable", apuntó.

Inquirido respecto a cuánto tiempo se podrá sostener esta situación, Héctor Raúl Pérez, indicó que "no podemos esperar ya nada", pues los proveedores han comenzado a limitar la entrega de insumos.

Ante ello, el compromiso del HCG es no suspender ningún servicio de urgencia. "Ahí no vamos a escatimar y no vamos a poner en riesgo la vida de nadie, pero yo creo que un paciente programado, que lo reprogramas y lo reprogramas es también una situación inaceptable", concluyó.

(V.pág.9 del periódico Milenio Jalisco del 4 de diciembre de 2015).

En Zapopan el mayor problema está en los Servicios de Salud: la nueva administración presentará denuncias penales contra ex funcionarios tras detectar un desvío de casi 40 millones de pesos. Mientras tanto, en el Hospitalito hay denuncias de pacientes que temen por su vida, como Consuelo y Lilia (de 76 y 61 años de edad, respectivamente), quienes son beneficiarias del Seguro Popular, pero la falta de un contrato con Zapopan mantiene cerrada la farmacia. Las 2 no tienen dinero para medicarse.

Desde hace 15 días comenzó el desabasto y ni en el Hospitalito tienen respuestas, aunque el director de Servicios Médicos, José Luis López Padilla, responde que el organismo no tiene ninguna ingerencia: "Recibimos una notificación; el Seguro Popular argumenta que (el cierre) se deriva de la falta de celebación de un contrato con la empresa que les abastece el medicamento". La recomendación: los usuarios tendrán que reclamarle al Seguro Popular (institución que adeuda al Hospitalito más de 200 millones).

El alcalde Pablo Lemus afirmó que el Seguro Popular no reconoce esta deuda, ya que nunca se renovó el contrato correspondiente durante la pasada administración. "El hecho de que no se haya renovado el contrato no quiere decir que los servicios no se hayan prestado. La afirmativa ficta procede en este sentido. Si el contrato no se renovó y los servicios se siguieron bindando".

El delegado del Seguro Popular, Antonio Cruces, asegura que todos los ayuntamientos metropolitanos perdieron su acreditación por los cambios en las leyes que normaban la calidad que deben tener los hospitales. "El tema es que las unidades no están certificadas. Ellos (los ayuntamientos) en 2015 ya no aplicaron en el nuevo término y no se pudo firmar el convenio con ninguna Cruz Verde". Mientras esto ocurre, los usuarios del Seguro Popular que se consulten en los servicios municipales deben pagar la consulta y las medicinas.

(V.primera plana y pág.2-A del periódico El Informador del 7 de diciembre de 2015).

Ante el aumento de... ¡cero pesos! programado por el ejecutivo en el Proyecto de Egresos 2016 de Jalisco para el OPD Hospital Civil de Guadalajara, su director Héctor Raúl Pérez Gómez, apelará ante diputados por una reasignación. El doctor asegura que ya no tiene más dinero para cerrar el año, por lo cual de no recibir recursos en los próximos días, se atenderán sólo urgencias. Ojalá que el amago sirva, pues a punto de irse de vacaciones decembrinas una buena parte del personal -no Urgencias por supuesto- pues los servicios dejan de darse natural. Los doctores y demás personal no tendrán en riesgo su aguinaldo, pues cabe recordar que sueldos y prestaciones están etiquetados por lo cual la verdadera crisis caerá sobre los más... enfermos.

La tremenda corte
(v.pág.6 del periódico Milenio Jalisco del 11 de diciembre de 2015).

La CNDH recomendó al IMSS reparar daños ocasionados por la inadecuada atención otorgada a una mujer indígena que falleció en 2013 -luego de dar a luz- en Oaxaca.

(V.pág.13-A del periódico El Informador del 14 de diciembre de 2015).

Roberto Gutiérrez estaba afiliado a la Clínica 110 [del IMSS], a donde acudió en octubre de 2014, después que recibió los resultados de unos exámenes de un laboratorio particular practicados ante un dolor insistente en su costado derecho. Le recibieron sus papeles en el hospital del IMSS, pero tras platicar con el gastroenterólogo se enfrentó a su 1er. y más grande obstáculo: "El especialista estaba de vacaciones y no había dejado suplente. Entonces, las citas estaban a partir del 5 de diciembre", relata su hija Guadalupe.

El reloj avanzó y su familia se rehusaba a esperar sin tratamiento alguno. Además, ya habían perdido un tiempo valioso internándolo una semana sin que se le practicaran exámenes porque "no había" equipo. "Aún era candidato (para tratamiento). Me moví y logramos que lo pasaran a la Clínica 46, aunque para ese entonces ya tenía el hígado más dañado". El padecimiento se había extendido a la vesícula biliar y se le tuvo que practicar una biopsia "que aceleró el progreso de su enfermedad".

Roberto murió el 5 de diciembre del año pasado en la Cruz Verde Leonardo Oliva, donde trabajó durante 2 décadas. Falleció a los 57 años y el día exacto en que comenzaría a ser atendido en la Clínica 110. "El doctor (en turno de la Clínica 46) nos dijo (en noviembre): 'Ahorita ya no puedo hacer nada... si hubieran venido hace un mes todavía hubiera sido candidato al tratamiento'. Sin embargo, precisamente ellos tardaron un mes en darnos el diagnóstico para poder llegar a ese doctor a tiempo", lamenta Guadalupe sobre la historia de su padre.

Roberto y su familia sufrieron las consecuencias de una estructura rebasada, la cual se ha tratado de modernizar mediante varios programas que demandan "un gran esfuerzo" y que, de acuerdo con el delegado en Jalisco, Marcelo Castillero Manzano, han resultado "muy exitosos".

Castillero Manzano explica: "Despresurizar el sistema de salud requiere de fondos (económicos). Por cada 10 pesos presupuestados (en el IMSS), 5 se van al pago de pensiones para los más de 250,000 trabajadores [del propio IMSS] en esa condición. El resto se reparte entre la nómina y la compra de equipo médico".

Su tarjetón luce abarrotado de números escritos con tinta azul y negra. Son las citas agendadas en las Clínicas 39 y 180 del Seguro Social, a las que ya de plano decidió avanzar de manera paralela comenzando tratamiento con un cardiólogo particular.

Así, Estela López Padilla prefiere gastar mil pesos quincenales en medicamentos para controlar su presión elevada, mientras espera a que llegue febrero y entonces la vea un internista del IMSS, para que sea quien decida si es apta o no para que la revise un cardiólogo.

El temblor de sus manos es la primera evidencia de que su presión arterial está muy por encima de lo normal. Pero ninguna prueba fue suficiente para que, en octubre de 2014, el internista decidiera mantenerla bajo revisión. La dio de alta.

"Voy y le platico eso a la doctora familiar y me dice: 'Señora... eso no es normal. Le va a dar un infarto... o va a perder algún riñón'".

Doña Estela, de 63 años, además de los problemas de presión arterial padece por "tumores subcutáneos" que también desea atender en el IMSS, pero hasta el próximo año.

Dentro de las paredes de su clínica ha sumado mucho estrés a su padecer. Hace 2 años, una de las secretarias perdió sus papeles. ¿Qué consecuencia hubo? Esperó 3 meses más, en tanto se resolvía el trámite administrativo. Mientras se aguantó; no había alternativa.

Por lo pronto, Estela está bajo control y eso es lo que le importa. No sabe si continuará asistiendo a sus citas por lo que ve a su elevada presión, aunque le serviría mucho reducir el gasto quincenal que hace en sus medicamentos.

Es la alternativa que tienen los pacientes para recibir una atención oportuna: combatir el sistema público y privado, pero no todos tienen esa opción económica.

(V.primera plana y pág.2-A del periódico El Informador del 17 de diciembre de 2015).

A Osbelia Círigo le tardaron 3 años en diagnosticar cáncer de mama en el IMSS, perdió el tiempo intentando convencer a sus médicos del padecimiento, y terminó por también perder el seno en una cirugía con tratamiento particular. Al no conseguir la reparación de los daños en el máximo tribunal de justicia en el país, demandó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Y es que el fallo de la Corte al atraer el caso de negligencia médica no fue alentador para Osbelia, pues concluyó que la negativa del IMSS a reparar el daño sí era ilegal, por no aplicar la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, así que lo único que instruyó fue que el instituto "observe el marco de la responsabilidad patrimonial del Estado y resuelva la procedencia del daño moral", es decir, que se castigara a sí mismo.

El experto en derecho sanitario Alberto Guerrero Rojas interpuso en defensa de Osbelia Círigo una queja ante el organismo internacional por el deficiente diagnóstico médico que cuestiona la decisión de la 2a. Sala de la Suprema Corte, a quien acusa de proteger al instituto estatal y tratar el tema como una mera cuestión administrativa y no como una vida que ha sido afectada.

"Este es un caso civil y lo tratan como un tema administrativo. Nos mandan primero al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa que depende presupuestalmente del ejecutivo y luego mandan el caso a la 2a. Sala” reprochó Guerrero Rojas, quien en su queja comparó las resoluciones de las 2 salas de la Corte en casos de reparación del daño, y acusó una diferencia: el afectado gana cuando el responsable es un particular y no una institución del Estado mexicano.

"Que sólo nos den las reglas es como ir con el violador y decirle: ponte tu sanción", fue la reacción del abogado Guerrero al conocer la sentencia de la Corte.

Osbelia Círigo logró reponerse a sus 66 años del cáncer de mama, gracias a la atención privada con diferentes médicos, pagando poco más de 176,000 pesos entre quimioterapias, cirugías, medicamentos y estudios.

A pesar de haber presentado las facturas correspondientes, el IMSS quiso indemnizarla con cerca de 78,000 pesos por las atenciones deficientes, por lo que el proceso para llegar a la Suprema Corte tardó 3 años.

Ahora, tanto Osbelia como su defensa esperan que la CIDH atraiga el caso y rápido pues aseguran se trata de una persona mayor, víctima de una enfermedad terminal y cuya resolución podría sentar un precedente en cómo se otorga la reparación del daño en México.

Para Osbelia, quien trabajó como contratista y auxiliar del IMSS por casi 20 años, la importancia de resolver su caso es también para visibilizar a quienes padecen de la negligencia médica. "No sólo es mi caso, hay muchos más. No quiero que seamos la burla para las mujeres que vienen".

(V.Animal Político del 28 de diciembre de 2015).

Han pasado 3 horas desde que Juan Ruvalcaba, de 67 años, llegó a la sala de urgencias de la Cruz Verde "Delgadillo Araujo" para ser atendido. Además de la espera pagó cerca de 500 pesos para paliar el dolor que le provocó una caída que le dislocó el hombro.

Aunque es beneficiario del Seguro Popular, desde octubre dejaron de atenderlo gratuitamente por la falta de un convenio con el ayuntamiento tapatío. Por eso desembolsó 160 pesos por una radiografía y otros 311 para que le acomodaran (con anestesia) el brazo.

Su único pedido: "Que traten de ayudarme, no es justo que no puedan dar la atención cuando estamos afiliados a un servicio gratuito (para familias en pobreza)".

Juan está afiliado al Seguro Popular y hasta ahora no había tenido problema. Cuando lo diagnosticaron de cáncer, hace 7 años, el Seguro le sirvió para disminuir el costo de las quimioterapias y radiaciones, aunque no cubrió el costo total del tratamiento.

"Pagamos con trabajos el tratamiento para el cáncer, con todo y descuento nos salió en 5,000 pesos", recuerda la esposa de Juan, quien también es diabético.

Juan se lamenta: "El servicio está muy mal, se supone que el Seguro Popular debe cubrirnos, pero no alcanza. Se me hace mal porque deben ayudarnos a los que no tenemos... además es muy tardado y eso que vine por una emergencia".

Juan forma parte de una lista de 775,000 afiliados al Seguro Popular que podían ser atendidos en cualquiera de las Cruces Verdes de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tlajomulco; sin embargo, por problemas financieros y administrativos entre el programa federal y los ayuntamientos no están recibiendo consultas o medicinas sin costo. Esto significa que su única opción es que se dirijan a las clínicas de la Secretaría de Salud o los Hospitales Civiles, porque en los servicios municipales cuando los usuarios se presentan a una consulta, se realizan análisis o requieren de una radiografía deben pagar lo que establecen las leyes de ingresos. La cifra representa afectaciones a 1 de cada 5 afiliados en Jalisco, donde hay 3.3 millones de beneficiarios del programa.

"No podemos atender a los pacientes con cargo al Seguro Popular porque va contra el presupuesto municipal", admite José María Mercado, director de Servicios Médicos de Tlajomulco.

Álvaro Salcedo, encargado de los Servicios Médicos de Tlaquepaque, confirma: "A partir del 11 de diciembre les estamos cobrando cuotas".

En el tema cada parte tiene su argumento: las alcaldías denuncian deudas millonarias del Seguro Popular por los servicios ya otorgados a sus afiliados en los últimos meses, pero éstas son desconocidas por la dependencia federal. Antonio Cruces Mada, delegado en Jalisco del Seguro Popular, responde que todos los ayuntamientos perdieron su acreditación al programa por los cambios en las leyes que normaban la calidad de los nosocomios. Por eso, hasta que se firme otro convenio reembolsarán los nuevos servicios prestados a sus afiliados en las clínicas municipales.

Sobre este programa, destaca que cada familia afiliada paga una cuota que se determina con base en su nivel de ingreso y consecuentemente su capacidad de pago. Los que demuestran que no pueden costear el servicio, como Juan, se les condona.

Autoridades de los servicios médicos municipales reclaman al delegado Antonio Cruces el pago de adeudos millonarios para reestablecer la atención gratuita a sus afiliados en las Cruces Verdes.

Bernardo Fernández, coordinador de Construcción de Comunidad de Guadalajara, confirmó que hay un pasivo por 104,000 servicios otorgados a enfermos y no cubiertos, que oscila (sic) los 73 millones de pesos.

El Ayuntamiento de Zapopan asegura que hay una deuda de la dependencia federal por 263 millones de pesos, cifra que ha venido incrementándose desde 2011, por lo que el alcalde Pablo Lemus no descarta presentar una demanda en el 1er. día hábil de enero de 2016.

En Tlajomulco, el director de Servicios Médicos, José María Mercado, revela que les adeudan 95 millones por los servicios prestados entre 2014 y 2015, "es mucho dinero lo que el municipio ha aportado en la atención de los afiliados... hemos tenido muchos acercamientos y nos dijeron que no nos pueden pagar. Quedamos de reunirnos en los primeros días de enero". El problema, a decir del funcionario, es que los recursos estipulados en los contratos presentados por el Seguro Popular no corresponden a los servicios proporcionados: "Este año el convenio presentando en septiembre decía que se nos iban a proporcionar 7 millones, cuando ya habíamos prestado servicios por 45 millones". El convenio no fue firmado.

Álvaro Salcedo Núñez, encargado de Servicios Médicos de Tlaquepaque, reclama una deuda de 17 millones de pesos: "Necesitamos que el Seguro Popular se responsabilice en los pagos, el gasto operativo oscila entre los 17 millones de pesos anuales, pero este año se firmó un contrato por 5.9 millones que se condicionan a ofrecer 104,000 servicios, pero estos servicios según los tabuladores representan 17 millones".

La postura del funcionario es contundente: "No podemos seguir trabajando sobre contratos amañados, no podemos seguir trabajando si no se responsabiliza el Seguro Popular en el pago total de los servicios... mientras no exista la apertura de la dependencia federal y no se pongan los lineamientos para el ejercicio 2016, no podremos operar".

¿Estarían en condiciones de presentar una demanda?, se les cuestiona: "Nuestro aparato jurídico ya está revisando el tema".

La delegación del Seguro Popular en Jalisco desconoce los pasivos y, en su versión, la negativa a pagar estos servicios se debe a que los ayuntamientos perdieron la acreditación de instalaciones de calidad, producto de las reformas a la Ley de Salud en 2014.

"Desde 2014 se les comentó a los ex alcaldes que si no hacían su proceso de acreditación ante el Consejo de Salubridad General, no accederían a un nuevo convenio o nos iban a privar de tener esa opción para el derechohabiente".

El problema, a decir del funcionario, es que ninguna de las alcaldías (con excepción de Guadalajara, con quien ya firmaron un convenio para recibir 9 millones y mejorar unidades para evitar problemas) se ha preocupado por acreditarse.

María Guadalupe Sotelo tiene 70 años, pero desde hace 2 décadas padece los estragos de una diabetes que cada día se complica más. En los últimos días es acechada por una incesante preocupación: el desabasto de medicinas. Desde hace un mes, la farmacia que surte las recetas de los beneficiarios del Seguro Popular que acuden al Hospitalito de Zapopan permanece cerrada. María debe tomar todos los días una cápsula de Telmisartán para el corazón, otras 2 de Metformina para controlar el azúcar y una inyección de Insulina todas las noches. La 1a. tiene un costo de casi 300 pesos y le alcanza para 15 días, la 2a. tiene un precio de 500 pesos y le dura un mes, mientras que la Insulina cuesta mil pesos para 3 meses.

Es la 1a. vez que le dejan de surtir la medicina gratuita, "la última vez que vine a consulta me dieron todo el medicamento para un año, pero no me alcanzó, me faltan mis pastillas para los próximos 3 meses (hasta marzo le toca consulta)".

Para María "no es justo" que la gente esté siendo afectada de esta manera: "Yo no tengo por qué pagar las consecuencias de este problema... estoy sola".

(V.primera plana y pág.2-A del periódico El Informador del 29 de diciembre de 2015).

Aunque el lunes no me habían podido surtir 2 de los 4 medicamentos habituales en la clínica del ISSSTE, esa mañana había leído la declaración del director general del instituto, José Reyes Baeza Terrazas, que había logrado (cito textual) "un ahorro de hasta 30% en la compra consolidada de medicamentos, vacunas y materiales de curación del sector salud, además de garantizar el abasto de medicamentos en TODAS las clínicas y hospitales del instituto... #TúTienesISSSTE #TúTienesSalud"... Mas oh desilusión y drástica vuelta a la realidad: tras la dilación de más de una hora de burocrática espera, me informaron que uno de los medicamentos "sí llegó, pero sólo mandaron 7 unidades y -por supuesto- fue insuficiente"; ahora forma parte de una innovadora lista publicada en la vitrina frontal de la farmacia, de más de una docena de medicamentos que NO están surtieno, por falta de provisión.

Uriel Eduardo Santana Soltero
(v.pág.8-A del periódico El Informador del 16 de enero de 2016).

El galeno de la Clínica 39 del IMSS, quien solicitó el anonimato para no enfrentar penalizaciones por parte de la delegación Jalisco, afirmó que están sometidos constantemente a estrés por el alto número de pacientes que tienen que atender a diario y la falta de recursos.

"El promedio de pacientes que vemos al día es muy alto. A veces atiendo 20 citados y 14 o 15 personas que llegan a la clínica desde las 3 o 4 de la mañana, por lo que no damos atención de calidad, nos limitamos a entregar recetas, no hacemos medicina preventiva", dice el médico con 15 años de carrera.

(V.pág.4-A del periódico El Informador del 17 de enero de 2016).

El sistema de salud es un sistema fragmentado, que no tiene la misma calidad de atención. Tienes por un lado casi 60 millones de mexicanos que están bajo el régimen el Instituto Mexicano del Seguro Social; pasaditos de 10 millones dentro el sistema del ISSSTE, un número que fluctúa entre 6 y 10 millones, porque depende de los años, con seguros privados, y el resto bajo la protección de la Secretaría de Salud, este último es donde ingresó el Seguro Popular y donde han mejorado las cosas. Yo diría: El Seguro Popular sí ha ayudado de manera general a la población, pero ¿esto ha mejorado la salud de los mexicanos? No, todavía estamos más o menos igual.

Cuando uno ve el gasto de salud como parte del PIB ha ido mejorando, ya estamos en 7%, contra 6% que estuvo en las décadas pasadas. No obstante, esto debe medirse también, le dicen gasto de bolsillo y es de este dinero, de este casi 7% del PIB, cuánto sale de tu bolsa y cuánto sale de la bolsa del Estado.

México de todos los países de la OCDE es donde el mayor gasto de salud es por gasto de bolsillo, casi 50%. ¿Por qué si el Seguro Popular puso tanto dinero la gente no ha disminuido mayor y significativamente el gasto de bolsillo?

El Simi apareció y es un sistema de atención primaria grandísimo, da millones de consultas. Muy mal pagados (los médicos) con niveles y capacidad de diagnósticos y atención muy malos. A veces se hacen cosas buenas que no resultan tan buenas. Es importante, por ejemplo, que los antibióticos se den bajo receta, sin embargo, esto propició que las farmacias pusieran un médico al que le pagan muy poco para que recete. Entonces, el gasto de bolsillo no bajó, la gente está acudiendo más allá.

¿Qué hay que hacer para mejorar esto? Tenemos que mejorar la atención primaria, dignificarla muchísimo, invertir mucho más en ella para que no aparezcan estas cosas. Hay que cambiar de alguna forma la inversión en salud para focalizarla en atención primaria. Está invertida, el gran gasto de salud está en el nivel de atención de alto nivel, en los hospitales de alta especialidad en los centros médicos nacionales en el de Occidente.

Enrique Graue, rector de la UNAM
(v.pág.5-B del periódico El Informador del 7 de febrero de 2016).

Aunque el delegado del IMSS, Marcelo Castillero Manzano, reiteró el martes que todas las clínicas, incluidas las unidades de medicina familiar, contaban con cajas de Oseltamivir (Tamiflu), medicamento que combate la influenza, ayer aceptó que se concentra principalmente en hospitales regionales.

Ayer, tras una consulta física y telefónica se constató que en 15 de 21 unidades del Seguro Social no hay el medicamento en sus farmacias. Sólo había en 6 de la metrópoli, que coinciden con ser de 2o. y 3er. nivel.

El delegado reconoció que está agotado en algunas clínicas, por eso recomendó a los enfermos dirigirse a las áreas de urgencia de los hospitales regionales, como las unidades 14, 110, 46, 89 y 45.

Ante la falta de disponibilidad del medicamento, en algunas clínicas como la 39 (del Álamo) y 89 (Agustín Yáñez), algunos pacientes afirmaron que sus médicos familiares les recomendaron tomar té de anís estrella, jengibre, menta, limón y miel 3 veces al día como sustitución del fármaco; incluso los enviaron a comprarlos a la zona herbolaria de San Juan de Dios.

En las clínicas 39, 171, 89 y 178 se comprobó la falta del medicamento en sus farmacias, solamente en el hospital 89, ubicado en Agustín Yáñez, se confirmó la existencia tras una semana sin la dosis.

"Existe desabasto, tenemos una semana que no podemos surtir las recetas y no sabemos cuándo vamos a tener el medicamento, nos llegaron 119 cajas hace 2 semanas, pero se agotaron", comentó Juan, despachador de la farmacia en la Clínica 39 del Álamo.

Juan Antonio Ramírez es diabético, hipertenso, mayor de 70 años y, según un estudio de laboratorio particular que le costó 330 pesos, tiene influenza tipo A, por lo que teme sufrir neumonía; sin embargo, vivió un vía crucis ayer al visitar la Unidad de Medicina Familiar 178 ubicada en Avenida Guadalupe 6215.

Julieta es hija del adulto mayor y confiesa: "Fueron por lo menos 4 horas de ir de aquí para allá, de urgencias, al médico familiar, con la epidemióloga, con el jefe de turno... y todos decían lo mismo: no hay el medicamento, no hay Tamiflu, necesita hablar con el director y venir en la tarde con su médico familiar".

Incluso, la angustiada mujer asegura que la jefa del turno matutino le dijo: "Aquí no hay Tamiflu ni en ninguna clínica del IMSS, no crean lo que dicen los noticieros, si cree en la medicina alternativa busque una farmacia naturista y compre Plata Coloidal, es un sustituto del Tamiflu. Tome una cucharada cada 3 horas por 5 días y se hace un té de anís estrella cada 8 horas y va a mejorar".

La desesperación por encontrar el medicamento ha llevado a la familia Ramírez a pensar en comprar el medicamento, el cual se cotiza en el mercado hasta en 900 pesos.

"Una amiga me lo está consiguiendo, si no hay respuesta del IMSS vamos a tener que comprarlo".

(V.primera plana y pág.2-A del periódico El Informador del 3 de marzo de 2016).

Todo un caso para la reforma anticorrupción son las prácticas que llevó a cabo en el IMSS, su ex director José Antonio González Anaya, con un equipo en el que figuran René Curiel, Carlos Treviño, Javier Dávila, Eduardo Kim, Miguel Ángel Servín, que se encargaban en la asignación de licitaciones a distribuidores y laboratorios, con cobros de comisiones o "moches" del 8% al 15%.

Parte del equipo sigue en el Seguro Social. El director Mikel Arriola Peñalosa heredó a Daniel Broid, Igor Rosete y Armando Palacios, quienes se desempeñan en la operación del "negocio".

En los mandos del IMSS ya se tiene conocimiento de que Mikel Arriola Peñalosa ha iniciado acciones para relevar a este trío al que no le tiene confianza.

Juan Arvizu Arrioja
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 21 de marzo de 2016).

Luego de que 23 denuncias penales fueron interpuestas ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, la PGR y la Comisión de Arbitraje Médico de Sinaloa, por la muerte de 23 bebés entre enero y septiembre de 2015, en el Hospital General Regional #1 del IMSS, en Culiacán, Sinaloa, las autoridades determinaron la exhumación de los cuerpos para determinar las causas de las muertes.

De acuerdo con los padres, en algunas actas de defunción se especificó que la sepsis hospitalaria fue la causa de la muerte de sus hijos, pero los deudos no saben exactamente qué microorganismo causó el deceso de sus bebés y desconocen cómo lo adquirieron.

8 padres de familia que perdieron a sus hijos describen el área de cuneros como "un muladar con paredes y pisos sucios donde enfermeras con uñas de acrílico largas y decoradas" no utilizaban guantes para sostener a sus hijos; médicos y enfermeras portaban constantemente celulares sin lavarse las manos, jeringas en tambos de basura rebosados con algodones con sangre que estaban cerca de los neonatos llenos de pañales sucios, cucarachas alrededor y un constante olor a orines, que manchaban junto con heces fecales las cunas.

"Yo no sabía que las cucarachas comen sangre. Yo las veía alrededor de la cuna de mi hijo alimentándose de los algodones y gasas con sangre que las enfermeras tiraban al piso", dijo uno de los padres de familia.

(V.pág.12-A del periódico El Informador del 4 de abril de 2016).

Por violar el derecho a la protección de la salud, la CEDHJ emitió la recomendación 12/16 dirigida al titular de la Secretaría de Salud de Jalisco, Jaime Agustín González, por la atención negligente de 2 médicos del Hospital Materno Infantil "Esperanza López Mateos" en perjuicio de una mujer embarazada, cuyas acciones derivaron en daños para el bebé.

La investigación reveló que ninguno de los médicos indicó correctamente la aplicación monitorizada debidamente para detectar oportunamente sufrimiento fetal agudo, además de que no se realizó un adecuado registro del partograma.

La atención negligente derivó en afectaciones a la salud del bebé, por lo que la CEDHJ pidió al secretario de Salud la reparación integral del daño a la quejosa, así como sanciones a los presuntos responsables.

(V.periódico El Informador en línea del 15 de abril de 2016).

En los meses de febrero, mayo, junio, julio, agosto y la primera quincena de septiembre del año pasado, murieron 23 bebés en el mismo hospital del IMSS, el principal sistema de salud en México y el organismo de sanidad más grande en América Latina. Los padres de familia afectados han interpuesto 19 denuncias penales ante la fiscalía mexicana para demandar al instituto por negligencia médica, responsabilidad profesional y homicidio imprudencial.

Teresa Guerra Ochoa, la abogada de las familias demandantes, explica que la causa de la muerte de los bebés quedó registrada oficialmente como sepsis neonatal o choque séptico. "Esto significa que hubo una bacteria o infección que adquirió el bebé. La explicación que ha dado el seguro social es que como eran prematuros estaban vulnerables. Sin embargo nosotros hemos documentados casos donde no había prematuros". La defensora explica que es verdad que en los hospitales hay bacterias, pero las autoridades de salud están obligadas a hacer un control sanitario para que esto no ponga en riesgo la vida de las personas. En un principio el IMSS sólo reconoció 2 casos, pero tras la denuncia ante la PGR, han abierto 4 expedientes de queja.

El hijo de Francisco Cortez Mora murió en septiembre pasado. Su esposa parió a las 35 semanas de embarazo a un varón que nombraron David. Ella nunca vio a su hijo con vida, sólo lo escuchó llorar. Él padre sólo lo observó unos minutos y a los 3 días un médico le avisó que su niño había fallecido. "Cuando nació un doctor me dijo que mi bebé había nacido infectado, al siguiente día me dicen que va mejorando, hasta que una doctora me dice que tuvo 3 o 4 infartos y había muerto durante la noche", cuenta el padre de 36 años. El certificado de defunción decía choque séptico. No era la 1a. vez que perdían un bebé. 6 años atrás su esposa Irasema García ingresó al mismo hospital del IMSS en Sinaloa porque se le había elevado la presión y una vez internada le informaron que su bebé de 8 meses de gestación había muerto dentro de su vientre.

Los padres demandantes aseguran que la infección que invadió a sus hijos se debió a las deficientes medidas de higiene en el hospital. Cortez Mora dice que siempre observó suciedad en el área de neonatos donde estaba su niño. "Había un fuerte olor a orines, las paredes y los cristales estaban sucios, había moho en el techo, manchas en el piso, las batas que les ponen a las mamás tenían sangre. Los enfermeros y residentes entraban con comida y no se lavaban las manos. Un día me tocó ver que limpiaban una incubadora con el mismo trapo que limpiaron los recipientes donde le sirven la fórmula láctea a los bebés", cuenta el padre de familia.

Lidia estaba preparada para ser madre soltera. Los siete meses de embarazo los vivió combinando la maternidad con sus estudios en Derecho. Nunca presentó anomalías y en el control prenatal en la clínica del instituto social siempre la reportaban sana. El 13 de junio de 2015 se le rompió la fuente y la trasladaron de una clínica del IMSS en Guasave -donde ella vive- al hospital de Culiacán -a 2 horas de distancia de su ciudad-. 2 días después nació Miranda y quedó internada por su bajo peso. La joven madre fue dada de alta y diariamente visitaba a su bebé. "La niña iba excelente, le daba leche materna, sus pulmones le funcionaban muy bien, pero al día 17 de nacida tuvo una recaída y la pasaron a una cuna térmica", cuenta.

2 semanas después le avisaron que había fallecido por sepsis, según el acta de defunción. "Fue bien difícil regresar a mi casa, a mi cuarto y ver que iba a seguir yo sola ahí nomás. Le había comprado un columpio, ropa, zapatos, todo estaba listo para su llegada". Cuando murió lo único que hizo fue vivir el duelo. Nunca se enteró que todo se había complicado por una bacteria hospitalaria ni que había más bebés muertos por las mismas causas. 2 meses después, cuando vio en las noticias que en las 2 primeras semanas de septiembre habían fallecido 12 bebés en el mismo hospital, comenzó a sospechar que algo no estaba bien. Se unió a otros padres, denunciaron públicamente sus casos y emprendieron una lucha por la justicia.

En septiembre la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, la encargada de vigilar los establecimientos de salud en México, realizó un diagnóstico de la situación sanitaria en el área de cuneros del hospital de Culiacán. Se constató la existencia de diversos factores de riesgo, como falta de limpieza en la ropa de cama, de pacientes y personal de salud, suciedad en diversas áreas, carencia de buenas prácticas de higiene -incluyendo lavado de manos-, inadecuado mantenimiento y limpieza de insumos para la salud, así como deficiencia en la preparación de alimentos y soluciones de uso médico, según consta en la minuta elaborada por el organismo. El documento que fue obtenido por Francisco Cortez vía ley de transparencia, señala que no se podía garantizar "la inexistencia de un riesgo potencial de contaminación, ya que continúan los factores de riesgo y la probabilidad de presencia de infecciones nosocomiales".

La lucha de estas familias ha sido sin precedentes. Nunca se había hecho una denuncia colectiva de esta dimensión, pese a que Sinaloa es una de las entidades con mayores índices de muerte materna, dice la abogada Guerra Ochoa. "Las mamás han sido muy valientes, han soportado el dolor de una exhumación de los cuerpos de sus hijos y el peregrinar de un trámite burocrático como este. Hemos conseguido apoyo para contratar a un perito independiente que está revisando cada caso". La PGR ha citado a declarar a enfermeras, médicos y personal de intendencia del hospital. Además ya hicieron algunas pruebas periciales y se está en espera de que dé a conocer los resultados.

El delegado del IMSS en Sinaloa, Ariel Leyva Almeida, expuso que durante agosto y septiembre se presentó una "contingencia" en el hospital y murieron 13 bebés, pero solo en cuatro casos se interpuso una queja ante el instituto que se está investigando para dar una respuesta a los demandantes. Además los padres de familia ya han denunciado su caso ante la PGR. "La autoridad está revisando las condiciones en las que se dio la atención y estamos esperando a que la autoridad diga si hay una responsabilidad que el instituto tenga que asumir". El resto de casos ocurridos durante mayo, junio y julio también se están analizando.

Esta "contingencia" se debió a varios factores, explica, como un crecimiento inusitado en el número de prematuros y de partos múltiples que se combinó con la vulnerabilidad que presentaban los menores al nacer. Las observaciones hechas por la Cofepris ya se corrigieron y ahora solo esperan los resultados de los peritajes hechos por las autoridades. "Con eso sabremos en qué casos sí hubo factores ambientales y hospitalarios que afectaron o fueron determinantes del fallecimiento del bebé", aseguró el funcionario.

(V.periódico El País en línea del 27 de abril de 2016).

Voy cada mes a la clínica 178 del IMSS. Esta vez me tocó el lunes 18 de abril, como siempre voy de buen ánimo para blindarme contra alguna actitud negativa. Llego y tengo que estacionar el auto lejos de la entrada, porque la mayoría de los cajones de estacionamiento que fueron diseñados para los pacientes han sido tomados por los empleados. Al llegar intento ser muy amable con la recepcionista para tomar mi turno, pero me interrumpe abruptamente dirigiéndose hacia otra persona.

Apenas me siento cuando empiezan los dramas: una señora de avanzada edad que llegó con su hermana se sienta a esperar mientras la otra se regresa a estacionar bien el auto, pero no se habían registrado y perdieron su turno. "Ya no tengo medicina", insistía la anciana repitiendo muchas veces la misma frase. Luego la doctora del consultorio 3 abre la puerta y llama un nombre masculino mostrando una tarjeta de citas, nadie responde y ella regresa a su lugar. Luego llega un hombre, abre la misma puerta y dirigiéndose a la doctora grita fuerte "chinguen a su madre todos, todos aquí". Después, una señora como de 55 años está apapachando a su madre, luego va a insistir con la recepcionista que necesita atención y ésta le responde: "Tenía cita a las 4:45 y llegó a las 4:59, ahora tiene que esperar a ver si falta uno de los citados". La señora se desespera y abre -también ella- la puerta del consultorio 3, empieza a discutir con la doctora, clamando atención para su madre anciana. En eso, una mujer sentada más lejos le grita que deje a la doctora atender a sus pacientes. En este punto me paro, camino hacia la señora, que no deja de hablar con la doctora, y le digo que ya basta, que la deje atender a su paciente. Ella cede, no sin arengándonos que ya llegaremos a viejos y sabremos por lo que está pasando.

Del último drama soy yo protagonista: espero resultados de exámenes de laboratorio, pero la doctora no puede acceder con su computadora al sistema del laboratorio así que deja el teclado y me dice "será hasta su siguiente cita". Logro que diga que puedo ir al laboratorio a solicitar los resultados, al menos me dio la receta de la medicina regular pero esta satisfacción dura poco: en la farmacia me niegan el medicamento. Llego a mi casa, tuve que estacionarme con cuidado porque mi vecina está agrandando su cochera y tiene albañiles y materiales a la entrada, pues su hobbie es remodelar su casa entre sus viajes frecuentes a Europa, Canadá, Estados Unidos y México. Es jubilada, tiene 62 años y no trabaja desde que tenía 44: era archivista en el Centro Médico del IMSS.

Arturo Martínez Mayorga
(v.pág.2 "correo" de La gaceta de la Universidad de Guadalajara del 2 de mayo de 2016).

Gerardo Zamora llegó al Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde" en mayo de 2015 con varios impactos de bala en el cuerpo. Fue sometido a diversas cirugías y estabilizado a tiempo. Todo avanzaba perfectamente, pero su última cirugía fue aplazada durante 2 meses por falta de quirófanos.

"Una bala quedó en una vértebra, pero como yo estaba estable pues me tuvieron hospitalizado hasta julio, porque me decían que había muchas urgencias, y yo estaba relativamente bien. Cada semana me decían 'en 15 días... en 15 días...'. Y así me tuvieron 2 meses. Lo que me comentaron es que estaban remodelando quirófanos y no tenían capacidad para tantos".

Oscar Villarreal tiene 24 años. En enero comenzó con un dolor fuerte en un costado y acudió al Hospital "Fray Antonio Alcalde" para ser atendido. Después de algunas citas y estudios, le dijeron que tenía piedras en la vesícula y que debían operarlo.

"Entregué todos mis papeles en febrero y me dijeron que me iban a programar como para marzo porque no me dolía tanto".

Cuando fue a su cita, el médico le comentó que estaban saturados y que, por eso, no le habían llamado, pero como el dolor era más fuerte que la última vez, lo programó para operarlo en una semana.

A finales de mayo de 2015, el Hospital Civil decidió cerrar 12 quirófanos de su área antigua porque su infraestructura era obsoleta y por encontrarse problemas graves en las instalaciones hidrosanitarias.

Desde entonces la aplicación de cirugías se vio afectada en 10%, según el director general, Héctor Raúl Pérez Gómez. Esto obligó al personal a programarlas en fines de semana, días festivos y horarios nocturnos para poder cubrir la demanda en los 16 quirófanos que aún tienen en funcionamiento en esa sede.

Asegura que las cirugías electivas, es decir, aquellas que no son urgencias, se están retrasando en promedio 45 días, cuando antes era sólo de 22. "Se están programando con un criterio médico en donde vemos qué paciente puede esperar poquito más, sin correr ningún riesgo, y qué paciente necesita entrar primero".

Aunque al principio se había planeado rehabilitar los quirófanos con una inversión de 27 millones de pesos, explica que no será posible porque el área es muy antigua y no resistiría una adecuación de estas magnitudes. Además, por ser un edificio patrimonial, el Instituto Nacional de Antropología e Historia lo protege y la única solución es construir 12 salas de quirúrgicas nuevas que tendrían un costo de 110 millones de pesos, que serían edificadas en un 2o. piso.

Las áreas de urgencias y neonatología de los Hospitales Civiles de Guadalajara se encuentran con una saturación de 150% casi todos los días.

El director del Hospital Civil "Juan I. Menchaca", Francisco Martín Preciado Figueroa, apunta que hace unos días en esta sede "teníamos 14 bebés en un área que sólo tiene capacidad para 6, tuvimos que habilitar un quirófano y poner cunas térmicas y todo lo necesario para poder atenderlos".

Además, confiesa, había otros 16 pacientes en espera de ser atendidos, 4 cesáreas pendientes y una urgencia quirúrgica en el área de ginecología, lo que seguramente tendría como resultado 5 nuevos neonatos que requerirían atención.

Pérez Gómez, subraya que ésta es una constante en los 2 Hospitales Civiles, los cuales reciben sus propias urgencias y las de otros nosocomios de diferentes regiones del estado y del país, en donde se carece de los recursos suficientes ya sea de personal, económicos o de infraestructura para atenderlos.

Así que además de reconstruir los 12 quirófanos que están cerrados en el "Fray Antonio Alcalde", los Hospitales Civiles necesitan, en cuestiones urgentes, la ampliación del área para la atención de neonatos en el "Juan I. Menchaca" y de pacientes obstétricas graves en los 2 hospitales.

Las áreas de vigilancia y limpieza del Hospital "Juan I. Menchaca" son las peor evaluadas por los pacientes. La 1a. tiene un promedio de satisfacción del 52.72% en lo que va de este año, mientras que la 2a. tiene un promedio del 69.93%.

Al respecto Pérez Gómez comenta que la vigilancia es una de las áreas con menor porcentaje de satisfacción porque "las personas quieren entrar en grupo a ver a su paciente y no los dejamos, también frecuentemente quieren ingresar con cobijas o alimentos y nuestro personal de vigilancia no se los permite y entonces le dan bajas calificaciones a esta área".

Sin embargo, también reconoció que hay casos en los que los vigilantes no tienen la cortesía suficiente hacia los visitantes.

En cuanto a la limpieza, Preciado Figueroa, detalló que se tiene poco personal y, a pesar de que se trata de mantener la mejor higiene posible, sobre todo en las áreas blancas como son quirófanos y terapias intensivas, en las áreas comunes "los mismos usuarios no hacen buen uso de las instalaciones, nosotros les dejamos limpios los baños al inicio de la jornada y a las 2 o 3 horas están muy sucios. Necesitaríamos a un ejército que todo el tiempo esté limpiando".

Preciado Figueroa hizo un llamado a los pacientes y visitantes de los Hospitales Civiles para que tiren la basura en su lugar, hagan buen uso de los baños y respeten las todas las instalaciones, que son para ellos.

Con respecto al Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde", en general se tienen excelentes niveles de satisfacción, con excepción de la espera en urgencias, tanto pediátricas, con un 59.07%, como de adultos, con un 54.59, pero esto se debe a la sobresaturación a la cual están expuestas estas áreas.

Celso Montiel Hernández, titular del Seguro Popular en Jalisco, reconoce una deuda de alrededor de 120 millones de pesos a los Hospitales Civiles de Guadalajara por la atención que se brindó en 2015, la cual está en proceso de comprobación por parte de éstos.

Pérez Gómez, responde que la principal "dificultad es que llevamos 5 meses atendiendo a los afiliados al Seguro Popular y tenemos que comprar insumos para atender, es por eso que sí nos urge la firma del convenio y que inmediatamente nos paguen, por lo menos, el anticipo que marca el convenio, para nosotros comenzar a resolverle a nuestros proveedores".

En enero de este año, el director había dado a conocer que se tenía una deuda de entre 360 millones y 370 millones de pesos con sus proveedores, quienes a finales de 2015 recibieron 170 millones porque algunos estaban amagando con no surtir.

El titular del Seguro Popular comentó que se volverán a reunir para que el Hospital Civil compruebe todas las facturas, "hay una normativa que nos impide pagar sin que se nos compruebe, sí se va a dar el caso porque ya lo estudiamos, sólo queremos las evidencias y, a partir de ahí, se le va a ir pagando conforme llegue el recurso".

En cuanto a lo que se debe en este año, Pérez Gómez aclaró que "estamos esperando la publicación del tabulador nacional, que en estos días estará por publicarse. En cuanto esté publicado, firmaremos convenio del 2016".

En cifras oficiales, el Hospital Civil factura en promedio 80 millones de pesos mensuales al Seguro Popular. Si esto no ha variado, por el ejercicio de este año ya se le adeudan otros 400 millones, lo que daría como resultado una deuda acumulada de 520 millones de pesos.

(V.págs.2-A y 3-A del periódico El Informador del 21 de mayo de 2016).

El paso del tiempo y la suciedad están consumiendo la Clínica 45 del IMSS, conocida como El Ayala. Dentro del nosocomio hay un olor indescriptible, que combina la suciedad con el de la multitud que día a día acude a él.

La falta de limpieza dentro del hospital es causante de infecciones nosocomiales. Felipe Lozano Kasten, profesor investigador en Salud Pública de la Universidad de Guadalajara, asegura que entre 15 y 18% de los pacientes que son hospitalizados adquieren algún tipo de estas enfermedades.

José de Jesús González, jefe de Prestaciones Médicas del IMSS Jalisco, indicó que "no tendría por qué no limpiarse (los hospitales); pero existe verdaderamente un riesgo, sobre todo, si los pacientes estaban infectados de algo".

El funcionario dijo que 12% de los derechohabientes que se internan en alguna de sus clínicas adquieren infección nosocomial, pero varía dependiendo del padecimiento que tenga cada paciente.

Lozano Kasten, dice que existen infecciones que están directamente relacionadas con un ambiente insalubre dentro del hospital, como las infecciones en la piel, causadas por el mal manejo de la ropa hospitalaria.

"El hospital debe estar 'como espejo'. Si así el porcentaje de infecciones nosocomiales es alto, pues imagínate uno que esté sucio o que no se sigan las medidas de seguridad adecuadas. Por eso es importante que los directivos de los hospitales tomen consciencia de que el aseo es primordial, porque la falta de él, deriva en infecciones".

El delegado del IMSS estatal, Marcelo Castillero Manzano, reconoció que se tiene un serio problema con la limpieza en sus hospitales, sin embargo dijo que en diciembre se creó el área de Higiene y Limpieza, la cual entró en operaciones en la clínica 46 y el Centro Médico y planean ampliarla a todos sus nosocomios con la contratación de 1,500 personas.

"Al crearse un área especial de camilleros, mucha gente que trabajaba en intendencia se fue para allá y nos quedamos con déficit de personal".

Castillero asegura que el personal que queda en intendencia se dedica, más que nada, a hacer limpiezas exhaustivas en cuneros, hemodiálisis, quirófanos y otras áreas que requieren especial atención, es por eso que las demás áreas de los hospitales se aprecian sucias.

Según Felipe Lozano, una de las tareas primordiales del hospital es brindar capacitación e insumos necesarios a su personal de intendencia. "A veces se compra lo más barato o no se les capacita, sobre todo cuando entran a trabajar, así obviamente va a estar sucio".

No debe haber sarro en los baños, pero las clínicas 14 y 45 (El Ayala) tienen rastros en casi todos, incluso en los que usan los pacientes hospitalizados.

En el manual se hace hincapié en asear cada uno de los espacios de un área, incluso las puertas, paredes y techos. Sin embargo, se apreció, en las clínicas 3 (Centro Médico), 45 y 14, que las paredes están manchadas, las puertas de consultorios y cuartos estaban visiblemente sucias, y el suelo tiene manchas en casi todo el hospital.

Los elevadores tampoco están mejor: el suelo, las paredes, el techo y las puertas están sucios. Incluso, en El Ayala había rastros de sangre en la puerta del ascensor.

En una encuesta realizada a través de redes sociales, los derechohabientes señalaron la clínica 89 como una de las más sucias y donde el personal de limpieza sólo hace su trabajo 'por encimita'.

Para prevenir el contagio de enfermedades nosocomiales, no sólo es importante que la clínica esté limpia, sino que los médicos, las enfermeras, los camilleros y los visitantes se laven las manos con regularidad y de forma consciente, ya que esto puede reducir las infecciones nosocomiales hasta en 70%, según José de Jesús González Izquierdo.

Sin embargo, las clínicas 14, 45 y 89 no cuentan con jabón, ni en los baños de consulta externa, ni en los que son para uso de las personas hospitalizadas. Incluso, aunque se recomienda tener jabón líquido, para evitar que las bacterias permanezcan en la pastilla, en la 14 se observó que en los baños del personal se cuenta con una pieza desgastada de jabón.

Más allá de la propia limpieza del hospital, los expertos señalan que las infecciones nosocomiales son resultado de diversos factores. Uno de ellos son los visitantes, quienes en ocasiones no tienen todos los cuidados requeridos.

Además, se recomienda que "un familiar de un paciente que esté enfermo, no asista porque las enfermedades, sobre todo las respiratorias, es uno de los principales factores de infecciones nosocomiales".

También existen los programas de corta estancia, como son los de cirugía ambulatoria, para dar el alta lo más pronto posible. "A veces la gente no entiende por qué nos urge dejarlos ir, pero es que es más el riesgo de que se queden en el hospital a que se vayan a sus casas", dice González Izquierdo.

(V.primera plana y pág 2-A del periódico El Informador del 22 de mayo de 2016).
Mientras los políticos se distribuyen el presupuesto...

Durante 2014 y 2015, la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios en Jalisco (Coprisjal) realizó 88 visitas a diversas clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, de las cuales 29 fueron por muerte materna y 59 ordinarias.

El comisionado en el estado, Dagoberto García Mejía, resaltó que la función de Coprisjal es "estar al pendiente de que la población reciba la atención médica con garantías" y las visitas se realizan por 3 razones: por una muerte materna, por denuncia de un ciudadano o porque Coprisjal lo decide, a estas últimas se les llama ordinarias.

Dentro de las principales irregularidades que se encuentran en las clínicas del IMSS son las administrativas, porque el expediente no se llena de manera adecuada o porque no hay un resumen de la muerte materna; de infraestructura, porque el instituto realizó una adecuación y no notificó de ello a la Coprisjal, y de limpieza.

"Sobre todo encontramos irregularidades de higiene en las áreas comunes, no así en los quirófanos, que es un área que sí cuidan para no propagar una infección", dijo el comisionado, además de detectar falta de jabón y papel en los sanitarios.

Ante las irregularidades que Coprisjal encuentra dentro del IMSS, procede a amonestar a la institución y le da una fecha para subsanarlas, pero no exige una multa, como sí sucede en el ámbito privado. García Mejía asegura que esto es así porque las instituciones de salud públicas tienen poco presupuesto.

A partir de estas amonestaciones, la Coprisjal lleva un seguimiento de la falta e invita a la institución a regularizarse. En lo que va de 2016 la comisión ha realizado 3 visitas por muerte materna y 15 ordinarias y, aunque no todas las visitas conllevan a una amonestación, la dependencia tiene algunas pendientes por aclarar.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 30 de mayo de 2016).

Gustavo Gómez Ortega, un hombre de 36 años de edad, padre de 2 niños pequeños, se encuentra en terapia intensiva en el Hospital General de México. Tuvo de repente dolores en el vientre que resultaron ser una pancreatitis. A pesar de que tiene Seguro Popular, el hospital le hace cobros todos los días. No es mucho, quizá, para la terapia que recibe, pero los montos de 3,000 pesos diarios han dejado sin recursos a la familia.

No me queda claro por qué el hospital está haciendo los cobros. El Seguro Popular incluye el "diagnóstico y tratamiento conservador de pancreatitis aguda". No sé, por otra parte, qué sea un "tratamiento conservador". Una tía del paciente me dice que el hospital no aceptó aplicar el Seguro Popular porque el paciente ingresó por urgencias y no por referencia de un consultorio del propio sistema. La esposa dice que sí acudió al consultorio y que simplemente no sabe por qué no se aplica el programa.

La enfermedad está empujando a la familia a decisiones morales imposibles. Gustavo no puede ser retirado del nosocomio porque esto significaría su muerte, pero la familia tampoco puede ya enfrentar los gastos. Cada día aumenta una deuda imposible de pagar. Cada vez son menos los familiares y amigos que pueden prestar dinero que saben nunca se les devolverá. El propio paciente era el único sustento de la familia.

El Seguro Popular se creó con la idea de prevenir este tipo de situaciones. Su impulsor, el ex secretario de Salud Julio Frenk, sostenía la importancia de dar servicios médicos a quienes no tenían ni IMSS ni ISSSTE. La creación del nuevo Seguro Popular, con un subsidio del gobierno, fue controvertida porque algunos argumentaban que favorecía la economía informal, al ofrecer seguridad social sin aportaciones a las instituciones de salud, y saturaba las instalaciones y servicios ya establecidos. Santiago Levy, el economista, propuso que era mejor homologar el IVA a alimentos y medicinas y etiquetar estos recursos para otorgar servicios médicos a toda la población.

Al final prevaleció la idea del actual Seguro Popular, basado en un subsidio con recursos ya existentes. El número de enfermedades que cubría el programa se limitó con el fin de garantizar el servicio. El ex presidente Felipe Calderón con frecuencia presumió que el Seguro Popular y otras medidas habían logrado lo que ni países desarrollados como Estados Unidos podían presumir: un servicio médico universal. La realidad ha sido mucho más complicada.

Supongo que Gustavo Gómez Ortega nunca estuvo consciente de estas discusiones. Seguramente pensaba que el Seguro Popular le ofrecía suficiente protección a él y a su familia. No se imaginó que al ingresar a un hospital que forma parte del Seguro Popular por una enfermedad, la pancreatitis, incluida en las aprobadas para este programa, su familia tendría que decidir entre dejarlo morir o encontrar dinero para cubrir costos fuera de sus posibilidades.

Los costos reales de los servicios del Hospital General de México son, por supuesto, mucho más altos que los cobros. Los montos de 3,000 pesos diarios no alcanzan a cubrir siquiera una parte del tratamiento, pero siguen siendo cifras muy superiores a las que puede pagar una familia como ésta, aun antes de perder a su único proveedor. A Gustavo no sólo lo está matando la pancreatitis, también lo mata la pobreza.

Sergio Sarmiento
(v.periódico Mural en línea del 1o.de junio de 2016).

Debido a las amenazas y agresiones que enfrentan médicos prestadores de servicio en comunidades fuera de la zona metropolitana [de Guadalajara], 3 casas de salud suspendieron servicios.

El secretario de Salud informó que llegaron 6 solicitudes de médicos que pidieron cambios en los municipios donde les corresponde hacer labor social, por agresiones de los habitantes.

Los ataques son por la exigencia de atención médica oportuna o falta de medicamentos. El norte y costa de Jalisco las regiones donde el número de incidentes aumentaron.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 14 de junio de 2016).

José Fernando Serafín Jaco tiene 16 años sometido a la hemodiálisis. Hoy, como cada viernes, acudió al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde para recibir el tratamiento y cuando salía le dieron la noticia: en las próximas sesiones deberá llevar su propio material.

"Nos dijeron que hay poco y que va a escasear y que tenemos que comprar todo el material de hemodiálisis, completo. Yo vengo cada lunes, miércoles y viernes. El material cuesta 500 pesos, por sesión".

José asegura que en todos los años que tiene en tratamiento, nunca había pasado esto: "Había tenido que comprar el filtro, pero no todo el material. Vamos a buscar alguna asociación que nos apoye porque pues tengo que venir, no tengo opción".

Este viernes, el Hospital Civil de Guadalajara tuvo que suspender muchos de sus servicios ya que 5 de las empresas que le proporcionan suministros decidieron dejar de surtir por la deuda que tiene la institución con ellas. La deuda afirman es de 800 millones de pesos.

"El día de antier (miércoles), recibimos el comunicado de algunos de nuestros proveedores para informarnos que nos cerraban el aprovisionamiento por motivos estrictamente financieros. Estos insumos son elementales para toda la atención hospitalaria, así que trabajamos de forma intensa para hacer rendir los insumos con los que contábamos", comentó, en rueda de prensa, el director general del nosocomio, Héctor Raúl Pérez Gómez.

Apenas el 13 de enero de este año, el mismo titular de Hospitales Civiles afirmaba que la deuda con proveedores era de 370 millones de pesos.

El funcionario aseguró que, gracias a un abono que hizo el Seguro Popular por 65 millones, de los 161 millones de pesos que le deben al Hospital Civil por el ejercicio de 2015, fue posible dar certeza a las empresas para que volvieran a proveer de suministros. La tarde de este viernes se regularizó la atención.

(V.primera plana del periódico El Informador del 25 de junio de 2016).

Los trabajadores aseguran que en el Hospital Civil no hay ni gasas, ni material de sutura y ni guantes y que los pacientes deben comprarlos para poder ser atendidos... el director del hospital lo niega. Héctor Raúl Pérez dice que son "contados" los pacientes en tal situación... entonces ¿hay crisis o no?... ¿Quién tiene la razón?... la guerra de cifras continúa.

La tremenda corte
(v.pág.6 del periódico Milenio Jalisco del 21 de octubre de 2016).

Cuando el ISSSTE presume haber realizado 100,000 mastografías en el último año, oculta que 200,000 mujeres no tuvieron este estudio en esa institución necesitándolo. Porque de acuerdo con la diputada Mayra Enríquez Vanderkam, afectada con esta enfermedad y que lucha por mejorar las condiciones de las mujeres con cáncer, cuando el titular del ISSSTE señala que las quejas han bajado, es porque el módulo de quejas en esa institución ¡es inexistente! Y si se insiste en presentar la queja, las pacientes corren el riesgo de represalias en el servicio. ¡Chulada!

Lourdes Bueno
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 22 de octubre de 2016).

A partir del año 2000, a partir del caso "Paulina" en Baja California, las leyes se han modificado de manera que "en todo el país, una mujer o niña mayor de 12 años que haya sufrido una agresión sexual y resulte embarazada tiene el derecho de acudir a cualquier centro de salud público a realizarse una interrupción del embarazo, sin necesidad de presentar una denuncia por violación, ni de autorización por parte de autoridad alguna (ministerio público o juez) o consentimiento de padre, madre o tutor. Sin embargo, y aun cuando la ley así lo indica, el desconocimiento de las obligaciones de los prestadores de salud o el afán de imponer sus creencias personales por encima de la salud y, en ocasiones, la vida de las niñas y mujeres siguen siendo un obstáculo para que ellas accedan a los derechos mínimos que les permitan recuperarse de esta situación de violencia y un embarazo que nunca debieron haber sufrido".

Carlos Puig
(v.pág.2 del periódico Milenio Jalisco del 25 de noviembre de 2016).

Entró de puntitas, cuidando de no pisar a alguien. Karla López acudió al Hospital Regional 110 hace 2 meses para tratar de asistir a su hermano, quien sufrió un accidente automovilístico. Luchó para encontrarlo entre tanta gente que estaba ese viernes por la noche en el área de urgencias. "Había gente acostada en cartones y mucha, pero en serio mucha más, de pie... no había lugar para alguien más. Los trabajadores estaban abarrotados y se les notaba: todos sabíamos que estaban hasta el tope".

Ese espacio está abarrotado. Lo reconocen los pacientes, los trabajadores del lugar y las autoridades del IMSS. Su condición también coloca a ese núcleo médico como el puntero en quejas a escala estatal: 2,403 entre el 2009 y el pasado mes de agosto están en los sistemas de la dependencia.

"Para ser una institución pública se intenta dar el mejor trato a las personas. Claro que siempre hay carencias y creo que por el volumen de pacientes que hay. No te das abasto a veces con el personal ni con el material, ni los recursos", reconoce "Mirna", una ex trabajadora de la clínica, quien solicitó no publicar su nombre real.

Ella explica que los médicos de ese espacio han aprendido a improvisar. "Por ejemplo, a veces ni siquiera guantes hay. Me ha tocado ir a comprar cajas de guantes y cubrebocas también".

Con respecto a los medicamentos, dice que ocasionalmente hay ausencias. "Si no está el que se necesita para el paciente le das otro. Claro que no le vas a dar un medicamento que no sea el adecuado, pero sí no es la 1a. elección para lo que el paciente necesita. Se tiene que trabajar con lo que se tiene".

También hay quejas a través de las redes sociales del hospital. Joel Padilla expresa que tuvo que esperar 3 horas para que lo atendieran, y Sandy Barranco escribe que la atención en urgencias es "deplorable".

"No somos el (Hospital) San Javier", le dijeron hace 3 meses a Sara Velasco en la clínica 46 del IMSS cuando pedía un trato más ágil para su hija, paciente de insuficiencia renal. Ricardo Mateos solicitó permiso en su trabajo 3 veces durante la misma semana porque no surtían su medicamento para la presión en el Hospital 110, y una señora encaró al delegado del IMSS en Jalisco, Marcelo Castillero, durante una visita que hizo a la clínica 170, de Puerto Vallarta. Le dijo que no había papel ni limpieza en los baños. "Tenemos recursos para eso", le respondió el doctor.

Aunque son muchas las razones por las que los derechohabientes del IMSS han interpuesto alguna queja ante esa instancia, 3 causas aglutinan la mayoría de las denuncias: el maltrato del personal al paciente, la falta de medicamentos y limpieza deficiente en las unidades médicas.

A pesar de que en todas las aristas se ha trabajado a conciencia para revertir los indicadores, sólo en dos se han tenido resultados notables. Marcelo Castillero reconoce que en el trato a las personas han mejorado "un poco".

"No tanto. Estamos trabajando ahí. Eso es muy difícil porque es un poco de cultura", dijo el funcionario. En mayo pasado, el IMSS emprendió una campaña de capacitación permanente a escala nacional, llamada "SER IMSS", que invita a sus trabajadores a Saludar, Escuchar y Responder.

El programa tiene como objetivo "transformar la cultura de servicio, mejorando el clima laboral y fortaleciendo el buen trato a derechohabientes", consta de capacitación presencial en línea y una campaña de comunicación interna para reforzar el sentido de pertenencia institucional.

Para atender la limpieza de los núcleos médicos, el año pasado el IMSS en Jalisco autorizó contratar a 1,500 personas para realizar esta tarea. Antes de eso, los trabajadores de intendencia también se desempeñaban como camilleros o eventualmente prestaban ayuda a pacientes.

Para reducir las quejas por falta de medicamentos, los directores y administradores han instruido al personal para que ofrezca alternativas a los pacientes.

"Hacemos conciencia para que si un insumo lo requieren, lo pueden comprar. En años anteriores el presupuesto para ello se regresaba porque no lo gastaban las unidades, o les daba miedo el órgano interno de control, pues éste pide papeleo para justificar que un medicamento que no tenemos lo requiere el paciente".

Finalmente, se realizan estrategias de "usuario simulado", en donde las autoridades de 1er. nivel del IMSS se desplazan a las unidades médicas del estado para medir la atención que reciben los derechohabientes.

El año pasado, la Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios de Servicios Médicos dejó "muy mal" al IMSS en Jalisco. Según los indicadores del Instituto, en 2014 recibieron 5,333 quejas y en 2015 4,448. En los primeros 8 meses de 2016 registraron 2,724.

Por cuestiones que van desde la ausencia en algún medicamento prescrito hasta casos graves de negligencia, el IMSS ha recibido un total de 35,790 quejas en Jalisco entre el 1er. día de 2009 y el último de agosto de 2016, informa la Unidad de Transparencia del instituto a nivel nacional. Es un promedio de 13 quejas por día transcurrido desde entonces, o 389 por mes.

Los hospitales regionales 110, 45 y 46 se encuentran en las tres primeras posiciones por quejas. Acumulan 2,403, 1,961 y 1,862, respectivamente, en el mismo periodo.

De acuerdo con Marcelo Castillero Manzano, delegado en Jalisco del IMSS, la cifra en esos tres espacios médicos es coherente "por el volumen que manejan y porque es mucho más complejo un paciente quirúrgico, o que está en terapia, que las clínicas de medicina familiar, que lo único que reciben es consulta".

Y por lo que toca a las unidades médicas de alta especialidad en el Centro Médico Nacional de Occidente, las 3 suman 2,820 quejas en el mismo periodo.

La Unidad de Transparencia del IMSS revela que sólo este año se han contabilizado 2,385 quejas entre enero y agosto. En contraste, el delegado estatal revela que son únicamente 169. "Son las quejas formales; las que nos hacen llegar por escrito. Son en las que el derechohabiente se queja en el módulo de orientación y hace un escrito o mete uno a la delegación".

En ese sentido, el Consejo Consultivo del IMSS autorizó un monto de 5.5 millones de pesos en 2016 para pagar indemnizaciones. "Pero no necesariamente todo lo que autorizó el consejo es lo que pagamos".

Hoy suman 24 personas a las que se reintegró dinero. "Pacientes que van a solicitar una cirugía y en el IMSS por alguna circunstancia no se opera, entonces se van y se operan por fuera y nos meten el reintegro de gastos. Se hace el análisis y el Consejo Técnico dice: 'Sí, entonces paguen'. Y les pagamos".

Este año, el IMSS en Jalisco recibió su 1a. recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos desde el año 2009. Fue por la muerte de un niño originario de Lagos de Moreno. Los padres demandaron al instituto y recibieron 1.5 millones de pesos.

Cuando se interpone una queja ante el IMSS y el derechohabiente le da seguimiento, inicia una investigación en función de la omisión o irregularidad que se está denunciando. En promedio, dicha investigación demora alrededor de 15 días.

Quienes analizan el expediente no son trabajadores del IMSS, sino especialistas ajenos al instituto. Ellos revisan el tema y entregan su conclusión al Consejo Consultivo, instancia que determina si la queja procede o no.

De las 169 quejas reconocidas durante el 2016 en el IMSS en Jalisco, 35 fueron procedentes, 107 no tuvieron secuencia y 27 siguen en proceso de investigación.

(V.pág.2-A del periódico El Informador del 19 de diciembre de 2016).

"Si viene un niño con gripe, no tengo ni para atenderlo. Las personas tienen que comprar su medicina". Éste y otros testimonios similares son los que médicos pasantes de distintas regiones del estado tienen para contar.

Ellos prestan el servicio social en los centros de salud y, día a día, lidian con la falta de medicamentos.

Médicos pasantes de la Región Ciénega, Costa Norte, Los Altos, Centro y Sur aseguran que trabajan con lo que tienen, aunque muchas veces no cuentan con lo necesario para atender a los pacientes que llegan a ellos que, en la mayoría de los casos, por falta de recursos es al único lugar adonde pueden ir.

Sin embargo, Celso Montiel Hernández, titular del Seguro Popular en Jalisco, afirma que no se ha detectado un problema tan grave. "El surtimiento de medicamentos en el Estado de Jalisco está activo, nosotros hacemos una revisión muy puntual, tanto en las regiones sanitarias como con la empresa que distribuye productos farmacéuticos y, en este momento, están más de 500 farmacias con apertura y se cuenta con lo principal para el proceso invernal, como son antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos".

Pero quienes trabajan en los centros de salud están en desacuerdo con él. "No nos vayamos a cosas de especialidad, para este tiempo de frío no tengo nada, ni antivirales, ni antibióticos, nada", asegura Juan, quien está en un Centro de Salud de la Región Ciénega.

Además, los médicos comentan que es verdad que les surten medicina, pero no como ellos la piden ni según las necesidades. Por ejemplo, en un centro de la Región Costa Norte, cada 2 meses llega tratamiento para hipertensos, pero sólo ajusta para una persona y ellos tienen hasta 30 pacientes que requieren el medicamento. Asimismo, a la Región Ciénega llevaron sólo 200 cajas de Paracetamol y no surtieron otro tipo de medicamentos para la temporada invernal, "y luego que por qué se burlan", comentó el pasante de ese centro de salud.

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 9 de enero de 2017).

El IMSS atenderá una recomendación de la CNDH sobre la atención "inadecuada y negligente" a una paciente en 2013 en un hospital de Tamaulipas, quien falleció luego de ingresar con alergia.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 10 de enero de 2017).

Las declaraciones de Miguel Ángel Yunes sobre la quimioterapia falsa en Veracruz son espeluznantes, merecen atención y al mismo tiempo son irresponsables. Las tres cosas. No es necesario explicar por qué son espeluznantes: nadie quiere constatar que el sistema de salud público está tan torcido que nuestros peores temores palidecen ingenuamente cuando se asoma el monstruo que verdaderamente es. Hay historias para regalar, pero no se nos había ocurrido que a los niños les inyecten agua destilada en lugar del medicamente contra el cáncer. Y que algún proveedor fantasma gane. Y que la gente muera.

Las acusaciones merecen atención, obviamente. Una búsqueda exhaustiva en el sistema de salud local, los problemas denunciados en los medios regionales, las acusaciones de corrupción y los reclamos en redes dan una idea de lo podrido que estuvo el infierno administrativo de Javier Duarte. Manifestaciones afuera del hospital regional por falta de medicamentos, criminalización a médicos, llamados de oncólogos desesperados por el desabasto de material y abandono en el área infantil, escándalos de clonación de medicamentos desde el 2010.

Dice el gobernador de Veracruz que investiga la aplicación de líquido inerte en niños con cáncer. Si llegara a resultar falsa esta criminal conducta, aun así estamos ante un estado de emergencia sanitaria estatal. Apenas una semana antes los oncólogos habían denunciado ante la prensa local el inmoral descuido en el que está el Hospital Regional de Alta Especialidad.

Por último, las declaraciones de Yunes son irresponsables. No tengo ningún elemento para calificarlas como falsas, pero el gobernador no otorgó tampoco ningún elemento para sustentar su acusación. No dijo si había sido en el Hospital Regional o en otro de los centros de atención oncológica; no dijo cuándo o durante cuánto tiempo; no mostró el resultado del laboratorio ni respaldó la afirmación con el nombre del laboratorio. No quiero decir con esto que sea falso, insisto. Pero es sumamente irresponsable salir a hablar así (y que los medios no pidan más). ¿No cree Yunes que tiene que explicarles a los veracruzanos que eso ya no está sucediendo? ¿No considera relevante informar en dónde se encontró esa agua destilada, si fue una práctica permanente y generalizada o si se detectó en una sola zona? ¿No merecen las familias saber si sus hijos fueron de los que recibieron atención o no? Los veracruzanos deben estar aterrorizados: si se hizo con los niños enfermos de cáncer, ¿no se estará haciendo con todos los medicamentos del sector salud? ¿Ya se está vigilando eso?

Ivabelle Arroyo
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 18 de enero de 2017).

El Área de Tórax y Cardiovascular del Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde" se formó hace 18 años, con la finalidad de ofrecerle a la población de bajos recursos la posibilidad de realizarse cirugías de este tipo, las cuales tienen costos demasiado elevados.

Aquí, llegó José, quien presentaba una infección en el corazón, la cual destruyó las válvulas del miocardio, por lo que tuvieron que ser cambiadas por prótesis. Ha sido tratado, durante mes y medio, con lo que el hospital posee para salvarlo y con lo que él tuvo que conseguir para que le realizaran la cirugía.

"A pesar de que el hospital ofrece el equipo, servicios e infraestructura, el paciente tiene que pagar su material. Él sí pudo comprarlo, pero hay quienes no pueden y eso retrasa la cirugía porque tenemos que conseguir el recurso. En esto nos ayudan las sociedades y fundaciones a los que nosotros mandamos, en 70% de las ocasiones, solicitudes para que ellos paguen los costos".

Los médicos de esta área se unen para ayudar al paciente a conseguir quién pague los materiales, pero aún así las cirugías pueden aplazarse.

(V.pág.7-A del periódico El Informador del 21 de enero de 2017).

El secretario de Salud, José Narro Robles, informó que han encontrado desorden en el sistema de almacenamiento del Sistema de Salud de Veracruz y hasta ahora detectaron 11 toneladas de medicamentos caducos, así como cerca de 47,000 pruebas de VIH, que aún no se sabe si fueron utilizadas o no, pero que no cuentan con el registro sanitario correspondiente.

Narro Robles, dijo que hasta este momento no han encontrado ninguna prueba contundente en el caso del presunto suministro de agua en lugar de medicamento para quimioterapias de menores enfermos de cáncer durante las administraciones de Javier Duarte y de su antecesor, Fidel Herrera.

Pero anunció que van a proceder en cuanto terminen las investigaciones y se tengan evidencias, y adelantó que se harán los ajustes necesarios en estos casos que son muy delicados.

Comentó que no pueden actuar sin pruebas, ni tampoco puede haber un levantamiento de un acta que dé origen para considerar que se hizo algo extensivo, sistemático o rutinario.

(V.periódico El Informador en línea del 24 de enero de 2017).

El Sistema de Salud de Chihuahua administró fármacos apócrifos a personas que padecen cáncer, durante la gestión de César Duarte, confirmó el secretario del ramo Ernesto Ávila.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 26 de enero de 2017).

"El hospital cerró desde mediodía", ataja al visitante, antes de que llegue a la entrada, el policía privado que resguarda el espléndido edificio blanco enclavado al ingreso de Huejuquilla el Alto.

- ¿No funciona ni el área de emergencias?

- ¿Qué, usted tiene una emergencia? Yo nomás cuido el edificio. Los fines de semana no funciona, debe ir al hospital viejo...

- ¿No sabe si hay marakames, los médicos tradicionales huicholes? Me dijeron que se fueron porque no les pagaron.

- Creo que ya les van a pagar; van a venir el lunes. Pero yo no le puedo dar información. Vaya al otro hospital.

El tema de este errático diálogo es una de las "joyas" de atención a la salud de los gobiernos de Aristóteles Sandoval Díaz y Enrique Peña Nieto en la región norte de Jalisco, la más indígena y más abandonada de las demarcaciones del estado: el Hospital Multicultural, inaugurado con bombo y platillo el 8 de abril de 2016, con la presencia del gobernador y del secretario de Salud federal, José Narro Robles.

Los wixaritari que acuden a esta cabecera reportan que poco les ha cambiado la vida. "Yo estoy esperando el modo de mover a una persona que se cayó de un caballo, de Pueblo Nuevo, lo tenemos en el albergue de aquí y esperamos una ambulancia o un particular para que se vaya al Hospital Civil de Guadalajara. Así pasa. Cuando tienes un problema serio solamente Fresnillo o Guadalajara", señala un gestor comunitario que pide anonimato.

Quienes hablan abiertamente son las autoridades comunales de Tuapurie (Santa Catarina Cuexcomatitlán), para las cuales, la falta de operación óptima del nosocomio es solamente una parte de sus males.

"No hay médico. Cuando tenemos enfermos de gravedad, no nos sirve [...] nos dicen que no tienen equipo y no hay médicos, es decir, que hay un médico que está atendiendo para todos", señala el presidente del consejo de vigilancia de esa comunidad, José García López.

- Es decir, como si fuera una casa de salud...

- Así es; llegas y te dicen: te doy esta medicina nomás para quince días, y luego qué alegas, si no hay más.

La comunidad padece un problema de salud más serio que la simple deficiencia de un hospital. "Nosotros le dijimos a Derechos Humanos, yo personalmente, y resulta que en San Sebastián [la comunidad huichola vecina, al sur] tenían el mismo problema, de que no hay medicinas por aquí".

- O sea, es un problema de toda la sierra.

Agustín del Castillo
(v.pág.10 del periódico Milenio Jalisco del 3 de febrero de 2017).

El Instituto de Pensiones de Jalisco enfrenta un grave problema de suministro de medicamentos en las 3 farmacias de las Unidades de Medicina Familiar, que afecta a un total de 10,600 extrabajadores retirados.

De acuerdo con reportes de la Dirección Médica de Ipejal, al 15 de enero, las farmacias Unimef tenían un 50% de abastecimiento.

Sin embargo, se habla de un desabasto del 80% de medicamentos para los pensionados, la mayoría adultos mayores que padecen enfermedades crónicas.

(V.pág.15 del periódico Milenio Jalisco del 3 de febrero de 2017).

Temas de enorme gravedad que afectan directamente la salud y la vida de los mexicanos son los que se refieren a las denuncias tenidas sobre 3 rubros: los medicamentos caducados, las pruebas de VIH que no pasaron los controles de la Secretaría de Salud encontrados en Veracruz, y la compra, y posible utilización en pacientes diabéticos, de insulina que podría no tener los parámetros requeridos por la Secretaría de Salud. Todo parte de un peligroso paquete de agresión de 3 gobiernos a la población.

Casi 47,000 paquetes de pruebas rápidas de VIH, de la empresa Hangzhou Clongene Biotech Co. Ltd, China, distribuidos por Comercio y Servicios Administrativos e Integrales del Golfo S.A. de C.V., fueron asegurados del almacén de insumos de la Secretaría de Salud de Veracruz, de acuerdo con la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, porque no contaban con registro sanitario. Pero esta atrocidad hubiera pasado desapercibida por quienes tienen la obligación de garantizar la salud de los mexicanos, si no fuera por una denuncia.

Respecto a las medicinas caducadas, el secretario de Salud, Dr. José Narro, informó que han ubicado 17 toneladas de ellos. Y señaló: "Hemos encontrado numerosas irregularidades administrativas, lo digo con honestidad, francamente indignantes y dolorosas. Porque es indignante que mientras no se tiene abasto suficiente encontremos 17 toneladas de medicamentos que han caducado".

Por si estas noticias de los últimos 2 gobiernos priístas de Veracruz, no fueran alarmantes, hace una semana diputados del PRI abrieron a la luz pública otra irregularidad denunciando que desde 2013 en los hospitales públicos de Guanajuato se aplica una insulina "pirata", pues de acuerdo con ellos, no cumple las normas de salud.

Y en rueda de prensa en el Palacio Legislativo, agregaron: "Fueron los propios médicos del sector quienes comenzaron la investigación y llegaron a cuenta de que la insulina que estaban aplicando no reunía las características de calidad y, como consecuencia, los procesos en los pacientes estaban siendo anormales y no estaban dando los resultados que se esperaban con la aplicación de ese medicamento. Lo que les llamó la atención fue que advirtieron que se trataba de una insulina nueva, diferente de la que tradicionalmente venían aplicando y con la cual el paciente sí tenía una mejoría en el tratamiento a que estaba siendo sujeto".

Muy grave lo sucedido en Veracruz y, ahora, en Guanajuato. Claro que ante esta situación los 2 partidos mayoritarios tratan de escudarse en la atrocidad del otro: el PRI con el caso Veracruz, presionando a la Cofepris para minimizar el daño, y el PAN en el caso de Guanajuato alegando que lo de la insulina "pirata" es una cortina de humo para cubrir el asunto de Veracruz...

Al final la ciudadanía sabe que unos y otros resultaron lo mismo. El punto central en estas atrocidades expuestas es que, de comprobarse, pero no sólo por la obediente Cofepris, se trataría no de una corruptela más en el mar de robos en el que los políticos siguen hundiendo al país, sino de acciones criminales, y eso es ya otra tonada, una de muerte comparable al homicidio.

Lourdes Bueno
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 11 de febrero de 2017).

Las secretarías de Salud federal y de Veracruz informaron fue fueron halladas 21 ampolletas falsas de quimioterapia y se presentó denuncia por irregularidades en pruebas de VIH/Sida.

A través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la Secretaría de Salud y la dependencia estatal, se dieron a conocer los resultados de la investigación derivada de denuncias públicas presentadas por el Gobierno de Veracruz.

El gobierno denunció la presencia de medicamentos falsos del producto Avastin en el periodo 2010-2016 en la Secretaría de Salud de la entidad, así como la existencia de medicamentos caducos en almacenes de la dependencia estatal y de pruebas rápidas para detección de VIH sin registro sanitario.

(V.periódico El Informador en línea del 17 de febrero de 2017).

En el informe de la auditoría la cuenta pública 2015, el auditor encontró que en el gobierno (es un decir) de Chihuahua de César Duarte hubo costos inflados en la compra de medicinas para malversar 107 millones de pesos. Los precios pagados fueron hasta de 20 veces el valor real.

Pero lejos estamos de una excepción. En 2014, la Auditoría Superior de la Federación reportaba que entre 2009 y ese año, en solo 5 estados se generaron quebrantos por 1,772 millones de pesos por sobreprecios en medicinas.

Tan corriente resultaba tan nefasta costumbre que en 2016 el Centro de Análisis e Investigación (Fundar) denunció que la adquisición de medicinas de todos los estados presenta irregularidades. "Se adquieren medicamentos que no están dentro del catálogo o se adquieren a un precio superior al de referencia marcado claramente en los tabuladores federales".

Salvador Camarena
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 23 de febrero de 2017).

Ante la nula asistencia de las autoridades a las 4 reuniones conciliatorias previas, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje autorizó al Sindicato de Trabajadores Independientes y Profesionales de la Salud estallar una huelga en el Seguro Popular de Oaxaca, la 1a. en la historia del sector Salud del país.

La demanda principal es la firma de un Contrato Colectivo de Trabajo, pues los 350 afiliados laboran en condiciones ínfimas y sin ninguna garantía laboral.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 27 de febrero de 2017).

La Comisión Estatal de Derechos Humanos giró recomendación al titular de la Secretaría de Salud Jalisco, Antonio Cruces Mada, al confirmar negligencia, imprudencia e inobservancia de la norma en la atención de un parto en el Hospital Regional de La Barca, que derivó en la pérdida del útero de la mujer y muerte del bebé.

El organismo refirió que el ginecobstetra Guillermo Manuel Chavarín Tello utilizó la maniobra Kristeller, que consiste en aplicar fuerza enérgica sobre el vientre, para lo cual se subió a él y lo presionó para que naciera el bebé; sin embargo, provocó el rompimiento del útero que debió ser extirpado para salvar la vida de la mujer. Su hijo nació con encefalopatía hipóxica isquémica y falleció.

Además de la responsabilidad del profesional, la CEDHJ acreditó que el día de los hechos el Hospital Regional de La Barca no contaba con personal médico, de enfermería ni técnico completo, ni con la dotación de los medicamentos necesarios para realizar las intervenciones correspondientes.

El nosocomio incumplió con la normativa y su propio manual de servicios al público, en el apartado de "Características del servicio, atención médica especializada", por lo cual se solicita a la SSJ realice el pago por la reparación del daño a las víctimas y agregue copia de la recomendación al expediente administrativo del médico.

También le solicitan garantizar que tanto el Hospital Regional de La Barca como el Hospital Materno Infantil de Ocotlán cuenten con equipo, medicamento y personal médico necesarios.

(V.pág.15 del periódico Milenio Jalisco del 17 de marzo de 2017).

En septiembre de 2015, el periodista Luis Herrera publicó un reportaje que evidenció el boquete millonario que le dejaban las negligencias médicas al Instituto Mexicano del Seguro Social. Reveló que, entre los años 2007 y 2014, la Dirección Jurídica registró 71 juicios a favor de usuarios o familiares demandantes por malas prácticas, que derivaron en indemnizaciones por 110'842,477 pesos.

Los afectados utilizaron todas las vías conciliatorias y judiciales para que el Instituto les resarciera el daño. Y la suma más alta fue por una negligencia médica (en 2010) en el área de Neurología del Hospital General Regional de Orizaba (Veracruz), por la que se indemnizó a un paciente por la cantidad de 12'525,553 pesos.

Hace un mes solicité información similar al IMSS, pero con una arista diferente: "Requiero el total de indemnizaciones como consecuencia de la actividad administrativa irregular, con base en la Ley de Responsabilidad Patrimonial. Solicito el total de casos, el nombre de la persona (física o moral) a la que se le indemnizó, el monto pagado por cada caso y el motivo, en el periodo 2006 y 2017".

Así respondió el Instituto a través de la Dirección Jurídica: "La Coordinación de Asuntos Contenciosos de la Unidad de Investigaciones y Procesos Jurídicos, comunicó que en 2006 no se pagaron indemnizaciones a personas físicas o morales como consecuencia de la actividad irregular... en el año 2017 se pagó una indemnización por la cantidad de 8'764,800, con base en la Ley de Responsabilidad Patrimonial del Estado, por negligencia médica. Es importante señalar que el nombre de la persona a la que se pagó la indemnización tiene el carácter de información confidencial".

En la respuesta, el IMSS evidencia una práctica opaca o tramposa para responder por Transparencia, pues se le solicitó "en el periodo 2006 y 2017", pero sólo contestó los datos documentados en las anualidades 2006 y 2017.

Luego interpuse una 2a. solicitud de información: "Con base en la Ley de Responsabilidad Patrimonial, requiero el total de casos activos en los que personas o empresas exigen una indemnización como consecuencia de la actividad administrativa irregular. Solicito cifras totales del monto económico que exigen los demandantes".

En este caso, la respuesta del Instituto evidencia que los afectados ahora recurren a la efectividad del Tribunal Federal de Justicia Administrativa para resarcir el daño ocasionado: "La Coordinación de Asuntos Contenciosos informa las cifras de los procedimientos y juicios contenciosos administrativos promovidos contra el IMSS, con base en la ley federal patrimonial, para el período del 23 de febrero de 2016 al 23 de febrero de 2017, así como el monto económico que solicitan los reclamantes. Número de casos: 45 (juicios). Cuantía: 317'667,832 (pesos)".

El comparativo es preciso: Por todas las vías conciliatorias y judiciales, entre los años 2007 y 2014, el IMSS indemnizó por 110'842,477 pesos a los afectados involucrados en 71 juicios; sin embargo, en el periodo del 23 de febrero de 2016 y el 23 de febrero de 2017, a través de la Ley de Responsabilidad Patrimonial, tan sólo 45 casos reclaman el triple del monto indemnizatorio por el periodo 2007-2014. Y son recursos que perderá el IMSS por los errores o negligencias médicas de pasantes, residentes, enfermeras, enfermeros, médicos y especialistas. ¿Y los responsables?

La semana pasada documenté que los Tribunales de Justicia Administrativa se han encargado de exhibir las deficiencias de las administraciones públicas federales, estatales y municipales, con resoluciones de casos polémicos que evidencian una cadena de negligencia, omisión o complicidad que nutre la corrupción que impera en México. Detallé tres casos de administraciones que han pagado indemnizaciones millonarias por sus "errores" (ver columna http://bit.ly/2nltsBD), por eso hoy documento que el IMSS no se escapa de la efectividad de esos tribunales, aunque en este caso la irresponsabilidad de servidores públicos del sector salud termina en muertes o lesiones graves entre derechohabientes.

Una pregunta: ¿Cuál es el porcentaje que se reparten los abogados demandantes y defensores de estos casos a costa de las víctimas? Un negocio perverso.

Tan sólo para este año, el Instituto tiene una bolsa por 726 millones de pesos para el pago de indemnizaciones de todo tipo y laudos. En este último concepto seguramente hay despidos de servidores públicos culpables de las negligencias médicas, pero terminan ganando las demandas por despido "injustificado" ante la omisa, negligente o cómplice defensa del área jurídica del IMSS. De ese tamaño es su boquete financiero producto de las "irresponsabilidades" de sus trabajadores.

Cada año, el Instituto presenta un informe al ejecutivo federal y al Congreso de la Unión sobre la situación financiera y sus riesgos, pero omite detallar por qué está perdiendo esos 726 millones de pesos anualmente en promedio. El IMSS debe detallar las causas y los responsables de la pérdida de ese recurso millonario cuando se trata de negligencias médicas o laudos.

Mario Muñoz
(v.periódico El Informador en línea del 20 de marzo de 2017).

Respecto a la salud de los mexicanos, por la reducción presupuestal, aun en la salud institucional se encuentran trampas mortales: falta de medicamentos, ropa del personal y hospitalaria sucia lo que ya ha provocado muertes por septicemia, y claro, escasez de personal preparado. La Cofepris reveló anomalías en 124 establecimientos hospitalarios del IMSS. Ineficiencias que se encuentran en 77 recomendaciones que la CNDH hizo al Seguro Social. Y las demás instituciones de salud pública, están peor.

Lourdes Bueno
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 22 de abril de 2017).

Ocurrió el pasado martes en la colonia El Real: una mujer de 81 años presentaba síntomas similares a los de un infarto. Su familia llamó poco después de las 2 de la tarde al 911 para solicitar ayuda urgente. La operadora realizó las preguntas obligadas: antecedentes de enfermedad, situación actual de la paciente, medicamentos suministrados, entre otras. Diez minutos más tarde sonó el teléfono que se dejó como referencia. Pasaron 20 minutos mientras un encargado de servicios médicos de Tlaquepaque realizaba el mismo cuestionario que la operadora del número de emergencias. La ambulancia tardó otros 25 minutos extra en llegar al domicilio de la paciente para confirmar la gravedad del caso.

Cuando la familia de la afectada pidió trasladarla a un hospital particular, los paramédicos aseguraron que eso no era posible por cuestión de protocolo. Las opciones eran solamente la Cruz Verde o el Instituto Mexicano del Seguro Social, a pesar de saber de antemano que no contaban ni con el equipo, ni con el personal necesario para atender el caso inmediatamente. Al cuestionárseles por qué no se podía realizar el traslado, uno de ellos contestó que "necesitaban autorización". El tiempo transcurría y la familia, angustiada, se vio en la necesidad de sortear el tráfico del mediodía, las obras que se realizan en gran parte de la ciudad y -el colmo- la caída en el sistema de una empresa de telefonía celular.

Las preguntas son varias: ¿de quién se necesitaba autorización? ¿Puede más un "protocolo" que un acto de humanidad? ¿Cuántas personas mueren por no ser atendidas en tiempo y forma?

San Pedro Tlaquepaque es un municipio de Jalisco con casi 700,000 habitantes distribuidos en poco más de 300 colonias. Aun cuando forma parte de la "progresiva" Zona Metropolitana de Guadalajara, cuenta con solo 2 o 3 ambulancias para proveer de servicios médicos de emergencia. ¿Se imagina la cantidad de gente afectada por esta situación?

La realidad es que no hay condiciones para garantizar la protección de los derechos humanos básicos, tal como el servicio a la salud. Si a lo anterior se le agregan elementos burocráticos el resultado es letal.

Gabriela Aguilar
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 2 de mayo de 2017).

La atención médica en el Hospital Materno Infantil Esperanza López Mateos se encuentra limitada desde el pasado fin de semana, luego que trabajadores cubreincidencias protestan porque la Secretaría de Salud Jalisco no les ha pagado los honorarios correspondientes a 3 meses y ya no les renovó el contrato.

Este jueves las salas lucían prácticamente vacías porque únicamente se brinda atención de Urgencias.

El panorama empeora por la grave carencia de insumos, entre los que se encuentran sábanas, lo que obligó al personal de enfermería a utilizar las batas que se da a los pacientes para cubrir los colchones donde se acomoda a las parturientas.

(V.pág.12 del periódico Milenio Jalisco del 5 de mayo de 2017).

La Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas entregó una compensación económica a familia de una víctima de violación a los derechos humanos fundamentales.

Se trata de la 4a. compensación en lo que lleva de instalada la comisión, y esta vez se otorgó al esposo de una señora a quien, por derivado de una negligencia médica comprobada, se tuvo la necesidad de amputar sus 2 piernas, en el año 1998.

El secretario ejecutivo de la comisión, Kristyan Felype Luis Navarro, detalló que el caso se dio en el Hospital Civil de Guadalajara, hace casi 20 años.

"Desafortunadamente, esa persona ya no está con nosotros; no murió a causa de la amputación, pero las complicaciones de salud y de ánimo fueron cada vez mayores, hoy la compensamos a través de su esposo, la víctima indirecta".

Además del monto económico, se le ha brindado apoyo psicológico, de trabajo social, médico y seguimiento jurídico con sus demandas y quejas, con abogado gratuito.

Luis Navarro enfatizó en que cualquier caso es tomado en cuenta por la comisión, no importa si es de hace varios años.

De acuerdo a información de la propia comisión de víctimas, la persona acudió el 14 de abril de 1998 al Nuevo Hospital Civil "Dr. Juan I. Menchaca", debido a un dolor abdominal. Después fue trasladada a la unidad "Fray Antonio Alcalde", donde fue atendida en la Torre de Especialidades por una "oclusión arterial".

9 días después, la víctima fue intervenida de las piernas, pero su condición de salud no mejoró, por lo que su esposo decidió llevarla a un hospital particular, donde le dijeron que para salvar su vida debían cortarle las 2 piernas.

"En las investigaciones realizadas por el agente del Ministerio Público, el dictamen pericial emitido por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, determinó que la atención brindada en la torre de especialidades del Hospital Civil 'Fray Antonio Alcalde', fue deficiente y la forma de proceder del personal médico negligente, lo que derivó a la amputación de las piernas de la víctima", se detalla en la información proporcionada por la comisión.

Con esta 4a. compensación, Jalisco se convierte en la 3a. entidad con mayor número de apoyos a víctimas, empatado con el estado de Morelos, después del Estado de México y Nuevo León, que acumulan 6 y 5, respectivamente.

En total, las 4 compensaciones a víctimas en el estado representan una inversión de alrededor de 2 millones de pesos.

"En este año hay 12 casos más para análisis, esperemos que todos tengan una resolución, recuerden que es el pleno de la comisión quien toma la decisión de compensar económicamente".

(V.periódico El Informador en línea del 19 de mayo de 2017).

Hace 6 meses, a Jocelyn le picó un alacrán. A los 15 minutos se trasladó a la Cruz Verde de Federalismo Norte para recibir atención.

Su malestar aumentaba conforme pasaban los minutos, no podía respirar bien y vomitaba mucho. Llegó al área de Urgencias y no tenía idea de lo que la esperaba.

El doctor le preguntó en qué parte del cuerpo le había picado el alacrán y ella respondió que en un dedo de la mano.

"Me dijo también ¿hace cuánto tiempo te picó? yo dije que hacía 15 minutos, a lo que con burla respondió 'qué bueno, si hubieras tardado 15 minutos más ya no hubiera podido hacer nada por ti'".

La molestia física y el enojo por la respuesta del doctor la ponían cada vez peor, además de que le dijeron que no podían atenderla hasta que sus acompañantes fueran al área de Trabajo Social, pues el tratamiento que requería era muy costoso.

"Después de aproximadamente 10 minutos, yo ya no podía incluso ni hablar, fue la persona que recibió mis datos con el doctor y le dijo, 'ya "doc", éstos sí traen con qué pagar', fue ahí cuando el doctor, desde una silla lejana a mi camilla le dijo a un practicante que me pusiera el antídoto; yo no paraba de vomitar y realmente sentía un dolor intenso".

Jocelyn asegura que el practicante la atendió muy bien, lo que no hizo el doctor encargado, sin embargo, su experiencia con el piquete de alacrán se volvió todavía más molesta por la mala atención que le brindó la institución, más allá del dolor físico que sentía.

(V.pág.14-A del periódico El Informador del 29 de mayo de 2017).

2 mujeres dieron a luz fuera del hospital inconcluso del municipio de Jalapa de Díaz, en la región Cuenca del Papaloapan de Oaxaca, en cuyo sitio se han denunciado violencia obstétrica por partos en la calle e incluso existe 3 recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

De acuerdo con el presidente municipal de Jalapa, Arturo García Velásquez, desde el año 2005 se inició la construcción del hospital y quedó a medias; incluso, ha sufrido saqueos de las propias constructoras, que han argumentado deudas por parte de los Servicios de Salud de Oaxaca.

En el sexenio de Gabino Cué se registraron en ese hospital al menos 4 casos de presunta negligencia médica por no atender a tiempo los partos.

(V.periódico El Informador en línea del 29 de mayo de 2017).

El secretario de Salud en Jalisco, Antonio Cruces Mada, reconoce el desabasto de medicamentos en la Entidad y afirma que si no se llega a un acuerdo con el proveedor del Seguro Popular, Dimesa, en esta semana recurrirá a la Junta de Gobierno para que avale la compra emergente de fármacos con otra empresa.

Explica que esta acción se debió a que la empresa que surte las medicinas básicas, que forman parte del Catálogo Universal de Servicios de Salud (CAUSES), "cerró la llave" porque la dependencia estatal incumplió con un pago de 100 millones de pesos, pero argumentó que fue por "dificultades" en el proceso administrativo para recibir recursos de la federación. Sin embargo, responde que tuvo acercamientos con los representantes de la empresa y llegaron a un acuerdo para subir el abasto a 90 por ciento. El día clave es el 10 de junio. Esa fecha la Secretaría de Salud recibirá los recursos retrasados del gobierno federal, con los que saldará la deuda convenida con el proveedor hasta mayo de este año.

El reporte del Modelo de Supervisión y Seguimiento Estatal de Servicios de Salud correspondiente al 1er. trimestre de 2017 detalla que los centros de salud de Jalisco no cuentan con el personal suficiente y sólo 17% tiene el equipamiento mínimo para atender a los beneficiarios.

Se acentúa que ninguno de estos espacios tiene suficiente abasto de insumos como tiras reactivas, lancetas, rotundas, algodón, alcohol etílico y guantes de látex. Además, se señala que 27% de las recetas se llena adecuadamente y apenas 37% se surte de forma completa.

Algunos de estos problemas ya habían sido dados a conocer con anterioridad. Por ejemplo, en el informe de 2016 se especificó que, en relación con el abasto de medicamentos e insumos, los centros de salud tenían un fuerte problema: "El resultado de las cédulas refleja que solamente le surten el 44% de medicamentos y el 33% en insumos", se precisó a finales del año pasado.

En el texto se apuntó que en 40 centros de salud del Estado no se había consolidado la cultura de la mejora continua ni se visualizaban elementos que permitieran avanzar hacia la calidad.

También se resaltó que, con respecto a las "acciones de prevención y promoción de la salud", los programa prioritarios de tamiz neonatal, virus del papiloma humano, cáncer de mama y cervicouterino, los resultados demostraron "inoportunidad importante" en la entrega de resultados, pues ninguna acción llegó a 10% de cumplimiento.

Los centros de salud forman parte del 1er. nivel de atención hospitalaria.

En otro informe reciente del Modelo de Supervisión y Seguimiento Estatal de Servicios de Salud se determinó que los hospitales regionales a cargo del Gobierno de Jalisco, en el 2o. nivel de atención, tienen carencias importantes en su operación. En la evaluación se destacó que 65% de los espacios incumplió con los criterios estipulados en la cédula y ninguno de éstos trabaja con la plantilla de personal completa.

En el estudio se acentuó que 44% de las unidades tiene Central de Equipos de Esterilización (CEYE), requerida por la NOM-016-22A3-2012, y que 56% de los quirófanos no está en condiciones para realizar procesos quirúrgicos de calidad acorde a la norma.

También se señaló que 50% de las causas de diferimiento quirúrgico por motivos o condiciones de los hospitales se debieron a disponibilidad de turnos quirúrgicos (28%), falta de material o insumos (12%) y carencia de personal médico (10%).

"En lo referente al abasto de medicamentos, se identificó que el porcentaje de claves existentes en farmacia es de 44% y en cuanto al número de recetas surtidas a los afiliados del Seguro Popular en los hospitales regionales fue del 88%, lo que repercute en la falta de apego al tratamiento".

Viajaron desde Ciudad Guzmán a Guadalajara. Tardaron 2 horas y media e invirtieron en el costo del pasaje, sólo para sentarse frente a un escritorio y responder a un par de preguntas del médico del Hospital Civil. Asunción Valeriano esperaba su dosis de medicamento para tratar la neuralgia que padece desde hace cinco años, pero recibió la misma noticia de antes: su Carbamazepina se terminó.

No es la 1a. ocasión en la que abordan el camión de regreso sin medicina. Felipe Venancio, su marido, se observa hastiado. "¿Entonces de qué sirve? Ya ni la vuelta hasta acá. ¿Nomás por la cita, para que la vean y le pregunten cómo está? Pues no tiene caso... lo mismo podemos hacerlo allá (en Ciudad Guzmán)".

No es el único caso que ocurre en el Civil ni el más grave. Con Félix Díaz tuvo que pasar un año para que finalmente se le permitiera el acceso al quirófano. Tenía 2 hernias que comenzaban a ser insoportables, y la 2a. fue detectada unos días antes de su ingreso. Estaba, según su hermana Nancy Karina, "harto" de acudir al hospital sólo para ser regresado.

"De hecho ya no quería venir. Sólo porque tenía mucho dolor, pero no quería venir porque nomás lo traían así: vuelta y vuelta. Le hicieron estudios como 3 veces y nomás nada". La verdadera razón de su hartazgo era la causa de la demora en su intervención: no había mallas quirúrgicas para reparar su malestar.

Desde la Carbamazepina para tratar la neuralgia y las mallas quirúrgicas para reparar una hernia, hasta el Losartán para los problemas de presión y el Omeprazol para la gastritis. La ausencia de medicamento es una constante.

Doña Esther Nuñez lleva medio año sufriendo la ausencia de medicamento que, en teoría, está cubierto por el Seguro Popular. Gasta entre 250 y 300 pesos mensuales por un medicamento que debería ser gratuito.

"Ya es mucho tiempo y nunca hay medicamento. Yo creo unos 6 meses (...) Uno no tiene los medios para comprar la medicina y sí le afecta".

Su hijo, quien recibe atención por cirrosis hepática en el mismo espacio médico, fue dado de alta y sólo con una receta. "De que lo atienden bien sí lo hacen, pero el problema es, otra vez, la medicina".

(V.pág.2-A del periódico El Informador del 30 de mayo de 2017).

En enero de 2013, a una mujer de 29 años en un hospital del IMSS en Acapulco, Guerrero, le realizaron una biopsia en el seno derecho, después de que en un ultrasonido le detectaron 2 quistes.

Un patólogo interpretó los resultados, y determinó que ella tenía cáncer, el 20 de febrero de aquel año.

Realizó ese diagnóstico, aunque el resultado no fue confirmado con los estudios de "inmunohistoquímica y patología molecular", debido a que no se contó con suficiente tejido para realizarlo, de acuerdo con el relato sobre los hechos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en la recomendación 21/2017.

A la mujer la remitieron de manera urgente a Oncología del Hospital General Regional Número 1 "Vicente Guerrero" del IMSS en Acapulco, Guerrero, y le realizaron una "mastectomía radical derecha", además de tomar muestras para un estudio de patología, y enviarlas a quimioterapia.

El 15 de mayo de 2013, los resultados de la patología determinaron que ella no tenía cáncer.

"(...) historia de carcinoma canicular infiltrante sin patrón específico, sin tumor residual, sin metástasis (...) sin tumor en bordes quirúrgicos; enfermedad fibrosa quística (...) fibrodenoma mamario esclerosado; hiperplasia linfoide sinusual (...)", señalaron los estudios.

Un médico de Oncología del Hospital General informó que no podían realizarle quimioterapias a la paciente, "porque no había encontrado algún tumor y debían realizarse otros estudios a la biopsia tomada el 16 de enero de 2013".

Con base en el reporte de estudio "histopatológico-citológico" de la mastectomía radical derecha de 15 de mayo de 2013, y del ultrasonido de mama izquierda de 30 de agosto del mismo año, apuntó la CNDH, se determinó que la región pectoral derecha se encontraba sin alteraciones, "lo que sugiere que la agraviada no tenía cáncer".

Ella presentó una queja ante la CNDH, el 29 de julio 2013, y elementos de la Comision acudieron a realizar diligencias.

En su queja, ella señaló que "es una persona parapléjica que se encontraba en rehabilitación cuando ocurrieron los hechos", por lo que tuvo que suspender los tratamientos de esta última. Solicitó indemnización por daño moral y económico, además de la reconstrucción del seno que le quitaron.

En su análisis, la CNDH determinó que había evidencias que permitían acreditar violaciones a los derechos humanos, a la integridad física, y a la dignidad de la paciente.

Al menos 7 personas del hospital "incumplieron sus obligaciones de actuar con legalidad, honradez, lealtad, y eficiencia como servidores públicos", por lo que en la recomendación de la CNDH se solicitó la reparación del daño, una indemnización, además de "investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos".

Además, la Comisión señaló que presentaría la denuncia correspondiente, ante la PGR.

En un comunicado, el IMSS señaló este martes que dará "cabal cumplimiento" a la recomendación de la CNDH.

"Cabe señalar que al tener conocimiento de lo ocurrido, el IMSS tomó diversas medidas preventivas a fin de evitar hechos similares", indicó el Instituto.

(V.Animal Político del 6 de junio de 2017).

La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco realizó recomendaciones al secretario de Salud, Antonio Cruces Mada y a Héctor Manuel Haro, presidente municipal de Jocotepec. Se acreditó que 2 médicos de la clínica municipal de ese municipio no dieron atención adecuada a un hombre que había sido lesionado de bala en la pierna izquierda.

Al realizársele radiografías, los médicos descartaron una lesión de gravedad y mencionaron de un estallido del fémur. Posteriormente, el afectado se atendió con un especialista que detectó daños. Y tras un mes y medio le amputaron la pierna.

(V.pág.8 del periódico Milenio Jalisco del 16 de junio de 2017).

Sofía, de 13 años, acudió al IMSS con una molestia en los senos. La doctora le respondió que seguramente tenía cáncer, pero que debía hacerle más estudios. "Nos fuimos a imagenología y nos dieron la cita para octubre... ¡Era enero! ¿Y si era cáncer? Su mamá murió de eso", recuerda su abuela Martha. "Nos fuimos al Hospital Civil y, en un mes, ya le habían hecho 2 resonancias, un ecosonograma y pruebas de sangre (estos pacientes tienen preferencia)".

Todavía no les entregan los resultados definitivos, pero les pidieron más estudios. "Ya gastamos como 7,000 pesos y no sabemos de dónde sacar más".

Sofía y su familia tenían la oportunidad de acceder al Seguro Universal de Salud, en el que se intercambian servicios entre instituciones médicas como IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud y Hospitales Civiles. Esto porque los estudios que le hicieron entraban en el catálogo de los 34 servicios intercambiables que iniciarían en Jalisco desde junio pasado; sin embargo, por la oposición de los sindicatos y trabajadores, principalmente del IMSS e ISSSTE, el proyecto está frenado.

"Es un tema de saturación de servicios, es un tema de la percepción de los trabajadores, de que se pueda generar una sobrecarga de trabajo. También es un asunto sindical. Tenemos que destrabar una serie de pensamientos y de procesos para que esto pueda funcionar", señala el secretario de Salud en Jalisco, Antonio Cruces Mada.

El proyecto del presidente Enrique Peña Nieto pretendía que cualquier enfermo podría ser atendido en los hospitales más cercanos sin importar su afiliación, lo que hubiera sido de gran utilidad para Sofía o los registrados en el Seguro Popular que sólo se atienden en la Secretaría de Salud y Hospitales Civiles.

Mientras Flavio Humberto Bernal Quezada, delegado del ISSSTE en Jalisco, coincidió en que los sindicatos han atorado el tema, Cruces Mada reconoce que no será en este sexenio cuando el sistema se consolide.

(V.primera plana del periódico El Informador del 23 de junio de 2017).

Con un balazo en el muslo, un hombre caminó hasta el centro de salud de la colonia El Piru, en la delegación Álvaro Obregón, donde murió antes de ser auxiliado.

Era la una de la tarde cuando la víctima, de 30 años de edad, fue atacada en unas canchas que se ubican en la esquina de México y la calle Cedro.

Testigos de la agresión aseguraron que el hombre recibió al menos un disparo en una pierna, por lo que se retiró buscando auxilio.

El instinto del lesionado lo llevó a caminar 3 cuadras y media hasta la esquina de Marco Polo y Cedro, donde se encuentra el centro de salud.

El hombre se desplomó en la entrada del lugar y murió desangrado sin recibir la atención que esperaba.

Uno de los médicos certificó el deceso y dio aviso a la policía, mientras que vecinos de la colonia comenzaron a congregarse.

(V.periódico El Informador en línea del 26 de julio de 2017).

Personal de los Hospitales Civiles de Guadalajara denuncia una carencia grave de insumos para realizar sus labores habituales.

Esta situación ha sido la constante durante todo el año y no ven para cuándo termine, según comentó una decena de personas entrevistadas, entre personal de salud y pacientes del Antiguo Hospital Civil "Fray Antonio Alcalde".

Una enfermera aseguró que les falta de todo, desde alcohol hasta tubos de laboratorio, por lo que se ven en la necesidad de pedirles a los familiares de los pacientes que compren lo que se necesita.

"Vasitos para muestras, jeringas, alcohol no hay, a veces tenemos que comprar nuestras propias botellitas de alcohol para poder trabajar, gasas hay veces que nos dan pocos paquetitos para una sala donde tenemos hasta 7 pacientes entubados que necesitamos estar aspirando y aspirando".

Otra enfermera comentó que esta carencia se ha ido intensificando desde hace un par de meses, y aunque a veces se apela a lo que los familiares puedan traer, no siempre tienen posibilidades para hacerlo, pues algunos vienen del interior del estado o de otras entidades y no traen suficiente dinero.

Por ejemplo, los pacientes con diabetes que deben medir su azúcar todos los días, no pueden hacerlo por falta de tiras de lancetas.

"Tenemos 2 meses que no hay, eso sí ya el paciente tiene que comprarlas y también las farmacias de por aquí se aprovechan y cobran más caro".

Aseguran que la respuesta de sus superiores es que simplemente no hay insumos y que trabajen con lo que tengan.

El esposo de una señora que acudió ayer a realizarse unos análisis de sangre, denunció que la enfermera utilizó un algodón sin alcohol, y al preguntarle le dijeron que no tenían, lo que les pareció raro al ser el laboratorio de un hospital.

"A mí me pidieron un bisturí y aquí se quedó, fajas, gasas, jeringas, varias cosas. Me operaron de la vesícula, no me acuerdo cuánto se gastó porque la que salía era mi abuela... ya cuando salimos no traíamos ni para el taxi", comentó una paciente del municipio de Tizapán el Alto.

El director general del Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, señaló que en ocasiones sí hacen falta insumos, pero la situación no es permanente, por lo que el hospital funciona con regularidad.

Dijo que sólo en situaciones extraordinarias se pide a los familiares de pacientes que compren sus propios insumos que no se cubren en el Seguro Popular, o alguno de alta especialidad, pero no es algo que se realice de manera habitual.

"Definitivamente el hospital está teniendo su productividad habitual en estos momentos, tampoco descarto que sí existan en algunos momentos insuficiente material".

Lo que reconoció fue que a lo largo del 2017 ha crecido en 15% la demanda asistencial en ambas unidades hospitalarias, debido a que reciben pacientes que no son atendidos en otros nosocomios de otras regiones sanitarias de la Secretaría de Salud Jalisco.

Habló de la situación que se ha vivido por la derivación de mujeres en trabajo de parto por parte del Hospital Materno Infantil Esperanza López Mateos, donde en los últimos meses se ha vivido una crisis para atender a las embarazadas y sus bebés.

"El Hospital Civil está de alguna manera soportando una afluencia de pacientes histórica en ambas unidades, y eso evidentemente significa la necesidad de muchos más insumos, pero en ningún momento se ha negado la atención a un solo paciente o se ha negado el estar programando cirugías".

Pérez Gómez manifestó que el Régimen Estatal de Protección Social en Salud le debe por lo menos 400 millones de pesos al hospital, por concepto de la atención a derechohabientes del Seguro Popular.

Hasta el momento, la institución ha recibido 200 millones de pesos correspondientes al 2017, cuando el convenio con el Seguro Popular para este año es de 846 millones de pesos.

"En la medida en que no nos pague puntualmente el REPSS, van a tener en serias dificultades a instituciones como el Hospital Civil; nosotros no le hemos negado la atención a nadie, pero el reclamo de proveedores es cada vez más intenso".

(V.periódico El Informador en línea del 13 de septiembre de 2017).

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos documentó diversas violaciones a los derechos humanos cometidos en un hospital de Pemex en Tamaulipas contra una mujer, lo que ocasionó que perdiera a su bebé.

Por ello, la CNDH emitió la recomendación número 41/2017 dirigida al Director General de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya para indemnizar a la víctima, otorgarle atención médica y psicológica e inscribirla en el Registro Nacional de Víctimas para que acceda al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral.

De acuerdo con la recomendación, el organismo concluyó que personal del Hospital Regional de Pemex en Ciudad Madero, Tamaulipas dio una atención médica inadecuada y cometió violencia obstétrica contra la mujer de 27 años de edad.

"La CNDH acreditó violaciones a los derechos a la protección de la salud, a la información en materia de salud y a una vida libre de violencia, atribuibles a personal médico de ese hospital", señaló el organismo.

Los hechos ocurrieron el 21 de septiembre de 2016 cuando la mujer se presentó en el hospital por pérdida de líquido amniótico, por lo que se le mantuvo en observación.

Al día siguiente fue inducida a parto natural sin tomar en cuenta que padecía diabetes gestacional y sin corroborar el peso fetal del bebé mediante un ultrasonido por lo que se presentaron complicaciones por distocia de hombros y la posterior pérdida del producto.

Esto, a pesar de que ella y otro de los médicos del hospital solicitaron reiteradamente que se le practicara una cesárea.

"Personal de ese hospital continuó con el parto natural, durante el cual refirió haber recibido expresiones inapropiadas, gritos, regaños, insultos y manifestaciones verbales para responsabilizarla por la pérdida del producto de la gestación", agregó el organismo.

La recomendación de la CNDH también insta al director de Pemex a implementar un programa para prevenir, diagnosticar y monitorear la diabetes durante el embarazo, detectar factores de riesgo y tomar medidas para garantizar una adecuada vigilancia obstétrica.

Sin embargo, el organismo no se pronunció sobre la posibilidad de sancionar al personal médico que, según el testimonio de la víctima, insultó, regañó y responsabilizó a la madre de la pérdida de su bebé.

Solicitó que el personal del hospital colabore con la CNDH en la queja para iniciar el procedimiento administrativo correspondiente.

(V.periódico El Universal en línea del 15 de octubre de 2017).

Por falta de camas, un hombre con problemas en los riñones tuvo que esperar 2 días en el piso del área de Urgencias del Hospital No. 6 del IMSS, ubicado en Ciudad Madero.

Ana Karen López Quintana dijo que su hermano Samuel Romualdo, de 42 años, ingresó el viernes 20 de octubre al área de Urgencias de este hospital con un padecimiento doloroso de cálculos en los riñones.

Ante la falta de camas disponibles, el personal del hospital le pidió al hombre que esperara en una silla, pero tras 2 días optó por dormir en el suelo junto a otro paciente durante la noche del domingo.

"Estuvo 2 días. (Dijeron) que no había camas, que era mucha la demanda, que estaba saturado en Urgencias", declaró López en entrevista.

"Si hay demanda y están viendo que está creciendo tanto la población es importante que los servidores públicos vean que falta infraestructura".

La mujer comentó que tras ser operado ayer su hermano ya se encuentra en una cama, pero señaló que los pacientes no deben ser tratados bajo esas condiciones.

"En urgencias vi que eran como 15 pacientes sentados con suero y como 5 más en el suelo, son trabajadores a los que les hace el descuento de su seguro, hay que hacer un llamado a los servidores públicos para que vean lo que está pasando", expuso López, quien es activista y presidenta de la asociación civil Tamaulipas Diversidad VIHDA Trans.

(V.periódico El Norte en línea del 27 de octubre de 2017).

Cerca de 4 millones de pesos es el adeudo que tiene el Seguro Popular con la Cruz Roja Guadalajara, situación por la cual desde el pasado 1 de noviembre fueron canceladas las atenciones médicas a pacientes que forman parte de este programa, según informó Paola Robles, subcoordinadora médica de la Unidad Cruz Roja Guadalajara y encargada de área de Seguro Popular.

"Este año tampoco hubo dinero para pagarnos y debido a eso y a que los proveedores a nosotros no nos esperan, necesitamos seguir atendiendo pacientes y no se les niega la atención, se atiende la urgencia, se atiende al paciente pero no podemos seguir trabajando con seguro popular", manifestó la subcoordinadora.

La cifra arrastra adeudos que el programa tiene con la institución médica desde el año 2015 y hasta la fecha, según explicó Robles.

"Es la 1a. vez que tenemos que suspender el servicio de atender a pacientes del Seguro Popular debido a que se hablaba con ellos, nos decían que sí se nos iba a pagar y demás, falsas promesas, pero no se ha llegado a ningún acuerdo y no hemos obtenido el pago", agregó.

La subcoordinadora precisa que al día llegan a la Cruz Roja Guadalajara entre 100 a 110 pacientes que forman parte del Seguro Popular, mientras que por medio de la clínica de especialidades y oftamología reciben cerca de 300; sin embargo, de cada 10 pacientes, 5 abandonan la institución para acudir a otro lugar donde sí atiendan a Seguro Popular ya que la mayoría de los solicitantes suelen ser de bajos recursos, mientras que el resto, terminan pagando por los servicios, finalizó Paola Robles.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 23 de diciembre de 2017).

El Seguro Popular Jalisco rechaza tener adeudo alguno con la Cruz Roja. El director del Régimen Estatal de Protección Social en Salud, Héctor Maldonado Hernández, señaló ayer que los servicios médicos prestados a pacientes afiliados a este esquema los años 2015 y 2016, ya fueron liquidados.

Para 2017 no se firmó ningún convenio.

La Cruz Roja deberá cumplir con los mismos requisitos que el resto de hospitales para poder firmar un nuevo convenio.

(V.pág.9 del periódico Milenio Jalisco del 29 de diciembre de 2017).

De acuerdo con el último diagnóstico de la Secretaría de Salud en Jalisco, el 20 de diciembre pasado el porcentaje de recetas totalmente surtidas de medicamentos llegó a 71% en los hospitales y centros de salud. La mayor problemática está en algunas claves de antibióticos.

Los centros de salud ubicados en la metrópoli registran las mayores carencias. En la Región Sanitaria XIII de Guadalajara apenas se cumple con un surtimiento completo de recetas de 20%. También hay problemas graves en los hospitales de primer contacto de Colotlán y El Grullo.

En mayo pasado, el entonces secretario de Salud, Antonio Cruces Mada, aceptó que las deudas con la proveedora provocaron que hospitales y centros de salud no contaran con las medicinas básicas, pero prometió que se resolvería en breve. Hoy, los problemas persisten en términos generales.

(V.primera plana del periódico El Informador del 10 de enero de 2018).

Josefina Ávila Gálvez, de 29 años y originaria del estado de Zacatecas, tuvo que trasladarse este enero a Torreón (Coahuila), a 400 kilómetros, para operarse de una lesión en la vía biliar posterior a una intervención de vesícula. Tras pasar 2 días con su familia en esa localidad, con todo el gasto que supone para una economía humilde, el hospital público canceló la operación casi en el mismo momento de abrir, sin previo aviso, porque "no tenían hilo para suturar" o eso le dijeron.

Angélica Díaz, nacida en Puebla, trabaja como empleada de hogar en varias casas de la Ciudad de México, pero ninguno de sus patrones le paga el Seguro Social. Tampoco lo tienen sus padres, campesinos, ella con diabetes y él con hipertensión, que abonan de su bolsillo los gastos médicos. Lo último: una operación de apendicitis para su hermano que les costó 40,000 pesos, una auténtica fortuna teniendo en cuenta que el salario mínimo es 88.36 pesos diarios.

Son solo 2 ejemplos de la situación en la que viven muchos millones de mexicanos para los que ponerse enfermos es un lujo solo reservado a las clases pudientes y curarse de verdad algo solo al alcance de las élites, a pesar de que el derecho a la salud está consagrado en el Artículo IV de la Constitución.

"Apenas un 7% de la población recibe una atención médica digna", asegura un especialista del centro médico ABC, de la capital mexicana, una de las instituciones privadas más prestigiosas del país. "En el sector público existe falta de atención debido a la escasez de personal, carencia de recursos, tanto diagnósticos como terapéuticos, y sobrecarga de trabajo", sostiene Jimena Ramírez de Aguilar, médico internista que compagina la sanidad pública con la práctica privada en ese hospital.

Sobre el papel, el 100% de los mexicanos tienen algún tipo de cobertura sanitaria. Según el gobierno de Enrique Peña Nieto, en 2016 el Seguro Popular -que atiende a los más pobres, pero que no es totalmente gratis ya que el paciente debe pagar una cuota anual y parte de las intervenciones y medicamentos- cubrió a 53.3 millones de personas; el IMSS y el ISSSTE (para los funcionarios y sus familias) a 78, más el millón inscrito en las fuerzas armadas y en la petrolera estatal Pemex. Los números no cuadran porque la cifra supera a la de población (unos 123 millones). La explicación es que muchos están duplicados en uno o varios seguros al tiempo que otros ni siquiera saben a qué tienen derecho y no se registran. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, por su parte, manejaba la cifra de unos 100 millones en 2015 y en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 3er. trimestre de 2017 señala que unos 32.6 millones de trabajadores no tienen acceso a los servicios de salud. Es decir, que 2 de cada 3 personas con actividad productiva carecen de esta prestación, lo que no es de extrañar en un país con más del 50% de su fuerza laboral empleada en la economía informal. Una portavoz de la Secretaría de Salud confirmó las cifras, mientras su titular, José Narro, ha dicho que "un sistema de salud único sería lo más conveniente para México", si bien añadió que ese objetivo llevaría tiempo porque antes debería implantarse la cobertura universal.

Al margen de las estadísticas, que se complican aún más por ser México una república federal, el hecho es que en el día a día del paciente el sistema sanitario mexicano es un ogro burocrático, fragmentado e ineficiente, con listas de espera interminables y lastrado, además, por las enormes desigualdades entre las ciudades y el campo. "Oaxaca, por ejemplo, es, en algunas zonas, desde el punto de vista sanitario, igual que África, pero sin leones", asegura con desparpajo Ramírez, que también ejerció como médico rural.

México, 2a. economía de América Latina, ocupa uno de los últimos puestos de la OCDE en gasto en salud (solo el 2.7% del PIB, frente a una media del 6.6%) y tiene una esperanza de vida de 74 años, una de las más bajas, frente a los 84 de los españoles o japoneses; ostenta el 2o. puesto en obesidad (el 33% de los adultos, solo por detrás de EE UU), tiene solo 2.4 médicos por cada 1,000 habitantes frente a la media de 3.4 de la OCDE y la diabetes es ya casi una epidemia nacional. Sin embargo, a pesar de ser un problema de vida o muerte, la salud no ha sido de momento un tema que hayan mencionado en estas semanas de precampaña los candidatos presidenciales en las elecciones de julio.

"Hay hospitales públicos que no tienen médicos de una determinada especialidad", señala un doctor que trabaja en un importante centro público del norte de Ciudad de México, que exige el anonimato por miedo a represalias. "Por ejemplo, donde trabajo no tenemos acceso a recursos informáticos, nosotros mismos nos compramos las revistas médicas para ponernos al día, pagamos por el acceso a Internet, que ahora es necesario para la práctica médica. Los baños están sucios, los pacientes en urgencias tienen que esperar horas, los de cáncer semanas, hay fallos médicos por falta de tiempo, por cansancio, pacientes que te llegan después de haber pasado por 5 médicos distintos que han errado en la detección de la enfermedad", afirma. El doctor asegura además que él y sus compañeros sufren acoso laboral por parte de los responsables del hospital: "Los procesos son intocables y si te quejas, te sancionan. Al final se acaba culpando al médico por negligencia, cuando es el sistema lo que habría que arreglar". La solución pasa, para este especialista, por "discutir el problema, pero solo se practica una medicina defensiva. Políticamente, no interesa. Se prima la cantidad sobre la calidad".

Son las sombras de un sistema que, como todo en México, tiene también sus luces y un espacio para soñar: médicos mexicanos que son auténticas eminencias en EE UU. Como Alfredo Quiñones Hinojosa que, a los 19 años, cruzó el Río Bravo sin papeles, y hoy, con 50 años, después de estudiar en Harvard y Berkeley, es uno de los neurocirujanos más prestigiosos del país. Quizá si hubiera caído enfermo no le hubieran atendido en ninguno de los 2 lados de la frontera y no hubiera salvado miles de vidas.

(V.periódico El País en línea del 29 de enero de 2018).

Con desesperación e impotencia, padres de niños con cáncer se manifestaron en el Hospital Pediátrico de Culiacán, Sin., luego de que la noche del miércoles fueron notificados que serían suspendidas las quimioterapías para algunos infantes, porque la institución no cuenta con recursos para adquirir las dosis del tratamiento.

Esta situación puso en alerta al resto de las familias que tienen un hijo bajo tratamiento en este nosocomio, porque temen que también resulten afectados por las crisis que atraviesa el Pediátrico, y que la vida y salud de sus niños corra peligro, por complicaciones con su enfermedad.

Con pancartas en mano, los niños y sus mamás exigieron al gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, que les proporcione su tratamiento, y que les asignen personal de enfermería para que estén pendientes de cada uno de los menores que son atendidos durante sus tratamientos.

Entre los afectados se encuentra un pequeño que requiere de la aplicación de su quimioterapia con urgencia; sin embargo, sus padres no pueden cubrir el costo de 46,000 pesos por una sola dosis; por lo que padres de familia, médicos y ciudadanía en general se unieron a la causa buscando donativos para lograr que el menor pueda seguir con una esperanza de vida.

Edwin requiere de una quimioterapia, cuyo valor oscila entre los 10 y 15 mil pesos, y que es necesaria para combatir el cáncer de columna que padece. Con mucha desesperación, su madre relató que apenas le alcanza su dinero para pagar los gastos de transporte de la ciudad de Guamúchil a Culiacán.

La familia acudió al nosocomio para que Edwin sea sometido por séptima ocasión al tratamiento; sin embargo, se encontraron con la noticia de que por el momento se había suspendido.

Impotencia y dolor es lo que sintió su madre al escuchar las palabras del médico, porque aseguró que de no aplicarse a tiempos las quimioterapias, el cáncer seguirá avanzando.

Las mamás denunciaron que estos tratamiento comenzaron a suspenderse paulatinamente desde el pasado mes, cuando se presentaron casos de pacientes que su estado de salud empeoraba por no recibir sus medicamentos a tiempo.

Otro de los servicios que fueron suspendidos fue el de gasometrías para menores de terapia intensiva, estudio que se realiza de manera constante a los niños que están conectados a un respirador artificial para conocer el estado del oxígeno y su temperatura. Este estudio estuvo suspendido por 3 días en el hospital, y ayer fue reanudado ante la presión de médicos y familiares de los menores.

Se buscó una entrevista con el secretario de Salud, Alfredo Román o alguna autoridad de la dependencia, para conocer una respuesta ante esta situación, y sobre todo una solución, pero no fue posible por el hermetismo con que se ha manejado esta secretaría durante esta administración estatal.

(V.El Debate del 8 de febrero de 2018).

En 2017, la SFP reportó 138 denuncias contra elementos del ISSSTE, tras las cuales se implementaron 136 sanciones: 101 por irregularidades administrativas y 35 por deficiencias médicas.

En el caso del IMSS, hubo 42 denuncias y 262 procedimientos por negligencias administrativas y médicas y por violaciones a las leyes de normatividad presupuestal y a los procedimientos de contratación.

(V.pág.9-A del periódico El Informador del 10 de febrero de 2018).

Desde hace más de un año dejó de operar la casa de la salud ubicada en el parque de la colonia Morelos. Anteriormente era un módulo de seguridad, pero desde la antepasada administración tapatía se decidió aprovechar algunos de estos espacios para brindar otros servicios a los habitantes de algunas zonas. Ahora está abandonado.

"Está ahí para nada. Está desperdiciado totalmente ese lugar", señala la señora Estela, quien es vecina del lugar. El espacio aún mantiene la pintura de casa de salud y ha comenzado a ser vandalizada.

Indica que el consultorio era funcional y ella acudía con regularidad, "hace muchísima falta porque sí había que hacer hasta fila de tanto paciente que tenía. Ahí estaba para cualquier emergencia, muy buen doctor y además daba hasta las medicinas que tenía. (La atención) era gratis".

El señor Leonardo comenta que era de gran utilidad porque se atendía a personas mayores, "sí tenía mucha demanda porque el doctor era muy bueno. Como hay mucha gente en esta colonia de la tercera edad, frecuentaban mucho al doctor. Él iba a sus domicilios porque había mucha gente en sillas de ruedas. Lo quitaron sin avisar".

Este módulo para brindar atención médica forma parte de al menos 30 que dejaron de operar, debido a que en la antepasada administración se pusieron en marcha más de 40. Actualmente están en funcionamiento 9.

De acuerdo con las autoridades municipales, éstos fueron cerrados durante la pasada y actual administración, "debido a su baja o prácticamente nula productividad y por no encontrarse en zonas estratégicas (de bajos recursos) en beneficio de la comunidad".

Otra de las casas de salud que fue cerrada se encuentra en la colonia vecina del Fresno. El señor Luis explica que también tenía mucha demanda, pero actualmente está abandonada, "de repente se cerró. Las causas no las sé. Sí iba gente, yo era uno de esos que necesitaba el servicio porque estoy enfermo, estoy diabético, pero ahora tengo que ir a uno muy lejos. Al Sauz, para aquel lado, o hasta el Hospital Civil, muy lejos... también por lo de los camiones y eso lo teníamos aquí cerquita".

(V.pág.3-A del periódico El Informador del 23 de febrero de 2018).

Tras protestar por 2a. ocasión en lo que va del mes y bloquear el acceso del personal por más de 3 horas a las oficinas centrales de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), empleados del programa federal Prospera llegaron a un acuerdo con la dependencia.

A la fecha suman 5 quincenas sin recibir su sueldo, y ante la víspera del periodo vacacional, donde el resto de burócratas recibirán la última quincena de marzo por adelantado, llegarán a 6. Los afectados, expusieron que esta situación es insostenible.

Sin embargo, ante la petición del titular de la SSJ, Alfonso Petersen Farah, aceptaron liberar los accesos a las instalaciones que bloquearon entre las 6:00 y 9:30 horas de la mañana de este jueves, para evitar que se afectara la prestación de los servicios y llegar a un pacto mediante la firma de un convenio.

La falta de pago obedece a que los recursos federales que le dan sustento al programa aún no han sido radicados al gobierno de Jalisco; sin embargo, para evitar una contingencia mayor, la SSJ informó que se usarán fondos estatales.

Los acuerdos que se alcanzaron en la reunión entre autoridades de la dependencia y trabajadores del programa Prospera, es que se pagarán 4 quincenas el 31 de marzo de este año, 2 quincenas más el 15 de abril y otras 2 el 30 de abril, para saldar por completo los adeudos con los 263 trabajadores en rezago.

(V.pág.14 del periódico Milenio Jalisco del 23 de marzo de 2018).

Los jaliscienses perciben un empeoramiento de la calidad de los servicios de salud dependientes del estado, esencialmente en temas como abasto de medicamentos y sobrecupo en hospitales y clínicas.

Así lo demuestra un análisis de las 3 más recientes entregas de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), del Inegi en sus ediciones 2013, 2015 y la más reciente de 2017.

En principio, se ha reducido el porcentaje de satisfacción de los habitantes del estado. De 2013 a 2017, bajó 17% la aprobación de los servicios de salud de Jalisco (de 69% en 2013, a solo 52% el año pasado).

El estado ocupa el puesto 25 de 32 entidades (incluyendo la Ciudad de México) con disponibilidad de medicamentos. Apenas 29% de los jaliscienses considera que hay medicamentos suficientes en los hospitales y clínicas administrados o ligados a la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ).

La estadística se ubica en 15% por debajo de los registros de las ENCIG de 2013 y 2015 (44%), y es una prueba del desabasto de medicamentos que han denunciado usuarios del sistema de salud de Jalisco, y que ha reconocido públicamente el nuevo titular de la Secretaría, Alfonso Petersen Farah.

Además, Jalisco presenta alarmantes índices de saturación en sus clínicas y hospitales, los cuales se perciben como insuficientes para satisfacer la demanda de sus pacientes. Es el 4o. peor estado del país en el rubro, ya que según la ENCIG 2017, apenas 13% de los jaliscienses no observa saturación de usuarios en estos recintos.

Igualmente, la atención inmediata a los usuarios del Seguro Popular se ha caído de 68% en 2013 a 62% en 2017.

También hay que destacar que la población de Jalisco considera que 85% de las veces ha recibido información oportuna sobre su estado de salud, y 8 de cada 10 pacientes han sido tratados respetuosamente por el personal médico, por lo cual las deficiencias del sistema de salud en Jalisco se ligan más a cuestiones de recursos e infraestructura que a la capacidad y talento de sus integrantes.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 27 de marzo de 2018).

Alessandro, de 7 años, padece el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), enfermedad rara que destruye los glóbulos rojos y lesiona los riñones.

Su salud es estable, pues desde los 3 años se le aplica Soliris Eculizumab, una ampolleta que cuesta 109,000 pesos y que requiere 3 veces por bimestre.

En septiembre de 2015, su padre, Arturo de la Garza, lo llevó al Hospital General Regional 45 del IMSS. Desde entonces, el médico tratante se niega a recetarle el medicamento.

En junio de 2016, De la Garza presentó una demanda en contra del IMSS y en octubre de 2017 solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una medida cautelar.

El delegado del IMSS en Jalisco, Marcelo Castillero, responde que, tras la demanda, un juez ordenó al Comité Institucional de Cuadros Básicos que determine si pueden darle el medicamento.

"Lo vamos a seguir atendiendo con lo que tenemos. No podemos darle el Eculizumab porque está fuera del cuadro básico. Si los médicos deciden... por acá hacemos los trámites; mandamos la solicitud a nivel central. Y si un grupo de expertos lo ve conveniente, le damos el medicamento".

Marcelo Castillero Manzano, afirma que el medicamento Soliris Eculizumab "no es una solución definitiva" para el SUH, considerado como enfermedad rara porque se presenta en 1 de cada 100,000 habitantes, o hasta 5 casos por cada millón de personas.

"El medicamento es bueno", reconoce, "pero para nosotros lo más importante es que es paliativo. Si fuera un medicamento definitivo; es decir, que (el niño) se fuera a aliviar (con su aplicación), ya lo estaríamos dando. No lo es y tiene demasiadas complicaciones", sostiene.

El funcionario agrega que la ampolleta Soliris Eculizumab, que cuesta 109,000 pesos cada una, puede provocar efectos secundarios en los pacientes. Uno de ellos es una complicación severa por meningococo, para lo cual se necesita aplicar una vacuna, y ésta no se tiene en México. "Ese padecimiento no se cura. La única manera es con un trasplante de médula ósea y, desgraciadamente solo 5% es candidato".

En el caso de Alessandro, explica que el IMSS todavía no llega al diagnóstico de la enfermedad porque los estudios continúan. Afirma que no hay una fecha límite para obtener los resultados; es decir, que el menor tendrá que acudir a sus citas indefinidamente.

"Los tratamientos que da el IMSS son los que el médico tratante nos dice. Si los médicos no nos dicen qué pasa, no podemos darle un medicamento nada más porque algún familiar se lo está dando por fuera y lo viene a pedir. No lo puede hacer ni el director, ni el delegado".

Y en lo que llegan al diagnóstico final, al niño se le ofrecen otros medicamentos paliativos como profilaxis, para la coagulación, o corticoides. "Lo vamos a seguir atendiendo con lo que tenemos", promete.

Castillero Manzano revela que en el Centro Médico de Occidente hay 2 pacientes con la enfermedad de hemoglobinuria paroxística nocturna, a quienes sí se les aplica el Soliris Eculizumab. A ellos no se les prescribió el medicamento, sino que lo ganaron mediante una demanda.

El asesor legal de Arturo de la Garza, quien prefirió mantener su identidad bajo anonimato, afirma que el IMSS ha sido omiso ante la Secretaría de Gobernación, pues sólo aparenta que atiende el caso.

"La realidad a la que se está enfrentando Alessandro es indiferencia por parte de las autoridades. A la fecha no ha recibido el medicamento que sustenta su vida".

Señala que el médico tratante, Francisco Flores, no prescribe la enfermedad porque él cumple una instrucción que viene desde la Ciudad de México, sin tomar en cuenta la salud del menor. "Esperamos que se resuelva por la vía del amparo. El tema es que es un derecho básico humano".

Tras la negativa a la entrega de la ampolleta, él presentó una queja ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) en contra del nefrólogo del Centro Médico de Especialidades de Occidente. Argumenta que, al ser una institución pública que se sostiene del dinero de las personas, el IMSS debe servirlas.

Arturo de la Garza, por su parte, destaca que el alto costo del tratamiento ya no le permite seguir costeando el tratamiento que mantiene con vida a su hijo menor. "Nos hemos visto forzados a pedir apoyo a diferentes entidades no lucrativas: al DIF Chihuahua, quienes de manera altruista han apoyado al tratamiento de mi hijo con la compra del medicamento".

(V.periódico El Informador en línea del 29 de junio de 2018).

La directora del Hospital Materno Infantil "Esperanza López Mateos", Elizabeth Ulloa Robles, reconoció en rueda de prensa la existencia de posibles omisiones por parte del personal de Maternidad de López Mateos de Zapopan cuando una mujer dio a luz en la sala de espera la noche del miércoles pasado.

La mujer habría arribado al hospital por estar en labor de parto, sin embargo, por falta de personal y espacios para ser atendida, tuvo que dar a luz en la sala de espera.

Ulloa Robles detalla que existen actualmente 52 camas maternas y 54 espacios para recién nacido, sin embargo, cuando la mujer arribó, todos los médicos de guardia se encontraban ocupados en otras labores de parto, por lo que no pudieron brindarle la atención.

Sin embargo, la titular precisa que no podrían existir sanciones específicas o a médicos en particular, porque no existe denuncia alguna al momento que especifique quiénes fueron quienes realizaron las acciones de omisión o de burla a la mujer.

Detalló que una de las acciones para evitar nuevamente un parto de este tipo, será la creación de un "cubículo rojo" donde serán atendidas las mujeres que acudan de emergencia, ya que en el hospital, actualmente no cuenta con un espacio de este tipo.

Agregó que entre las acciones, además estará preparar al personal para atender mejor a las pacientes, más allá de emitir una sanción en particular a los involucrados en el hecho.

La mujer de 20 años de edad, dio a luz en la sala de espera cuando no fue atendida por los médicos del lugar ya que le precisaron que el personal se encontraba ocupado al momento del hecho y que su caso no era de urgencia. Un video en redes sociales, muestra a la paciente durante el momento en el que ocurre el hecho.

La paciente habría llegado al lugar luego de que no fuera atendida en el Hospital Civil de Guadalajara.

(V.periódico El Informador en línea del 19 de julio de 2018).

Alrededor de las 21:15 horas del pasado miércoles, la furia de varias personas se desató al interior de la sala de espera del Hospital Materno Infantil "Esperanza López Mateos".

La molestia nació cuando una mujer dio a luz en la sillería. La joven madre, de nombre Irma Isabel, llegó al nosocomio a las 18:00 horas de ese día con la fuente reventada.

El personal médico le habría comentado que no tenía camas disponibles. Las contracciones invadieron el vientre de Irma Isabel, su cuerpo no resistió más, y el pequeño que llevaba dentro vio la luz.

"'Mamá ya siento más los dolores' (me dijo), voy y le digo a la señorita que mi hija tiene muchos dolores, el doctor me comentó 'ahorita la atendemos', después mi hija dijo, 'mamá y tengo al bebé afuera'", narró la madre de Irma Isabel la misma noche del miércoles.

La aparente negligencia de los galenos tuvo consecuencias: la familia de Irma Isabel entró en cólera; se encararon con los médicos, intentaron agredir físicamente a la jefa de enfermeras y al agente de seguridad.

Minutos después una segunda mujer, Lizbeth, parió apenas traspasó el umbral que separa al área médica. Al menos no lo hizo a la vista del colérico público, ni de la enfermera que se erigió en censora y a manotazos pretendió evitar que se grabara con los celulares. Esta paciente llegó a La Mater porque en el Hospital Civil viejo no la atendieron porque no tenían espacio.

La enardecida turba golpeó los cristales de las puertas y el mostrador, mientras tanto, la mujer que acababa de ser madre permanecía sentada en la sala de espera. Varias personas presentes reclamaron atención urgente para la mamá, otras sacaron sus celulares para tomar fotos y videos y documentar el hecho.

La Policía de Guadalajara llegó minutos más tarde, cuando la situación estaba más relajada, luego de que el recién nacido y su madre recibieron las primeras atenciones médicas.

El tema se volvió viral en redes sociales, lo que propició que la Secretaría de Salud reaccionara con una rueda de prensa en la cual intentó aclarar la situación.

La directora de la Maternidad, Elizabeth Ulloa Robles, admitió algunas "omisiones" involuntarias: la infraestructura insuficiente y el que los 2 médicos que había de guardia en el turno estaban ocupados con otras mujeres en trabajo de parto. Son 3 los médicos que deberían estar en salas de expulsión y quirófano en ese turno y 2 más afuera, en consulta de urgencias.

Adentro, personal señaló que desde el lunes faltaba pediatra en el turno vespertino.

(V.pág.8 del periódico Milenio Jalisco del 20 de julio de 2018).

Con 10 meses de anticipación, porque así de sensatos y previsores son los administradores de nuestro glorioso sistema de seguridad social, me fue fijada la fecha para acudir a la consulta de un especializado facultativo en conflictos del corazón.

Para efecto de la citada aunque distante visita al calificado profesional de la salud, debía previamente someterme a varios exámenes de laboratorio y a un ecocardiograma bajo los efectos de cierto estupefaciente que me dejó más turulata de lo habitual, que ya es decir mucho. Así que con la oportunidad requerida, 3 días antes de reencontrarme con quien me prescribió el alienante operativo, me presenté al procedimiento habiendo acatado al dedillo las condiciones impuestas para practicármelo: ayuno de 12 horas, supresión de algunos medicamentos desde varios días antes, sin ponerme aretes, reloj o joyas diversas, cargando un litro de alguna bebida sana, bien bañada pero sin haberme aplicado crema o loción en el cuerpo, portando ropa holgada y acompañada de un propio, sólo por si las moscas.

Al llegar al lugar atestado de dolientes varios, fui turnada a un recinto donde me realizaron un ecocardiograma simple, (el más rápido del oeste) y una solícita enfermera me tomó la presión y me instó a enfrentarme con su sistema de pesos y medidas en donde, no sin pena encaré el veredicto de que la edad me ha añadido un número de kilos exactamente proporcional a la cantidad de centímetros que me ha restado a la estatura, pero no era momento de sobarse la vanidad ofendida ni de lamentar la reducción de tamaños, sino de ir a tomar un lugar para esperar que el médico requiriese mi presencia para valorar mi condición.

Así, transcurrieron el par de horas más ociosas de mi existencia, porque no me previne con algún material de lectura, ni soy de las que matan la espera tallando la pantalla del celular, pero cuando juzgué que había pasado un tiempo más que prudente para ser llamada, con tacto extremo inquirí a la recepcionista sobre un estimado del lapso que debía seguir esperando. De prevenir su reacción, más me habría valido no haberlo hecho, porque con gesto de evidente disgusto me hizo saber que en 3 ocasiones había gritado mi nombre y no acudí a su solicitud de presentarme.

Por una desafortunada coincidencia, apareció el galeno quien también me reclamó, con cara de pocas y escogidas pulgas, haber desoído su propio llamado. "Yo mismo le hablé y no se presentó, por lo que perdió su turno y ya nada puedo hacer; no sé si quiera esperar, a ver si puedo atenderla cuando termine, pero no se lo garantizo porque debo atender a un paciente en piso y a una emergencia que acaba de presentarse".

Vanos e inútiles fueron mis argumentos para asegurarle que, como la Martina, ahí me estuve sentada y sin moverme ni para desentumirme. No escuché mi nombre, por lo que aprovechó para hacerme, en el peor de sus tonos, la sarcástica recomendación de que me hiciera revisar el sistema auditivo porque, evidentemente, lo traía severamente atrofiado.

La bilirrubina me llegó a 100, pero no me restó más que pactar una nueva cita, para junio de 2019, a ver si llego. En verdad, mucho tengo que agradecer al IMSS en donde he sido muy bien atendida, pero también lamento que algunos profesionales ofendan con su prepotencia la dignidad de quienes costeamos su sueldo con nuestro trabajo.

Paty Blue
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 12 de agosto de 2018).
Protesta de receptores de órganos.

Unos 30 receptores de trasplantes renales se manifestaron en las afueras de las oficinas delegacionales del IMSS Jalisco para exigir que se reanude el suministro de Tacrolimus, el inmunosupresor que necesitan para evitar el rechazo de un riñón que les fue donado.

Los manifestantes señalaron las clínicas 110, 89, 46 y el Hospital Ayala como los puntos con mayor desabasto del inmunosupresor. "No es un tema de falta de planeación, de falta de recursos. Es un tema de falta de insumos, un problema de falta de producción nacional", explicó Dan Elí Martínez Ponce, jefe de Servicios Administrativos del IMSS Jalisco, quien afirmó que "no hay nadie" que fabrique Tacrolimus en este momento.

Martínez Ponce destacó que la escasez se debe a que los fabricantes que surten al IMSS están teniendo problemas para producir el medicamento por dificultades para obtener uno de sus ingredientes, lo que ha provocado el desabasto que se vive no solo en Jalisco, sino en todo el país.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 19 de septiembre de 2018).

Fallida odisea que me acababa de aventar en las instalaciones del SSS (sacrosanto seguro social), al que acudí por un fármaco que no se me había surtido el día anterior que acudí a la consulta periódica.

Agradecería de todo corazón si alguien me puede instruir sobre ¿cómo puede uno aprender el arte de ejercitar la paciencia cuando ese verdugo tecnológico al que llaman "sistema", de repente borra un medicamento de la farmacopea personal, y el galeno en turno debe entregar la prescripción de su puño, letra y firma en una receta que la botica rechaza porque necesita la autorización de la dirección y ésta la niega porque debe contar con la venia del jefe de consulta que en 45 minutos no aparece en su puesto, para atender los requerimientos de la docena de prójimos que aguardan su venturosa aparición desde otros 45 antes de que llegue yo a ocupar el lugar 13 en dicha fila?

Si acaso existe tal, ¿alguien me podría prescribir una dosis concentrada de agentes químicos que en acción colagoga obren el milagro de fortalecer el aguante, estoicismo, comprensión, entereza, imperturbabilidad, tolerancia y templanza, para aceptar con mansedumbre, conformismo y resignación que "así son las cosas" y que mis derechos como habiente, ganados con medio siglo de trabajo y aportaciones económicas, terminen miserablemente reducidos por la inexplicable actitud de algunos ineptos que han olvidado a quién deben sus sustanciosos emolumentos.

Paty Blue
(v.pág.3-A del periódico El Informador del 23 de septiembre de 2018).

Una de las promesas de Andrés Manuel López Obrador como candidato fue eliminar los seguros de gastos médicos privados de altos funcionarios y legisladores. No hay nada más irritante para los ciudadanos que enfrentar las deficiencias de la salud pública cuando los políticos se atienden en los más caros hospitales privados.

López Obrador presentó su propuesta con ánimo vengativo: "Va a haber austeridad republicana -dijo el 2 de mayo-. Por eso vamos a ahorrar. No va a haber atención médica privada para los altos funcionarios públicos. Se gastan 5,000 millones de pesos al año nada más en atención médica privada para la burocracia dorada. Eso va a terminar, van a ir al ISSSTE, van a ir al Seguro, van a ir al Seguro Popular, para que vean que lo que se siente".

Quizá por ese ánimo, hubo una lluvia de cuestionamientos a López Obrador cuando se supo que su hijo de 11 años fue llevado la semana pasada por su madre, Beatriz Gutiérrez Müller, a un hospital privado después de sufrir una fractura mientras jugaba en un parque. El propio López Obrador se encontraba de gira.

Es lógico que Gutiérrez Müller haya llevado a su hijo a Médica Sur. El hospital se encontraba cerca del parque, aun cuando también estaba próxima la zona de hospitales públicos de Tlalpan. La madre sabía que en el hospital privado tendría un servicio rápido y eficiente, mientras que en muchos nosocomios públicos se vive una situación de saturación. Cuando una madre escucha el llanto de su hijo fracturado, no hay consideración política que valga.

Para muchos, lo relevante fue que la esposa del presidente electo no llevó al pequeño a un hospital público para "ver lo que se siente". El propio López Obrador tampoco acudió a un hospital público, sino a Médica Sur, cuando sufrió un infarto en 2013. En ambos casos los López Obrador pagaron de su bolsillo, al parecer. Lo importante, sin embargo, no es castigar a los funcionarios para que vean lo que se siente, sino tener mejores hospitales públicos.

Nuestros hospitales públicos cuentan con grandes médicos. En el IMSS, el ISSSTE y los institutos nacionales de salud colaboran las mayores eminencias de México. Los médicos del Rubén Leñero, Xoco o el Gea González tratan cientos de casos cada día y con una impresionante habilidad. El hijo del presidente electo habría tenido en ellos un tratamiento excelente para su fractura. Los problemas del sistema de salud pública son, sobre todo, la saturación, la falta de recursos y la burocratización. Un paciente no sabe cuánto esperará para que se le trate.

Santiago Levy, director general del IMSS de 2000 al 2005 y hoy vicepresidente del BID, ha propuesto financiar los servicios médicos públicos con un IVA generalizado para no depender de cuotas al trabajo que castigan el empleo formal. Canadá, por otra parte, tiene un sistema de salud universal pagado en un 70% por fondos públicos, pero proporcionado por médicos privados y hospitales que operan como empresas independientes; el sistema parece más eficiente que los servicios completamente públicos, como el mexicano, o el seguro privado estadounidense.

Obligar a los altos funcionarios a acudir a servicios médicos deficientes para que vean lo que se siente me parece una pésima política pública, sobre todo cuando quien la lanza no acude a esos servicios públicos. Más que castigar a los funcionarios, hay que mejorar los servicios para todos.

Cuando José Antonio González Anaya era director general del IMSS sufrió un accidente de bicicleta en Zihuatanejo, pero no acudió a una clínica privada sino a la del Seguro. En un principio no lo querían atender porque no llevaba su credencial y él no se quería identificar como director. Después el servicio fue bueno.

Sergio Sarmiento
(v.periódico Mural en línea del 24 de septiembre de 2018).

Una mala atención del personal del Hospital de Gineco-Obstetricia Luis Castelazo Ayala, del Instituto Mexicano del Seguro Social en la Ciudad de México, provocó serios daños neurológicos y lesiones a un recién nacido, en agosto de 2017.

Así lo determinó una investigación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por lo que emitió la recomendación 36/2018, tras identificar que además de los daños neurológicos, el bebé padece alteración del movimiento de las 4 extremidades, por lo que "puede verse afectado en la función del lenguaje y a nivel cognitivo".

La madre del menor, quien también fue víctima de violencia obstétrica, narró que tras ingresar al hospital para labores de parto, le dieron medicamentos para facilitar la dilatación, lo que no resultó.

Debido que sentía dolores cada vez más fuertes, pidió al personal del instituto practicar una cesárea, pero se la negaron con el argumento de que el parto natural sería mejor.

"Un médico del hospital tomó una pinza y un cómodo para realizar el rompimiento de la fuente e introdujo su mano y con la otra presionó su abdomen hacia abajo, dándole la indicación de que pujara, repitiendo dicha acción varias veces", detalla la recomendación.

Posteriormente, el mismo personal médico le indicó que el menor había cambiado de posición, por lo que sería imposible que naciera por parto natural, así que la llevaron al quirófano para practicar la cesárea.

En la operación, los médicos realizaron varias maniobras para sacar al bebé, pero cuando salió no lloró, por lo que lo trasladaron a terapia intensiva.

Ahí le informaron a un familiar de la madre que el recién nacido tuvo una "crisis convulsiva debido a una inflamación en su cerebro, presentaba fractura craneal, hematomas y un cúmulo de sangre entre el cráneo y la piel, los cuales causaron que entrara en un estado de alta gravedad", por lo que tuvo que ser internado en la Unidad Médica de Alta Especialidad, del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI.

Entre las medidas que la CNDH pidió a las autoridades responsables, está el reparar integralmente el daño tanto a la madre como al hijo, e inscribirlos en el Registro Nacional de Víctimas, así como proporcionar a la víctima atención psicológica profesional y atención médica especializada de por vida al bebé, incluyendo la provisión de medicamentos que necesite.

"La Dirección General del IMSS instruyó a las oficinas centrales y a la Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Gineco Obstetricia No. 4 'Luis Castelazo Ayala', el cumplimiento de todos los puntos de su competencia contenidos en la Recomendación, así como reforzar la capacitación al personal institucional en materia de derechos humanos, con apego a las normas nacionales e internacionales", expuso en un comunicado.

(V.MSN Noticias del 27 de octubre de 2018).

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dirigió una recomendación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por la inadecuada atención que brindó a una usuaria y que le provocó la extirpación del timo.

La afectada recorrió 4 hospitales del IMSS en Veracruz, fue atendida por 18 médicos, y obtuvo un diagnóstico erróneo por "miastenia gravis", cuando tenía un tumor cerebral.

Posteriormente, a la paciente le fue extraído el timo, con lo cual, señaló la dependencia defensora de derechos humanos, se puso en riesgo su salud.

La comisión señaló que "tras realizarle estudios de electromiográfico y de anticuerpos anti-receptores de acetilcolina, se descartó que padeciera dicha enfermedad y fue diagnosticada con un tumor cerebral".

Los hospitales inmiscuidos en el hecho son: los Hospitales General de Zona No. 8 (HGZ-8) y Regional No. 1 del (HGR-1), y las Unidades de Medicina Familiar No. 61 (UMF-61) y Médica de Alta Especialidad, Hospital de Especialidades No. 14 Centro Médico Nacional “Adolfo Ruiz Cortines”, (UMAE-14).

La CNDH recomendó al Director General del IMSS, Tuffic Miguel Ortega, reparar el daño ocasionado a la víctima. Entre las medidas deberán incluir una compensación justa, atención médica y psicológica; inscripción en el Registro Nacional de Víctimas.

Además de capacitación a todos los servidores públicos adscritos a las citadas Unidades y Hospitales involucrados sobre el manejo y observancia de la Norma Oficial Mexicana NOM-004-SSA3-2012.

(V.Sin Embargo del 8 de noviembre de 2018).

Por acciones y omisiones atribuibles a personal de 3 hospitales por las que 2 pacientes murieron y otro sufriera una cirugía innecesaria, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dirigió 3 recomendaciones al director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez Cázares.

En las recomendaciones 73/2018, 75/2018 y 77/2018 se señaló a personal médico del Hospital Regional 25 en Iztapalapa, en la Ciudad de México; del Hospital Rural-Prospera 54, ubicado en Tlaltenango de Sánchez Román, en Zacatecas; y del Hospital General Naucalpan, en el Estado de México.

Se hace la aclaración de que cada uno de los hechos ocurrió en distintas fechas, previas a la llegada de las nuevas autoridades del IMSS.

Se detalló que en el 1er. caso, el paciente permaneció 14 días hospitalizado con cuadro de obstrucción intestinal, y a pesar de haber ingresado por urgencias, no se detectó requerimiento quirúrgico y se le brindó tratamiento conservador a base de medicamentos.

A pesar de que su estado de salud se agravaba, se informó, no se tomaron medidas mayores ni se le intervino quirúrgicamente, sino hasta que los diagnósticos médicos indicaron choque séptico y foco infeccioso que derivó en paro cardiorrespiratorio y posterior fallecimiento.

En el 2o. caso, se argumentó que la falta de un diagnóstico y tratamiento adecuado de una apendicitis aguda en una paciente produjo su fallecimiento.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas recibió la queja que fue remitida a la CNDH, que en su investigación determinó que los médicos del Hospital Rural incumplieron su deber de garantizar atención médica oportuna y de calidad.

Al señalar que el ingreso de la paciente fue por dolor abdominal e indicar su egreso de forma precipitada sin emplear los medios terapéuticos para identificar su padecimiento, además de que demoraron en su envío a un hospital con mayor capacidad resolutiva, vulnerando su derecho a la vida.

Para el 3er. caso, tras el análisis lógico jurídico al conjunto de evidencias, la CNDH acreditó que un médico incurrió en negligencia por omisión y falta de cuidado, pues el mismo día que operó a un niño de orquiectomía (extracción del testículo derecho afectado por un traumatismo) lo dio de alta, sin tomar en cuenta los factores de riesgo que presentaba para una torsión testicular contralateral como eran su edad, la manipulación quirúrgica y habérsele realizado una fijación testicular.

Esto contribuyó al deterioro y pérdida de viabilidad del testículo izquierdo por isquemia y necrosis y a su extirpación posterior a pesar de ser la única gónada viable.

Como consecuencia, la víctima requerirá manejo médico integral por los servicios de endocrinología, pediatría, traumatología y ortopedia, psiquiatría, psicología y nutrición, de por vida.

Es por eso que se señaló que el médico que intervino vulneró el derecho humano del agraviado a la protección a la salud, al principio del interés superior de la niñez y a la información, así como a la integridad personal de sus padres.

La CNDH recomendó por los 3 casos al director general del IMSS, en coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la reparación integral a las víctimas, que incluya compensación justa, atención médica, psicológica y, en los 2 primeros, tanatológica.

(V.periódico El Informador en línea del 29 de diciembre de 2018).

Resulta que Aristóteles Sandoval inauguró antes de irse el Hospital Geriátrico, ese que costó casi 500 millones de pesos y que iba a atender a 1 de cada 4 adultos mayores en el estado [de Jalisco].

Pero lo dejó operando con 41 trabajadores de los más de 1,300 que requiere. Ahora la nueva administración estatal dice que necesita mil millones de pesos para regularizar la operación del nosocomio.

Y mientras no exista dinero, allí tendremos otro elefante blanco parado.

Allá en La Fuente
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 25 de febrero de 2019).
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