Diccionario machista
- Adúltero. Infiel.
- Adúltera. Puta.
- Ambicioso Visionario. Enérgico. Con metas.
- Ambiciosa Puta.
- Aventurero Osado. Valiente. Arriesgado. Hombre de mundo.
- Aventurera Puta.
- Barato. De poco precio.
- Barata. Puta.
- Bicho. Insecto. Animal pequeño.
- Bicha. Puta.
- Callejero. De la calle. Urbano. Ambulante.
- Callejera. Puta.
- Caminador. Individuo activo. Que camina.
- Caminadora. Puta.
- Cortesano. Individuo cercano a los círculos del poder. Perteneciente a la corte.
- Cortesana. Puta.
- Cualquier. Fulano. Mangano. Zutano.
- Cualquiera. Puta.
- Golfo. Parte de mar que penetra en la tierra entre dos cabos.
- Golfa. Puta.
- Hombre público. Personaje prominente.
- Hombrezuelo. Hombrecillo. Mínimo. Pequeño.
- Ligero. Hombre débil y/o sencillo.
- Ligera. Puta.
- Lobo. Mamífero predador rapaz y feroz. Hombre experimentado y agresivo.
- Loba. Puta.
- Mujer pública. Puta.
- Mujerzuela. Puta.
- Perro. Mamífero casero carnívoro. Mejor amigo del hombre. Luchón, de carácter, con determinación y que va a lograr lo que quiere.
- Perra. Puta. Hembra asquerosa, devaluada, que hace cosas reprochables.
- Puto. Homosexual.
- Puta. Ramera.
- Regalado. Apellido. Delicado. Placentero. Muy barato. Participio del verbo regalar.
- Regalada. Puta.
- Zorro. Mamífero carnicero de la familia de los cánidos. Espadachín justiciero. Hombre astuto.
- Zorra. Puta.
A mujeres de generoso cuerpo se les llamaba en la época colonial pispolotas, pelletas, piculinas, pilguanejas o pendangas, palabras todas que, si bien se observa, empiezan con la letra pe, primera del ríspido vocablo que con mayor economía de letras designa a las hetairas, meretrices o falenas. Lástima que el vocabulario para nombrar a los varones que incurren en conductas semejantes no sea tan rico como el que se usa para fustigar a la mujer. De tiempos muy remotos viene la discriminación contra ella, injusticia a la cual han contribuido no poco los libros llamados "sagrados". Si vamos otra vez al diccionario encontraremos que registra la palabra "barragana", y la define como "concubina", en tanto que el vocablo "barragán" quiere decir sólo, entre otros significados favorables, "mozo soltero". Como ésa encontraremos muchas pruebas de que aun el lenguaje es discriminatorio contra la mujer. Lo mismo hallaremos en el refranero, en el humor -debo reconocerlo-, y no se diga ya en los usos y costumbres de algunas etnias, anacronismo que algunos papanatas se empeñan en mantener pese a las violencias de todo orden que por causa de esas costumbres y esos usos padece en tales pueblos la mujer.Armando Fuentes Aguirre, "Catón"
(v.periódico Milenio Tamaulipas en línea del 30 de enero de 2014).
Ya no se usa eso de llamar al pan pan y al vino vino. Pensé tal cosa cuando leí el reporte oficial de la captura de Caro Quintero, donde se dice que en la aprehensión del delincuente participó "un elemento canino". Dije para mí: "¿Por qué no ponen simplemente 'participó un perro'?" Después tuve que pronunciar las frases tan usadas en las comedias españolas del pasado siglo: "Ahora caigo" o "Ahora lo comprendo todo". Y es que el tal "elemento canino" no es perro: es perra, aunque lleve nombre de másculo: se llama Max. Sucede en este caso lo contrario que con Lassie, la famosa perra de las películas de Hollywood en los años 40 y 50. "Lassie" es una expresión popular que en inglés significa algo así como "muchachita", y resulta que "la perra más famosa del mundo" no era perra, sino perro, uno de nombre Pal. Los camarógrafos se veían en apuros para que no se vieran en la pantalla los eminentes atributos de macho del perro que la hacía de perra. ¿Por qué quien redactó el informe de la captura del tan buscado y tan oportunamente hallado capo no usó la palabra "perra" para designar al sabueso hembra cuyo fino olfato llevó a la aprehensión del delincuente? Aquí volvemos al temoso tema de la discriminación por género. La palabra "perra" es malsonante, a diferencia de su equivalente masculino. Injuria grave es llamar a alguien "hijo de perra", en tanto que no existe la frase "hijo de perro". No es el único caso. Decir que un hombre es un zorro es afirmar que es listo, astuto, inteligente. Calificar de "zorra" a una mujer es atribuirle el oficio más antiguo del mundo. Un "hombre público" es un político; una "mujer pública" es cosa bien distinta. Por eso a la pobre Max se le llamó "elemento canino" en vez de decir lo que es: una perra. He aquí otro caso en el cual lo políticamente correcto es sumamente incorrecto y muy poco político.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón"
(v.periódico Reforma en línea del 19 de julio de 2022).
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Fecha de última actualización: julio 19 de 2022
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